25 noviembre 2011

Hasta las Médulas

El tiempo no merma la pasión por aquellos rincones con los que uno más se identifica: los propios, aquellos con los que te alientas desde niño, y los anexos, rincones preciosos por donde, a pesar de tanto contratiempo, todavía luce el río y alumbra la vereda.


Hace unos días llegaba a mis manos una preciosa leyenda cabreiresa, transmitida oralmente de generación en generación, que explica de forma sugerente, cómo crearon los romanos la red de canales para conducir hasta Las Médulas el agua y extraer así el oro de sus minas.

Cuentan que el rey prometió la mano de su hija al primero de los siete hermanos que consiguiera llevar agua hasta unas tierras repletas de oro. Curiosamente, todos empezaron a excavar desde el río, a excepción del más pequeño que empezó desde las minas, soportando las chanzas de todo el mundo porque su canal estaba vacío. Él hizo oídos sordos y siguió adelante hasta encontrarse con uno de los canales de sus hermanos, lo que sirvió para llenar el suyo, cumpliendo así con el encargo del rey.

Esta singular obra, que al decir de los estudiosos, no tiene parangón en ningún otro lugar del mundo, se compone de once canales (nueve principales y dos secundarios) con los que los romanos lograron trasladar el agua de La Cabrera hasta Las Médulas, con una precisión sorprendente.

En 2002 se descubre casualmente un túnel, una especie de hilo de madeja de la que ha tirado el ingeniero e investigador Roberto Matías. Lo que allí se evidencia, después de tantos años oculto, es un mundo complejo de galerías y pozos, abiertos a pico en lo más intrincado de la montaña.

Hoy las voces se aúnan para pedir una puesta en valor de estos descubrimientos, y por ende, dar un empujón decisivo a estas tierras que parecen condenadas al olvido.

Imagen: Wikipedia

18 noviembre 2011

Diccionario biográfico español

A finales de Mayo de este año, la Real Academia de la Historia entra en el ojo del huracán al presentar un diccionario biográfico cuyas definiciones y biografías han levantado ampollas, sobre todo en el sector universitario. Una obra que ha recibido 6,4 millones de euros de subvención del Gobierno desde 1999, subvención que congelaba el Congreso a raiz del rechazo cosechado, condicionándola a su rectificación.




Lo que más ha sorprendido es que de una obra de significante calado, que consta de 50 volúmenes, estén ausentes historiados de la talla de Paul Preston, Santos Juliá o Angel Viñas, y porque quienes se han encargado de escribirla, destacan en cinco páginas el valor militar de Franco, omitiendo su perfil represor. Y acaso, más que la expresión de un General "valeroso y católico" desconcierte su participación en "un golpe de Estado contra un Gobierno caótico con el único fin de restaurar la monarquía democrática, que parece que sí la restauró a punto de morirse, después de 40 años de totalitarismo.

La historia la escriben los hombres de ideologías y tendencias dispares que, a veces, ven amable lo que para otros es sádico y viceversa; gentes que se confunden con toda la carga de documentación a las espaldas, porque uno echa mano, sin querer, de aquello que le marca.

Angel Viñas, uno de los historiadores que se quedaba fuera, señala que lo de menos es estar o no estar. "Ningún historiador puede decir del pasado lo que le salga de las narices", y haciendo alusión al diccionario biográfico de Oxford, señala que aquel está escrito por reputados historiadores de todas las tendencias, matizando que "aquel que dice que no tiene tendencia es un mendrugo".

Cada uno escribe la historia como le fue en ella y nada debe escandalizarnos a estas alturas. Habrá quien quiera ver a Franco como a un Santo y allá cada cual con sus demonios. Si acaso hay un reparo, y es un reparo grande, es que ese diccionario lo paguemos todos y lo rubrique un Organismo tan importante como la Real Academia de la Historia.

@ Diario Palentino y Globedia

11 noviembre 2011

¿Por qué yo?¿Por qué a mi?



Se cierran las ventanas y las puertas. Ocurre en un momento, inesperadamente. Te ocurre a tí que no lo esperas; a tí, que ya te habías apostado un reto con el tiempo y hacías proyectos de futuro sin contar para nada con estas turbulencias.

Esta es la historia que se repite sin cesar, cada día, en los pasillos de los hospitales, en el mundo... Esta la hitoria que se cuenta una y otra vez entre los familiares, entre los amigos, rematada por esas preguntas que ya son portada de los medios escritos: ¿Por qué a mi?, ¿Por qué ahora?.

Hace unos días, Isabel Fernández Barbadillo, recupera en el Grupo Vocento, ese grito que sabe a triunfo de la murciana Isabel Franco, también periodista como ella, acostumbrada a tejer historias de otros en "La Verdad" de Murcia.

Cuenta que, de repente, se encontró en la sala de una consulta, con un oncólogo frente a ella certificando su metástasis. Y que inmediatamente pensó: "No voy a poder con ésto". "¿Por qué yo?""¿Por qué a mí?".

Lo cierto es que, buscando ventanas al exterior, decidió hacerse protagonista para luchar contra el cáncer en un blog conmovedor abierto en la edición digital de su periódico.

Sin duda, una escapada hacia el triunfo.

Hay muchos ejemplos en la vida que no llegan a blog. Hay gente que lucha y vence, que no halla quien le escriba, sin que su batalla sirva para darle estímulo y fuerza a quienes hoy, de repente, de improviso, se encuentran cara a cara con alguna especie de huracán desatado en su cuerpo.


Artículo publicado hoy por el autor de este blog en su sección "La Madeja" de Diario Palentino.

Blog de Isabel Franco
Yo también tengo cáncer 
Inmersa en la soledad terapeútica que me imponen los tratamientos, trato de proyectar a través de mis palabras el torrente de emociones que esta situación me provoca, consciente de que puedo estar escribiendo mi epitafio...
  • El blog de Isabel ganó el concurso 'Cuaderno de bitácora' que organiza 20Minutos y premia al mejor blog de medios de comunicación, «¡por encima de Mercedes Milá!» comenta efusiva su autora, que tuvo que imponerse a 4.000 blogueros.
Blog de Paula Rosas
Tengo cáncer de mama... en el hígado
Este blog contiene información útil para supervivir a un cáncer de mama, contado desde mi propia experiencia...
  • Convivo ahora con mi segundo cáncer de mama, cada uno de ellos vivido de forma distinta...
Para saber más:
Reportaje completo de Isabel F.Barbadillo en "Hoy.es"

08 noviembre 2011

Cambio de capitalidad y de nombre


  • Por Luis Redonet

  • El académico que suscribe, encargado de informar en el expediente de cambio de capitalidad y de nombre del Ayuntamiento de Redondo, en la provincia de Palencia, tiene el honor de someter a la aprobación de la Academia el siguiente proyecto de dictamen:

    Excmo. Señor.: Dentro de su competencia poco es lo que la Academia de la Historia puede y debe decir sobre la materia del expediente de que se trata, porque uno de sus extremos o puntos fundamentales está ya ejecutoriamente resuelto, y en el otro, todavía pendiente de resolución, apenas juega papel alguno la historia. Reglamentariamente pedido y tramitado el cambio de capitalidad, que de la villa de Redondo ha pasado a su agregado Areños, es ya tarde y más fuera propio de la Academia de Jurisprudencia y Legislación o de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, discurrir acerca de si el referendum logrado respondió o no a las exigencia de la Ley en punto al fondo de la cuestión debatida en el Seno de la Coorporación Municipal. Holgaría pues razonar sobre ello, aunque se pretendiera enfocarlo desde un punto de mira netamente histórico.

    Acerca del pretendido cambio de nombre (Areños en vez de Redondo), la Academia de la Historia basa su dictamen en las siguientes consideraciones, que somete a estudio del Ministerio de la Gobernación.
  • Primera.— 
Redondo, con sus dos barrios de San Juan y Santa María, fue siempre quien, además de su no arbitraria capitalidad, impuso su nombre al Municipio. Aunque esto no tenga demasiado alcance dentro de una rigidez administrativa carente de sentimentalismos, tanto por el precio o aprecio de afección que hasta leyes de orden fiscal respetan, como por requerimientos de la tradición que siempre constituye inestimable factor histórico, aunque no tan decisivo como en la Iglesia, tal hecho aconseja por sí solo el respeto de la denominación actual si razones legislativas no imponen la necesidad o muy alta conveniencia de lo contrario.
  • Segunda.— 
Fue Redondo la villa de mayor número de habitantes, con gran diferencia respecto a sus agregados y aun a la mayor parte de los pueblos palentinos, y no ha perdido esta superioridad demográfica, pues no es lícito sumar el número de todos o varios de los demás núcleos del Ayuntamiento, para alegar lo contrario, como no lo hubiera legalmente sido, agrupar poblaciones, anejos y villorrios, al solo propósito de ganar vecindario y la consecuente capitalidad a favor de uno de los sumandos. La pasada mayor densidad de casas y de población en Redondo, queda bien demostrada en estudios monográficos, en crónicas, en los muchos diccionarios geográficos que fuera ocioso enumerar, en censos de población, en nomenclators y en obra cual "España Término Denominada", de Gerardo Monge y Amando Gordillo. Y nadie pudo desmentir al concejal don Luis de Mier cuando en su día la alegó como hecho presente al combatir el cambio de capitalidad, según consta en la respectiva acta. Lógico parece y muy dentro está del espíritu de la ley, que esta circunstancia (no accidente, sino calidad o requisito) aconseja que se mantenga una denominación que especìfica, local e históricamente, viene designando a los habitantes de un Ayuntamiento —a la mayor parte de ellos— puesto que no es dable ligar el conjunto onomástico de todos los pueblos que le componen o el de los necesarios para contrarrestar la primacía numérica de que se trata.
  • Tercera.— 
En consonancia con su condición hasta hoy mantenida de cabecera del Municipio, de su tradicional nombre y de su mayor núcleo de población y consecuente suma de ciudadanos afectos al cumplimiento de Las Ordenanzas Municipales (no desterradas por la actual unitaria ley municipal) el nombre de Redondo hubieron de llevar tales Ordenanzas que como en todos los municipios españoles fueron y son el exponente regulador de la vida urbana y rural, consuetudinaria, jurídica y social, en todo el respectivo término. De 250 Ayuntamientos que tenía la provincia de Palencia el año 1908, carecían de Ordenanzas propias nada menos que 197; es decir, que únicamente las tenían 53, y es muy digno de nota y de recuerdo que entre ellos figurase Redondo, dadas su topografía, su áspero territorio, su cruelísimo clima y sus rudas condiciones de vida. Nueva consideración coadyuvante al mantenimiento de un nombre que históricamente juega en el terreno legislativo y social.
  • Cuarta.— 
En la más antigua estadística de la Diócesis palentina mandada hacer en tiempos del Obispo Don Vasco en el Sínodo Diocesano de 1345 y ya redactada en 1346, aparece el pueblo de Redondo como cabecera del Arciprestazgo y consecuente primacía y jurisdición sobre los curas e iglesias de su respectivo territorio que en la misma estadística se determinan. Aunque actualmente hayan perdido los Arciprestes mucha de su pasada importancia jurisdiccional —bien consagrada por ejemplo en la ley de Partidas— y no pase de ser la suya sino una función de dignidad y de unión, enlace e inspección sobre los curas del Arciprestazgo, bien se comprende que la histórica dignidad eclesiástica de la iglesia de Redondo, impone la conservación de su nombre aun aplicado en unión de los demás factores determinantes, a un Municipio coincidente o no con la división eclesiástica.
  • Quinta.— 
Los hidalgos fueron tan propios de España, en opinión de Sebastián de Covarrubias, por ser tan peculiar de los españoles la guarda de la fidelidad esté o no acompañada de algo; y nada existe de tan rancia prosapia como los hidalgos, en nuestra legislación, en nuestra historia, en nuestras costumbres y en nuestra literatura. Pues si no miente el pueblo que cuajó en proverbios y cantares su conocimiento y su sentir:
En el lugar de Redondo,
donde los hidalgos son,
cuanto más largos los días
más se acorta la ración.
Fueran o no tochos (es decir, mamones y groseros) según reza otro cantar, y no hidalgos de sangre de cuatro costados ni siquiera de privilegio, sino simplemente de gotera y más en este caso que en otro alguno; así como famélicos por la pobreza agrícola y ganadera de la comarca inclemente y pedregosa en que vivían, y precisamente también por esta su penuria y mayor similitud con el hidalgo de la noveslística clásica, los hidalgos de Redondo concedieron a esta villa un rango que merece conservarse a través del nombre, ya que las conveniencias políticas y materiales trazan y toman otro derrotero.
  • Sexta.— 
Última y quizá la más trascendental de las consideraciones históricas que aconsejan mantener el nombre de Redondo para el Ayuntamiento que presidió y del cual continúa constituyendo parte primordial.
No recogen el hecho la mayor parte, casi unanimidad, de los Diccionarios Históricos, Geográficos y Enciclopédicos, pero esa misma ignorancia o desdeñosa omisión, avalora el dato, de gran interés, y demanda su debida estimación. En el pueblo de Redondo, existió un convento franciscano del Corpus Christi. Dice textualmente don Sebastiàn Miñano (año 1827), aunque sin indicar la fuente de donde toma la noticia. El Diccionario Geográfico Universal... confeccionado por una Sociedad de Literatos (Barcelona, 1833) se limita, sin duda, a copiar a Miñano, puesto que emplea las mismas palabras transcritas, con lo cual no añade autoridad y certidumbre a lo dicho, aunque verdad es que pudiera haberlo rectificado. Pero además de la acostumbrada y reconocida solvencia de Miñano, pese a sus impugnadores y de que habla en indicativo de presente, otro texto por todos respetado, aunque su autor don Francisco de Garma y Salcedo, Caballero de la Orden de Alcántara, también tuvo que ser vinculado, en algún extremo, por su hijo don Joseph de Garma y Salcedo. Teniente de Caballería, "contra dos cartas que concibió la envidia, parió la temeridad y publicó el encono", en su utilísimo y no del todo bien utilizado Theatro Universal de España. Descripción Eclesiástica y Secular... (Madrid 1738), hablando de la Religión de Franciscanos Menores Observantes y concretamente de la Provincia de la Concepción (una de las 14 franciscanas de España) enumera, con otros 36 conventos, es decir, 37 en total, el del Corpus Christi del Desierto de Redondo. Coinciden pues Miñano, el susodicho Diccionario y Garma Salcedo, en el nombre de la villa y en el del convento y en la situación inhóspita y desértica de éste. Fueron muchos los conventos de unas y otras Ordenes levantados en desiertos ( al fin y al cabo fue la primera fase de la obra colonizadora de los monjes) y muchos son los que en las distintas provincias monacales enumera el susodicho Theatro Universal. Con referencia a la existencia del que nos ocupa y cuya fecha de erección no importa a los fines de este dictamen, todavía cabe añadir el testimonio de don Victor Balaguer que en su obra "Los frailes y sus conventos" (Madrid–Barcelona, 1851) fija asímismo en 37 el número de los franciscanos de la Concepción, coincidiendo con el fijado por Garma, con lo que deja incluído, aunque sin nombrarle, como tampoco ningún otro, el nuestro de Redondo.
Resultaría impropio e innecesario para el propósito del presente razonamiento, seguir apurando la búsqueda de nuevos testimonios históricos, pero no huelga sino que remacha y corona con el tópico broche de oro, otro elemento de juicio, más irrebatible que ninguno dentro de su simplicidad. Nos le facilita la paremiología, que por boca de vulgo nos legó este interrgoante: "Que hiciste que al corpus fuiste". El mismo don Gabriel María Vergara Martín, que nos facilitó el cantar relativo a los hidalgos de Redondo, explica de esta suerte la pregunta, en su curioso e instructivo Diccionario Geográfico Popular (Madrid, 1923): "El Corpus era un Convento de franciscanos situado en el término de Redondo, al que solían enviar como castigo a los frailes que cometían alguna falta. Se emplea esta pregunta ( la transcrita) cuando se le dice a uno que por qué ha estado preso".
En nada empece el cambio de capitalidad del Ayuntamiento a la conservación histórica y todavía actual denominación. Y no seríe el primer caso de esta aparente anomalía. Sin alejarnos mucho de la zona norte palentina en que está enclavado Redondo, en la colindante provincia de Santander, existe, por ejemplo, un Ayuntamiento, el de Camargo (vetustísimo valle de Camargo), compuesto de ocho importantes pueblos: Cacicedo, Camargo, Escobedo, Herrera, Igollo, Maliaño, Muriedas y Revilla. Y Camargo sigue siendo y llamándose el Ayuntamiento, a pesar de que Maliaño, cruzado por dos líneas férreas y con estación propia una de ellas, es el centro mayor de población, el más industrial y ganadero, y sepultura del insigne artífice del monasterio escurialense, según tradición y reciente dictamen del Centro de Estudios Montañeses (que la Academia de la Historia, naturalmente, no hace suyo sin previo conocimiento y estudio del informe); y a pesar también de que el pueblo de Muriedas, cauce de las dos principales carreteras de acceso a la capital de la provincia, cuna del héroe de la Independencia don Pedro Velarde; y asímismo eminentemente industrial y ganadero, es hace tiempo sede efectiva de la Casa Consistorial; y de que en Revilla se levanta el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, el más popular, venerado y jaranero de toda la provincia.
En virtud de cuanto antecede, la Academia de la Historia, dentro de la obligada condicionalidad del presente dictamen, opina que sin perjuicio de que Areños ostente la capitalidad que ya se le concedió, debe conservar el Ayuntamiento la denominación exclusiva de Redondo o la dúplice de Redondo—Areños, según fórmula que tampoco resultaría nueva en la nomenclatura municipal española.
Tal es mi dictamen, que gustosamente someto al mejor parecer de la Academia y firmo en Madrid a 28 de Marzo de 1952.
Aprobado el 28 de marzo de 1952

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