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Pueblos desaparecidos y despoblados (y IV)

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Merindad de Saldaña Los pueblos de la Montaña Palentina que pertenecían a la merindad de Saldaña se agrupaban en el Antiguo Régimen en cuatro entidades administrativas: Jurisdicción de Camporredondo, Concejo de la villa de Guardo, Concejo de los Lugares de la Peña y Concejo de la villa de Castrejón, dándose la circunstancia que los pueblos de las tres últimas pertenecieron hasta 1803 a la provincia de Toro. Buena parte de estos pueblos pertenecían a la diócesis de León, por lo que además del Becerro de las Behetrías, se puede recurrir también al Becerro de Presentaciones para estudiar los lugares desaparecidos o despoblados de aquella diócesis, mientras que el Concejo de Castrejón, en el obispado de Palencia, puede estudiarse en el Becerro de Beneficios y otros documentos de esta diócesis. Por Valentín Ruesga Herreros Analizando estas fuentes, se encuentran en esta zona occidental de la Montaña Palentina hasta diez entidades de población hoy desaparecidas o despobladas, ademá

Pueblos desaparecidos y despoblados (III)

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Merindad de Pernía Según los datos del Becerro de las Behetrías, en la merindad de Pernía figuran diez localidades ahora ya desaparecidas, incluyendo los barrios de San Martín de los Herreros, además de Villanueva de Vañes anegada por el pantano de Requejada. En el Becerro de Presentaciones se mencionan otras cuatro localidades desaparecidas anteriormente y que eran Barrio, Susilla, Robla de Arbejal y Montejo; finalmente, otros documentos acreditan la existencia del pueblo de Caminos cuanto menos hasta principios del siglo XIII, mientras que otros indicios documentales apuntan la posible existencia de un lugar de nombre no bien determinado y que parece que debía ser un barrio o anexo del pueblo de Areños. Por Valentín Ruesga Herreros No se incluye el despoblado de Miranda, cercano a La Lastra, pues no parece existir documentación que acredite haber estado habitado, sólo una leyenda que narra su despoblación, una leyenda análoga a la de Carracedo [9] . Como curiosidad, puede

Pueblos desaparecidos y despoblados (II)

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Merindad de Aguilar de Campoo Entre los pueblos palentinos de la merindad de Aguilar de Campoo reseñados en el Becerro de las Behetrías, se incluyen trece localidades ya desaparecidas o despobladas, además de los cuatro pueblos anegados por el pantano de Aguilar; en la documentación de esta villa de los siglos XII y XIII se mencionan además algunas otras localidades también desaparecidas, como pueden ser Zorita o Río del Arco; apenas se tiene información sobre ellas, siendo dudoso si eran entidades de población propias o anexos o barrios de otras más importantes, por lo que no se incluyen aquí.De acuerdo con esto, se exponen las localidades desaparecidas o despobladas de la merindad de Aguilar, mencionadas en el Becerro de las Behetrías. Por Valentín Ruesga Herreros Villalaín Despoblado entre Lomilla y Vallespinoso de Aguilar. Según el Becerro de las Behetrías era lugar solariego del infante don Tello, en el alfoz de Aguilar, y según el Becerro de los Beneficios, perte

Pueblos desaparecidos y despoblados (I)

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La documentación y también las tradiciones nos hablan en ocasiones de antiguos pueblos de la Montaña Palentina, hoy ya desaparecidos, como el bien conocido ejemplo de Carracedo, con la leyenda que narra su despoblación [1]. Por Valentín Ruesga Herreros Esto nos traslada a la Edad Media, a tiempos ya muy remotos, suponiéndose que los pueblos desaparecidos en estas épocas pudieron despoblarse como consecuencia de la epidemia de peste que asoló Europa a mediados del siglo XIV, que motivaría el abandono de los lugares menos favorecidos por su situación geográfica o por la pérdida de interés estratégico. Pero en épocas recientes, por una u otra causa, también desaparecen o se despueblan o están a punto de despoblarse de hecho y de derecho buen número de lugares de la Montaña Palentina; como ejemplos ya consumados, Villanueva de Vañes, Valsurbio y los pueblos anegados por el pantano de Aguilar de Campoo: Cenera de Zalima, Villanueva de Pisuerga, Frontada y Quintanilla de la Berzosa,

La ascendencia perniana de los Grimaldi

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La llegada de sangre española a la dinastía Grimaldi puede encuadrarse, en cierto modo, en las vicisitudes por las que ha pasado esta familia en los últimos poco más de cien años, vicisitudes de índole política o sentimental, pero que permitieron de alguna manera la continuidad de la dinastía y del principado. Por Valentín Ruesga En 1889 accedió al trono de Mónaco el príncipe Alberto I, que había servido en la Marina española y que era muy conocido por su afición y su apoyo a las investigaciones oceanográficas. Tenía un solo hijo, Luis, habido de su matrimonio con María Victoria Douglas-Hamilton. Luis había nacido en Baden-Baden en 1870 y de joven había ingresado en el Ejército francés, pero ya bien entrado el siglo XX permanecía soltero y si a su muerte no tenía descendencia legítima cabía la posibilidad de que el trono de Mónaco pasase a manos del duque de Urach, que aunque de nacionalidad alemana, era el pariente más cercano de los Grimaldi. Pero Francia no podía admitir es

La Casona de El Campo

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Hubo en el pueblo de El Campo una casona o casa solariega construida en el siglo XVIII, cuyo propietario a mediados de esta centuria era Santiago Gómez Inguanzo, miembro de una influyente familia perniana, de la que en tiempos ya más recientes otro miembro, Ángel Gómez Inguanzo, fue diputado a Cortes y también presidente de la Diputación de Palencia en 1911-1913, llevando su nombre una plaza de Cervera de Pisuerga. Por Valentín Ruesga En 1758 Santiago Gómez Inguanzo vendió la casona y otras heredades en El Campo a Domingo de Rábago Gutiérrez, natural de Lombraña, Polaciones, y futuro conde de Rábago, por una suma total de 243.600 reales, según consta en documentos de la Real Chancillería de Valladolid. La casona, además del edificio principal, tenía como anexos una capilla dedicada a San Antonio y varias caballerizas y corrales, construidas estas edificaciones rodeando una explanada o plaza abierta por el lado sur. Domingo de Rábago había emigrado a México hacia el año 1748, r

Piedrasluengas

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Buscando en documentos antiguos referencias sobre nuestros pueblos, a veces se encuentran noticias y datos curiosos relacionados con su historia y costumbres. Así, por ejemplo, sobre Piedrasluengas, el pueblo más septentrional de Pernía y de la provincia de Palencia, la primera referencia documental parece que es una escritura del monasterio de Sahagún de 1191, por la que Alfonso VIII dona a un tal Pedro Domínguez y a su mujer una extensa heredad desde Avellanedo hasta “terminum de Petris Longis et de Populatione”. Como buena parte de los pueblos de la Montaña Palentina, Piedrasluengas perteneció hasta tiempos recientes a la diócesis de León y como tal figura en el “Becerro de Presentaciones”, parroquial de la diócesis leonesa de mediados del siglo XIII; según este documento, el concejo del pueblo tiene el derecho de presentar al obispo para su confirmación, al clérigo que hubieran escogido como párroco, pero como tributo eclesiástico deben dar anualmente a la catedral de Leó

Desde la cima de Tres Mares

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Al hilo del reciente artículo "A dos bandas" sobre Tres Mares, podría añadirse que este punto es, sin duda, la mejor y más accesible atalaya desde la que puede verse, sin más que girar la mirada desde Valdecebollas a Peña Labra, toda la Pernía y aun más allá, como si se tratase de un gran mapa en relieve. El acceso a Tres Mares desde Pernía es laborioso, pero desde Alto Campoo, en Cantabria, se llega sin dificultad. Desde Tres Mares se divisan cuatro pueblos de Pernía, los dos del Valle de Redondo, Tremaya y El Campo; los otros pueblos los oculta la orografía de la comarca. En cambio, se puede reconocer lo más destacado de la geografía perniana: el Pisuerga que escapa de la Cueva del Cobre, las Peñas del Moro, la Peña Tremaya, Abismo, Carazo, Maldrigo, Sierra de Albas y un largo etcétera, cerrándose el panorama con los más lejanos picos de la Peña Redonda, Santa Lucía o el inconfundible Curavacas y detrás la cadena que va desde el Espigüete a Peña Prieta, prolongándose ya