Domingo Romero

Una patente para los productos caseros

Domingo Romero, Artesano


Domingo Romero, natural de la pequeña localidad de Casavegas, sueña con promocionar los productos típicos del norte de Palencia. Ese es su gran sueño, pero nadie parece querer ayudarle, nadie quiere ceder un trozo de terreno, nadie apoya este proyecto que ha nacido y se mantiene alerta en su cabeza y por el que lucha. Su padre. Eliseo, concejal del Ayuntamiento de La Pernía, calla y asiente mientras su hijo pequeño desgrana la historia. El padre sabe bien lo que pasa y lo cuenta con total libertad, con una rápida mirada a los acontecimientos que los mantienen atados al sistema. Domingo es joven y tiene dos inmensas perolas donde cuece morcillas. Le pregunto -porque conozco al pueblo montañés y sé hasta dónde puedo investigar:
-¿Cómo te sientes? Y me contesta con una clara contundencia: "¡Me siento cántabro!».
Y se siente además, indignado, porque sabiéndose palentino, no entiende por qué debe de estar condenado a la indiferencia de su gente, con ese ataque indiscriminado e incomprensible a quienes velan por los pueblos.
"Ya no queda esperanza -me dice-. Ya no quedan caminos para asirse. Los que estamos, no podemos más, seguimos por inercia, por rutina, no sé por qué seguimos...."


Froilán de Lózar  |  CASAVEGAS


¿Tú crees que los pueblos de la montaña palentina tienen los días contados?
-R Yo creo que todo va hacia atrás. Desaparecer... no, pero cada vez hay menos gente y más problemas, esa es la verdad.

¿Cómo es la vida diaria en Casavegas?
Te levantas, atiendes los animales, comes, bajas a San Salvador y a la cama. Más o menos, todos los días del año lo mismo.

Tú has llegado a conocer el invierno?
Las he pasado «canutas. Lo conozco bien. El invierno aquí es una vergüenza. El año pasado estuvimos nueve días sin saber de nadie. Sin televisión, sin luz, ni teléfono... Nadie vino, nadie preguntó por nosotros. Al final, gracias al tractor del Ayuntamiento. Esto es así...

Ahora que queda tanto pasto libre, ¿por qué no es rentable la ganadería?
Yo pienso que la ganadería es rentable, aunque en Pernía siempre ha existido la explotación pequeña. Ahora mismo, un inconveniente es que estamos pagando la renta de las fincas y nadie nos da papeles donde se demuestre que existe un arrendamiento. ¿Qué haces si tienes invertido un dinero en maquinaria y le quitan las fincas de la noche a la mañana? Yo creo que hay mucha envidia. Si aquel tiene un tractor, el vecino procura que el suyo sea más grande, en lugar de unirse todos y hacer juntos el verano con menos inversión y más ayuda. En Casavegas somos ocho vecinos, si ahora mismo hubiera un vecino más no podríamos vivir.

¿Quién manda en un pueblo tan pequeño?
Mandamos todos los que estamos, me parece a mí. Ahora bien, es diferente estar viviendo en el pueblo que venir dos meses en verano. Al pueblo eso no le da vida, lo único que hacen es aportar problemas.

¿Te sientes más cántabro que palentino, o es al revés?
Sé que soy palentino, pero me siento cántabro. Me siento cántabro porque aquí somos más lebaniegos que palentinos. Salimos mucho para Potes y los de Potes vienen aquí a alimentar a los animales en verano. Andamos muchos entre ellos y el contacto nos hace sentirnos cántabros. Yo salgo de fiesta y me gusta más ir para arriba que bajar a Cervera o a Guardo.

Yo sé que has tratado de patentar una pequeña empresa. He querido llevarte a esta sección del periódico por eso precisamente, ¿quieres decirme algo?
Lo que no sé es si se puede patentar la fórmula. Me gustaría patentarla y que no la copiase nadie. No me explico por qué hay tantas ayudas para montar una fábrica y para esto no existen. El dinero sigue siendo caro y te exigen muchos requisitos donde al final vas a recibir muy pocas compensaciones. 

¿Dónde compraste las perolas?
Me dejó dos perolas de acero inoxidable, Pili, la de Areños.

¿Cómo surgió la idea?
Aquí la ganadería no da, porque siempre hemos vivido a expensas de otras cosas: «de mi padre, que me ayuda»; «de la ganadería y de la mina»; «de la ganadería y de trabajar como albañil»... Yo hice varias pruebas y se nota que a la gente le gusta. Yo no quiero que desaparezca todo esto: chorizos caseros, morcillas. He querido montarlo en plan fábrica en San Salvador pero he encontrado muchas pegas y al final tendré que bajar a Cervera con el proyecto.

¿Y de los furtivos quién os guarda?
Yo a los furtivos de la zona todavía los tolero, pero hay un furtivismo exacerbado de gente de fuera. Si te pillan a ti matando un pájaro se te cae el pelo. El único guarda que hay en Pernía es Evelio; los demás, nada. Evelio es el único que ha defendido la caza, los venados, los corzos. Él es quien ha protegido a los animales y lo curioso es que siempre ha habido críticas contra él. El resto nada, nos denuncian por nada. Ballesteros  me denunció por cortar un acebo de 13 centímetros que me impedía el paso hacia unas tierras. Sólo se preocupan de joder a los que estamos viviendo en los pueblos. 

Finalmente, Domingo, danos una receta para vivir aquí sin perder el entusiasmo.
Yo creo que no existen las recetas. Resulta muy difícil darlas. Todos son problemas; aquí, ahora mismo, nos están echando de casa las escobas. Luego, si te casas, mal; si no te casas, mucho peor. ¿Dónde van a estudiar los hijos? Tenemos el hospital a 150 kilómetros de nuestras casas, la nieve..., todos son inconvenientes. Todos estamos luchando para que haya una pala más, cada día hay una pala menos; porque haya una asistencia sanitaria en Cervera, cada día peor... ¿Cómo vas a tener ilusión en un pueblo de estos?

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Nota a fecha de hoy, 16 de Octubre de 2010

Embutidos Artesanos de Cervera
Pequeña empresa familiar cuyo titular, Domingo Romero Morante, elabora morcillas y "boronos" artesanos desde el año 1995, con la receta tradicional de la Montaña Palentina y mediante un proceso de elaboración fundamentalmente manual y materias primas de la máxima calidad.

Tel.: 979870923
Movil: 696183710
email: embutidosartesanoscervera@gmail.com



Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"

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