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Mostrando las entradas etiquetadas como PueblosDeLaMontañaPalentina

Areños

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En el año 1181 se menciona su iglesia en un documento de Alfonso VIII (siglo XII), la cual conserva algunos vestigios románicos., con dos retablos barrocos y una buena escultura de la Virgen. Allí figura como "Arenius", que podría traducirse como terreno arenoso, algunos añaden, pizarroso. También pudiera tratarse de un repoblador llamado Arenius. Durante la Guerra de la Independencia (1808-1812), los ejércitos imperiales franceses incendiaron el pueblo de Areños y un barrio suyo denominado Río Las Casas, situado en un pago denominado Cardil y que, a diferencia del resto de la localidad, ya no fue reconstruido tras la guerra. (82)  En la cuenca minera palentina operaba un círculo de 30 o 40 ex-combatientes del ejército republicano, varios de este pueblo, donde el grupo, que permanecerá en el monte hasta el final del movimiento guerrillero, realiza dos atracos en 1944. (83) Manolo Nestar se hizo con las concesiones de carbón de algunas minas que se enc

Arbejal

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En el año 818, se le conoce por “Erbeliare”, origen, probablemente, caminero.  El Camino Real que partía de Cervera, y que se dirigía hacia la Cordillera, pasaba por Arbejal, erigido inicialmente -según algunos historiadores-, en la margen derecha del Pisuerga, en un pago situado junto al río denominado entonces "La Bárcena", actualmente conocido como "Los Casares". Allí estuvo hasta su destrucción por una catástrofe natural. Después se reedificó en el lugar que ocupa actualmente. Arbejal, además de pertenecer al Señorío de Don Tello, fue durante siglos priorato de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén u Orden de Malta. Desde aquí, los caminantes se adentraban en el Alto Valle del Pisuerga bordeando el sistema defensivo de Peñas Negras. En febrero de 1970, Arbejal pasa a depender del Ayuntamiento de Cervera.  En el aspecto folklórico, deja huella el Grupo de Arbejal, fundado en la década de los setenta, por el uso de la pandereta y e

Alba de los Cardaños

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Madoz describe Alba de los Cardaños como un pueblo con 54 casas con techos de paja y tres barrios: barrio Castro, que se encuentra en un alto; barrio Campo, situado en un lugar húmedo y barrancoso y barrio Río, en la orilla del Carrión. Actualmente, el pueblo cuenta con dos barrios divididos por el pantano de Camporredondo y con dos iglesias parroquiales con una antigüedad de más de 400 años. En la ermita del "bendito Cristo del Rio" se veneran las imágenes de los beatos pasionistas Justiniano Cuesta Redondo y Pedro Largo Redondo, beatificados por Juan Pablo II el 1 de octubre de 1989.  En el pasado se elaboraba aquí el carbón de fragua o "brezo" y vecinos del lugar se ajustaban como pastores trashumantes. Entre los años 1880 y 1980 científicos de la Universidad de Salamanca han realizado una investigación en base a determinar la diversidad genética de la población en función de los apellidos. De esta forma se asume que los portadores de un mismo apellido

Aguilar de Campoo, el monasterio

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El relato legendario atribuye la fundación de este cenobio a Opila, abad del Monasterio de San Miguel de Tablada, a principios del siglo IX. Alpidio, un hermano del fundador, descubre en los alrededores de la villa dos pequeñas ermitas con varias reliquias, entre ellas una cruz que hoy se venera en la Colegiata de San Miguel, y deciden -según la leyenda que ha llegado hasta nosotros- construir una casa religiosa en el mismo lugar, en torno a la cual se origina la villa de Aguilar. Las primeras noticias documentales se remontan a 1020, cuando comienzan a reflejarse donaciones de particulares al Monasterio. Pero en realidad, cuando se construye el conjunto monástico y comienza a crecer es al tomar las riendas el abad del Monasterio de Santa María de Retuerta (Valladolid) de manos de Alfonso VIII, orden aquella regida por canónigos regulares de la Orden Premonstratense. A partir de ese momento, comienza un tiempo nuevo en el que el monasterio va creciendo, merced a heredades, donacion

Aguilar de Campoo

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El término Aguilar se relaciona con una antigua colonia de águilas presentes en las inmediaciones de la localidad. La población fue villa amurallada y en la actualidad conserva seis de las siete puertas y portillos que tuvo en origen: las de Reinosa, Tobalina, Barbacana o Paseo Real, Portazgo, Cascajera y San Roque. El 14 de mayo de 1255, siendo rey Alfonso X el Sabio y de visita por estas tierras, la declaró villa realenga y señaló sus términos. Para algunos historiadores éste fue el primer Fuero Real de Castilla, privilegio que conservaría hasta 1332. Fue, desde entonces, cabecera de la Meryndat de Aguylar de Canpo, una división administrativa de la Corona de Castilla vigente durante la Edad Media, cuya descripción figura en el libro Becerro de las Behetrías. Esta merindad era una de las más extensas y pobladas de Castilla y contaba con 262 localidades, actualmente repartidas entre Palencia, Cantabria y Burgos. Su alfoz contaba con 34 aldeas. En nuestros días forman parte del m

Villaverde de la Peña

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En el Boletín de la Real Academia de la Historia, se dice que "el terreno es de mediana calidad". Por su toponimia, nos hallamos en el "lugar verde de la peña", que ya Sebastián Miñano describe como lugar de realengo con 148 habitantes entonces. Citado por primera vez en los escritos de San Román en 1159. En la documentación de Alfonso VIII aparece como Villam Viridem. Fue Villaverde de la Peña, lugar solariego de los linajes Cisneros, Duque y Tarilonte, junto con el lebaniego de Orejón, que es igualmente partícipe en las dos terceras partes del lugar solariego de Viduerna. (115) La iglesia de Nuestra Señora de las Candelas se encuentra en lo alto de la localidad. Su actual estructura sufrió un proceso de reconstrucción en la que se conservó la portada románica primitiva, así como los dos tramos de los pies de la nave y el campanario. La pila bautismal es románica, en cuya curiosa forma rectangular se detienen otros historiadores. La localidad experim

Villavega de Aguilar

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En esta ruta por la comarca de La Lora, donde predomina el arte románico, llegamos a Villavega de Aguilar, un pueblo de dos barrios, entre Barruelo y Aguilar, donde aún se conserva gran parte de su iglesia románica de San Juan Bautista. Curiosamente, en uno de los capiteles historiados, puede verse esculpida la cacería de un oso.  La iglesia, que ya fue objeto de modificaciones en los siglos pasados, está incluida en el Plan de Intervención del Románico Norte, destacando en su interior un buen retablo renacentista y una pila bautismal románica, formada por dos cuerpos que García Guinea encuentra cierto parecido con la pila de San Miguel de Brañosera. Emilio José Rodríguez Pajares, en un texto que publica la Fundación Santa María la Real, reconoce la pertenencia de Villavega al Monasterio de Santa María por una serie de documentos, donde aparecen donaciones y ventas del Conde Osorio y su mujer Teresa ya desde 1141. (26) A la entrada del pueblo se encuentra la ermita "La Vi

Villarén de Valdivia

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Lugar de la pequeña quinta del repoblador Arín en el Valle de Ibia. Situado en las faldas del emblemático Bernorio, protegido en su cara norte por el monte Rebollo, este lugar formó parte hasta el siglo XVIII de la Merindad Menor de Aguilar de Campoo. De la importancia del monte Bernorio dan fe los vestigios encontrados donde se deduce que fue lugar donde los cántabros ejercieron una dura resistencia en la campaña final de las Guerras Cántabras. Los investigadores no dudan en señalar que los sucesos allí acaecidos abarcan desde la Edad de Bronce a la Edad Media. Se cree que antiguamente todas las casas fueron rupestres, los habitantes vivían en las cuevas del contorno, orientadas hacia el sur. Como veremos en las leyendas de otros pueblos situados más al norte, allí también se hizo popular la existencia de un tesoro, que resume la siguiente copla: “En las cuestas de Bernorio, hacia la mano del agua, está el pellejo de un toro, cerradito de oro y plata que, con tiempo, las ovejas,

Villaoliva de la Peña

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A más de mil metros de altitud se encuentra la localidad de Villaoliva, al decir de los investigadores, la "villa del repoblador Oliva", a la que se incorpora el río Valdavia y muy cerca del despoblado de San Pedro de Guantes, antiguo coto redondo, de donde llegó hasta nuestros días la ermita de San Pedro, lugar al que era tradicional acudir en romería en verano. Villaoliva aparece por primera vez en la documentación de San Román en 1259. Su iglesia es gótica, de una sola nave y destaca en su interior una imagen de la Virgen de la Buena Leche, del siglo XVI. Parece ser que Villaoliva de la Peña carecía de herrero y en el año 1862 se presentó ante el alcalde y demás contribuyentes el vecino de Guardo, Pedro Monje a quien se le ajustó en cantidad de “nuebe cuartos de trigo”. Entre las condiciones del contrato se apunta que será castigado cada día que falte de los anotados en medio cuarto de trigo. El Herrero acudió puntualmente en los años siguientes y se comprometió a «

Villanueva de la Torre

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Varios documentos de los siglos XI y XIV hacen referencia a "Villanoua" y "Villa Noua". El toponímico de la Torre es posterior, al edificarse aquella siglos más tarde. Lugar de la pequeña quinta nueva de la torre. Paso obligado entre las tierras bajas del Pisuerga y las de Brañosera. El escritor y Académico Gonzalo Alcalde establece la similitud entre el verdor de las praderías que aquí se prodigan, con los verdes valles escoceses, donde se mezcla la naturaleza y las ruinas castrenses, aquí resumidas en el torreón del siglo XIII, declarado bien cultural en 1942, aunque hoy nido de ruinas y cornejas... El románico nos deja aquí buenas señales en la iglesia de Santa Marina, edificación de finales del siglo XII que conserva de su fábrica original la cabecera y la torre. Para Martín Jiménez, "no parece la actual entidad administrativa de la villa suficiente argumento para explicar la existencia en su solar de una de las más bellas y esplendorosas iglesias románi

Villanueva de la Peña

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A los pies de la Peña Redonda se encuentra "la población nueva de la Peña", en clara mención a su topónimo. Fortunato Merino recuerda en una página de internet cuando se tocaba el "campanillo" que llamaba a los vecinos a "huebra" y cómo todo el vecindario se prestaba para trabajar en beneficio del pueblo, ya fuera limpiando el curso de arroyos y manantiales, reparando las calles, preparando la leña para el invierno...  "San Claudio" fue una empresa minera que comienza a explotarse en los albores de 1900 y que se verá favorecida por el tren de la Robla, inaugurado unos años antes para dar salida al producto de todas las minas del norte de Palencia hacia el País Vasco. Los últimos años, la explotación de carbón a cielo abierto, ha llevado la preocupación a estos lugares, aunque hoy se han recuperado en buena medida. Su iglesia de San Martín domina el Caserío, y luce su portada románica y un elegante pórtico. Aquí nació en 1935, Marcelino Ma

Villanueva de Henares

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Sobre una loma, dominando los puertos que comunican las comunidades castellana y cántabra, se encuentra este lugar que, por la toponimia, viene a significar "el lugar nuevo (repoblado) cerca de los henares (almacén de hierba)". Próximo a la antigua carretera nacional y dentro de un prado de labor, se localiza un monumento megalítico (menhir), conocido como "la piedra de Sansón", y relacionado con los conjuntos megalíticos de Valdeolea. Según la leyenda, un hombre llamado Sansón, lanzó la mencionada roca que fue a parar donde ahora se encuentra.  Una vuelta por el caserío nos aporta señales de la importancia histórica que tuvo en otro tiempo y donde aún se conservan casas de buena planta (de los Mayorazgos) y un palacio barroco del siglo XVII conocido como "La Casona". Desde la torre de la Capellanía se divisan amplias extensiones de la comarca de La Braña y sobre el dintel de una de sus ventanas aparece un escudo y la siguiente inscripción: Esta obra

Villanueva de Arriba

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Con anterioridad se conoció como Villanueva de Muñeca, pero su toponimia deja bien claro que nos encontramos en "la villa nueva situada arriba" en cuya cueva de "los guantes" se han localizado lo que podrían ser los vestigios de los primeros hombres que habitaron esta zona norte de Palencia. (114) Excavaciones que se desarrollan desde el año 2009 dirigidas por técnicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (Cenieh). Su iglesia parroquial de La Asunción es gótica, de una sola nave y de cruz latina, en cuyo interior se localiza la tumba de un caballero armado del siglo XVI con una inscripción: "Aquí yace el caballero don Ruiz Díaz de Matamoroso bienhechor de la Cofradía de los doce". De paso por la historia de estos pueblos, hay un recuerdo constante a la minería, que mantuvo a estas comarcas activas y esperanzadas durante casi todo el pasado siglo como el viejo y abandonado lavadero. En 2007 un grupo de jóvenes de

Villallano

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Según la toponimia, "valle del repoblador Juliano". Villallano perteneció a la Merindad de Aguilar, a cuya marquesa -según datos recogidos en el Catastro de la Ensenada-, pagaban 30 reales por martiniega, pedidos y yantar. A escasa distancia y procedente del valle burgalés de Valdelucio, discurre el rio Lucio que viene a entregar sus aguas al Camesa. Su iglesia, dedicada a Santa María la Mayor, es en su mayor parte obra gótica, aunque parece que esta nave reemplazó a otra tardo románica, según se deduce por las arquivoltas de su portada y su pila bautismal. A finales de 2013, gracias a la colaboración de sus feligreses, con la supervisión de la Delegación Diocesana del Patrimonio, se reparaba el retablo, un mueble barroco de finales del siglo XVII, ubicado en el muro sur de la nave. Cerca del templo se localizó hace unos años una necrópolis medieval con varias tumbas. En Villallano hay varias casas blasonadas, entre las que pueden verse escudos de la Orden de Calatra

Villalbeto de la Peña

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A medio camino entre Cervera y Guardo, lindando con Tarilonte, Pino de Viduerna, Barajores y Recueva, se encuentra este pueblo, cuyo repoblador pudo haber sido un tal "Albito", al que ya hacen referencia los documentos del siglo XI del Monasterio de San Román. Luis Mediavilla cita la existencia de un yacimiento romano cerca del pueblo. Según el catastro del Marqués de la Ensenada, a mediados del XVIII habitaban aquí 40 familias y seis viudas. 24 vecinos eran labradores, siete tejedores, dos sastres, uno carpintero y otro tabernero. A ellos se sumaban cinco criados, el cura y trece hijos ya mayores. El mismo escrito señala la existencia de un batán y ocho molinos. En fechas más cercanas, se cita a Carlos Enríquez de Cisneros y Albornoz, señor de Mazuelos y Villalbeto (113). En el término de Villalbeto y Tarilonte, pueblo con el que linda por el norte y en el paraje conocido como "Riolata", se construyó una presa con el fin de controlar el cauce del rio Valdavia

Villalba de Guardo

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Dividido por el rio Carrión, el pueblo está enclavado en la base de una ladera donde termina el páramo. Navarro García asegura que existía ya en época visigoda y aun antes, en tiempos de los romanos, con el nombre de Petra urca. En documentos de la Edad Media ya se la mencionaba con el nombre de “Villaalva”, y hay textos que afirman que fue Almanzor quien se lo puso impresionado por la luz especial que recibe con el sol de poniente. Para otros investigadores, su toponomástica hace alusión a la villa de los pastos del río, cerca de Guardo, al que perteneció en otras épocas. En el Libro de las Behetrias se dice que Villalba pertenece a Guardo y es "propia" del famoso Garcilaso de la Vega, pasando luego a pertenecer a Juan Alfonso de Alburquerque. Por su término discurre uno de los cordeles de la Cañada Real Leonesa. Un edificio singular es la Casona, que fue propiedad de Isidro Cossío Bustamante, obispo de Valladolid entre 1754 y 1767. A mediados del siglo XIX había

Villafría de la Peña

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Localidad y pedanía perteneciente al municipio de Santibáñez de la Peña y punto de acceso al Santuario del Brezo, citada por primera vez en la documentación de San Román en 1187 como “Villa Frida”. Por su toponimia, encontramos “la población fría en la Peña”. Jesús Merino, le pone una pizca más de intriga: lugar de la pequeña quinta (moteada) fría (en la zona) de la Peña. Madoz ya hace referencia al clima frío y a una escuela a la que asisten 8 niños, haciendo uso de las aguas de un manantial y mencionando dos molinos harineros en la localidad. En varias páginas se menciona la restauración de un par de chozos y el manantial que suministra la mayor parte de agua al embalse de Villafría. La revista alemana Nachrichten des Entomologischen Vereins Apollo descubre recientemente en uno de sus números una nueva especie de mariposa, la Heterogynis yerayi o enlutada cántabra y de la que hay ejemplares en torno a la localidad de Villafría de la Peña. CUADERNO DE ANOTACIONES Municipio

Villaescusa de las Torres

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Lugar de la pequeña quinta escondida (en zona) de las Torres (codezmeras). Se encuentra este pueblo en una zona de singular belleza, al inicio de la meseta de las Tuerces. Como explicábamos en el apartado dedicado a este lugar y, según la referencia de algún cronista, "el agua laboriosa ha esculpido una ciudad de cuento de Borges, llena de túneles, puentes, pasadizos, laberintos y mesas gigantes. Una ciudad que recuerda mucho a la Encantada de Cuenca..." Se localiza aquí el yacimiento arqueológico de Cueva Rubia, en los alrededores de un puente medieval, que los investigadores datan en la Edad de Bronce. La antigua ermita de La Tuda, situada junto a las vías del tren, fue un antiguo edificio tardorrománico del siglo XIII, hoy reutilizado como vivienda. Entre las ofertas turísticas se encuentra el "Cortijo de las Monjas", una casona de origen eclesiástico, edificada en el siglo XVI y restaurada en 2005, donde podemos degustar una sopa morena, un cocido castell

Villacibio

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En 1432, en el "Inventario de los bienes raíces de Leonor de la Vega (25)", se menciona un concejo en el lugar de Gama, formado por cinco barrios entre los que se encuentra Villacibio, que ha formado parte de varios ayuntamientos a lo largo de su historia. Destaca en este lugar la iglesia rupestre de San Pelayo, lugar que ya se cita en 1155, cuando Doña Urraca, cede el convento de Santa María de Mave y la "Cueva de San Pelayo" al Prior de Oña. La datación de estos edificios se sitúa en el siglo X, generalmente repobladores mozárabes que llegaban del sur (26). Al tratarse de un pequeño lugar, algunos observadores se preguntan dónde se colocaba la feligresía y, documentándose, encuentran la respuesta en el Canon XVIII del Concilio de Toledo, año 663: "Se ordena que el obispo y el levita comulguen delante del altar, el clero en el coro y el pueblo fuera de él". Un monje shaolin originario de Galdakao (Vizcaya) ha construido un hotel en Villacibio, sobr