ORÍGENES

30 septiembre 2006

El futuro es la botánica
septiembre 30, 2006 4 Comments

Todos los años por estas mismas fechas, el oso se me aparece en mitad del cuaderno. No se crean que es algo programado. Ni es una aparición para incordiar a quienes tanto amor le muestran. No me molesta el hecho de proteger a una determinada especie. Me preocupa y me indigna, insisto en ello cada año, que la atención y el cuidado de ciertas especies prevalezcan por encima de los hombres que habitan estos pueblos.

Me han dicho que se paga muy bien y que van a cazarle.



Estoy de acuerdo; los que maten a un oso, que lo paguen; los que por el tránsito del oso se vean afectados en sus labores, que sean reconocidos y compensados.

En torno al Oso pardo vive la Fundación que lo estudia y lo defiende, recibiendo subvenciones y ayudas importantes de los organismos, pero no he visto en ninguno de sus lemas la importancia de la labor desarrollada por el hombre en estas tierras.

Mientras los vecinos de Muñeca de la Peña piden explicación a tanto desfalco y a la pérdida de tantas cosas en los últimos años; mientras los valles de Santullán buscan una solución a la escasez de agua, a la Junta sólo se le ocurre confeccionar edictos protectores de 32 especies de flora vascular y promocionar sin reservas la conservación del oso pardo.

Desde la perspectiva del ciudadano de a pie, uno percibe estas gratificaciones del Gobierno como campanadas que anuncian la negación del hombre en todos los terrenos de la comunidad por donde pase el bicho. Y el cuidado y la atención de las gramíneas, que han dejado de ser meros adornos para ocupar un lugar preferente en la previsión de nuestros diputados, están llevando a un segundo término el debate de la despoblación.

A los hombres no se les puede convencer así de las ventajas de vivir en esta tierra abandonada. ¿Cuántos habitantes quedan en la montaña palentina? Treinta mil, según el último censo publicado este año y teniendo en cuenta a las villas principales. Pues sepan ustedes que hay trescientas plantas en peligro de extinción que les traen de cabeza a nuestros representantes.

Cita el escritor Javier Reverte que las preocupaciones esenciales de los seres humanos son las mismas en todas partes: el amor, la supervivencia, los hijos, la muerte, la otra vida... Aquí, vengas cuando vengas, gobierne quien gobierne, las preocupaciones son esas y las especies en peligro de extinción. El hombre no figura. A los hombres que hay se les aplaca con una buena lista de proyectos y previsiones, artimañas que ya no convencen, por lo que los pueblos, irremediablemente, se despueblan. Y las cifras asustan. A mediados de diciembre del pasado año, la población desciende un 22,4% en los municipios mineros de la montaña palentina. La provincia de Palencia es la que más habitantes ha perdido de toda España en los últimos trece años. Castrejón, Mudá, Santibáñez, Dehesa, Barruelo, San Cebrián... son los grandes perjudicados con mermas del 30 al 40%.

Pero el ejecutivo está contento porque no se podrán cortar alegremente los lirones y se atajarán los males que están haciendo desaparecer a la “Androsace Cantábrica” del Valdecebollas, al “Retrocoptis grandiflora” de la Peña Redonda o al “Echium cantabricum, una rara vivorera con presencia en los terrenos de Piedrasluengas.

Ya resolveremos más adelante lo de la despoblación. Ahora lo que nos interesa de verdad es la botánica.

Imagen: CC BY-SA 3.0 https://commons.wikimedia.org

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02 septiembre 2006

Un paseo por Peridis
septiembre 02, 20060 Comments

Junto a cuatro instantáneas: una calle de Cervera, un lugar en el Valle de los Redondos, el impresionante Curavacas y la Iglesia de Santa Eufemia, de Cozuelos de Ojeda, aparecen dos bocetos de nuestro insigne dibujante. En uno de los dibujos se muestra la colegiata de San Salvador de Cantamuga, cuya imagen antigua adjunto al redactor tal y como me la remite –recuperada de algún archivo y desde Barcelona– mi buen amigo y fiel seguidor de esta serie, José Luis de Mier.





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29 julio 2006

El Villar de Flores
julio 29, 20060 Comments

Villar de Flores, población salmantina ya desaparecida, se halla enclavada en la Sierra de Gata, en la comarca de “El Rebollar”. En este espacio protegido, refugio del lince ibérico, donde abundan los bosques de rebollo –de ahí el nombre– y predominan las pizarras, se suscita una historia muy bien investigada por María Paz de Salazar y Acha.



Buscando documentación para participar en una jornadas culturales encuentra un hilo del que, seguramente, en la actualidad sigue tirando para desentrañar la historia de este paraje. Acude a buscar ayuda a Ciudad Rodrígo, en la Diputación de Salamanca y en el Archivo Nacional de Simancas, donde encuentra la trayectoria y el desenlace de este lugar, hoy dehesa de toros bravos.

Desde 1580 todos sus vecinos habían hipotecado las heredades que tenían como particulares en casas, prados, huertas y linares, gravándolas con varios juros a los que no pudieron hacer frente, de manera que los bienes son embargados a petición de Manuel Enríquez de Soria. Poseedor de los juros desde 1606. Diecisiete años más tarde, su yerno, Martín de Cáceres, compra a la Hacienda Real las Alcabalas de el Villar; es decir, las contribuciones que se pagaban sobre las compraventas que se hicieron.

La voracidad humana no tiene límites, pero esto no significa que viva mejor el que más tiene. Viviríamos mejor, gozaríamos más, seríamos más libres, sin codiciar más, disfrutando de lo poco que uno tiene entre las manos, pero nos puede la ambición como le pudo a don Martín de Cáceres que fue comprando a los vecinos cortinas, linares, prados y casas hasta la posesión absoluta de todos los bienes ejecutados, pidiendo entonces que se sacaran a pregón, pues alegaba que ni aún así rentaban lo suficiente para satisfacer la deuda contraída. Y como nadie ofreció nada para saciar su apetito, se hizo con todos los bienes ejecutados. Así, en 1633 poseía parte de este lugar y era señor de sus alcabalas, lo que tampoco dejaba de someterle a pruebas incómodas. En cierta ocasión en que don Martín se había presentado para prender a un vecino llamado Pedro Hernández, cuentan los testigos de aquella época que el acusado “le gritó muchas veces con grandes voces y cólera que no quería yr preso y le amenazó diciéndole que se avía de acordar del, y asiéndole el sr don Martín, se resistió y le tiró algunas puñadas y le rasgó las mangas y se vaxó al suelo a coxer piedras y si no fuera por algunas personas que estaban presentes que se las quitaron, le tirara con ellas y le maltratara por ser como es Pedro Hernández, hombre atrevido y descortés con la justicia”.

Cuentan los cronistas de entonces que don Martín pidió ayuda –me lo imagino en medio de la plaza, rodeado por los vecinos de aquel pueblo que trabajaba cada día para saldar la deuda. ¿Qué le pasa hoy al pobre con el banco? El banco es el poseedor de nuestros juros y le bastan tres faltas para posicionarse.

Hasta que Andrés de la Mata, un alcalde ordinario, le salió respondón, acusándole de tener las Alcabalas usurpadas al Rey. Pero aquel alcalde que acusaba no tenía la simpatía del pueblo. Había derribado cinco casas de su propiedad y había vendido sus despojos. Cuando los vecinos le afearon la conducta este respondió que lo hacía para quedarse solo, para ser dueño y señor de toda la villa.

El Villar de Flores se despobló por la mala condición de aquel alcalde y por el levantamiento de Portugal en 1640, quedándose sus términos totalmente yermos y desamparados.

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22 julio 2006

De Ordenanzas y Normas
julio 22, 20060 Comments

Es muy difícil contentar a todos, aunque quienes dictan las normas lo procuren. Y nada nuevo bajo el sol, porque ya los antiguos lo dejaron muy claro. Según Descartes: “no hay nada repartido más equitativamente que la razón; todos están convencidos de tener suficiente”. Nada que objetar a la amplitud con la que han sido tratadas las normas urbanísticas de La Pernía, recogidas en ochenta y cuatro folios. Otro asunto es el lenguaje que se utiliza, definiciones sobre definiciones que alejan bastante la comprensión de los artículos, por lo que el ciudadano que no quiera equivocarse tendrá que acudir a un experto que le vaya desglosando cada anexo.




A lo largo del siglo XIV, según los testimonios que han llegado hasta nosotros, fue costumbre, tanto de los linajes poderosos, como de los vecinos de las villas y lugares, entrometerse en las tierras comunales ensanchando las lindes de sus propiedades, cambiando mojones, haciendo pastar en ellas a sus ganados –e incluso- vendiéndolas como suyas propias.

Pues bien, si hace dos años asistíamos a la polémica levantada por una de estas prácticas en San Salvador de Cantamuga, donde un nuevo vecino registraba como suyo parte de un terreno que no lo era, ahora se repite la historia en Polentinos, pretendiendo el que llega abrir camino por las propiedades vecinas alegando que los terrenos pertenecen al pueblo. Una historia que ha llegado al juzgado, creándose un enfrentamiento entre los vecinos y amigos de ambas partes que han acudido a testimoniar.

Al ciudadano actual ya no le sirven las versiones de los más ancianos, por muchos detalles que reluzcan, por más ímpetu que pongan en demostrar que aquello les pareció siempre terreno propiedad del pueblo, detallando si fue bolera o aserradero. Y comienza a reinar en el ambiente ese anhelo de romper con las normas más básicas, a falta de una normativa que pongan en su justo lugar las cosas, porque mucho se habla de modificar aquellos apartados que entran en contradicción con el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, pero cuando surge un conflicto por la aplicación interesada de un vecino, nadie con la competencia y autoridad suficiente reacciona para detenerlo o enmendarlo, implicando a todo un pueblo en la solución.

Se sabe de pueblos que tenían un acuerdo verbal para explotar los pastos un año cada uno, acuerdo que alguien rompió y llegaron a las manos. Y lo que debe quedar claro es que la razón no se impone por cojones a nadie, ni el pueblo es de nuestra propiedad a fuerza de abonarlo. Es cierto que las normas están demasiado adornadas de deseos: protección del Medio Ambiente, protección del Espacio Natural, del Patrimonio Histórico, pero es bueno que estén, que puedan leerse, que puedan aplicarse. Dentro de esas normas hay un apartado donde se señala al Ayuntamiento como primer responsable de la Conservación del Medio, alcanzando esta responsabilidad así mismo a los particulares que, en consecuencia, tienen derecho a denunciar las instalaciones y actividades que supongan un peligro a la Sanidad y a la Naturaleza, y a las construcciones que adolezcan de falta de higiene.

La primera prueba de fuego bien pudiera ser esta: El Procurador del Común ha requerido al alcalde de La Pernía para que se legalice en Santa María una cuadra o se cierre. Lo hace en una Resolución muy fundamentada y en la que dice que si se necesita dinero para sacar la cuadra fuera del pueblo, que la construya fuera y que pida subvención que llega hasta el cincuenta por ciento.

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15 julio 2006

Cántabru vivu
julio 15, 20061 Comments

Vivo apasionado por las voces que desde todos los puntos, por cuestiones de lengua o tradición, vuelven a referirse a nuestra tierra. Constantemente estamos reescribiendo la historia y partiendo de las señales que nos dejan los libros y las investigaciones, vamos lentamente despejando las dudas, saboreando de otro modo los hechos acaecidos; rompiendo moldes, porque ni siempre fue bueno lo que se dijo antes ni vale todo lo que ahora se nos quiere decir. El diario “Alerta” publicaba en mayo una entrevista a los miembros de la Asociación “Cantabru Vivu”, Roberto Diego y Raúl Molleda, a propósito del II Encuentro sobre el Idioma Cántabro. Con sede en Torrelavega, la asociación se dedica a la recuperación, el fomento y la dignificación del idioma. Diego es músico e investigador, autor del libro “Aportación al Estudio del habla cántabra”, y Molleda ha realizado varias recopilaciones de toponimia en versión vernácula. Debo aclarar que no pretendo con este comentario abrir fronteras, ni reivindicar posiciones en torno a nuestra posible descendencia.






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08 julio 2006

Inflar aquí el padrón
julio 08, 20060 Comments


Hace unos años, cuando pasaba el mes de agosto en San Salvador, alguien me dijo: ¡vete a Verdeña, verás que pueblo!. Al principio me extrañó que uno de los pueblos más pequeños pudiese cambiar tanto. ¿Por qué?, ¿Quién era el artífice de aquello?, ¿Quién tenía tanto interés en asfaltar las calles de un pueblo donde sólo quedaban tres o cuatro casas abiertas? Vecinos del lugar, a los que conocía, me contaron que el alcalde había llegado a un acuerdo con el ganadero para que las vacas no entrasen en el casco urbano, acondicionando a cambio puentes y caminos del entorno. A medida que fue pasando el tiempo, el pueblo fue cambiando: jardineras nuevas, plazas, fuentes, la iglesia, el bosque de fósiles, la Casa del Oso...


Quería felicitarle por lo que consideraba ya un milagro, pero el alcalde vivía en Barcelona. El sacerdote no me lo puso bien y en los pueblos del contorno había comentarios para todos los gustos. ¿Cómo era posible que gobernase un pueblo alguien que no vivía en él la mayor parte del año? En uno de los breves que por entonces publicaba en el "Diario Palentino" bajo el subtítulo de “Impresiones”, cargué tintas contra él, negando en buena parte lo que se evidenciaba ante mis ojos. A mí me lo demostraría más tarde, como vocal de “Fuente Cobre”, persona inquieta, luchadora, buscando lo mejor para su pueblo y aportando ideas para mejorar estas comarcas, una de las últimas y por las que se desplazó desde Cataluña a Valladolid en numerosas ocasiones, fue la de conseguir una depuradora de aguas para las comarcas de Pernía y Castillería. Y lo que es claro y evidente es que lo hizo siempre poniendo dinero de su bolsillo para viajes y gastos. Por eso y por tantas otras cosas, al margen de lo que quieran ver sus enemigos declarados, el pueblo le respalda y le quiere.

He de confesar que nunca le di importancia al hecho de inflar el padrón en nuestros pueblos. Nunca me preocupó dónde estaba inscrito cada cual. Nunca lo comenté con nadie, ni siquiera se me pasó por la cabeza que un día, extrañado ya por las dimensiones que esta práctica ha llegado a alcanzar en otro punto de nuestra montaña, le dedicaría un comentario para llamar la atención de quien proceda y evitar, por ejemplo, que alguien gobierne un pueblo merced a los votos de personas que no nacieron ni viven en él, todo para extraer suculentos beneficios de sus pastos.

La prensa aireó bastante el engorde del padrón en Salcedillo, y una visita a las hemerotecas me sirve para constatar lo que ahora siguen denunciando algunos vecinos con el censo en la mano. Al alcalde se le atribuyen más de veinte empadronamientos en su domicilio, lo que le sirvió para ganar la presidencia de la Junta Vecinal. Gentes de las que nunca más se supo y que, de haber figurado en serio, los vecinos no necesitarían desplazarse a Barruelo para ir al médico. Pero la Fiscalía no quiere ver irregularidades con lo que estamos asistiendo a la Cruzada de un fulano que alcanzó el poder y se está apoderando poco a poco de un pueblo. Todo tiene una segunda lectura, depende de quien lo mire, depende de lo que cada uno quiera ver, o de lo que convenga a cada cual, todo depende.

Lo triste es que esta práctica que no pasa desapercibida para nadie, no sirva ni tan siquiera para comunicar a este pueblo en invierno, para obtener servicios de manera que invite a ser repoblado por gente de otros lugares, pero de verdad, no sólo para que un individuo consiga la Alcaldía sin haber demostrado antes que va a poner de su parte todo lo que pueda para que no se muera.

Imagen de Gonzalo Alcalde

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01 julio 2006

Inflar el padrón, en general
julio 01, 2006 2 Comments

Una investigación rutinaria, a propósito de “inflar el padrón”, me ha llevado a países como Nicaragua donde algunos de los que optaban a cargos públicos en las últimas elecciones prometieron investigar las anomalías acaecidas en varias poblaciones, sobre todo en Punta Gorda y Triángulo Minero, donde el padrón era de quinientos electores y aparecen 3000 ciudadanos solicitando ser incluidos. En Méjico, un reputado columnista, colaborador de Televisa, se hacía eco de todas las experiencias personales de sus seguidores, a propósito del modus operandi de los encuestadores, utilizando falsos membretes de presentación o mostrando falsas planillas sobre inclinaciones electorales, de manera que, las preferencias de quienes escribieron de verdad su nombre y sus datos no se han tomado en cuenta y, en cambio, otros que aparecieron como encuestados se quejaban de no haber sido entrevistados nunca ni conocer a nadie que hubiera vivido esa experiencia.

Resulta que la frase de Calderón se queda corta y hasta ese sueño que es la vida está plagado de desconcierto y de mentiras con las que se pretende envolver a quienes todavía siguen creyendo en algo o en alguien.


Más de un millón de visitas obtuvo una página de Internet en Argentina, buscando la consulta de los padrones, adulteraciones de fichas, desafiliaciones, muertos que votan porque jamás fueron eliminados de los padrones, prebendas y repartos si gana tal o cual partido, volcadas de padrón o, en definitiva, la forma de hacer figurar más votantes de los reales.

Pero el caso más fascinante ha sido el de Bolivia, la de este Evo Morales que, a fuerza de ir contra el sistema se está ganando la antipatía de todo el mundo y puede quedarse más solo que la una. Resulta que los primeros censos de la República, efectuados por el Mariscal Santa Cruz, dieron como resultado una población de más de un millón de habitantes, casi igual a la peruana y muy superior a la argentina y chilena. Datos de difícil lectura teniendo en cuenta que su ciudad más poblada, La Paz, no llegaba a los 30.000 habitantes. Según el historiador y diplomático Ramiro Prudencio, el Mariscal Santa Cruz deseaba hacer creer a las naciones vecinas que Bolivia era grande no sólo en extensión, sino también en población. Todos los censos posteriores a los de Santa Cruz continuaron con esa costumbre de inflar la población. Pero lo absurdo quedó al descubierto en la Guerra del Pacífico. Mientras Chile movilizó a finales de 1880 50000 soldados por la invasión a Lima, Bolivia, movilizando a todo su ejército apenas logró reunir a 5500 hombres. Y otro tanto sucedió con la Guerra del Chaco. Pero pasa el tiempo y nadie parece dispuesto a revocar la distorsión.

En España, estos últimos años, también se conocieron irregularidades. El aumento del censo electoral de Ares, en A Coruña, y en Canarias, donde a juicio del profesor de Geografía José León García, “en las Islas hay una tradición de inflar los padrones de población, ya que cuando la población canaria emigraba, era importante conservar el número de habitantes para no perder recursos que están ligados a la población existente”.

Aún a sabiendas de eso, Nicolás Ibarra, el concejal de Tierra Comunera en la Merindad de Montija (Burgos), movió papeles hasta que el asunto llegó al Tribunal Supremo que ha dejado claro sobre todo que uno debe inscribirse donde vive más tiempo. Al hilo de todo este inflamiento, les cuento en un próximo artículo el hábito de inflar el padrón en nuestros pueblos y los escasos beneficios que estos municipios han obtenido con ello.

Imagen de Gonzalo Alcalde

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24 junio 2006

Proyecto Cicoina
junio 24, 20060 Comments

Un vecino de Becerril de Campos, en la sección de Cartas, se muestra agradecido porque todas las partes, más o menos implicadas en el problema de las cigüeñas, cuyos nidos amenazaban con hundir la iglesia, se sentaron un día y decidieron trasladarlos.




La resolución no es nueva y el asunto del peso de los nidos preocupa seriamente a muchos pueblos de nuestra geografía. Hace unos meses, la Asociación Naturalista de Aragón se desplazaba a La Almunia para retirar cinco nidos de la Torre Mudéjar que estaban dañando la estructura del monumento y que impedían encender los focos por riesgo de incendios.

El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental aprobó la manipulación de estos nidos y su reposición con plataformas metálicas en lugares más seguros. Todo el mundo parecía contento con esa resolución de instalar “viviendas protegidas” para cigüeñas, todo el mundo menos las cigüeñas que ajenas a la programación del hombre vuelven sobre sus pasos.

Y debe ser un síntoma curioso el provocado por esta especie, pues la red está llena de páginas donde se repite su fidelidad, el buen augurio que supone su llegada a los pueblos, el mimo que ponen para el cuidado de sus hijos, y la vistosidad de las bandadas en lugares emblemáticos de nuestra tierra.

Hace un años por estas mismas fechas les recordaba el viaje de Jonás, un pollo de cigüeña negra cuyos seguidores por Internet elevaron cartas de protesta a la Embajada Checa en España, cuando desaparecía su señal al ser abatido cerca de Doñana.

Al hilo de todo lo que voy comentando, sigo con una buena dosis de escepticismo los programas de los hombres que, no contentos con manejar su entorno, bien con la oratoria, bien con las atribuciones que les confieren determinados cargos, nos sorprenden a menudo con los programas que aparentemente buscan la protección y las mejoras del resto de los animales.

Eso al menos es lo que se desprende de lo que en el País Vasco hemos conocido como “el proyecto cicoina”, que mantiene en cautividad a 25 cigüeñas que serán liberadas en el invierno de 2007. El lugar elegido, Urdaibai, es un espacio Natural declarado Reserva de la Biosfera, al decir de los entendidos, marco idóneo para lograr el equilibrio entre riqueza biológica y desarrollo económico, tratando de compaginar los ecosistemas con las actividades que el hombre desarrolla en la zona. El pasado otoño, Urdaibai apadrinó a 25 cigüeñas, todas ellas procedentes de Catalunya, a excepción de una que fue trasladada desde el centro de recuperación de Martioda (Alava). Interesa que estos animales se asienten en la reserva por lo que se las retiene durante dos inviernos consecutivos y al finalizar el segundo se las suelta con la esperanza de que vuelvan para reproducirse. Quienes realizan el seguimiento confirman que dos de los ejemplares han regresado a los asentamientos de la zona y para ellos basta con esta prueba.

En la montaña palentina también tenemos una buena muestra, que está dando resultados satisfactorios en Barrio de San Pedro y Barrio de Santa María, magnífico refugio y escuela de la Naturaleza, lo que todavía hace posible que el hombre reconduzca su hábito ancestral de instalarse en los campanarios o, como en Villanueva, en su torre, con el consiguiente peligro que supone el excesivo peso de sus nidos.

Imagen: Pumar59

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17 junio 2006

Merindad de Liébana y Pernía
junio 17, 20060 Comments

Oscar Garcia Diez firma la página oficial de Arenillas de Muño (Burgos) en la que se explica detalladamente lo que significa el Libro de las Behetrías, manuscrito del siglo XIV escrito por Orden de Pedro I en 1353 y donde se describe el sistema feudal de España al final de la Edad Media.




Las Merindades de Castilla que figuran en el Becerro, pertenecen a las provincias de Burgos, Soria, Palencia, Logroño, Valladolid y Santander. Se describen un total de 2402 poblaciones, agrupadas en quince merindades, cinco de las cuales corresponden a Palencia: Merindad del Cerrato, Saldaña, Carrión, Aguilar de Campoo y Merindad de Liébana y Pernía.

Más allá de la agria disputa en la que se ven enfrentados en la red un cántabro y un palentino, y donde se citan siglos de pertenencias que no se corresponden, Ducados que no fueron, lugares que no están donde señalan, y una polémica sobre datos históricos poco fiables, me recreo en el Archivo Histórico de Potes, donde David Obregón, bajo la dirección de Manuel Vaquerizo –director del Archivo Histórico Provincial de Cantabria–, ha realizado una importante catalogación teniendo en cuenta a las personas e Instituciones que emitieron los documentos ahora clasificados. Se trata de actas sobre privilegios reales, de plenos municipales, mercados, bienes inmuebles, ganadería, padrones, registro.

Allí podemos encontrar momentos curiosos de nuestra larga historia, como el que se cita en Burgos en 1338, cuando Alfonso XI, ante la queja de los vecinos de Potes, de que algunos escuderos, clérigos y otros vecinos se niegan a pechar por las casas, viñas, tierras y otras heredades, como han venido haciendo en tiempos anteriores, y ante el peligro de que los lugares se despueblen al no poder hacer frente el concejo a los impuestos reales, ordena a los alcaldes y merino de Potes y merinos de la Merindad de Liébana y Pernía, les obliguen al pago, incluso embargándoles los bienes por su importe.

Según el testimonio del escribano Sancho González de Noriega, el Monasterio de Santo Toribio arrienda dos partes de tres, de las tortas que le corresponden recibir como patrono de la iglesia de San Vicente, a cambio de dos ducados, un carnero y dos cabritos gordos, a pagar el día del Santo.

Y sobre los privilegios reales, en agosto de 1379, en las Cortes de Burgos, Juan II confirma a la Merindad de Liébana y Pernía un privilegio de su padre Enrique II, en el que este, a petición de los vecinos de nuestra merindad, resuelve que paguen los 8000 maravedíes que tienen por costumbre a los señores del lugar, quienes de buenas a primeras lo quieren subir a 25000.

Sabemos pues que a finales del siglo XII se crean unas divisiones territoriales en el reino de Castilla, llamadas Merindades, la nuestra enclavada dentro de las llamadas “Peñas de Amaya fasta el mar”, que incluye el valle de Polaciones y que tiene como capital a Cervera de Pisuerga.

Pero son tantas las historias, tantos los datos, tantas las gentes que ahora mismo se sienten atraídas por nuestra historia, que esto es un pequeño recordatorio de los capítulos que iremos abordando en próximas entregas.


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10 junio 2006

Pueblos desaparecidos
junio 10, 2006 19 Comments

Vicente Basterra, oriundo del Valle de Redondo, me hace llegar un elaborado estudio sobre la existencia y ubicación de varios pueblos:


Carracedo, anexionado a Cervera de Pisuerga, ubicado entre Vañes y San Salvador, cuya desaparición premoniza ya Barrio y Mier en uno de sus romances; San Julián, citado en el año 1181, en un privilegio por el que el Rey Alfonso VIII confirma y amplia con nuevas donaciones el Señorío Temporal de los Obispos y que algunos estudiosos como Laureano Pérez Mier sitúan en un paso entre El Campo y Lores, cerca de los terrenos donde se hallaba ubicada la desaparecida “Mina Eugenia”.

Roblecedo, localidad citada en el Becerro de los Beneficios de la Catedral de Palencia, que desapareció de su emplazamiento originario a raíz de la peste negra y se anexionó a Celada para constituir así una nueva entidad: Celada de Roblecedo. Y Villanueva de Bañes, que aparece citada como Villanueva del Río en el Becerro de las Behetrías y que desapareció al ser cubierta por las aguas del pantano de Requejada.

A medida que va pasando el tiempo mayor valor adquieren las imágenes de quienes todavía conocieron vida en aquellos lugares, sirva el caso de Carracedo con sus minas de Cobre y Villanueva, donde se cita el trasiego de la Venta de Santa Lucía.

En la zona de Boedo-Ojeda, Gonzalo Alcalde ya cita en los últimos libros publicados los lugares despoblados de Miranda, Quintanilla de la Vid y El Indiviso.

Roberto Gordaliza y el erudito herrerense Miguel A.Ortiz Nozal, nos presentan también la historia, el arte y la toponimia de estas comarcas, donde se citan como lugares desaparecidos: Villagonzalo, Villasaña, Herreruela, Cornaganos, Santa María de Mañino, Bamalúa, Medinilla, San Jorde de Ojeda, Tobilla, Villalayn, Quintanilla de la Berzosa, San Pelayo, Villarrodrigo, Villafalila, Las Quintanillas, Barrialba, Enestar, Santervás, Santiyoannes, Valdemiranda, Quintanilla de Pisuerga, San Pedro de Ruyales, San Llorente o San Lorenzo, Villamuño Rubio, Santa Cruz, Santa María y San Román.

Si uno se adentra en la lectura de los investigadores descubre que, desde 1252 a 1369, las tierras palentinas pertenecían a la Merindad o Adelantamiento Mayor de Castilla, dividida a su vez en 19 merindades, al frente de las cuales estaba un merino menor que andaba por las tierras en nombre del Rey. Una de estas merindades menores tenía su cabecera en Aguilar de Campoo y era una de las más extensas y pobladas de Castilla.

La componían 262 lugares, de los cuales 155 pertenecen en la actualidad a Cantabria, 33 a Burgos y 74 a Palencia.

Gonzalo Alcalde, en su libro “Boedo-Ojeda, Aguilar y Barruelo, añade en la introducción a la historia de Aguilar que, de todos ellos, han llegado poblados hasta nuestros días 222. Entre los 40 despoblados, seis están sumergidos, tres en el embalse de Aguilar y otros tres en el del Ebro.

Pero seguiremos en los próximos capítulos intentando recuperar la memoria de estos y otros pueblos perdidos.

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27 mayo 2006

Guardo en sus nombres (yII)
mayo 27, 20060 Comments



La vida también tiene su parcela de recompensa. El escritor lo entiende así cuando sale a la luz su primer libro y, de igual forma, muchas personas se sienten reconfortadas por el reconocimiento que les hacen los demás a una vida entera de trabajo.





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20 mayo 2006

Guardo en sus nombres (I)
mayo 20, 20060 Comments

Escribo con el corazón en este papel de 125 años. Con pasión también, porque la vida está hilvanada de recuerdos. Confieso que he tardado más de un mes en abrir el libro que desde Guardo me remite mi buen amigo Jaime García Reyero. Además de las ocupaciones diarias, algo me impedía abordar esta historia, que es la apasionante historia de cientos de personas que desde los más diversos puntos, incluida Francia, Argentina, Italia y México... vinieron a repoblar Guardo. Gentes de Valladolid, Santander, Barcelona, Bilbao, Burgos, Zamora, Salamanca; andaluces, gallegos; gentes sobre todo de León y de Asturias. Vidas como la de Agustín Monge Llorente que nació a principios del pasado siglo y que fue alcalde en sucesivas ocasiones, que le tocó lidiar en los momentos más decisivos y complicados de la historia de la villa. En 1953, momento en el que echa a andar la factoría de Explosivos Riotinto, la villa crece a un ritmo vertiginoso, a una velocidad imposible de controlar.



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Venir y vivirlo
mayo 20, 20060 Comments

“Desafío a poetas y pensadores, a contables y mercaderes, a sabios e ignorantes, a teólogos y moralistas a que encuentren un tesoro más basto, al menos entre lo mirable. Que traigan hasta nuestra percepción un solo caso de alguien de este mundo que sólo aporte y sume, que nada dañe o reste...”



Miguel Delibes, que ha vuelto a sus orígenes, escribe:
“Al hombre se le arrebata la pureza del aire y del agua, pero también se le amputa el lenguaje y el paisaje en que transcurre su vida, lleno de referencias personales.”



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13 mayo 2006

Un poco de aire fresco
mayo 13, 20060 Comments

Aunque pueda parecer un contrasentido, por todo lo que en este espacio voy exponiendo desde hace años, soy un admirador de Joaquín Araujo. Joaquín es un ecologista militante y desarrolla esos principios en su finca de Extremadura. Ha escrito multitud de guiones para programas de televisión, documentales, enciclopedias sobre la Naturaleza, artículos, conferencias...Pero llega al fondo de la llaga en uno de sus últimos libros; “Ecos... lógicos para entender la ecología”.




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06 mayo 2006

Desiertos, desolados
mayo 06, 2006 2 Comments

“España supera la cifra de 44 millones de habitantes, pero 2648 pueblos han decretado el estado de olvido desde que sus habitantes dejaron de creer que allí había un futuro” Ese era, exactamente, el subtitulo con el que un diario nacional nos invitaba a reflexionar estos días. Desiertos y con las casas mostrando las tripas. Paraísos perdidos como el nuestro que se afanan en resistirse a la muerte anunciada. Universos condenados a la desaparición. “Todos juntos podemos”, grita la plataforma “Soria Ya”, el territorio más despoblado de la Unión Europea.


Para situarnos en medio de la hecatombe, según el Estatuto Nacional de Estadística, Soria ha perdido el 42% de su población. 129 de sus 183 municipios tienen menos de 200 habitantes.

Pero a la imagen de la desolación se suma la comedia, se busca hacer publicidad de lo inaudito y nace la desestabilización cuando se instaura la Campaña para premiar al político más incompetente de Soria. Se resquebraja el lema y pierde ya sentido una lucha que tenía buenas cartas.

De ahí se deduce que, aunque sea importante y fundamental que una plataforma a favor de San Glorio, una vez aprobado el proyecto, vele por los intereses de la zona, no se desvincule nadie, porque todos sabemos que las plataformas, las asociaciones, por norma general, van desapareciendo cuando se cansan quienes soportan sobre su cabeza todo el peso; o se dividen, como puede ocurrir con la plataforma anti desmontes de Guardo, si el empresario sigue enseñando el caramelo; o toman derroteros que poco tienen que ver con los principios que nacieron.

Desiertos, desolados, divididos... Benito escribe el artículo titulado “El arte de vivir en lo alto” y que hace referencia a la vida que lleva un matrimonio cerca del Golobar. Y María Álvarez, la corresponsal de este diario en Guardo, desarrolla en la crónica titulada: “Vivir en tierra de nadie” el olvido en el que se han quedado una treintena de alumnos de Fresno del Río, Villalba y Mantinos, que estudian en Guardo y se encuentran desamparados a la hora de acceder a los cursos financiados por el Miner.

Son tantas las historias que para nada desentona Julio César Izquierdo cuando habla de las reservas en las que se convertirán los pueblos. Es el pez que se muerde la cola. Vivir aquí es el lema más trotado, es lo que mueve en cierta forma todo, que los Diputados se impliquen, que las asociaciones no desaparezcan o desemboquen en manos de quienes viven fuera, que se restauren las viviendas, que las autoridades locales se sientan empujadas a hacer cosas, porque suele uno mirar demasiado al cielo y al paisaje, a la tranquilidad que infiere salir al patio y ver el monte y ver los prados y darse una sesión de aquellos aires. Todo muy bonito, hasta que uno hace la maleta de verdad y vuelve, y empieza a encontrar baches, y le empiezan a mirar a como a un extraño, y se da cuenta de que el médico acude sólo tres días a la semana, que el maestro va a dormir a Palencia o hay que enviarle al chaval por caminos tortuosos a la escuela de Cervera, que el Cuartel de la Guardia civil está cerrado, que el secretario viene desde la otra punta y no madruga, que no se respeta la propiedad ajena o se paga una miseria por su renta...

Y así estaríamos hasta mañana.

Son demasiadas cosas, demasiadas carencias, demasiados silencios y a todo no se acostumbra el cuerpo que viene saciado de servicios.

Imagen, San Mamés de Zalima, por Estalayo.

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