"Se trata de un camelo que pretende reformar sin modificar las estructuras que sostienen y alimentan a la casta política, pues mientras se proponen modificaciones que son el chocolate del loro y afectan a lo más débil, se mantienen los loros, es decir: diputaciones sin sentido si no se reforman; ayuntamientos sin población, Senado para vividores, consejos consultivos para nada, defensores de no sabemos quien, empresas públicas y las sagradas comunidades autónomas."
- Laureano M. Rubio
catedrático de Historia Moderna de la Universidad de León
Pero donde ha despertado la ciudadanía con un grito ha sido en León. De las 3770 Juntas Vecinales registradas en España, 2307 corresponden a nuestra comunidad y la mitad de éstas se encuentran en León, cuna del parlamentarismo.
Julio Llamazares, que nació accidentalmente en Vegamián, pueblo inundado por el embalse del Porma, y que sabe mucho de ese río del olvido en el que están inmersos estos lugares, expone con buen criterio la lamentable pérdida de los humildes concejos pueblerinos. La fórmula de democracia más popular y directa que nace en la Edad Media: cada vecino un voto y su voz para defenderlo, sin mediación de representantes, lo que ha supuesto también una independencia y una peculiar forma de vida que se ha mantenido, sobre todo en estas zonas apartadas de Castilla y León, hasta nuestros días. Cincuenta y tres pueblos de la comarca de Omaña, se han organizado en torno a una plataforma sin adscripción política en defensa de sus intereses. Allí más o menos se preguntan, lo que ya el escritor dejaba caer en un artículo enviado a la Crónica de León a últimos del pasado año: ¿Por qué el Gobierno, al suprimir las Juntas Vecinales, presume de una racionalización de la Administración cuyo coste es cero?
Y de ahí el empeño de estos pueblos en mantener la personalidad jurídica, el patrimonio y las competencias actuales; de ahí su empeño en defender la capacidad de gestión vecinal sobre el patrimonio comunal a través de figuras como la del Concejo.
La protesta se está generalizando en otros puntos y sería deseable que llegara a una rebelión sin precedentes donde las cuatro marionetas que ejercen el poder se vieran obligados a recular como recientemente ha tenido que hacer el alcalde de Burgos, porque en ninguno de los anteproyectos con los que pretenden cambiar el mundo rural desde un despacho, se ha tenido en cuenta a las personas que habitan esos pueblos y nada se sabe de costes, beneficio y ahorro de ese Anteproyecto de Ley para la Racionalización de la Administración.
Para la sección "La Madeja", en Diario Palentino y Globedia
Imagen: @Pumar59
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