Oscuro y terrible Alzheimer
Después del olvido, ya no queda nada. Ese es el grito desesperado que acaba de lanzar al mundo la escritora Andrea Guillies, que un día tomó la decisión de trasladarse con su familia a un lugar tranquilo de la costa escocesa para cuidar de su suegra, enferma de alzheimer. Aquella terrible sensación le ha servido a la autora de "Las amapolas del olvido" para trasladarnos la dura realidad a la que se enfrentan los cinco millones de personas en el mundo que lo padecen y que las frías estadísticas aseguran que se multiplicarán por cuatro para el año 2040. Para tomar conciencia surge una web con el fin de apadrinar recuerdos. Allí se guardarán los recuerdos donados por gentes anónimas, rostros conocidos y personas en la primera fase de la enfermedad. Cualquiera puede tomar parte en esta iniciativa con una carta, una foto, un video, o apadrinando un recuerdo donado anteriormente por otra persona, mediante una cantidad económica que se dedicará integramente -asegura