Despoblarse de alma y cuerpo
Personalmente, suelo argüir en esto, como en tantas otras cosas, que respondemos tarde, que vamos cada uno por un sitio para exponer lo mismo, y que hay mucha confusión en cuanto a dirimir responsabilidades. ¿Quién es culpable de la despoblación? ¿Hay culpables? Asunto complejo porque ahora la tendencia es, en la mayor parte de los casos, dejar los pueblos, buscar el ruido y la prisa de las ciudades, porque el trabajo no brilla en ningún sitio en un sector servicios saturado. Es como luchar contra esa voz interior que te pide silencio, que te pide sosiego, cayendo en el agobio de una ciudad donde supuestamente se aflojarán todos los miedos, cuando es posible que comiences a experimentar de otro modo todo aquello de lo que huyes. La realidad es aplastante, si nos detenemos en los rincones de España que más lo sufren. Casi el 25% de los pueblos de Aragón cuentan ya con menos de 100 habitantes. Los medios, ahora más que antes, se fijan en Soria y en Teruel. La senadora socialista P