ORÍGENES

18 mayo 2012

Ajuntamientos
mayo 18, 20120 Comments

A ese asunto sobre la pobreza que amenaza con ocuparlo todo y que les sirve a los políticos para atrincherar a la población y sujetarla, hay que añadir ahora la necesidad de agrupar municipios. Es decir, suprimir ayuntamientos, anexionarlos a otros cercanos donde puedan encontrar remedio los alcaldes, que no las gentes, porque "el poder del pueblo es una panacea".




Pero la ineficacia o el olvido hacia quienes se anexionaron con anterioridad lo tenemos como ejemplo en una pregunta que a primeros de este mes se hace en su blog el Grupo Independiente de Cervera: ¿Cómo, siendo alcalde de Cervera de Pisuerga, desconoce que el puente de Vañes tiene cerrado el acceso a los peatones porque la pasarela está estropeada? El acceso al que se refieren afecta a varias juntas vecinales de La Castillería, anexionadas a este ayuntamiento el pasado siglo. Otro ejemplo: el cambio experimentado en el pequeño pueblo de Verdeña lo consiguió su alcalde pedáneo, lo que pone de manifiesto que las cosas cambian cuando el pueblo trabaja unido para que cambien, y se hace hincapié en la importancia de las asociaciones. La mayoría de los políticos de ámbito autonómico votan para que desaparezcan los ayuntamientos pequeños por la carga económica que conlleva su mantenimiento, pero hay una ley que contempla la posibilidad de delegación de casi todas las competencias municipales en esas juntas vecinales o pedanías que nacieron por este motivo con la intención de cuidar del patrimonio que el ayuntamiento tuvo antes de su desaparición. Hay una propuesta a la que recurre con buen criterio los entendidos: Los pueblos no pueden quedarse al margen y con la excepción de esas juntas que están al servicio de una minoría (que las hay también) han de tomar decisiones sobre sus recursos. Y si un ayuntamiento decide tirar la toalla por su insostenibilidad económica, debe asegurarse antes unas garantías de autogestión futura, que no le condenen de por vida a la dependencia de terceros.

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO
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11 mayo 2012

Pobres y despoblados
mayo 11, 20120 Comments

Si es verdad que hemos vivido la primera década del nuevo siglo tirando de dinero a troche y moche. Una fiebre consumista de la que nos contagiamos todos. Dinero que entraba a manos llenas en los ayuntamientos, subvenciones sin límite para reindustrializar las depauperadas cuencas mineras y darle aire a un medio rural a punto de extinguirse.



Nuestros vecinos leoneses, cuenta Marco Romero en un interesante artículo, recibieron 7000 millones de euros en planes de choque. Se llevó la luz a poblaciones remotas de La Cabrera y se despilfarró el dinero en obras faraónicas que no benefician a nadie, o se habilitaron ambulatorios -como ocurrió en muchos pueblos de nuestra montaña- que nunca llegaron a utilizarse. Ni se ponía remedio a la endemia rural, ni se les acercaba con mejores infraestructuras a puntos más poblados, que disponían de medios, aunque también con muchas limitaciones y engaños, como el ejemplo tan sonado del hospital que se prometía para Cervera de Pisuerga, cuando lo único que pretendían quienes amasaron aquel proyecto, era sacar el ambulatorio existente al extrarradio.

Un histórico de allá, en otro tiempo alcalde y presidente de la Asociación Regional de Municipios Mineros, admite la dramática realidad social de los pueblos mineros y pide una pócima que genere empleo, rentabilizando así las inversiones que se hicieron. Hace treinta años teníamos un paraíso y todos íbamos proponiendo cambios, que se le dotara de medios a nuestro Parque Natural para que pudiera admirarlo todo el mundo. Ahora que lo tenemos, los pocos que quedan se lo están pensando. Pasamos por momentos de recesión, donde se justifican los recortes metiéndonos a todos en el mismo saco; es decir, a quienes participaron de los soberbios fastos y a quienes ya llevaban toda la vida acusando una lenta e implacable agonía. Ya no sólo se trata de recortar en educación y sanidad, mientras los bancos en peligro son auxiliados sin excusa, el asunto es que al mundo rural, donde se han cerrado las escuelas y los centros sanitarios, sólo le queda el esqueleto, sólo le salvará un milagro.

Y los milagros también están en franco retroceso.

Imagen: Río Pisuerga, José Luis Estalayo

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27 abril 2012

La hoja en blanco
abril 27, 2012 4 Comments

  • A todos los seguidores y amigos de este blog


Llevo varios días dándole vueltas a esta hoja en blanco. Buscando un tema relacionado con la montaña, que es el planteamiento que me hice para este año: exponer aquí historias cercanas, sencillas, esas que nos atrapan a quienes amamos esta tierra.


Internet nos tiende la mano para conocer a otras personas. Rosario Yukatán, se siente atraída por la foto de Brañosera que he subido a mi página de Facebook y me dice: "Muy buena la página que habéis abierto, sólo una salvedad: Valberzoso también existe". Se inicia allí una amistad a la que le sigue un envío con la imagen y la lectura de un viejo roble, conocido en aquel término como "El Escurridero". Debe ese curioso nombre porque en aquel lugar, no hace muchos años, se "escurrían" las vecerías, que viene a significar que se entregaban allí los ganados al pastor o al vecino que le tocase conforme a la costumbre. Por este medio, asimismo, trabo amistad con Chema García, de Salamanca, Licenciado en Historia por aquella Universidad y con Xibelius, que escribe desde Cobreros, en la comarca zamorana de Sanabria. Como ellos, más de un centenar de amigos desde todos los puntos del país, participan de las historias que voy recuperando en el blog de "Orígenes" y que hablan de nuestras leyendas, de nuestro románico, de ese turismo rural que va ganando adeptos porque no es necesario desprenderse de mucho dinero ni se necesita mucho tiempo para recorrer el territorio norte y empaparse de aquello que de un modo u otro siempre acaba sorprendiéndonos a todos.

Mientras pienso en algo más profundo para llenar este espacio, quiero mostrar mi agradecimiento a quienes esperan el post que hable de recuperación, de nuevos y alentadores proyectos, de nuevas investigaciones, de Instituciones, de libros y de gentes que van sosteniendo con su aliento esta vieja y añorada tierra.

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24 abril 2012

Leyendas del presente
abril 24, 2012 3 Comments

Mi mayor fortuna ha sido nacer en un pequeño pueblo del norte de Palencia. Allí tomé las primeras instrucciones para la vida. Tanto me marcaron los caminos y las gentes que hay una especie de atracción permanente que me devuelve a ellos, un hilo conductor que hace que permanezca en la montaña aunque esté lejos y una nostalgia que me invade ahora mismo cuando se cita Piedrasluengas como puerto cerrado.



No voy a negar que era la vida de otra forma; más humana, por lo que vamos descubriendo ahora, donde los vecinos entregaban lo poco que tenían y donde se ayudaba a los demás sin poner en el acto ninguna otra intención que no fuera saberse solidario y compartido. Si alguien tuviera la paciencia de ir anotando día tras día todas las incidencias, si alguien pudiera ver con nitidez a través del ojo del pasado, puede que hoy tuviéramos suficientes motivos para reflexionar, porque parece que las historias se han vuelto contra el hombre. En Lores existe una hermosa leyenda. Alguien corrió la voz, tal vez con la intención de hallar una respuesta a la ambición humana, de que en una de las cuevas del contorno estaba enterrada una caldera de cobre llena de oro. Al contrario de lo que sucedía en “La Cueva de los Ratones”, donde uno dejaba de ser niño cuando ya no podía pasar por ella y donde los vecinos se limitan sin más a transmitirlo, parece ser que la noticia de un tesoro escondido libera las emociones de todo el pueblo en una época de la historia que mi transmisor no sabe precisarme.

Es probable que entonces los sueños fueran otros, pero en todo tiempo se sabe que las riquezas pueden cambiar la fórmula. Nadie se pregunta cómo se repartirá lo que se encuentre, ni quién se hará cargo del botín; de momento, el objetivo es encontrarlo a cualquier precio. Así es como los vecinos, por riguroso turno, cavan y extraen la tierra de la parte baja de la cueva, habilitando un pozo y una galería, donde a medida que avanzan van protegiendo el camino con mampostería, como se hace en las minas del contorno. Pero pasan los días y los vecinos van perdiendo las fuerzas y la fe. Alguien sugiere entonces la idea de ir a buscar una adivina a Santander. El acceso a la cuerva es escabroso, lo que obliga a los hombres que la conducen a subirla en brazos desde la orilla del río hasta la boca de la gruta. Cuando ya la mujer parece situada en el lugar preciso, le preguntan hacia dónde deben seguir cavando para encontrar el tesoro que buscan, a lo que la mujer, después de una inspección, responde que allí no hay señales de oro ni caldera de cobre. Buscamos oro, no buscamos aliento. Pecaron nuestros antepasados queriendo regurgitar el móvil; pecamos hoy nosotros ignorando el epílogo, defenestrando la ilusión, perdidos los estribos por ese resuello de la civilización que nos seduce más de lo que podemos soportar.

No escribiría esta página si creyera que todo está perdido. El aire que nos llega está contaminado de excesivos anuncios, pero si un pequeño grupo fue capaz de vencer a la pretendida Central de Salinas; si las reflexiones de cientos de personas han motivado el cambio de la Junta antes de imponer por las bravas un Parque Natural a la medida de los técnicos; si existe un compromiso para la creación y el crecimiento de una asociación que aglutine y transfiera todos los proyectos que ahora regresan, como el Centro del Oso en Verdeña, el queso de Nestar, la carne de Cervera, la Fundación Santamaría de Aguilar, la Escuela de Pesca de Salinas, o los 110 puestos de trabajo que el responsable de Castileón ha asegurado que darán las granjas porcinas de Guardo, estamos siendo testigos de las nuevas leyendas. Ya no hay oro enterrado, ni mudas que canten la inocencia de sus señoras, ni cuevas que nos declaren aptos para tomar decisiones importantes. Hemos ido cavando sobre la misma tierra y hemos descubierto otras facetas, historias más reales, luchas más justas que nos devuelvan de algún modo el futuro que tanta gente espera.

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20 abril 2012

El tropezón (y II)
abril 20, 20120 Comments
Sólo después de que el último árbol haya sido cortado... Sólo después de que el último rio haya sido envenenado. Sólo después de que el último pez haya sido pescado... Sólo entonces descubriréis que el dinero no se puede comer.  ( Profecía india )


Pero no mencionaba yo, en el articulo que precede, la voluntad del pueblo, aunque en este caso vaya en contra de su propio monte, que es como tirar piedras a su propio tejado, y darse un tropezón morrocotudo hasta enfangarse del polvo que soltará durante años una mina que sólo dará trabajo y dinero a quien la explote, incumpliendo seguramente el pacto de restaurarla luego. Como se restauró la pradera que se explotó con anterioridad en la misma zona y de la que di cumplida referencia en su momento en estas mismas paginas, siendo director Mariano Valero. Aquel paraje, pastado por el ganado yace hoy desolado y mustio, a pesar del tropezón de la administración que lo bendijo como bueno.

¿Qué nos queda?, se preguntan algunos vecinos preocupados. ¿Cuánto dinero recibe quien lo aprueba? ¿A quién le interesa tanto que devasten su monte? No seré yo quién se lo prohíba, pero cuando la tierra se desarme y el polvo se meta en sus casas, y cuando la lluvia empuje barro y lodo por todas partes, no llamen pidiendo auxilio. Fueron ustedes mismos quienes lo consintieron y por lo tanto tienen lo que se merecen.

Ya veremos el seguimiento que hacen de la reforestación, porque las promesas se las lleva el viento.

Imagen y cita vista en

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13 abril 2012

El tropezón (I)
abril 13, 20120 Comments

Otra vez volvemos a tropezar en la misma piedra, pero no como el cura de Salcedillo, a la sazón y según viejas crónicas, quien descubrió la primera piedra de carbón por el tropezón de su caballo. Ya está dicho todo sobre aquel descubrimiento, la riqueza que trajo a la cuenca del Rubagón, las explotaciones que fueron surgiendo luego en toda la franja norte y el techo poblacional que alcanzaron muchos pueblos que hoy viven con el miedo a la despoblación total.


Volvemos a tropezar en la piedra del engaño, que los especuladores tienden a pueblos como Villanueva de la Peña, con la promesa, siempre es la misma promesa y siempre es la misma persona quien la hace, de restaurar el terreno al concluir la extracción del mineral. La zona forestal de Valurcia, el monte que se pretende desnudar, se compone de robles, pino silvestre y chopo; alberga especies de flora y fauna y es zona de refugio y alimentación del oso pardo. Veo que, por fin, los ecologistas, se han pronunciado en contra. Pero ahora viene la madre del cordero, UMINSA, la empresa que ha solicitado la explotación, ha dicho que como no tiene experiencia en plantar (es obvio que lo suyo es horacar y destruir), se ha ofrecido para realizar obras sociales por un equivalente. Pero es que tampoco le avalan las obras sociales que realizó en el pasado, para que quienes con más ahínco se oponían, se relajasen un momento. El depósito de agua pata abastecer a la localidad de Castrejón de la Peña no cumple su función por estar mal construido. El desmonte por lo tanto, y bien lo argumentan quienes se muestran en contra, es una hipoteca basura, porque no hay prestamista que la conceda ni Gobierno en sus cabales que la avale.

Pero por desgracia no sirve de lección el desmantelamiento que se hizo en el pasado más reciente y como el monte es lo de menos para quienes lo venden desde Valladolid y ahora todo se hace a voluntad del político que manda, que no a la voluntad del pueblo que le vota, pues así lo del tropiezo se convierte en moda.


Imagen vista en inventati
Explotación de carbón a Cielo abierto de El Feixolín, en la comarca leonesa de Laciana

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30 marzo 2012

Algo te grita dentro (y II)
marzo 30, 2012 2 Comments
"Un trabajo de recopilación que vale un mundo, tan preciado ahora, cuando todo aquello desaparece o queda relegado por otras historias".





En el aspecto humano siempre hay personas que te comunican con su actitud, con su trabajo. Y bien se explica esto en la introducción del último libro, sobre la ingente obra del folklorista Antonio Guzmán Ricis, que sabemos que lo es y la admiramos porque ingente ha sido también la difusión que de ella ha hecho su hijo Luis Guzmán Rubio. En el libro que me remite la Diputación de Palencia, Luis Guzmán volca sus vivencias donde aparecen pasajes que ya han visto la luz en otras publicaciones, pero que no cansan, pues sabe rellenarlos nuestro amigo de anécdotas vividas en distintas provincias, como cuando llegan a Palencia para hacerse su padre cargo de la dirección de la banda de música, después de la experiencia que le precede en la de Cuenca.

Luis Guzmán emula la labor de su padre dirigiendo la de Guardo desde 1952 a 1958, con la presencia en la misma del compositor Claudio Prieto, formado después en la escuela de San Lorenzo de El Escorial y perfeccionándose durante varios años en la Academia Nacional Santa Cecilia de Roma. Luego el estreno en el Ateneo de Madrid de su obra "Improvisación" y el lanzamiento definitivo con la pieza "Solo a Solo" para flauta y guitarra, premiada en 1969 como "Mejor obra española", cuya difusión se ha mantenido desde entonces tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Todo esto a Luis Guzmán le llena de orgullo. Posteriormente se empeña en el seguimiento de la tarea que comenzó su padre, una basta e intensa investigación del folklore y las costumbres que le llevarán por todos los pueblos de la provincia, desde Barruelo hasta Guardo, pasando por Pernía donde pasa una intensa etapa de su vida, donde conoce a Lorenza, una de las mejores pandereteras que ha dado esta tierra, también donde le llega el amor en Tremaya, viviendo a fondo desde entonces su folklore y su historia.

Uno de los lectores que sigue esta serie por el blog, desde que el diario digital cambió de diseño al que no se incorpora el espacio de opinión, me sugiere que podríamos aprovechar su estancia en los meses de verano para rendirle un cumplido homenaje. Y ahí queda la propuesta a la que me sumo. Vamos a dejarnos de calles y de medallas póstumas. Los premios que puedan saborearlos los premiados en vida.

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27 marzo 2012

La montaña palentina y España
marzo 27, 20120 Comments

Hay un libro que merece la pena ser tenido en cuenta por todos aquellos que arriban por primera vez a nuestros lares. "Palencia Stop, de Antonio Álamo Salazar, cronista oficial que fuera de Palencia. A la entrada de ese mismo libro se cita una frase de Alcediano de Alcor: "Palencia, entre historiadores y cosmógrafos es tenida por muy noble y antigua, de quien muchos autores hacen memoria".



He tenido la suerte de visitar Barcelona. Iba de camino hacia Italia y andaba con el tiempo contado para ver y admirar tanto contraste y tanta maravilla como ofrece esta ciudad mediterránea. Vi la Sagrada Familia, de "Gaudi", y quedé impresionado. Me gusta Santander. He llegado a Cantabria por todos los caminos; no en vano, Piedrasluengas -como atrás queda dicho- es una via importante de paso que nos mete de lleno por Polaciones hacia "La Laguna" (buena matanza en las Ventas del camino, bonita la yegüada de Pisueña...); y de otro lado, Liébana, bella tierra que conozco y que amo porque la he vivido en sus paisajes y en sus fiestas.

Qué voy a decir de A Coruña; España, querido lector, tú ya lo sabes, es una fuente inagotable de belleza. Muchas veces, en dos años, "troté por la calle de los vinos. Muchas anduve por la Plaza de María Pita; otros días los pasábamos en una tasca pequeña, camino del Faro, donde un hombre provisto de mandiles preparaba "queimada" y, después, hecho el silencio, apoyado en un bastón extraño, recitaba unos versos que, en alguna parte, no sé por qué motivo, nombraban a Palencia.

Estuve en Don Benito (Badajoz) una semana. Tocando casi Andalucía (un viaje que tengo prometido y que hasta la fecha, por unas u otras razones, no he podido cumplir). En Don Benito tuve la suerte de asistir a una boda, acompañado por dos buenos amigos: Esteban y Francisco de Celis, el cura que les casó. De todas formas, ¡pobres novios!; creo que aquella noche no encontraron acomodo ni descanso. Curiosos y solteros merodeaban por el lugar tratando de impedir que avanzara la noche, cuando menos, que se detuviera en algún punto, con ese encanto que requieren las emociones fuertes del primer día de casados.

La última vez que vi algo parecido en nuestra montaña, fue en Polentinos. En este pueblo, hace ya algunos años, los mozos eran muy rigurosos con todos los forasteros que venían a pretender. Las mozas, primero, para las del pueblo. Sin duda, parecía buena fórmula para que los pueblos no se desperdigaran por España, bien digo, porque España está llena de palentinos, a veces tan ilustres como Virgilio Zapatero, Guzmán Rubio o Claudio Prieto.

Pero dejemos eso para otro día y prosigamos viaje.

En la montaña palentina se habla del condado de Fernán González. Ramiro II, un guerrero muy avispado del reino astur-leonés, sofocó una rebelión de nuestro conde y le mandó encarcelar. Dicen que unos años después le dejó en libertad y se lo devolvió todo: iglesias, catedrales, sepulcros, conventos...

En León tuve tiempo para admirarlo todo. Desde la catedral a la Virgen del Camino, sin olvidar el convento de San Marcos. Otro tanto diré de Ávila; nevaba en aquel patio donde jugó Santa Teresa de Jesús. Buenas palabras que dedicó a Palencia: "... mas toda la gente de Palencia es de la mejor masa y nobleza que yo he visto". De todo esto sabía mucho nuestro gran poeta Antonio Álamo. En fin, sería muy largo de detallar aquí las impresiones recibidas en cada una de las ciudades por las que he pasado: Salamanca, Segovia, Zaragoza, Pontevedra, Cáceres, Valladolid y Madrid, estas dos últimas donde pasé seis largos años de mi vida; primero, entre las nieblas de Laguna de Duero y Portillo; el último en Madrid, con la muerte de Franco.

De mi paso por ellas tengo recuerdos gratos. Del primer agobio en tierra extraña, lejos del cariño de tus padres; de la primera morriña de una cárcel de pueblo -pongamos por caso- en Valladolid, a una libertad sin límites en la Capital de España. Sí, porque, cuando se ha vivido en un régimen severo como el que a nosotros nos tocó en Valladolid, sujetos a castigos que, al recordarlos hoy me da dolor; metidos de lleno en una vida sin buscarle sentido a nuestra vocación...; cuando, de la noche a la mañana, en otro lugar con el mismo vínculo, encuentras un camino de rosas o, por lo menos, un camino sin vigilantes obsesivos, entonces sientes eso que llaman libertad. No obstante, incluso en las pautas educativas más estrictas, en los regímenes más autoritarios, hay cosas agradables que recuerdas con gozo. Y, al final, cuando miras atrás, no te detienes en aquellas disciplinas tan dispares, vas más lejos, te encuentras con un nuevo paisaje, con los viejos camaradas , con aquel padre cojo que nos buscaba con panfletos. Son capítulos amargos, donde buscas lo mejor para llevarlo a este libro y meterlo en la casa de ustedes, que tantas y tan bellas experiencias podrían contarme.

Soy un viajero sin escrúpulos que va donde le mandan, que no exige cuidados especiales, que se conforma con un poco de cada cosa, que no tiene pasiones desmedidas, que casi todo le agrada y le conmueve. Bilbao es otra historia. Del País Vasco sólo me ha mermado en otro tiempo tanta muerte, me he sentido mal por tanto grito como brotó infecundo; menos mal que el Arte, -como dijera en Pernía el poeta leonés Isidoro Álvarez- une los pensamientos más dispares, los radicalismos más absurdos.

Por encima de todos esos artistas que las viven y las describen a diario, por encima de todas esas técnicas que nos deslumbran, luce la belleza de la montaña palentina; con sus errores, con sus enigmas, a un paso de la muerte, desnutridos, con un grito de paz almibarado en las grutas de sus montes, entre el hielo y la sequía, abiertas de par en par las puertas de cristianos reñidos con la tierra, perdidas las voces juveniles, cansados los ancianos de ser viejos; a veces, metidas entre el bosque sus casitas, como nota de cuentos.

Confieso que he nacido como soy por la montaña y a ella le debo todo lo que tengo.

He visitado muchos lugares de España, la venero, guardo sus cosas en mi armario interior, pero mi razón, las experiencias que me han endurecido, están en la montaña palentina.

La llevo dentro a todas partes, la reproduzco y la comparo. "No hay nada igual, me digo, y ya lo siento por Madrid, que es la capital de España, y por Barcelona, tan saturada de lo que aquí nos falta. Y ya lo siento por el mar, por las llanuras que nos tocan, por esos lugares tan hermosos a los que no he llegado; ya lo siento por todo y por todos, pero ella siempre viajará en esa cajón de la memoria, vaya donde vaya, viva donde quiera que viva.

Ella primero, y luego, sin más orden que aquél que establezca el tiempo, el dinero y el momento, cualquier punto de España.


VIAJE A TRAVÉS DE LA MONTAÑA
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23 marzo 2012

Algo te grita dentro
marzo 23, 2012 5 Comments

Una de las conclusiones a la que llegas después de meterte en canción con Luis Guzmán, es el amor y la admiración que profesa a su padre. Te das cuenta, asimismo, que no es necesario tener cien años ni ser un ídolo de masas, para ganarte la admiración y el cariño de tu gente. Que no necesitas nacer ni vivir necesariamente en los lugares que te cautivaron y a los que de algún modo has dedicado una buena parte de tu vida.



Que no lo haces por recibir plácemes del mundo, que lo haces por amor, por devoción folklórica, poque algo te grita dentro. Su padre, Antonio Guzmán Ricis, autor del Himno de Palencia, excelente compositor y director, nacido en Barcarrota (Badajoz) murió a los 48 años, como muchos insignes artistas de la Edad Media, cuando la esperanza de vida no iba más allá de los 50 años, pero dejando tras ellos una estela imborrable; en este caso concreto, 240 obras compuestas. Y un trabajo de recopilación que vale un mundo, tan preciado ahora, cuando todo aquello desaparece o queda relegado por otras historias.

Entre nosotros, en muchas ocasiones, ha salido a relucir esta adversidad y distanciamiento con el que te deleitan algunos paisanos, pensando, tal vez, en los dineros que ganas por hacer lo que haces, como haciéndote ver que aquella dedicación tuya no tiene mérito ni tendrá recompensa. En algo tienen razón: No sólo no cobras ni un céntimo sino que, además, no te llueve un premio por ningún sitio en reconocimiento, que sirva también de incentivo para seguir cuando flaquean las fuerzas. Pero son aficiones éstas a las que te entregas afanoso, porque algo te lo marca, sin que sepas explicarlo bien ni acierten a entenderlo los demás. Y tienes que proseguir aunque tiemblen las manos y el corazón de quienes lo atesoran, aunque como humano te lamentes de tanto olvido o veas inane acaso tanto esfuerzo.

Y sí, estamos de acuerdo, no tendrá la rentabilidad visual de esos programas televisivos que se dedican a tender su ropa, y se "arrojan cuchillos", y se hacen daño por la audiencia, ni el suculento dinero que los hace transformarse en guiñapos. Tú intuyes que, además de las buenas sensaciones que te aporta, dejas un legado impagable a las generaciones venideras.

Ver también: Algo te grita dentro (II)

"Luis Guzmán emula la labor de su padre dirigiendo la de Guardo desde 1952 a 1958, con la presencia en la misma del compositor Claudio Prieto, formado después en la escuela de San Lorenzo de El Escorial y perfeccionándose durante varios años en la Academia Nacional Santa Cecilia de Roma".

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16 marzo 2012

El pulso de la subvención
marzo 16, 20120 Comments

A últimos del pasado año, nuestros parlamentarios viajaron a Bruselas para defender ante la presidencia polaca las ayudas al sector de la minería en España.
¿Es rentable el carbón?¿Por qué necesita ayudas si es rentable?




Esas son las dos preguntas que todo el mundo se hace.
El sector de la minería da trabajo a cien mil personas en Europa y ha recibido más de 9000 millones de euros de subvención. Esto me recuerda, aunque sea un símil distante del asunto, a esos miles de autónomos y empresarios que siguen endeudándose año tras año, sin ayudas de nadie, para mantener a flote un "negocio" familiar que hace aguas por todas partes. Ahora se tiende a globalizarlo todo, pero ante la grave situación que se nos ha planteado, más grave cada día que pasa, y donde las medidas para atajarlo discriminan claramente a los más débiles (echar a unos para contratar a otros a precios de saldo), habrá que sentar las bases de lo que merece o no ser subvencionado. Porque la situación planteada no la cambiará de la noche a la mañana ningún gobierno nuevo. Es difícil que las ayudas a este sector se posterguen durante mucho tiempo más. Las minas, que en otro tiempo dieron vida a estos pueblos, que fueron el sustento de muchas familias y comercios, viven estos días sus horas más críticas. Nada que ver todas las crisis que se sortearon antes. Esta es, con diferencia, la peor. Ni todas las reservas, ni las marchas reivindicativas, ni las medidas medioambientales que se tomen para hacerlo viable, ni todas las promesas y propuestas de los políticos que tratan de alargar su agonía, lograrán detener el final de su historia. Es conveniente, por lo tanto, buscar alternativas.

Y si la política de las subvenciones ha de postergarse, que los beneficios alcancen a todas las personas, bien en el arreglo de las carreteras que los comunican, bien en los servicios que se demandan para hacerlos viables, con alguna posibilidad de vivirlos, que es, en definitiva, el eco de los gritos que más resuenan en los últimos años.

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09 marzo 2012

La matraca de San Glorio
marzo 09, 20120 Comments

Para quienes se han posicionado siempre en contra de una estación de esquí en San Glorio voy a enviarles una señal de esperanza, pues si el tiempo acaba poniendo las cosas en un determinado sitio, que no quiere decir que sea el sitio mejor, parece que esta famosa estación en el ánimo de tanta gente que ve morir sus pueblos sin que nadie haga nada relevante, lo que sea, al precio que sea, incluida una urbanización en algún lugar de nuestras sierras, nunca se llevará a efecto.



Es posible también que me equivoque, porque estoy oficiando de agorero, pero las últimas crónicas sobre este proyecto me suenan igual que las primeras. ¿Cuántos años llevan dale que dale a esta matraca? ¿quince? ¿Cuántos años más tenemos que esperar para verlo en marcha?  A ver, no se puede tampoco supeditar el futuro de estas provincias a la puesta en marcha de una estación de esquí, cuya primera fase, otro anuncio incierto de futuro, echaría a andar en 2015 con 23 kilómetros de pistas.

La prensa cita con frecuencia los afanes de "Tres Provincias" por dar luz a este evento, que por otra parte no es nuevo ni seguro, dado que está supeditado a una estación del año y a los vaivenes del cambio climático. Las últimas declaraciones del portavoz son para enmarcar: "Se trata de un proyecto regional inmenso". Inmenso tiene que ser para que, después de tanto años de machacarnos con su puesta en marcha, venga envuelto en tanto misterio y se siga hablando de una cantidad importante de dinero en una época de dura recesión...  Señores, seamos claros, que ya el pueblo está escamado de enredos y mentiras. ¿Es para beneficiar al pueblo o es para beneficiar a una pequeña empresa que se monta con tal fin para crear cien puestos de trabajo, empujando al Gobierno a cambiar la Ley de Ordenación del Territorio? Lo más sospechoso es el aplazamiento continuo del proyecto. ¿Hacen falta más leyes?¿Tienen dinero de verdad?¿Quieren dinero público? ¿Van a levantar un mausoleo para que se refieran al proyecto como algo "inmenso"? 

Las cosas claras. Y se hace o no se hace, pero que no nos den la murga mil años más con eso.

Imagen vista en:  billetes

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06 marzo 2012

La montaña palentina y su entorno
marzo 06, 20121 Comments

Si escribiera cien veces, cien contornos plasmaría en el papel. Y los cien diferentes unos de otros. Y los cien nuestros. Y no porque me canse de nombrar la belleza y la importancia del paso de "Piedrasluengas", sino, porque no tengo la capacidad de retención que tienen otros; puedo inventar cien nombres, pero si me mandaran repetir inventaría otros cien. Habré subido cincuenta veces a la sierra. Siendo un muchacho todavía, he arreado ovejas desde el pueblo de Várago, por encima de Potes, tierras holladas por los "maquis", por los "Juanines" y "Bedoyas" en una guerra civil a la que siempre quitan años.

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Aquellas cuestas eran tan empinadas que, cuando enfilabas las cañadas de Dobres, tenías la impresión de estar jugando a los barcos con las nubes. Después, en "Cortes", los vaqueros de mi pueblo con el chorizo al fuego y la tortilla de patatas entre el pan, se te quitaban los deseos de proseguir el viaje; te relamías de gusto, como un niño viendo comer el caramelo a otro; querías tener edad para ser como ellos y dormir al aire de la sierra, cerca de aquellos hondos valles, donde el eco repetía las canciones montañesas de los mozones que cantaban para aplacar el frío y los recuerdos. ¡Cómo sabía allí el pan y el vino y la sinceridad a expensas del puchero a la lumbre!

Pero tenias que andar. Eras un muchacho, un "mandado", y cumplías, ¡vaya que si cumplías!, por vocación, porque naciste sima como el mismo Pisuerga, y te amarraste al polvo del camino sin buscarle ceremonias de lujo a la libertad.

En el confín, siempre las atalayas. Ya fueras camino de la Abadía de Lebanza, ya subieras al Cueto de Herreruela, ya te montaras a horcajadas por las altas cimas de Brañosera, siempre el mismos espectáculo a la vista: "El Peñalabra" -dicen, la mesa de los cántabros, -digo, el corredor de los palentinos; como un pinacho sin final para los habitantes de "Polaciones", igual que un faro para Liébana, pero, insisto, un celoso guardián para Palencia. ¿De quién es la montaña? Del mundo; a lo sumo, de los de Piedrasluengas, un pueblo que duerme por debajo del collado que da vista a los Picos de Europa.

Por encima de "Los Redondos", a un lado de esta colosal obra, se divisa "Tres Mares", más alto que "La Horca", de Lores, por donde ahora pasa mi caballo y más que Peñalabra y el Carazo, éste último, allá por donde alumbra ya Fuentes Carrionas, otro universo frente al nuestro, lleno por igual de asombrosos rincones, donde se alzan como ceremoniosos visitantes el "Espigüete" y el "Curavacas"; tierra de todos, tierra de nadie, cortoneada a gusto de cada visitante.

Unos dicen que Cervera de Pisuerga, el otro enlace poderoso, es la capital de Pernía; que Herreruela, Celada de Roblecedo, Estalaya y Verdeña son hermanas carnales; que Ruesga, Gramedo y Rebanal respiran nuestro aire...; otros, incluso, van más lejos, dicen que somos cántabros de origen, por aquello del uso frecuente de la "u" al final de las palabras. (1) Nos disputan, nos celebran, van y vienen con indudable gozo, se entretienen buscando hermosos peces a la orilla de nuestros arroyuelos, tropiezan con los corzos y un año tras otro nos enseñan y aprenden.

Describir el contorno de Pernía nos llevaría cuatro líneas, pero la montaña no se detiene aquí.

Para el viajero que llega de La Ojeda, cansado de ver centeno, buena gente también aquella gente, el alto del Ballegón es un océano: allá al fondo, entre pequeñas brumas, el confín de Palencia; por la collada San Salvador asoma la cabeza, y por debajo, a unos metros del mirador natural, el Vañes nuevo. (Dejad, que ya hablaremos largo y tendido de los pantanos más adelante). Siempre le sorprenden a uno las grandezas de estos pequeños pueblos. Vañes tuvo una época de esplendor para Cuberos y Toneleros que servían contenedores váquicos a muchas regiones españolas. (2)

No hay manera de buscarle un asiento definitivo a la comarca. Sabemos donde está enclavado cada pueblo, los riachuelos que atraviesan por ellos, las chimeneas que humean cuando amanece, las leyendas, los picos o las peñas desafiantes que te observan, pero no podemos ponerle un mojón y cantar victorias al final de la guerra, porque, ni hay guerra, ni la tierra se divide, ni el agua puede retenerse, ni los montes se meten por capricho en la esplanada.

Todo tiene su explicación: la tierra está ahí, se la ama, la defendemos con vehemencia, aportamos un conjunto de frutos que la embellecen, que posibilitan su vida en ella. Verdeña, inspira, tiene un contorno mágico; Tremaya, enerva, donde parece terminar el viaje, empieza; Estalaya te eleva a las alturas, Lebanza te enamora, Camasobres te encanta, te atrae Triollo y Vidrieros te reserva una sorpresa. En este oficio todo está permitido y voy a dar un salto triple. De Cervera a Aguilar de Campoo todo está escrito: en prosa, en verso, en antiguo, en moderno, de mil maneras que cumplen bien el objetivo. Puertas grandes, sin olvidar a Guardo y a Velilla, que misteriosas se abren; remozadas colegiatas y Casas Culturales; Columnatas por paseos, pequeñas tascas a la vera del río, complejos hoteleros y aroma de galletas; en fin, vamos del blanco al negro, de la harina al carbón. Y es curioso, en Aguilar de Campoo las galletas; en Guardo, la térmica, y en Cervera y Pernía, las dos al mismo tiempo: "Los socorritos" y la mina. Todo lo iremos desentrañando en los próximos capítulos. Y quedará mucho por decir. Y habrá cosas que no se digan como el mundo las ve, sino como las ve el alma del poeta. Yo tengo una sospecha: nuestra tierra tiene un don poderoso. Decía Francisco Bacon: "Las sospechas son, entre los pensamientos, lo que los murciélagos entre los pájaros: sólo vuelan al crepúsculo". Dejadme que lleve una sospecha y que vuele día y noche.

Alguna vez los pensamientos toman tierra y escriben los contornos que de verdad quisiéramos para esta bella tierra.
_________

(1).- Jatu, sal de esi matorru que te avientu un cantu...
(2).-Vañes, del libro III de "La Montaña Palentina", de Gonzalo Alcalde Crespo

Artículo extraído de su primer libro: Viaje a Través de la Montaña, 1989

VIAJE A TRAVÉS DE LA MONTAÑA | FROILÁN DE LÓZAR | PUBLIACIONES
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24 febrero 2012

Valorar lo que tenemos
febrero 24, 20121 Comments

Creemos que con un día de marcha ya hemos reivindicado suficientemente nuestro estado. Y que la prensa y el resto de medios de comunicación serán los vehículos idóneos para extender la llama. Y los poderes públicos se verán obligados a resarcirnos por tantos años de silencio.




Ahora más que nunca, con los ejemplos que nos llegan de otros sitios, creemos que no sólo nos adeudan los años aquellos de penurias, cuando hasta el rey venía pidiendo, y pedían los curas, y los Señores, y los Condes... aún en tiempos de malas cosechas, en una tierra siempre expuesta a los largos inviernos. Creemos que del pasado les deben a los nuestros un reconocimiento, que tampoco se ha visto compensado con los importantes pasos que en materia turística han dado las Instituciones palentinas en los últimos años. Creemos que nos deben el progreso, con unas vías de comunicación que hubieran generado el tránsito debido para una repoblación que hubiera asentado la confianza, siempre que el mal de la despoblación parecía solo cosa nuestra. Y es posible que nos lo deban todo y que seamos deudores suyos por los siglos, en base a que cuidamos con esmero de una tierra en la que se conjuga tanta historia. No dudo que lo que unos hombres sueñan, otros consiguen hacerlo realidad, fijados en las mismas premisas que quienes les precedieron y con la fuerza que da la savia nueva. Pero también soy pesimista y entiendo que hay sueños que seguirán soñando otros, que hay voces auténticas que no lograrán pasar estas montañas, que hay respuestas que nunca nos dejarán satisfechos...

En base a un pensamiento que circula por ahí estos días, me propongo luchar por lo que quiero, no olvidar los que nos sigue doliendo, y valorar y conservar lo que tenemos, que eso también es garantía de que seguimos vivos.

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO 
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17 febrero 2012

Si me lees dentro de 100 años
febrero 17, 2012 6 Comments

Llega un momento en cualquier actividad, en cualquier vida, donde se hace un balance, para seguir en la misma línea, si lo que se hizo estuvo bien, o para buscar una alternativa si el resultado no nos satisface. En mi caso, las nuevas tecnologías sirven de referencia para recuperar allí viejos escritos, encontrar motivaciones parecidas en otras latitudes castellanas que sufren los mismos o parecidos males y globalizar de alguna manera nuestros enclaves a punto de ser devorados por ese cáncer de la despoblación al que no se le ha encontrado medicina eficaz en ningún lado.



No sé por qué, siempre se valoran las propuestas de los demás cuando quienes las hicieron están requetemuertos y sólo quedan las hemerotecas para darles el cumplido reconocimiento. Como eso no va a cambiar en el tiempo, aprovecho para agradecer por anticipado, ahora que puedo, a quienes tengan la ocasión de leerme dentro de cien años, y acaso me citen con el mismo deleite que yo cito a quienes describieron antes la desolación, el paisaje, la historia y el devenir de estos lugares. Lógicamente, estamos transmitiendo el sentimiento de muchas personas que sintieron el mismo frío y abandono que nosotros, que sintieron las mismas emociones. Es conveniente que nunca se pierda la esperanza.

Pero prevalece el sentimiento de amargura cuando compruebas que la tierra se va agotando sin remedio, y no llegan los repobladores que se esperan para darle nueva vida, como los repobladores que llegaron un día a estos lugares y construyeron sus casas, y levantaron las iglesias y los puentes y se guiaron en los viejos Concejos... Porque todo llega en su momento, no cuando lo deseamos nosotros, y en la historia de cada pueblo, como en la historia de cada persona, intervienen una serie de factores que generan todo lo necesario para que el hecho se produzca. Y si no hemos sido capaces de contagiar a nadie; si no hemos podido venir a vivirlo como gritábamos a los demás que hicieran; si no hemos sido capaces de ponernos en pie para defender tantas historias como aquí se fueron generando, es que, a lo mejor, no nos lo merecemos, ni somos las personas indicadas para continuarlo.

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO 
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10 febrero 2012

El invierno es cosa seria
febrero 10, 2012 2 Comments

Leo en un diario nacional que los inviernos no fueron siempre tan aburridos como ahora. Los actuales hombres del tiempo han encontrado muchos años después la causa de aquellos inviernos tan largos. Se trata de una línea imaginaria que comunica estas tierras con el Mar Cantábrico, el vacío formado por el curso del río Deva y los vientos norteños que chocan en el "boquete" que forma el Peñalabra y la Peña Bistruey. Resulta interesante y divertido verse uno reflejado en tan importantes medios de comunicación y con explicaciones que desbordan nuestro limitado entendimiento. El periodista lo resume así: "Las masas de aire forzadas a elevarse por primera vez en estos puntos, descargan cantidades ingentes de nieve..."



Parece que lo que le mueve a esa rigurosa investigación, es la cita que aparece grabada en el atrio de su iglesia: "Año 1713. A 26 de febrero comenzó a nevar y no cesó hasta el 29 de abril. Ese día había 12 varas". Hace unos días, en conversación telefónica con el folklorista Luis Guzmán Rubio, recordábamos la copla cantada por Sarai Plaza, recogida en los años 40 por su padre, Guzmán Ricis, lo que viene a justificar con pocas palabras la intensidad de los inviernos en esta zona:

En Camasobres la nieve
borra todos los caminos,
pero jamás borrará
tu cariñito y el mío...


A pesar de todo, sin quitarle la razón a nadie, en los inviernos que llevamos descritos no se habla de una gran cantidad de nieve caída, sino de una gran cantidad de nieve acumulada por el viento, lo que forma neveros espectaculares en algunos lugares como el Vallegón, la Venta Urbaneja, el collado de Areños... El año que alguien se molestó en grabar, sería, sin duda, uno de aquellos en que para atravesar las calles era necesario hacer auténticos túneles, cuando las plantas bajas de las viviendas estaban tapadas por la nieve, como bien recuerdan los más viejos del pueblo de Lores en la gran nevada del 54.

Loable es que nos hayan encontrado y nos sitúen en el mapa correctamente, aunque desde que padecí el invierno en propia carne, yo nunca me lo he tomado a broma.

Imagen: Máquina quitanieves abriendo las calles de Cervera en 1954
Más sobre este tema en nuestro blog "Curiosón"
"Grabado en piedra en 1713"


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