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Un hospital cercano

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«Los vecinos de esta localidad tienen que hacerse 100 kilómetros para visitar a un pediatra, hay que ser un héroe o una heroína para tener hijos en poblaciones que tienen estos problemas» Declaraciones de José Sarrión, procurador de Izquierda Unida en las Cortes de Castilla y León Otra es la queja que ha vuelto a abrirse unos días antes de las recientes elecciones generales. José Sarrión, procurador de Izquierda Unida en las Cortes de Castilla y León, se refirió en Aguilar de Campoo, una vez más, ¿por enésima vez?, a la necesidad de establecer un convenio con el Hospital Tres Mares de Reinosa para que los vecinos del norte de Palencia, aprovechando la autovía del Cantábrico, puedan ser atendidos en aquel Centro, si es que existe todavía una Sanidad Pública sin distinción de Comunidades ni banderas. Ya es un lujo que una población como Reinosa pueda disfrutar de un centro hospitalario, que me parece bien y aplaudo, y es un proyecto donde no existió el engaño que se diera en

Celada de Roblecedo

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La villa de Celada, conocida en época medieval como “Celadiella”, fue dada en arras a doña Estefanía Armengol (S.XII), por su segundo marido, don Rodrigo González de Lara. En su término se libró el año 29 a. de C. una gran batalla entre romanos y cántabros. La historia relata que los escasos supervivientes trabajaron de esclavos en las minas de hierro que los romanos explotaban. Atravesando el lugar conocido como "Las Lomanas", se encuentra la ermita de San Roque a la que bajaban todos los años los habitantes de Celada, San Felices y Herreruela de Castillería. En el año 1960, y en el pago conocido como “El Vado”, se halló una tumba de la Edad de Bronce, acompañada de un ajuar funerario compuesto por un puñal triangular de los denominados de lengüeta y dos puntas de lanza de tipo palmela. Hasta épocas recientes y dentro de su término de Celada, se localizaban varias minas: Pantorras, San José, y del Tío Obispo entre otras... En la cima de La Vediana, un be

La casa de las delicias

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Cada año por estas fechas, desde hace 26, sale a escena el Grupo de Teatro "La Pernía". Historias que han compartido durante estos últimos años por Aguilar, Salinas, Barruelo, Celadilla del Río, Abia de las Torres, San Salvador de Cantamuga y Velilla del Río Carrión entre otros. A mediados del pasado siglo, Gabriel González, el poeta local, más conocido como "el dios de la pernía", ya dirigía un grupo de teatro en esta comarca que luego llevaba la representación de  obras como "el Tenorio" por los pueblos más importantes de la provincia. Entonces no existían las SGAE pero alquilaban las ropas en Valladolid, lo que les suponía un gasto de 500 pesetas. Sesenta años más tarde, me complace participar a seguidores y amigos, que un grupo de jovenes con diferentes profesiones y de distintos pueblos, quitando horas de su trabajo se reúnen en al ayuntamiento de la Pernía para deleitarnos por estas fechas navideñas con historias escritas por Blanca...  Es curi

El lobo de Bernardino

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Leyendo el romance de “La loba parda”, que a primeros de la década de los ochenta recitaba el vecino de Osorno, Emiliano Melendro a Joaquin Díaz, me vienen a la memoria algunas historias que me contaron más arriba. Al tío Antonio le mataron los lobos un burro en la Vega de Arriba. “Déjale que se joda –decía–, que así aprende para otra vez”.   Mis padres me contaron hace poco que en Olleros una yegua nunca llegaba a casa. Le salían al encuentro los lobos y al animal le servíade parapeto un gran espino. Cansado el dueño de su desobediencia, ignorando que aquel matorro era su vida, lo cortó y una noche la comieron los lobos. Estos años de atrás, los pastores trashumantes culparon a los lobos de haberles matado cien ovejas en la Sierra de Brañosera y Faustino Varona contaba en una de sus últimas crónicas desde Valderredible, cómo se organizaron batidas en octubre abarcando toda la Sierra Salvada sin haber logrado los vecinos objetivo alguno. Dice nuestro cronista que el pastor de Lante

Castrejón de la Peña

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Ya se cita este municipio en la documentación de San Román de Entrepeñas en abril de 1115. A mediados del siglo XIV, Castrejón era un logar solariego del poderoso Juan Rodríguez de Cisneros y de García Duque. Juan Rodríguez de Cisneros, junto a Fernán García Duque y Tello de Meneses, eran los señores más prominentes de la región. [116] Según la toponimia, un lugar con fortificación defensiva, que sería La Peña en la que se suscita la leyenda del gigante, un hombre de extraordinarias dimensiones que vivía con su hija, hasta que ésta se enamoró y se fue por los caminos que conducen a la Valdavia. Entonces el gigante se tumbó y se quedó dormido sobre la Peña Redonda. Su amplio casco urbano tiene origen medieval y para investigadores como Gonzalo Alcalde, su nombre (castrelione) hace referencia a un castillo o torre que pudieron marcar el origen de la actual población. En la cima se levantó una inmensa cruz de 14 metros que se divisa perfectamente desde lejos. En el primer domingo de

Los 15 artículos del año

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El fielato de Camasobres, situado en el llano, antes de acometer la subida al puerto de Piedrasluengas, diez kilómetros adentro de Palencia, curiosamente, pertenecía a la Diputación de Santander, y trabajaban en el mismo funcionarios de aquella diputación provincial. Quienes pasaban por allí, camino de las ferias, tenían que pagar una cantidad (según el valor de la mercancía). ©  VER ARTÍCULO COMPLETO Eutimio Martino 27 Noviembre de 2015 Al periodista que le entrevistó a propósito de esta marcha obligada, le hace ver el castigo que para él tiene aquel cambio en su vida. Por más vitalidad que muestre está cansado y no ve la forma de ordenar la inmensidad de archivos y carpetas donde ha ido recogiendo investigaciones tan importantes como "La huella de las Legiones" donde se adentra en la batalla de Bérgida, de la que ya expuso importantes apuntes en su obra cumbre. © VER ARTÍCULO COMPLETO Una mariposa en Villafría 23 Octubre de 2015 La revista alemana

La nevada del siglo XXI

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Haciendo el especial para el fin de año me tocó recordar una vez más, aunque jamás me olvidaré de ella, la gran nevada que sufrimos los vecinos de la Montaña Palentina; o mejor dicho la sucesión de nevadas que vivímos entre enero y febrero de 2015 los montañeses palentinos. Lo de enero fue un simple ensayo pero lo gordo llegó en febrero. Pueblos incomunicados, autovías cortadas, gente atrapada y todo ello ante la estupefacción de todos. No sé si es que se nos había olvidado lo negro que es el manto blanco que tanto gusta a a algunos, yo siempre digo que lo odio a más no poder. No me gusta, nunca me ha gustado desde que dejé de tirarme montaña abajo con trineos en mi infancia y luego con los  esquís hasta que me lesione. También, y es una razón más que suficiente, porque mi padre se pasaba el día en la carretera y cuando nevaba mis nervios se ponían de punta. Pero es que el día a día para vivir y trabajar con la nieve es complicado. No podía entender la pacie

Casavegas

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En el Camino Real de Cervera a Potes se sitúa Casavegas, un pequeño pueblo cuyas tierras limitan con los pueblos pernianos de Lores, Camasobres y Areños y los cántabros de Vendejo y Cueva, así como Caloca, al que se llega a través del Collado de Vistrió. Este lugar tan recogido, ideal para un asentamiento cántabro –como bien escriben en la web sus hijos-, tiene rincones llenos de encanto y de misterio, como el ojo que mira a los valles de Liébana por la pista que conduce al puerto de Pineda. Se trata del Mirador de Cerraíllo, también conocido como el Bocarón de Caloca. Casavegas estaba ligado a San Salvador de Cantamuda, a causa de la condición de abadengo de ambos pueblos, adscritos a la episcopalía palentina. En 1181, Alfonso VIII otorga a la sede palentina el lugar de Casavegas. [84] En el año 1345, en un documento, se la nombra como “La Casa de Vegas”. Otras fuentes señalan que la primera mención aparece en el Libro de las Merindades de Castilla, redactado en 1352. Lo cier

Savia que alienta y alimenta

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Cuando cerramos los ojos con mucha, mucha fuerza, detrás de los párpados se produce toda una revolución de color. Cientos de minúsculas partículas de colores llegan a nuestro cerebro dispuestas a inundarlo  de vida. Así es nuestra Montaña Palentina, una paleta cromática de gentes, paisajes, historias del pasado que darían lo que fuese por tener futuro y hasta un mejor presente. Cerramos los ojos y al abrirlos esperamos el milagro. Que se hayan desvanecido las carreteras que parecen una broma del destino, que los jóvenes no tengan que abandonar nuestra tierra porque  es imposible pelear contra la nave de los locos en que casi todo lo que toca la política se convierte, que las explotaciones a cielo abierto no desbrocen y aniquilen nuestros montes, que nuestros enfermos no tengan que desplazarse  para recibir tratamiento,q ue nuestros mayores se queden cerca de sus lugares de origen cuando tienen que dejar sus hogares, que las contadas empresas que resisten la crisis no cierren y dejen

Cardaño de Arriba

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Durante un largo devenir histórico los dos Cardaños se identificaron como “Cardano de Suso” y “Cardano de Yuso”. A una altitud de 1440 metros, Cardaño de Arriba es el pueblo de nuestra provincia que menos horas de luz disfruta al año. En su término se encuentran algunas de las alturas más importantes de nuestra montaña: Espigüete (2450m), Pico Murcia (2341m), Las Lomas, El Mojón Tres Provincias (2495m) El Concejo..., siendo este pueblo un punto estratégico para acometer algunas de las numerosas rutas que por aquí se encuentran. Aunque el agua es el protagonista por excelencia de estos valles, se menciona con especial énfasis en este punto la fuente Bonfría, que independientemente de la época del año en la que nos encontremos, siempre está excesivamente fría, y será a fines del siglo pasado cuando llegue a las casas el agua corriente. Su iglesia está dedicada a San Lorenzo, patrón y Santo relacionado con la mítica leyenda del Lago de Curavacas. El lavadero, el chozo, el horno d

Un mar en la montaña

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Llegados a este punto, en el que te vas viendo mayor, un poco cansado de reponer historias con la fe de alcanzar el premio de un público entregado a la misma causa, te supera a veces el desaliento. Dicen que uno consigue lo que quiere si pone verdadera intención y trabaja por ello. Pero lo cierto es que, sin haber levantado la vista del cuaderno en 40 años, sin haber pedido a cambio nada, porque nada merece el que hace lo que debe, el tiempo de uno se agota sin ver su sueño hecho realidad. Es como ese viajero que va llenando su alforja de experiencias y visiones a medida que conoce nuevas tierras y como no las comunica se van quedando en la reserva, no sirven para nada. O como ese viajero que va deprisa y no capta el mensaje con la pureza que exuda y comparte sus impresiones con amigos y familares equivocando señales y conceptos que luego pesan en el ánimo de quienes estaban convencidos del canto sublime que aquí interpreta la naturaleza. En mi caso procuro llevarles, siempre con

Dónde irá el buey que no are

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“Dónde irá el buey que no are. A Piedrasluengas” –dice el refranero que rescataba en estas mismas páginas el escritor palentino Germán Barrio–. Pero, aunque parezca increíble, también el buey araba en aquellas pendientes donde los terrenos arcillosos de nuestra tierra van encogiéndose para dar paso al microclima de la Liébana. Esa luminosidad que deslumbra a los investigadores, es la que surge casi en los límites de nuestra provincia, a un paso de “La Venta Pepín”, primera posada que se alza en territorio vecino y donde tantas veces reparamos las fuerzas al subir de las ferias de Potes, citas a la que acudian todos los lunes del año nuestros ganaderos y comerciantes; lugares y gentes que tantas huellas dejaron y comunicación que sigue viva entre actuales pobladores de ambos lados. El investigador Eutimio Martino, en el libro “Roma contra cántabros y astures”, publicado en 1982, ya hace referencia a las “deslumbrantes prestaciones de los picos”, y de cómo los indomeñables fueron

Cardaño de Abajo

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Durante el siglo XVI Cardaño de Abajo dependió eclesiásticamente de la Abadía de Lebanza y fue en el año 1580 cabeza del Arciprestazgo. Sus viviendas se encuentran dispuestas sin orden por la ladera de la Peña Valdopila y su término hace frontera con Valverde de la Sierra (León). Todos los años, el tercer domingo de Julio se celebra muy cerca de aquí, en el lugar conocido como Puente Agudín, el "Día de Fuentes Carrionas" la fiesta del pastor, donde se puede degustar la caldereta o guisado del pastor, a base de carne de oveja, una celebración con más de 40 años de historia donde se reivindican las necesidades y el sentimiento de la montaña palentina. En las ruinas de la ermita de San Juan, pueden apreciarse restos del románico primitivo. En el altar se conservan algunas tallas, entre las que destaca un San Martín de Tours del siglo XVI. En la misma falda del Espigüete se localiza la casa rural Daniel, conocida familiarmente como "La Tenada", con bellas vis

El fielato de Camasobres

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Dice al respecto la Real Academia: "Oficina a la entrada de las poblaciones en la cual se pagaban los derechos de consumo". El fielato de Camasobres, situado en el llano, antes de acometer la subida al puerto de Piedrasluengas, diez kilómetros adentro de Palencia, curiosamente, pertenecía a la Diputación de Santander, y trabajaban en el mismo funcionarios de aquella diputación provincial. Quienes pasaban por allí, camino de las ferias, tenían que pagar una cantidad (según el valor de la mercancía). Según el artículo 37 que aparece en el Diccionario de la Administración Española de Marcelo Martínez, los fielatos serán abiertos a la salida del sol y cerrados a la puesta del mismo. Y en el artículo 42, que viene de alguna manera a explicar la ubicación de este de Camasobres, "donde no existan fielatos exteriores deberán establecerse uno o más interiores según lo exijan las conveniencias del servicio". Fielato era el nombre popular que recibían en España la

Espigüete en sombra

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Los atardeceres más increíbles también llevan su nombre. Cae la tarde y el sol derrama sus últimos rayos a los pies del Coloso, de nuestra montaña más emblemática, de la cumbre más palentina, las más deseada. Un reto de roca viva que subyuga , desafía, se yergue vigilante sobre el valle y otea sus dominios hasta donde alcanza la mirada. Unas nubes veloces y pasajeras dejan en sombra su poderosa silueta de pirámide solitaria, ensombrecen esta mole que los atardeceres iluminan con luz dorada y generosa. Hacer un alto en el camino, mirar hacia arriba, dejar que el paisaje y la luz nos envuelvan, que nuestra mirada vuele hasta su cumbre. Sentir cómo el viento del Norte acaricia con su soplo recio cada centímetro de este sueño hecho montaña con la misma ternura con la que los suspiros mecen las briznas de hierba y respirar profundamente. © Margarita Marcos © Gemma Marcos Esta sección se muestra también en pinterest Sección de orígenes © A dos bandas.