Agua de Lebanza
Las lenguas viperinas, que abundan y se entretienen en ponerle al mentor en cabeza de turco, enseguida lo sacan todo de contexto y cuentan lo que no pasó o lo cuentan a la medida que a ellos les va bien para hacer daño. Eso fue lo que pasó en un artículo de esta misma serie que se publicó en 2008. El que espera, desespera, y es lo que está pasando estos días ante la expectativa de una empresa francesa interesada en adquirir la unidad productiva de aguas de Lebanza. Pero fíjense de qué manera nos puede afectar esto. De 2500 camiones que viene sacando ahora por año, con escaso personal trabajando en ella, a los 13000 camiones que, Hayrullah Akkaya, el que se perfila como nuevo propietario, calcula que sacará en tres años. O sea, una fuente de negocio que no le reportará ni un céntimo a esta comarca, ni aún sacando las cantidades que se barajan, porque no se gravó en su día el producto ni con 2 míseros céntimos por tapón y que tanto agradecerían las depauperadas arcas de este ayu