febrero 2012 - ORÍGENES

24 febrero 2012

Valorar lo que tenemos
febrero 24, 20121 Comments

Creemos que con un día de marcha ya hemos reivindicado suficientemente nuestro estado. Y que la prensa y el resto de medios de comunicación serán los vehículos idóneos para extender la llama. Y los poderes públicos se verán obligados a resarcirnos por tantos años de silencio.




Ahora más que nunca, con los ejemplos que nos llegan de otros sitios, creemos que no sólo nos adeudan los años aquellos de penurias, cuando hasta el rey venía pidiendo, y pedían los curas, y los Señores, y los Condes... aún en tiempos de malas cosechas, en una tierra siempre expuesta a los largos inviernos. Creemos que del pasado les deben a los nuestros un reconocimiento, que tampoco se ha visto compensado con los importantes pasos que en materia turística han dado las Instituciones palentinas en los últimos años. Creemos que nos deben el progreso, con unas vías de comunicación que hubieran generado el tránsito debido para una repoblación que hubiera asentado la confianza, siempre que el mal de la despoblación parecía solo cosa nuestra. Y es posible que nos lo deban todo y que seamos deudores suyos por los siglos, en base a que cuidamos con esmero de una tierra en la que se conjuga tanta historia. No dudo que lo que unos hombres sueñan, otros consiguen hacerlo realidad, fijados en las mismas premisas que quienes les precedieron y con la fuerza que da la savia nueva. Pero también soy pesimista y entiendo que hay sueños que seguirán soñando otros, que hay voces auténticas que no lograrán pasar estas montañas, que hay respuestas que nunca nos dejarán satisfechos...

En base a un pensamiento que circula por ahí estos días, me propongo luchar por lo que quiero, no olvidar los que nos sigue doliendo, y valorar y conservar lo que tenemos, que eso también es garantía de que seguimos vivos.

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO 
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17 febrero 2012

Si me lees dentro de 100 años
febrero 17, 2012 6 Comments

Llega un momento en cualquier actividad, en cualquier vida, donde se hace un balance, para seguir en la misma línea, si lo que se hizo estuvo bien, o para buscar una alternativa si el resultado no nos satisface. En mi caso, las nuevas tecnologías sirven de referencia para recuperar allí viejos escritos, encontrar motivaciones parecidas en otras latitudes castellanas que sufren los mismos o parecidos males y globalizar de alguna manera nuestros enclaves a punto de ser devorados por ese cáncer de la despoblación al que no se le ha encontrado medicina eficaz en ningún lado.



No sé por qué, siempre se valoran las propuestas de los demás cuando quienes las hicieron están requetemuertos y sólo quedan las hemerotecas para darles el cumplido reconocimiento. Como eso no va a cambiar en el tiempo, aprovecho para agradecer por anticipado, ahora que puedo, a quienes tengan la ocasión de leerme dentro de cien años, y acaso me citen con el mismo deleite que yo cito a quienes describieron antes la desolación, el paisaje, la historia y el devenir de estos lugares. Lógicamente, estamos transmitiendo el sentimiento de muchas personas que sintieron el mismo frío y abandono que nosotros, que sintieron las mismas emociones. Es conveniente que nunca se pierda la esperanza.

Pero prevalece el sentimiento de amargura cuando compruebas que la tierra se va agotando sin remedio, y no llegan los repobladores que se esperan para darle nueva vida, como los repobladores que llegaron un día a estos lugares y construyeron sus casas, y levantaron las iglesias y los puentes y se guiaron en los viejos Concejos... Porque todo llega en su momento, no cuando lo deseamos nosotros, y en la historia de cada pueblo, como en la historia de cada persona, intervienen una serie de factores que generan todo lo necesario para que el hecho se produzca. Y si no hemos sido capaces de contagiar a nadie; si no hemos podido venir a vivirlo como gritábamos a los demás que hicieran; si no hemos sido capaces de ponernos en pie para defender tantas historias como aquí se fueron generando, es que, a lo mejor, no nos lo merecemos, ni somos las personas indicadas para continuarlo.

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO 
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10 febrero 2012

El invierno es cosa seria
febrero 10, 2012 2 Comments

Leo en un diario nacional que los inviernos no fueron siempre tan aburridos como ahora. Los actuales hombres del tiempo han encontrado muchos años después la causa de aquellos inviernos tan largos. Se trata de una línea imaginaria que comunica estas tierras con el Mar Cantábrico, el vacío formado por el curso del río Deva y los vientos norteños que chocan en el "boquete" que forma el Peñalabra y la Peña Bistruey. Resulta interesante y divertido verse uno reflejado en tan importantes medios de comunicación y con explicaciones que desbordan nuestro limitado entendimiento. El periodista lo resume así: "Las masas de aire forzadas a elevarse por primera vez en estos puntos, descargan cantidades ingentes de nieve..."



Parece que lo que le mueve a esa rigurosa investigación, es la cita que aparece grabada en el atrio de su iglesia: "Año 1713. A 26 de febrero comenzó a nevar y no cesó hasta el 29 de abril. Ese día había 12 varas". Hace unos días, en conversación telefónica con el folklorista Luis Guzmán Rubio, recordábamos la copla cantada por Sarai Plaza, recogida en los años 40 por su padre, Guzmán Ricis, lo que viene a justificar con pocas palabras la intensidad de los inviernos en esta zona:

En Camasobres la nieve
borra todos los caminos,
pero jamás borrará
tu cariñito y el mío...


A pesar de todo, sin quitarle la razón a nadie, en los inviernos que llevamos descritos no se habla de una gran cantidad de nieve caída, sino de una gran cantidad de nieve acumulada por el viento, lo que forma neveros espectaculares en algunos lugares como el Vallegón, la Venta Urbaneja, el collado de Areños... El año que alguien se molestó en grabar, sería, sin duda, uno de aquellos en que para atravesar las calles era necesario hacer auténticos túneles, cuando las plantas bajas de las viviendas estaban tapadas por la nieve, como bien recuerdan los más viejos del pueblo de Lores en la gran nevada del 54.

Loable es que nos hayan encontrado y nos sitúen en el mapa correctamente, aunque desde que padecí el invierno en propia carne, yo nunca me lo he tomado a broma.

Imagen: Máquina quitanieves abriendo las calles de Cervera en 1954
Más sobre este tema en nuestro blog "Curiosón"
"Grabado en piedra en 1713"


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