Turismo sí, pero así, no
Para limar las asperezas se suscita, por lo general, algún antídoto que, en nuestro caso, no alcanza para generar la confianza suficiente. Aunque todos los ojos siguen puestos en esa "cuadrilla" de bisontes polacos que campean y se procrean por San Cebrián, sigue coleando fuerte el cierre del pantano de Ruesga que se repite por segundo año y lleva camino de enquistarse, condenando a un buen número de personas que optan por ese tipo de turismo, al ostracismo más imbécil. Lo de Ruesga es otra vergüenza más que se hace patente en los peores meses, llevado a ese punto por las dos partes en conflicto: la pedanía de Ruesga y el Ayuntamiento de Cervera de Pisuerga. Porque, naturalmente, son ellos los responsables de este cierre, olvidándose los administradores de esa sensación de burla y desconcierto que llevan a los administrados. Y las preguntas están al borde de la calle: ¿Por qué se ha esperado tanto tiempo? ¿Por qué vuelve a repetirse otro verano más, justo cuando la zona