Parkinson
En la contraportada de nuestro diario del segundo domingo de Abril, me cautiva el título con el que se recuerda el día mundial del Parkinson. Aunque la denominación definitiva se debe al neuropatólogo francés Jean-Martín Charcot que retoma las investigaciones que el británico Parkinson aportó en 1817, y que les da su nombre, ya Leonardo Da Vinci hablaba de ella en 1500 y aún con anterioridad, médicos y filósofos griegos hablan de aquellas gentes que sufrían incómodos temblores y se veían tan limitados para su vida diaria. Hay un antes y un después de James Parkinson, pero no abundan los investigadores en este campo. En 1919, el ruso Tretiakoff localiza la sustancia negra y en los años 50 un equipo liderado por el austriaco Oleh Hornykiewicz desentraña otra clave: la disminución de la dopamina en los pacientes de parkinson. Lo último sobre esta terrible enfermedad hace alusión al sueco Arvid Carlsonn en el 2000. Pero no deja de ser una enfermedad relegada al olvido.