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Mostrando entradas de septiembre, 2017

Maltrato de siglos

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Durante años hemos asistido impotentes a la violencia de género. En un reportaje de Juanma Velasco para el diario "El Correo", a propósito del libro que se publica a finales del 2016, "Violencia contra las mujeres en la Castilla del final de la Edad Media", hay una clara referencia a la violencia ejercida contra las mujeres en todos los tiempos. Muchos de los documentos analizados corresponden a denuncias de las mujeres vascas que piden ayuda para defenderse de los maridos y de los hijos. Así, Mencía de la Vera (1456-1515), señora de Tordehumos (Valladolid) y casada con Fernando de Granada, hermano de Boabdil, el último rey de aquella ciudad, lleva el testimonio de los criados que declaran de qué modo "le agrede, le rompe un dedo, le tira de los pelos..." En la Chancillería de Valladolid, hay una sala de fijosdalgos de Vizcaya, exclusiva para casos de litigantes vascos (una especie de Tribunal Supremo de la época, donde llegaban las mujeres, cuand

Salinas de Pisuerga

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El topónimo le viene del sustantivo latino "sal-salis". Madoz ya se refería a Salinas como lugar salitroso. En un paso cercano se localizan las explotaciones de depósitos de sal. Salinas contó con un hospital de pobres y dos ermitas. Hay cierta confusión con el Marquesado, donde se establecen tres títulos independientes. El 18 de Julio de 1609, el rey Felipe III crea el Marquesado de Salinas del Río Pisuerga, que concede a Luis de Velasco y Castilla, virrey de Nueva España y Virrey de Perú. El 13 de Abril de 1723 se crea el Marqués de Salinas para José Antonio Echarri y Javier y hay otro título "El Marqués de las Salinas", creado en 1733 para Juan Manuel Pérez de Tagle. Por lo tanto, todos los escritos anteriores a 1723 se están refiriendo al Marqués de Salinas del Rio Pisuerga. Discurre por aquí, desde el siglo IX el Viejo Camino de Santiago, más conocido como "El Camino de la Montaña", ahora mismo señalizado y en proceso de recuperación. El cami

La leyenda de Ochate

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En 2009 me pongo en contacto con el escritor alavés Julio Corral, coautor del libro "Ochate, realidad y leyenda del pueblo maldito", que me remite un artículo para "Curiosón" donde se aclaran muchas de las historias que se venían contando sobre este pueblo abandonado del Condado de Treviño. El pueblo ya existía allá por el siglo XI con el nombre de Gogate y a propósito de su abandono tiene mucho que ver su enclave, situado al borde de una antigua calzada que unía el valle con un camino Real. La investigación les lleva a deducir que se despuebla porque se habilita otro camino que deja desubicado a Ochate en favor de otros pueblos. Pero la leyenda toma fama allá por los años 80, cuando el conocido escritor y periodista JJ Benítez, realiza el reportaje titulado "Ovni en Treviño", utilizando una foto que se hizo viral en aquel tiempo y cuyo autor era el escritor Pruden Muguruza, autor de un libro sobre el pueblo y que estaba convencido de que en aquel lug

Salcedillo

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González de Fauve recoge un privilegio de Alfonso X, datado en 1255, en el que se cita que Salcedillo y su alfoz pertenece al Monasterio premostratense de Santa María la Real de Aguilar de Campoo. Muchas de aquellas cosas que, cuando suceden, parecen no revestir importancia, pueden suponer algunas veces la vida o la muerte de un pueblo. Eso fue lo que pasó con Ciriaco del Río, cura párroco de Salcedillo que una tarde de 1838, cuando volvía del mercado de Aguilar, tropezó con unas piedras negras y lustrosas. Junto al carbón, que llenará el valle de vida, está el Collado de Somahoz, paso natural de comunicación durante siglos entre la costa cantábrica y esta parte de la meseta norte, bautizada por Pérez de Urbell como "ruta de los foramontanos". Algunos vecinos recuerdan como un paseo maravilloso el paso de las reses por el Collado cada mes de septiembre, para dirigirse a la feria de San Mateo que se celebraba en Reinosa. Lugar del pequeño bosque de sauces, según la top

Contraturismo

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Entiendo, en cierto modo, la preocupación que ahora comienza a exteriorizarse en lugares como Cataluña o el País Vasco, donde cada día es mayor la avalancha de turistas. Y la preocupación por ese turismo de borrachera que impera allá por Magaluf, Gandía, Salou, Lloret de Mar y que se irá extendiendo hasta alcanzar otros puntos turísticos por excelencia. Los cronistas de sociedad aseguran que los jóvenes extranjeros viven su 'rito de paso' a la madurez a base de comas etílicos, mamading, Balconing, droga caníbal, pubcrawling... Yo creo que contra ese turismo estamos todos, que hay que regularlo, que hay que comenzar a multar por esas prácticas que ponen en peligro su vida y dan una pésima imagen de los sitios.  La guerra va por barrios y nadie se libra de ella. Ahora nace una fobia hacia el turismo. No protestan quienes viven de ello, aunque también levantan ya la bandera de "hasta aquí hemos llegado".  Protestan los que mañana se quejarán por otra cosa. Hasta en V

Ruesga

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Cuando Madoz recopila los datos de Ruesga, "lugar del río del pasto", estos lugares pertenecían a la diócesis de León y cuenta que una de las principales actividades era el "tráfico de maderas". "Llana y árida en el sur pero voluptuosa y verde en el norte, la cara de Palencia que mira a los Picos de Europa alberga tierras que sirvieron de esparcimiento a nobles y monarcas", apunta con buen tino Laura Garrido para "El País", que titula: “Chapuzón salvaje y de interior en el pantano de Ruesga", refiriéndose a uno de los rincones palentinos más turísticos, donde van creciendo mesones y servicios para albergar a los miles de turistas que van llegando cada año. En la iglesia de los Santos Justo y Pastor (siglo XVI), con torre barroca y tres retablos, aparecieron adosadas a sus paredes varias estelas romanas decoradas con figuras humanas, bien fechado por la era consular hispana entre los años 325 y 395 d.C.; junto a las cinco estelas epigrá

La más bella canción

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Estamos ya enfilando las últimas curvas antes de meternos en la recta final de "la más bella canción de la naturaleza". Un paseo dominical por todos y cada uno de los pueblos que integran nuestra montaña palentina. Ha sido un intercambio de imágenes y datos, con la intención de rescatarlos del olvido. A nuestro anhelo desinteresado, se ha unido la buena disposición de este diario, lo que marcará sin duda un antes y un después en ese recorrido pueblo a pueblo que nos hemos trazado. Más allá de que hayamos acertado con la historia, que sin duda son estudios y aproximaciones a la vida de estos rincones, nuestra intención era renombrar los lugares, que se conocieran, que se tuvieran en consideración, que se pusieran en valor, que las autoridades no se vean solas y quienes velan por el románico encuentren así apoyo y fuerza para seguir rehabilitando iglesias que forman parte de nuestro rico patrimonio. Estoy pensando ya en otras historias, algunas complejas y de mucho calado.

Rueda de Pisuerga

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Etimológicamente, este pueblo que perteneció al Arcipreste de Ordejón, puede hacer referencia al antiguo camino o "paso obligado" o "rupta", por lo que los investigadores no descartan que existiera en las inmediaciones una ermita dedicada a Nuestra Señora del Camino. Hasta Rueda llegaba el carbón que venía de la Sierra de Corisa. La pequeña producción se ofrecía al consumo después de convertirlo en carbón de cook. El carbón que llegaba de aquella Sierra, lo mismo que el que llegaba de la mina La Florida, en San Felices de Castillería, se transportaba en carretas a través de caminos intransitables hasta Rueda, de allí a Quintanaluengos, Perazancas por el Valle de Valdoso hasta llegar a Alar del Rey a través de Olmo y Prádanos de Ojeda. (68) Hace unos años se localizaba un ajuar de una tumba de herrero del yacimiento celtibérico de Vegallares. Las piezas consistían en un yunque de hierro sobre el que se encontraba depositado un gran escudo circular con reborde

Un selecto viajero

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A primeros de siglo le proponen un viaje a Miguel Ángel García Guinea, conocido y admirado arqueólogo e historiador, que ya había recorrido en solitario la provincia en los años cincuenta para preparar su tesis doctoral.  Quien le invita a intervenir parece sugerirle un repaso a lo que vio en el siglo anterior y un balance de lo que todavía puede sorprendernos hoy, en su caso, cincuenta años más tarde. Me refiero, claro está, a las excelencias de nuestro románico, que aquel selecto viajero llevó al libro "El arte románico en Palencia" (1961) del que se han hecho ya varias ediciones. Y entendiéndolo así el maestro no percibe notables diferencias porque los edificios se muestran con idéntico alzado de muros que los canteros levantaron en su siglo, aunque, como luego matiza, en la vida todo cambia, todo está en tránsito. No lo ve ni lo siente igual un viajero del siglo XVIII, imbuido por otras manifestaciones artísticas, y el ejemplo se evidencia en la exclamación, cien a