Entradas

El caballo de batalla

Imagen
La despoblación preocupa a todo el mundo. Putin, presidente de Rusia, declaraba hace poco que detener la despoblación de la región del Lejano Oriente de Rusia es una de las principales prioridades del país. En nuestra comunidad también preocupa seriamente esa batalla que unos y otros se cuestionaban hace unos días en las Cortes, saliendo a relucir un plan específico de 80 millones que no se han puesto en marcha, como con tantas otras cosas viene sucediendo. Porque en esta farándula de los parlamentarios no hay una apuesta firme por dotar a los pueblos de medios y servicios, y más que eso, una apuesta por mejorar y defender los que tenemos. ¿Qué pasa con la Sanidad? Una visita médica semanal a pueblos como San Salvador o Polentinos. En cambio, por ejemplo, se gastan un montón de dinero en adecentar el cuartel de la Guardia Civil, y cuando necesitas de un agente tienes que ir hasta Herrera porque hasta el cuartel de Cervera, donde se han gastado otra porrada de millones está cerrad

Pueblos desaparecidos y despoblados (I)

Imagen
La documentación y también las tradiciones nos hablan en ocasiones de antiguos pueblos de la Montaña Palentina, hoy ya desaparecidos, como el bien conocido ejemplo de Carracedo, con la leyenda que narra su despoblación [1]. Por Valentín Ruesga Herreros Esto nos traslada a la Edad Media, a tiempos ya muy remotos, suponiéndose que los pueblos desaparecidos en estas épocas pudieron despoblarse como consecuencia de la epidemia de peste que asoló Europa a mediados del siglo XIV, que motivaría el abandono de los lugares menos favorecidos por su situación geográfica o por la pérdida de interés estratégico. Pero en épocas recientes, por una u otra causa, también desaparecen o se despueblan o están a punto de despoblarse de hecho y de derecho buen número de lugares de la Montaña Palentina; como ejemplos ya consumados, Villanueva de Vañes, Valsurbio y los pueblos anegados por el pantano de Aguilar de Campoo: Cenera de Zalima, Villanueva de Pisuerga, Frontada y Quintanilla de la Berzosa,

Matabuena

Imagen
Matabuena, o lugar del bosque cuidado, según el topónimo. Y para confirmarlo, el Madoz habla de "un carrascal bien poblado, del cual se abastecen de leña" y menciona también un molino harinero que sólo trabaja por temporada. En la cocina del vecino Gregorio Costana, al realizar unas obras de remodelación, apareció una estela dedicada a una mujer que, aunque en buen estado de conservación, le faltaba una letra. [38] Su iglesia, dedicada a San Andrés, es de comienzos del siglo XIII, periodo tardo románico, construida en excelente sillería arenisca. En el apartado de folklore, según los estudios realizados por estudiosos como el maestro Guzmán Ricis o últimamente por el folklorista Carlos A. Porro,  [39] se bailaba en este lugar al estilo "habanera", tipo de baile a lo agarrado, dentro de las danzas propias de hombres o, los denominados "grupos de paloteo". Oriundo de este pueblo es el poeta José Vielba de la Iglesia, autor de "Me debes un adi

La independencia del Pisuerga

Imagen
Vicente Basterra ya hace un recorrido en algunas de las publicaciones de la Tello Téllez por el valle del río Pisuerga, una de las principales vías de comunicación que entrelazaba la Meseta con Liébana y Polaciones. Inicialmente la ribera derecha de su cauce fue lugar favorable para el trazado de un Camino real, que, partiendo desde Cervera de Pisuerga, continuaba por estas tierras hasta alcanzar los mencionados valles cantábricos. El Pisuerga que durante muchos años puso el límite a la ciudad de Valladolid -a partir de los años 70 ya se comenzó a construir al otro lado del río- les inquietaba a primeros de este siglo al sufrir la mayor inundación de los últimos cuarenta años, inundaciones de las que no hemos estado ausentes en muchos puntos de nuestra montaña. Pero quería fijarme hoy en su nacimiento. Suelo acordarme de retocar las fuentes que nos sirvieron de vehículo para conocer un poco mejor aquellos accidentes que forman parte de la historia de estos lugares. No basta. A ve

Mantinos

Imagen
Por el seguimiento de algunos investigadores y como se deduce de su nombre, el lugar pudo ser repoblado por gente venida de las extremaduras de Castilla, "salmantinos", o que estos se dedicaran a la fabricación de paños o pequeños mantos. Otros estudiosos se decantan más bien por repobladores asturianos, de los pueblos "mantas". Por su término pasa uno de los conocidos cordeles de los ganados trashumantes que estacionalmente atravesaban estas tierras camino de los pastos de montaña. En el siglo XVIII contaba con dos molinos harineros y era uno de los lugares donde se producía más lino. De este mismo siglo (1777) data su iglesia de San Andrés, construida a base de mampostería y ladrillo, si bien los investigadores hacen notar que fue levantada aprovechando los restos materiales procedentes de la espadaña de un templo más antiguo. El investigador leonés Roberto Matías, descubrió recientemente un importante complejo minero de oro que va desde Camporredondo ha

Como un cuento de hadas

Imagen
Sobre un verde intenso, que se extiende como un mar sobre este hermoso valle de Cantabria, al visitar Caloca, uno se adentra por sus empinadas callejuelas, por donde se mezclan los olores a robles, hayas y alcornoques. Hasta en los días más cálidos (raro que se superen aquí los 25 grados) la chimenea humea y la sensación de paz te invade, en estos lugares donde el turismo no lo ocupa todo, como sucede en Potes, pocos kilómetros más abajo. Bajo la atenta mirada de dos estupendos labradores, observamos el bosque lebaniego. Una periodista viajera lo definiría como "una pincelada azafranada"; otro bloguero, escribe que estos bosques han salido de un cuento de hadas, describiendo lugares cercanos a estos de Caloca y Vendejo poblados de robles enormes y de bellísimos acebos. Los habitantes del norte de Palencia, sobre todo los ganaderos, cuando suben a revisar los ganados que pastan en el puerto de Pineda, suelen mirar hacia este pueblo desde el ojo de Vistruey, en Casavega

Los Llazos

Imagen
Los Llazos miraba al frente junto al peñasco Tremaya, y allí cerca los tres barrios de Redondo contemplaba. (87) Quizá la despoblación castellana se haga aquí más patente que en ningún otro sitio. Es un miedo que se percibe en Los Llazos, donde te hieren los ojos las tenadas hundidas, las casas a punto de caer, lugares abandonados como el potro o la Iglesia, y las calles desiertas. Sólo un vecino de guardián y señor que soporta el mal tiempo estoicamente, que sobrelleva las tareas del verano y que, cuando en lo más alto del invierno los reporteros de televisión llegan hasta las puertas de su casa y le preguntan que cómo se siente un hombre solo, rodeado de tanta soledad, cercado por ese lobo blanco, les responderá como responden los castellanos viejos, que esto es así y que nadie conseguirá cambiarlo. Desde la parte más elevada del pueblo, la visión es sobrecogedora: Tremaya al fondo, Areños a su espalda y un valle inmenso a los pies de este lugar que se divisa espléndido d

Quítense la venda de los ojos

Imagen
Mi enfado reside en la ocultación parcial de la noticia, de un medio en el que colaboré durante años, páginas enteras que pueden consultarse en las hemerotecas, historias y entrevistas a personajes de la montaña palentina, basándome en el principio que ha guiado mis pasos desde que comencé en esto y donde, lógicamente, no hay cláusulas de ningún tipo, ni se pactan condiciones económicas con nadie, salvo rescatar del olvido al que parece condenada nuestra tierra. Se dice, sí, que los libros sobre nuestra historia son los más vendidos y se cita a otros autores entre los que se encuentra mi amigo Eduardo Gutiérrez con un lujo de libro, es verdad, "Dentro de mi mochila", que recorre el románico y el arte palentino. Otro libro que está hecho con el esfuerzo privado y que procura el conocimiento artístico. Lo mismo que tantas otras guías y libros de tantos otros autores marginados.  En cambio, promocionan y de qué modo, tanto el citado medio como la Diputación de Palencia