Viajar de cerca
Estos últimos años mi obsesión ha sido viajar, conocer lugares cercanos, pueblos rescatados por terceros en sus bitácoras, pueblos de los que otros me habían dado buenas referencias, pero a los que por ese ritmo de vida que llevamos no había podido visitar. Viajar, sobre todo, por el norte: Asturias, País Vasco, Cantabria, Navarra, La Rioja, sin olvidarme, claro está, de tantos lugares palentinos a los que seguiré conociendo en los próximos meses, subiendo mis impresiones cada viernes a este espacio. En definitiva, viajando, sin fijarse como meta grandes distancias, tenemos la ocasión de conocer la vida de otros pueblos: su historia, que te han contado de mil formas; su toponimia, que a veces no coincide con la que describen quienes lo estudian tanto; su patrimonio, aquellas cosas por las que lucharon sus habitantes para que fueran reconocidos; sus gentes que, en buena medida, son las culpables de que aquella vida se conserve, de que se reparen sus calles y sus casas, de que se p