La verdad interior
Son historias dramáticas. Voces que intuimos, que imaginamos, que nos zarandean cada día en la página de sucesos de los diarios... Son personas como nosotros; algunos, incluso, que pensaban como nosotros, que detestaban la violencia como nosotros; que la condenaban, preguntándose por qué un cuchillo de repente, un martillo, una escopeta; por qué cuarenta puñaladas de las que no nos acordamos, en qué momento se produjo aquel deseo de matar al otro, si ya estaba señalado aquel suceso en algún libro donde dicen que está escrito el destino... No han servido de nada las advertencias previas. Ni los huérfanos que han ido quedando en el camino. Ni nos hizo recapacitar el dolor de otras gentes que murieron a manos de los suyos por nada, por una discusión, por un meneo, por un amago de divorcio. No han servido para nada los ministerios de igualdad, ni las manifestaciones, ni las pulseras... Miguel Lorente, el Delegado del Gobierno para ésto, ha dicho en Toledo que 800.