De Ordenanzas y Normas
Es muy difícil contentar a todos, aunque quienes dictan las normas lo procuren. Y nada nuevo bajo el sol, porque ya los antiguos lo dejaron muy claro. Según Descartes: “no hay nada repartido más equitativamente que la razón; todos están convencidos de tener suficiente”. Nada que objetar a la amplitud con la que han sido tratadas las normas urbanísticas de La Pernía, recogidas en ochenta y cuatro folios. Otro asunto es el lenguaje que se utiliza, definiciones sobre definiciones que alejan bastante la comprensión de los artículos, por lo que el ciudadano que no quiera equivocarse tendrá que acudir a un experto que le vaya desglosando cada anexo. A lo largo del siglo XIV, según los testimonios que han llegado hasta nosotros, fue costumbre, tanto de los linajes poderosos, como de los vecinos de las villas y lugares, entrometerse en las tierras comunales ensanchando las lindes de sus propiedades, cambiando mojones, haciendo pastar en ellas a sus ganados –e incluso- vendiéndolas como su