Leyenda y realidad del lobo (II)
A mediados de la década de los ochenta, el naturalista Jesús Garzón, considerado el pionero en la investigación del lobo ibérico, a punto de ratificarse en el Congreso una ley que acabara con las batidas, responde así sobre el tema para una revista nacional: “Seríamos mucho más pobres culturalmente si desapareciera el lobo. Se desequilibrarían los ecosistemas donde habita, desaparecería prácticamente el mastín español conservado en pureza por los pastores para combatirle y, en suma, se acabaría con una de las referencias de la vida del hombre al que siempre ha estado ligado este animal”. En aquel momento se contabilizaban en España unos doscientos ejemplares, que se repartían por Sierra Morena, Sierra de San Pedro (entre Cáceres y Badajoz) y la zona situada al oeste de Ciudad Rodrigo, en Salamanca. Sebastián Moreno, en un amplio reportaje que realiza para Cambio 16, estudia las fobias y misterios que este animal sugiere en las distintas regiones donde habita. Desde el miedo a pr