Herrando
Aunque muchas de las escenas que aquí vamos recogiendo vienen de otros momentos de la historia, cada pueblo lo vivía de una forma. Lo digo porque hubo un tiempo en que yo recorría los pueblos todas las semanas y aprovechaba para extraer las historias que me han traído hasta este momento, lleno de nostalgia y sentimiento hacia aquellos lugares a los que regreso cuando puedo y donde imagino una vejez sin sobresaltos, entre naturaleza y libros. Repasando las fuentes, es admirable lo que cuenta mi amigo José Luis de Mier, que sigue vivo en mi memoria y en mi vida, en un libro donde también aporta su arte Damián Simal, el pintor de Quintanaluengos con el que ahora me “wasapeo” a diario. Hace dos años el pueblo de San Salvador rindió homenaje a la familia Cajigal, que heredaron el fuelle y el humor de su padre. Y cuando íbamos a Valladolid nos decía Pepe: "Guajes, a que no sabéis un pueblo que no es pueblo: La Puebla". Pues resulta que, en un pequeño libro, edición no venal, es dec