ORÍGENES

26 febrero 2005

El informe de la verdad
febrero 26, 20050 Comments

La verdad, tarde o temprano, te pone a salvo. Según el informe que ha elaborado "Dynamica Consultig", los vecinos de la montaña palentina desconfían de las instituciones. No hay nada nuevo bajo el sol. Los elevados índices de masculinidad y soltería y el envejecimiento de la población eran cosa ya masticada por todo el mundo. Pero, quienes rigen, dudan y desconfían. Ponen en tela de juicio lo que aquí vamos apuntando y sólo para que quede constancia de su preocupación y no se note tanto su desconfianza, nos remiten a los informes oficiales, a las estadísticas que, para qué vamos a engañarnos, no nos desvelan nada nuevo.





Yo estoy satisfecho, entre comillas, de que, finalmente, aunque tarde y a regañadientes, como con miedo de perder la pensión por cantarles las cuarenta a quienes se sientan en la poltrona, gracias a la confianza que ellos les dieron en las urnas, el pueblo haya dicho que las cosas no marchan bien (o la consultoría haya reflejado fielmente lo que el pueblo ha dicho), y que ellos, que son los que pueden cambiarlas, se han ido pasando la pelota año tras año, postergando las soluciones, alargando las obras, retrasando en definitiva el cambio que nos hicieron ver en sus promesas.

La ciudadanía está muy descontenta con los servicios sanitarios. Mucho alardear de hospital nuevo y falta lo más básico para atender una urgencia. Curioso el acalorado debate que suscita el lamentable estado de la carretera que une Aguilar y Cervera. Lo que iba a unirnos, nos separa, dado que han tardado años en repararla y, cuando ya parecía compuesta para su inauguración, comienza a flaquear por mil puntos, por lo que las autoridades de los pueblos cercanos se han decidido a pedir explicaciones a la Junta. En este país todo se manifiesta a cámara lenta y llegamos tarde o no llegamos nunca a los sitios.

Estamos habituados a lo que aquí es normal: diez días de incomunicación por el invierno; casas en los pueblos que se habilitaron en su día como residencia del médico y que se dejaron perder inadecuadamente, sin que los mandatarios posteriores lucharan por recuperarlas en los años siguientes  y restablecer así la situación.

Vías de comunicación tan importantes como ésta, que une los principales núcleos de montaña y cuya culminación estaba prevista para mediados de septiembre.

Entre todas las normas que se escriben, no hay una que hable de unificar esfuerzos y criterios y ahí se deja ver, precisamente, la dejadez de quienes proclaman a los cuatro vientos el esfuerzo que vienen realizando para dotarnos de infraestructuras. Es hora de que las autoridades de todos estos pueblos se unan y pongan sobre la mesa todas esas cuestiones que llegan a hacerse una bola indigesta. Todos los asuntos en la misma carpeta, porque aunque se trate de pueblos y partidos distintos, el fin que se persigue es el mismo.

De cualquier modo, hay unos datos que deben despertar la conciencia de nuestros gobernantes. Se ha encuestado a una buena parte de residentes habituales y ocasionales y, aunque este tipo de seguimiento no sea la panacea, si responde en un elevado porcentaje a la situación que se padece.

No se puede obviar la inquietud de la gente, pues se han llenado las salas donde se celebraban las reuniones y pese al alto porcentaje de satisfacción que se evidencia, cuando se les pregunta sobre la suerte de poder vivir todo el año en esta tierra, la fuerza de la razón es cada día mayor al considerar inadmisible la calificación de ciudadanos de segunda.

Hasta quienes se apresuraron a estampar la firma para decir que sí al Parque Natural, saben que este no podrá mostrarse si no hay buenos accesos y saben que comenzará a deteriorarse si se apalea o se ignora a quienes le mantienen.

Lloremos, que parece que lo del refrán también resulta verdadero.

De la sección "Vuelta a los Orígenes".
Diario Palentino, 26 Febrero de 2005
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19 febrero 2005

Cómo vamos del olvido a la Reserva
febrero 19, 20050 Comments

Todas las personas que habitan estos núcleos, desde un anonimato del que se niegan a salir en muchas ocasiones, han contribuido al cuidado y desarrollo de esta tierra. No sé si ese aspecto lo contemplan también quienes hacen las leyes , aquellos que tienen la palabra para hacer y deshacer las normas a las que luego deben someterse quienes lo cuidan para que vengan a disfrutarlo otros.




Revisando la hemeroteca de un diario de Asturias, cuenta allí un colaborador la importancia que desempeñaron pastores y montañeros para la exploración y divulgación de los muchos accidentes geográficos que se extienden por los Picos de Europa. Así, por ejemplo, uno de los picos situado sobre el Neverón de Urriellu había sido hollado por el pastor de Bulnes Fidel Mier Bárcena, quien la última vez que subió encontró una tarjeta de Emilio Ribera Pou, famoso montañero que, equivocadamente pasa por haber sido el 15 de agosto de 1933, junto con Carlos Mier, el primer ascensionista.

Un millonario francés, que corona entre 1890 y 1893 muchas de las cimas a las que nadie había llegado, topógrafos militares y geólogos, como el gallego Casiano de Prado, que explora la garganta del Cares a partir de la aldea leonesa de Caín hacia el siglo XIX. Son nombres que sirven como ejemplo, y que han contribuido de algún modo, al descubrimiento de zonas a las que sólo llegábamos con la vista.

Aquí ocurre algo parecido y así lo describen los investigadores: lugares e historias a las que llegamos gracias a la providencial mano de un pastor que un día quiso recorrer los roquedos que veía cotidianamente. Quiero hace hincapié en esto por si coincide y me leen quienes hacen las leyes, quienes miran por el cuidado de las especies protegidas, y aquellos que, por un amor a la naturaleza fuera de toda duda, arrinconan, ensombrecen, anulan la figura de quienes viven en tantos pequeños pueblos alejados de tantas prestaciones.

Ignoro si es un hecho ya o lo será en los próximos meses. Un estudioso de estos pagos, el trinitario Vicente Basterra Adán, adelantó la noticia en una conferencia que ofreció en San Juan de Redondo: pronto recibirá un nombramiento especial todo el entorno de "Peñas Negras", lugar por donde atraviesa la llamada "Senda del Oso", siglos atrás lugar conocido como "El Condado de Peñas Negras".

Digo que no me extrañaría al paso que vamos, y una vez demostrado el alto valor ecológico y todo el complemento emocional que conlleva el verdor, la fauna, el agua, el monte..., no quedará un reducto que se libre de un nombramiento que lo aúpe más en el escalafón del Patrimonio, dicen las autoridades y los entendidos que para preservarlo, a veces pensamos los neófitos, que para alejarlo más del pueblo, interrogándonos qué sentido tiene tanta medalla y distinción, si a la postre, esas medidas al pueblo no le reportan nada más que disciplina severas, impidiendo en muchos casos el normal desarrollo de sus actividades.

Del olvido total hemos pasado a la reserva, para ser observados y conducidos como especies raras que durante años sobrevivieron al pasotismo de la administración. Dicen que de los errores siempre se aprende y uno de los errores donde más veces se ha tropezado ha sido nombrar parques sin consultar a las administraciones y ciudadanos implicados en las posibles zonas afectadas, de manera que, el ejecutivo, para enmendar el error más grave, destina dos de cada tres euros de las inversiones a las zonas rurales. Dinero que se dedicará a la construcción y arreglo de carreteras, establecimiento de nuevas empresas, mantenimiento de centros educativos y otras medidas que, como siempre llegan tarde, destinadas a frenar la sangría poblacional.

Alguien tiene que enfrentarse decidido a los errores del pasado y, sobre todo, no confundir hombres con árboles, ni ecología con armonía. La convivencia nos obliga a todos un poco a aportar y a ceder para que la historia siga su curso.

Imagen: Pumar59, San Salvador de Cantamuda.

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05 febrero 2005

Hospitalidad, bello criterio
febrero 05, 20050 Comments

Uno de los estigmas que marcó a esta tierra desde siempre, fue la hospitalidad de sus gentes. Hemos llenado páginas y páginas hablando de la carne como marca, de la gastronomía en general, de las rutas; en una palabra, del enorme potencial turístico.




La Ley de Espacios Naturales nos define como "áreas naturales poco transformadas por la explotación u ocupación humana..." Y en razón a esa belleza que nos rodea y a esa enorme riqueza de flora y fauna que nos avala, los gobernantes descubrieron por fin sus altos valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos, cuyo cuidado y observación merece una atención permanente. Sobre esto mismo hablaba Mañueco siendo presidente de la Diputación en un especial que el diario ABC le dedicó a Palencia en Julio de 1994.

En la contraportada de nuestro diario, el 12 de diciembre, el redactor llevaba a un titular las palabras del alcalde de Villalba de Guardo: "Estoy orgulloso de la honestidad que ofrecemos", que bien mirado, tiene mucho que ver con esa acogida de la que ahora hablo.

Pero yo dudo que seamos herederos de quienes dicen.

David del Olmo, asegura en un informe realizado con motivo de la Feria de Turismo de ese año, que los pobladores de Cervera tuvieron un gran protagonismo como héroes durante la toma de Baeza y Antequera, y que desempeñaron un papel importante en la batalla de Salado. Y aún hay más: nuestros antepasados fueron hasta Granada a reclamar el tributo castellano que les correspondía y se les negaba, acompañados por Sancho Rojas, a la sazón obispo de Palencia. La historia les recuerda tan entregados en la batalla del Desfiladero de Boca del Asno, a las puertas de aquella ciudad andaluza, que si miramos hoy la pasividad y el desinterés que reina por todo, no podemos dar crédito.

Porque, sin ir tan lejos, buceando en los recuerdos más recientes, uno se acuerda de la camaradería que imperaba, de la entrega de los vecinos para ayudar a los menos pudientes en la recolección de la cosecha, en las labores del campo, en las huebras...

Por todo lo que se ha contado, por todo lo que yo he visto, la fiesta de cada pueblo era un encuentro con los pueblos vecinos, un día de romería donde todos los forasteros encontraban acomodo y comida.

Sobre la hospitalidad de las gentes de la montaña habló bien en Cervera el seleccionador Iñaki Sáez: rudo, campechano, a todos nos cameló con un pregón sencillo.

"Buena tierra, mejores gentes" —escribe aquí mismo Eduardo Álvarez— Y añade: "No escribo nada que no piense. Exageraciones, las justas. Volveré a disfrutar de la hospitalidad de verdad y sobre todo de algo tan escaso en esta comunidad: el sentimiento de orgullo del que se sabe nacido en Palencia".

Bello criterio, pero de todo hay en la viña del señor y no faltan aquí raudales de indiferencia, pisotones, portazos, negaciones a diario de gentes que sí, a todo amén, amén, pero allá te las apañes luego.

Uno se aferra a los recuerdos donde se hallan tradiciones e historias en las que participaban todos. No es que se hayan cerrado las puertas, pero no nos engañemos: ni asomo queda de la hospitalidad de antaño. Y les hay que se sienten hasta molestos cuando se llenan los pueblos en verano, como para pensar en ir más lejos con la repoblación.

Como destino turístico, pase.

Como lugar de vacaciones, pase, pero para hacer realidad ese lema que algunas asociaciones lanzaron años atrás de "quédate a vivir", hace falta una acogida plena que ahora no se vislumbra.

Lo de la hospitalidad, si somos sinceros, es un bonito criterio, sirve bien como título, puede que algunos lo contemplen en su corazón y lo practiquen en su vida cotidiana, pero no es algo que abunde y eso contribuye también al empobrecimiento y a la despoblación de nuestra tierra.


De la sección del autor "Impresiones" en Diario Palentino.
Imagen: @Orígenes, Sierra de Brañosera

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29 enero 2005

Don Quijote de los molinos
enero 29, 20050 Comments

En "Castilla, lo castellano y los castellanos", Miguel Delibes afirma que el viejo campesino ha parado deliberadamente el reloj. El reloj del campo es la tradición. Avanzando en la lectura, que recoge un compendio de su obra, así ve Miguel Delibes al castellano ante el progreso: "quedan pocos y envejecidos y de no sobrevivir un milagro pueden ser considerados como los últimos exponentes de un modo de vida que desaparecerá con ellos".



Ante estos y otros juicios similares, la crítica le tildó a nuestro prolífico escritor de reaccionario, sin querer advertir –como él mismo confesaría más tarde– que para nada rechazaba el progreso en cuanto a tal, sino una orientación del progreso que considera torpe e irracional por el doble motivo de que deshumaniza al hombre y destruye la naturaleza. Al hilo del libro que ahora prepara con su hijo, me pregunto: ¿Cómo considerará el maestro la implantación de estas centrales eólicas?¿Será una lucha real del hombre contra los artificios? En la explanada del Cerro de Campo de Criptana, Don Quijote retó a un puñado de gigantes desaforados, unos molinos que en la vida real funcionaron hasta bien entrados los años ochenta. Los diez que ahora quedan tienen su nombre, tres de ellos conservan la maquinaria y el primer domingo de cada mes se hace una demostración.

Pero yo me refiero a los molinos del progreso. A finales del pasado año el Gobierno Vasco hacía público un documento, en el que contemplaba como viable y necesario el Parque Eólico de Ordunte. Con la culminación de este proyecto se pretende conseguir que Euzkadi produzca en 2012 el 12 por ciento de su electricidad de forma limpia. Pero pronto le llueven las protestas. La Diputación, su socio en el gobierno, a través del Servicio de Montes, se opone al proyecto, alegando que su construcción influiría negativamente sobre la flora, la fauna y el paisaje. El Consistorio de Carranza, término donde se ubicaría la instalación, elabora sus alegaciones, temiendo que sus habitantes, muy castigados por la falta de agua, se sumerjan en una sequía permanente. Y la bola sigue extendiéndose hacia otros lugares. Los vecinos del Valle de Mena (Burgos) muestran su rotunda oposición, ya que 14 molinos serán izados sobre terreno burgalés, temiendo por la baza, ahora en auge, del turismo rural. Lo cierto es que, el mencionado plan ha vomitado opositores por doquier, además de las asociaciones ecologistas, ya presentes en todos los proyectos que tienen que ver con el progreso. Y en Palencia tenemos buena muestra de ello.

Para estos grupos el progreso pasa por una conservación del entorno que no admite la roturación ni el cambio y su NO es categórico y rotundo. No a los proyectos de infraestructuras. NO a las minis centrales de Cardaño y Brañosera, NO al túnel que nos comunique con Piedrasluengas, NO a un proyecto de carretera que ahora vuelve a intentar el ejecutivo cántabro, que comunique Piedrasluengas con Reinosa, NO a los parques eólicos, NO a las presas como la de Castrovido, a la que han calificado como "el proyecto de construcción más absurdo del territorio nacional".Se limitan a decir a todo que NO sin presentar proyectos alternativos que puedan darnos vida. Lo suyo es defender la tierra contra todo lo que se manifiesta como ataque del hombre, que mira que es un pensamiento inabarcable y por lo tanto, de difícil tratamiento, contemplándonos únicamente como una zona verde y mágica, nunca como un lugar en el que vive gente, gente que necesita adaptarse a los tiempos para no seguir padeciendo el aislamiento; gente que necesita llegar a los sitios: ambulatorios, centros educativos, organismos... etc.; gente que lo único que ha hecho es mantenerlo. 

Ciertamente, si todo lo que se contempla como progreso, entre ello esta energía alternativa que los expertos señalan como limpia y necesaria, tuviera que someterse a la opinión de cada pueblo o cada experto, los proyectos se quedarían obsoletos, cuando no arrinconados, puesto que son tantas las demandas como las objeciones. ¿Cuánta razón tienen los que se oponen? ¿No les gusta, porque no es tan limpia como dicen, o no les gusta porque son muy aparatosos los molinos que portan la fuerza? ¿Por qué se aprueba en Vallespinoso? ¿Por qué el Ayuntamiento de Velilla no lo quiere, si tanto dinero genera para las maltrechas arcas municipales? Yo creo que deben aclararse, y si es bueno, y es alternativo, y va a suponer dinero para los ayuntamientos y para los pueblos, sin abusar de ello –que todo es malo cuando no existe freno–, alguien debe decir que sí y empezar a ver algo más que la montaña seca de tanta pancarta prohibitiva como se empeñan en anunciar quienes ni nacieron ni vivirán en ella.

Imagen: Castillo de Aguilar de Campo, por José Luis Estalayo.

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22 enero 2005

Las cuatro estaciones
enero 22, 20050 Comments

Al amigo y colaborador desde México, José Luis Estalayo

Suerte o tesón, tal vez un poco de ambos, quiero agradecer a los responsables de este diario la oportunidad que me brindan de escribir cada semana de la montaña palentina, realizando una mezcla, en ocasiones explosiva, que viene bien para desperezarnos y advertir que el letargo no es bueno para nadie.
Pero no basta la fe, es necesario la paciencia, es conveniente la insistencia, aunque el pasado sea un prólogo y vivamos cada cambio y ruptura con esa sensación de ir perdiendo por el camino cosas.




ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL LIBRO
VER DOS VECES LAS COSAS
FROILÁN DE LÓZAR, SEPTIEMBRE DE 2020
LECTURAS EN EL BLOG +DE 270

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15 enero 2005

La tempestad y los Gobiernos
enero 15, 20050 Comments

Frente a todos los miedos y las necesidades, hay algo que, paradójicamente, avanza y se sitúa a nuestro favor: me refiero a la comunicación. El 19 de Noviembre, los responsables de este diario llevaron a la portada un titular que bien podría provocar la risa de cualquier turista. La risa se convertiría en carcajada monumental en el caso de que este incidente llegara a oídos de esos concursantes de "gran hermano" que ignoraban la existencia de Palencia. Manda huevos, los mismos que luego por soltar cuatro chorradas, o insultar a diestro y siniestro a medio mundo, se ganarán miles de euros.



Antes de la nevada que colapsó Burgos y dejó a medio norte temporalmente aislado, tres vecinos de "El Golobar" estuvieron incomunicados por la nieve una semana. Esto no es nuevo ni allí ni en otros lugares de nuestra zona norte. Es probable que la prensa lo resalte mucho y los afectados tiendan a exagerarlo, pero quienes no han pasado nunca por una historia parecida no saben hasta qué punto penetra ese estado de incomunicación, esa sensación de alejamiento. La mismas carcajadas me provocan a mí las protestas airadas de quienes se han visto sorprendidos por una tormentilla a las afueras de Madrid, que no alcanza ni con mucho la peligrosidad que adquiere aquí por el terreno, la señalización, los pantanos y la falta de medios.

Yo me indigno porque, sinceramente, todo el encono que depositamos nosotros en estas líneas de periódico, le sirven al ejecutivo para diseñar un Plan de Emergencia que, no entiendo por qué, casi nunca llega a los pequeños pueblos.

El Plan de Protección Civil de Castilla y León se compone de más de 250 máquinas quitanieves (Palencia, 15), excavadoras, motoniveladoras y cargadoras, que se ponen en marcha para evitar la acumulación de nieve y la formación de placas de hielo.

Y es lógico que la mayor parte de ellos vayan destinados a los lugares donde mayor tránsito se da, pero sin olvidar a los pueblos más alejados. ¿Qué ocurre?

Pues que las competencias están en manos de otros organismos, en el caso que nos ocupa, de la Diputación, y cada uno se defiende como puede de la quema achacando la situación a los contrarios en la política, a la escasez de medios, a la imposibilidad de hacerlo más rápido porque no amaina el temporal o no se ha previsto en otros casos la magnitud que luego alcanza. Lógico esto, porque de momento la adivinación no es un título como para que los afectados vengan exigiendo responsabilidad por ello.

Jesús Guerrero, portavoz del PSOE en la Diputación habla de "atasco monumental" en la carretera que da acceso al Golobar. Y Enrique Martín, el presidente, le responde que fue algo puntual debido a una situación muy concreta.

Si es verdad que se contaron mil vehículos, que me parece una cifra muy abultada, la Diputación, que tanto clama por el norte, debería plantearse en serio la apertura de las instalaciones que se habilitaron en la sierra de Brañosera, puesto que los responsables de la Institución provincial en épocas pasadas nos dejaron con la miel en los labios y nadie se ha acercado en estos años tanto como Enrique Martín, todo sea dicho. Que Enrique no atribuya importancia a la incomunicación de tres vecinos está mal, pero hay que reconocer el esfuerzo que el organismo palentino viene realizando en todos los campos y en todas las comarcas.

Resumiendo: el presidente del Gobierno pidió perdón y prometió remedios. La Junta nos envió una quitanieves nueva valorada en 300.000 euros y se puso en marcha un plan de viabilidad para luchar contra el invierno. Pero que nadie se tome al pie de la letra todo lo que dicen o todo lo que leen. Está en boca de todos que al invierno no se lo come el lobo y que no sirven para nada las valentías ni los coches fantásticos. Los planes son bonitos pero conviene tirar de la precaución, de la paciencia, de la sensatez y de la calma.

Si tuviéramos la posibilidad de poder comprar el tiempo, nos mataríamos unos a otros y da la impresión de que la lluvia que no cae o la nieve que tapa los caminos es obra del gobierno de turno.

Imagen: Puente de Polentinos, por José Luis Estalayo.

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08 enero 2005

Historia de cigüeñas
enero 08, 20050 Comments

Mientras un diario digital se refiere a las cigüeñas como habitantes que embellecen la ciudad de Alcalá de Henares, un diario de Zamora comenta que el obispado de aquella ciudad castellana recibe a diario las quejas de sus párrocos. Están preocupados porque peligran los edificios religiosos por el peso de los nidos. ¿Qué les iba a decir el obispo, si en la misma catedral se pueden contemplar más de veinte cigüeñas que permanecen todo el año?




Esa referencia se repite a lo largo y ancho de nuestro país. También en nuestra capital y provincia.

Los observadores señalan que una de las mayores colonias de cigüeñas del mundo se ubican en la localidad riojana de Alfaro. Cornisas, pináculos, tejados y oquedales; repisas y ventanas de la iglesia colegiata de San Miguel, cualquier lugar es bueno para restaurar o construir su nido, para poner sus huevos, para alimentar luego a sus hijos, hasta que dos meses más tarde abandonen el sitio. Para los amantes y seguidores de la cigüeña blanca, poder observar tan alto número de animales sobre un solo edificio, genera una auténtica escuela para el conocimiento biológico y científico de la especie. Pero, curioseando por la red, uno se encuentra escenas sorprendentes. La especie en peligro de extinción es la cigüeña negra.

Los internautas de la República Checa, que durante meses siguieron el viaje de Jonás por España, un pollo de cigüeña negra, vieron que su señal desaparecía al ser abatido cerca de Doñana. El polluelo tenía más seguidores que "Gran Hermano" y se cuentan por miles las cartas de protesta que van llegando a la embajada Checa en España. Este seguimiento masivo tiene su explicación, porque desde 1996 la radio de aquel país organiza expediciones científicas a África y convierte a sus oyentes en biólogos virtuales. Jonás pertenecía a una familia, una pareja y sus tres polluelos, que fueron equipados con transmisores y una cámara de televisión transmitió durante 24 horas en Internet la actividad del nido. Miles de escolares de la República Checa estuvieron pendientes de lo que le ocurría a la familia. Jonás puso rumbo hacia el sur, pero sufrió un envenenamiento por el camino. Es curado por unos biólogos que lo liberan en 1998 cerca del Parque de Doñana, hasta que en septiembre deja de emitirse su señal. Los biólogos encontraron el transmisor en Villafranco del Guadalquivir (Sevilla), pero ni rastro del pájaro, que se supone, fue abatido por un desaprensivo. Una suerte parecida corre su compañero A Hynek, a quien se lo carga un cazador en Francia, a la vista de todos los que seguían por Internet a estas estrellas televisivas.

La delicada situación de esta especie activa las protestas en "Quercus" y otras revistas especializadas por parte de los naturalistas.

A mí me llegó al corazón el relato de la cigüeña viuda de Vitoria. Una mañana entera gastaron un equipo de técnicos del Departamento de Medio Ambiente para evitar que se malograran los retoños no natos de una pareja de zancudas que anidaban en la Torre de la Iglesia de san Vicente. Una noche, cuando la cigüeña padre regresaba al nido con varios objetos en el pico, fue a estrellarse contra el tejado de "Los Arquillos" y nada se pudo hacer por salvarle la vida. Entre los expertos se dilucidaba el tipo de actuación que evitara la pérdida de la nidada. Pero se determina finalmente no actuar en ningún sentido. Subir al nido con una grúa puede ahuyentar al animal, retirarle los retoños y poner huevos de oca para que no los eche en falta, con la intención de incubarlos artificialmente, tampoco parece una decisión que agrade a nadie.

Pero sí es verdad que aquel año de 1996 se dijo que las cigüeñas eran las aves mejor cuidadas por las autoridades alavesas. Hasta tal punto llegaron a interesarse todas las Instituciones por estos animales, que recomendaron retirar banderas y pancartas de los campanarios a fin de no asustarlas. A primeros de abril de aquel año, el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación acuerdan prohibir el lanzamiento de cohetes en las fiestas de San Prudencio.

Las historias y los ejemplos se suceden en otros lugares. Unos años más tarde, en el 2000, se fragua el movimiento "Cigüeñas para Oviedo", que tiene como objetivo fomentar la receptividad de las personas que habitan en los entornos rurales hacia la conservación de la fauna silvestre.

Imagen: Pumar59

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18 diciembre 2004

Osos, 25 - Humanos 15000
diciembre 18, 20040 Comments

En 1984, el Fapas crea el proyecto Oso. Ocho años más tarde, en 1992, nace en Oviedo la Fundación Osdo Pardo, cuyo lema es: "contribuir al conocimiento y a la conservación del oso pardo y de su hábitat".




Me parece bien y lo apunto como parte de esa diversidad que enriquece los caminos del hombre. Pero no dejamos de felicitarnos por el lema que aparece en la cabecera de nuestra Asociación: "Por un desarrollo sostenido y armónico de nuestra zona en el que, la mejora de vida de las personas sea el objetivo primordial e irrenunciable".

Marc Alonso, un técnico de la Generalitat encargado de seguimiento del oso, en unas declaraciones a un diario nacional a finales del siglo pasado, pide a las gentes que no crean en las historias mitológicas que se cuentan, que no hagan caso de esas leyendas negras donde el oso es la alimaña que se come todo lo que encuentra.

El hombre, aunque mermado por la losa de la emigración, gana por goleada al oso. Los defensores del animal saben que para tener más osos hay que aumentar el número, y para cumplir esta premisa, en 1996, los franceses sueltan a Giba y Melba, dos magníficos ejemplares capturados en el sur de Eslovenia. Giva, de unos seis años de edad y 100 kilos de peso; Melba, un año más pequeña. Cada animal llevaba entonces dos emisores que permitían conocer con un margen mínimo de error, dónde se encontraban, qué comían y de qué modo se iban integrando en el paisaje.

El técnico que me sirve hoy de base, formaba parte del programa Life, un proyecto de la Comunidad Europea en el que participaba Francia, Navarra, Aragón y Cataluña. Dentro de ese programa se contemplan diferentes medidas, muchas de las cuales se citan también en nuestro término: mejora de los hábitats, gestión de las zonas oseras, ayudas a los ganaderos...etc.. Los franceses fueron los únicos que se comprometieron a la liberación de osos importados, mientras que por detrás, desoyendo las mejoras que prometían, los ganaderos y agricultores dijeron que "matarían a la bestia, si pudieran". En el lado español fueron más prudentes y se conformaron con que los defensores, los guardianes o el Estado (quien quiera que fuese el responsable), les resarciera de los daños que el animal causara en las colmenas y el ganado, no sin advertir que, si fuera necesario, se haría se haría uso de la escopeta y el veneno.

No se miden esfuerzos para la conservación y el acomodo del oso. Las patrullas se encargan de buscar pieles y excrementos que envían a los laboratorios de Madrid. De eso modo, cada día se saben más cosas de ellos: se estudia a conciencia su ADN, se pretende conocer con exactitud el número exacto de ejemplares, su grado de parentesco, su variabilidad genética, de manera que ningún furtivo pueda escapar a la justicia. Guillermo Palomero, que hace unos días concedía una entrevista a la Agencia ICAL, con motivo de la apertura del Museo de Verdeña, ya dijo entonces:

"Vivimos un momento histórico: o salvamos ahora al oso pardo, o nos despedimos de él para siempre".

Y para compensar de algún modo aquellas impresiones donde el oso era el rey y nada sobreviviría a él, el reportero suaviza el asunto con la intervención de Marc Alonso, quien asegura que: "el futuro pasa porque el oso y el hombre sean compatibles y complementarios".

Yo soy consciente de que todos los que están involucrados en este programa de defensa del oso han hecho bien su labor. Lo hacen bien, coño, reconozcámoslo. La muerte de un oso conlleva un duelo largo, que siempre lleva por testigo a la estadística.

Se pretende sensibilizar a la población, hasta que el lamento del peligro de su extinción se haga una coletilla imprescindible en todos los escritos y referencias. Dentro de poco, nadie se acordará de los hombres y mujeres que hicieron posible la vida en esta tierra, sobrellevando tantas cargas y dificultades con la mejor sonrisa.

Me pregunto: qué ocurrirá el día que los investigadores den con la clave para que la población osera se reproduzca y crezca.

Si los naturalistas siguen haciendo su labor como hasta ahora, pronto se hablará de habilitarle al hombre un hogar nuevo en torno a las villas más pobladas, para que uno de los animales más tímidos y solitarios de nuestra fauna se acomode y viva a cuerpo de rey en el contorno.

Miedo me da pensarlo.

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04 diciembre 2004

La capitalidad de Redondo
diciembre 04, 20040 Comments

La Asociación de Amigos del Valle de los Redondos, recupera estos días el discurso de Luis Redonet, pronunciado en la Real Academia de la Historia el 28 de Marzo de 1852.
El citado documento se publicará como separata unos meses más tarde con el título "Cambio de Capitalidad y de nombre del Ayuntamiento de Redondo".



El Académico somete a la aprobación de la Institución el cambio de capitalidad, que de la villa de Redondo ha pasado a su agregado Areños, más que por el hecho en sí, por el modo en que se hizo, discurriendo acerca del alcance y la legalidad del referéndum.

Para defenderse de este cambio, que muchos no aprueban, en base al factor histórico y a que fue Redondo, con sus dos barrios de San Juan y Santa María, quien ofició de árbitro e impuso siempre su nombre al municipio, el académico hace hincapié en una serie de factores que, aunque no le devuelvan la capitalidad que ha pasado a ostentar Areños, sí deba conservarse la denominación exclusiva de Redondo o la dúplice "Areños-Redondo" o viceversa.

Resulta que, Redondo fue la villa de mayor número de habitantes respecto a sus agregados y en ese momento no ha perdido la superioridad demográfica. Para aseverarlo, Redonet hace alusión a los estudios monográficos, a las crónicas, a los diccionarios geográficos y a la obra de Gerardo Monge y Amando Gordillo: "España Término Denomniada", obra a la que recurre también el concejal Luis de Mier para combatir el cambio de capitalidad. Otro de los puntos que barajan los partidarios de enmendar ese nombramiento es que de 250 ayuntamientos que tenía la provincia de Palencia en el año 1908, carecían de ordenanzas propias 197; es decir, únicamente las tenían 53, entre los que figuraba Redondo, lo que se apunta como un hito, dada su topografía, su áspero territorio, su cruelísimo clima y sus rudas condiciones de vida. Otro de los apartados habla de la estadística de la Diócesis palentina mandada hacer en tiempos del obispo don Vasco, en el Sínodo Diocesano de 1345 y donde aparece ya el pueblo de Redondo como cabeza del Arciprestazgo, con la correspondiente jurisdicción y primacía que esto supone sobre los curas e iglesias de su respectivo territorio.

Insistiendo en la defensa de su nombre, el académico recurre a la figura de Sebastián Miñano que, sin citar de dónde toma la noticia, expone en 1827:

"En el término de Redondo está el convento franciscano de Corpus Christi sobre la cima de un cerro.../ La casa e iglesia son bastante capaces; el número de religiosos, de cuatro a seis, con dos legos. Regularmente van allí por penitencia o corrección. Es un lugar muy frío y lóbrego y se intitula: Nuestra Señora de Biarce."

El Diccionario Geográfico Universal, confeccionado al parecer por una Sociedad de Literatos (1833) se limita a copiar a Miñano, y coinciden estos con Garma y Salcedo en el nombre de la villa y en el del convento. Pero el apartado más curioso, que me sirve para cerrar este capítulo, es el que se refiere a los hidalgos. En aquel momento nada existe de tan rancia prosapia como los hidalgos, tan vinculados a nuestra legislación, a nuestra historia, a nuestras costumbres y a nuestra literatura.

Ya lo decía la copla:

"En el lugar de Redondo,
donde los hidalgos son,
cuanto más largos los días
más se acorta la ración."


Fueran o no "tochos", según reza otro cantar, y no hidalgos de sangre de cuatro costados ni siquiera de privilegio, sino simplemente de gotera, aunque atribulados por la pobreza agrícola y ganadera de la comarca inclemente y pedregosa en que vivían, todas las pruebas presentadas tratan de demostrar que los hidalgos de Redondo concedieron a esta villa un rango que merece conservarse a través de su nombre.

De la sección "Impresiones" publicado en "Diario Palentino".

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13 noviembre 2004

Una bola de fuego
noviembre 13, 20040 Comments

“Los jóvenes ya no huyen de su pueblo” –afirma el demógrafo Benjamín García Sanz en su libro “La sociedad rural ante el siglo XXI”. Para el director del Departamento de Sociología de la Complutense de Madrid, “la España rural empieza a repoblarse, pasada ya la crisis de los años 70,y la tendencia es que las entradas de los pueblos están aumentando”.



Frente a tanto experto como nos augura un resurgimiento, quienes hacemos un continuo seguimiento del medio rural, no dejamos de vaticinar la muerte irremediable y próxima de muchos pueblos. Lo hemos escrito muchas veces. Somos precursores de la catástrofe y, aunque no bajamos la guardia, no tenemos a mano ni se deja ver en las manos de quienes pudieran hacer algo, una señal que nos desmienta. Con razón asistimos ahora a ese levantamiento de los sorianos, que ya desde 1983 encabezan la lista de las provincias de nuestra región con más baja natalidad. Y es loable el alzamiento, que no va a detenerse en este manifiesto, porque ya estamos hartos y en algún momento tendremos que coger nuestras pancartas y unirnos a ellos, y que tiemblen de una jodida vez las Cortes Castellanas.

Porque si se habla en muchos circulos de nuestro pasotismo, y aquí parece que no nos mueve nadie a una protesta en firme, sabemos que la paciencia tiene un límite, que quien espera desespera y que si hay una pizca de entendimiento y nos unimos todos, la sentada puede hacer historia. Que hablen los políticos, pero que vayan resolviendo, que vayan cerrando de una vez heridas. Si ellos que tienen el poder y la capacidad de gestionar y resolver siguen dándonos largas, tendremos que pincharles para que no se duerman.

Aunque parece que soplan buenos aires y en un corto periodo de tiempo hemos asistido a declaraciones de importantes mandatarios que invitan a una esperanza. De un lado, la inversión de 70 millones de euros que el departamento de Medio Ambiente destinará a los Espacios Naturales y, de otro, el elocuente gesto de Zapatero en Lugo, frase que se recoge en varios rotativos:

“Quiero estar más cerca y más veces en aquellos territorios, ciudades y ciudadanos que necesitan más apoyo, inversión, desarrollo y solidaridad”

Entre estos territorios figuran las cuatro comunidades autónomas del noroeste peninsular –Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria– que, según el presidente serán destinatarias de un especial esfuerzo inversor en los próximos Presupuestos Generales del Estado.

Pero, de momento, no dejan de ser proyectos que para nada despejan la incertidumbre que vuela sobre los pequeños pueblos.

Para conocer más de cerca el fenómeno de esa bola de fuego que va dejando desierta nuestra comunidad, nada mejor que ir tras los pasos de toda esa gente que ha pateado sin descanso los pueblos para trasladarnos el resultado de sus investigaciones. El investigador burgalés Elías Rubio, viaja por “los pueblos del silencio” y apunta entre las causas de la despoblación las mismas que a diario vemos en los nuestros: aislamiento, pésimos accesos, mala relación vecinal, falta de servicios, dureza del clima, familias abultadas, efecto dominó…

En Cuzcurrita de Aranda, pueblo perteneciente al Ayuntamiento de Brazacorta y al partido judicial de Aranda de Duero, que en 1940 llegó a tener 111 vecinos, se cita como la casua de la despoblación total (1973) la adquisición por un particular de todo el pueblo-coto.

Mucho se habla y se estudia el fenómeno de la despoblación rural en Castilla y León. Las administraciones se han pasado la vida haciendo estudios de tan significado drama. Cuando todos los montañeses vemos una posibilidad de futuro con la instalación de algunas empresas, ¿no consideran ustedes que todas la administraciones debieran implicarse de verdad para facilitarle al empresario terrenos y acondicionar los accesos al lugar?

Sinceramente creo que quienes nos estudian y nos gobiernan, no quieren para nada que se detenga esta bola de fuego.

Imagen: Valsurbio, de José Luis Estalayo
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06 noviembre 2004

Universalidad de Redondo
noviembre 06, 20040 Comments

A medida que avanzan los días, la nostalgia me devuelve al encantado valle de Redondo. Yo estoy emocionado por este Universo de colores, por esta sinfonía variopinta que lo mismo te muestra una pared pintada en un Ribero, que te abre los ojos a la Sierra, donde Tres Mares se evidencia como un clamor acurrucándose sobre la mesa de nuestro Peña Labra.






ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL LIBRO
VER DOS VECES LAS COSAS
FROILÁN DE LÓZAR, SEPTIEMBRE DE 2020
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30 octubre 2004

La Ocultación
octubre 30, 20040 Comments

Los tiempos cambian. Se supone que avanzan deprisa y hay un momento en la vida en el que a todos nos pilla desprevenidos el futuro, por más gimnasia y adaptaciones que ensayemos. Miro la portada del libro “Sentir y potenciar Palencia”, donde más de cien autores intentan en un relato desesperado cantar las enormes posibilidades de nuestra capital y provincia.


 

No obstante, a mi lo primero que me entra por los ojos, son las cartas de nuestros lectores, que vienen a ser como los remos nuestros, que se sienten heridos por nuestro tratamiento de la noticia, que aportan a su vez historias a las que el diario no ha llegado, que discrepan o apoyan nuestros planteamientos. Una de estas cartas que te invita a reflexionar, la escribía hace unos días Jesús González Ruiz, el alcalde de San Cebrián de Mudá. Allí se habla del cambio que han experimentado nuestros pueblos, de las respuestas tan ambiguas y lejanas de nuestra administración para darle una asistencia cualificada y ágil a lo que denominamos ayuda a domicilio.

Allí se habla sobre todo de la ocultación.

Hay un miedo latente que se deja entrever en todos los rostros, que sale a colación en todas las conversaciones. Es un miedo que se percibe ya en lugares como Los Llazos, donde te hieren los ojos las tenadas hundidas, las casas a punto de caer, lugares semiabandonados como el potro o la Iglesia de San Martin de Tours y las calles desiertas. Sólo un vecino de guardián y señor que soporta el mal tiempo estoicamente, que sobrelleva las tareas del verano, y que, cuando en lo más alto del invierno, los reporteros de televisión llegan hasta las puertas de su casa y le preguntan que cómo se siente un hombre solo, rodeado de tanta soledad, cercado por ese lobo blanco, les responderá como responden los castellanos viejos, que esto es así y que nadie conseguirá cambiarlo.

Desde la parte más elevada del pueblo, la visión es sobrecogedora: Tremaya al fondo, Areños a su espalda y un valle inmenso a los pies de este lugar que se divisa espléndido desde la cima de la Peña Tremaya. En la memoria de todos, este hecho que es sinónimo de estertor, es un hecho aislado. Parece que la muerte de un pueblo tiene que llegar como llega el invierno y Los Llazos pasarán a los anales de la historia como pasaron San Julián, San Martín de Redondo, Roblecedo (que no Celada), Carracedo, Villanueva de Vañes… Algunos pueblos desaparecieron en 1350, cuando la peste negra (que dura más de 50 años) provoca un descenso importante de población; otros, como Villanueva, desaparecerán bajo las aguas del pantano de Requejada, y la visión futurista de Barrio y Mier sobre el ocaso de estos lugares, toma como referencia a Carracedo, con una vieja que puede ser el propio libro de la historia, describiendo al dedillo cada mojón y cada hábito; las fiestas, los vestidos, los instrumentos de labranza, la situación de los pueblos…

Pero la ocultación es un mal de este tiempo.

Queremos huir de las represalias y callamos. Enmudecemos porque no deseamos que nos molesten pidiéndonos participación y compromiso para poner a flote el barco anegado de agua; nos molesta que el pueblo se llene de gente, como si el pueblo fuera nuestro y no tuviésemos bastante campo libre; porque, sinceramente, aquí molesta todo el mundo que no se adapte a nuestra imagen y semejanza.

Y son silencios encubiertos que van minando nuestras fuerzas, ocultaciones que se van agrupando y dividiendo, da igual ya que se trate de asuntos personales, o que impliquen de algún modo a la comunidad..

Somos conscientes de que en algún momento nos tocará salvar el escollo en solitario. Despotricaremos entonces contra el médico, contra el maestro, contra el sistema, por ese tratamiento vejatorio e injusto que ya anunciaron otros antes y, si acaso, lo contaremos meses después como una anécdota.

Cuesta mucho movilizar a un pueblo que por comodidad o conformismo sigue ocultando su historia, a veces inmensamente rica, a veces no tan buena y, en tantas ocasiones, perdiendo agua a mares por la quilla.

Imagen: Ermita abandonada de San Jorde, de Amando Vega

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23 octubre 2004

La revolución empieza en Soria
octubre 23, 20040 Comments

Por cada dos sorianos que nacen mueren tres. Dato escalofriante que no ha impedido, sin embargo, la rebelión más sonada de los últimos tiempos. Así lo entendieron también los sorianos de la diáspora que se reunieron en la localidad de Ólvega para celebrar el XII Encuentro de Casas Regionales.



Con estos datos en la mano, hasta el más cínico y apátrida se revuelve y empieza a darle vueltas a su ombligo, porque nadie tiene la cosecha asegurada y un vendaval se lleva en un momento todos los libros, todos los silos, todas las reservas.

La previsión es aconsejable, pero la echamos a andar tarde. Sirva como referencia esa Semana Cultural Celtibérica que el Ayuntamiento y la Asociación “Tierraquemada” de aquella ciudad castellana celebran a primeros de septiembre con el objetivo de llamar la atención y promover el patrimonio histórico cultural.

Yo ya escribí ficticiamente, hace varios lustros, sobre un levantamiento popular que pusiera ruedas a estas autoridades que gobiernan los pueblos y que ignoran la presión que se puede ejercer, el poder al que tienen acceso, la opción que tienen de cambiar la cara de los lugares donde viven y que cada día que pasa van a menos, donde por miedo a la responsabilidad civil suprimen los columpios.

En una conversación que quedó pendiente con el concejal de la Pernía Luis Ángel Alonso, se proponía advertirme aquel sobre una realidad de los pueblos que desconocemos los que estamos fuera. Yo no puedo jactarme de conocerlo todo pero si hago un ejercicio de memoria, puedo hacerle una lectura bastante completa de los que quedan, de los que se fueron, de los díscolos, de los independientes, de quienes se creen que obran bien guardándose la piel de corderos y lobos, de quienes se pasan la jornada criticando al vecino, buscándole faltas a las cosas sin poner de su parte ni un humilde granito.

Y en la hemeroteca de este diario quedan cientos de artículos donde con mayor o menor acierto hemos ido dando fe de la historia.

Pero sí es verdad que uno ha de revestirse de un caparazón que soporte las sorpresas más fuertes. Hablando con unos y con otros, me entero de las dificultades con las que se tropieza el empresario que deseaba instalar en terrenos de Urbaneja una embotelladora de agua. El hueso duro es un vecino que posee una tierra, apenas un cascajo, que de la noche a la mañana puede reportarle pingües beneficios. Lo de pedir es libre, pero que nos ciegue el egoísmo y la especulación es triste, porque perderemos lo que no vale y lo que vale, y lo que es más importante, una empresa que comience de una vez por todas a fijar población.

El mayor revolucionario de todos los tiempos, que gritaba a los cuatro vientos las necesidades de esta tierra, que se partía el alma con el que hiciera falta para buscarle asiento, que despotricaba contra el oso y todos los amantes y seguidores de la fiera, que pedía manos que ayudasen, corazones que entendiesen, voces que difundieran de verdad la injusticia que durante cientos de años se cometió con esta tierra, cuando tiene la ocasión de hacer algo importante, cuando puede cobrar 2 por una tierra que vale 1, se pone chulo y pide 10 y nadie le apea de aquella lotería que quedará como una anécdota.

La vida te da sorpresas. Yo ya me he curtido bien la piel para que no me traspasen las balas traicioneras y no sufra la espalda el peso de esas manos que dicen apreciarte y mañana te venden por cuatro céntimos de euro.

Dios quiera que esos cuatro mil sorianos que se levantan contra el olvido constitucional, no estén dispuestos a vender a su madre como este patriota y defensor nuestro.

Imagen: Soria, por Jorge

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16 octubre 2004

¿Hablamos de la misma tierra?
octubre 16, 20040 Comments

No es la primera vez que alguien se refiere con un especial énfasis a mi lugar de residencia, como diciendo: “vive allá”, “no es de aquí”, “de aquí son los que están” o, lo que viene a ser lo mismo: “es de aquí pero como si no lo fuera”.



Y lo que daña a la vista es ese especial interés en remarcarlo, como si aquellos que tuvieron que dejar la tierra por los motivos que fuera (que siempre han de ser motivos importantes), estuvieran condenados al desahucio; como si no tuvieran derecho a posicionarse en los asuntos que conciernen a su pueblo, donde vive su familia; a su tierra, a la que contra viento y marea ha defendido allá donde estuviera.

Le recuerdo a él y a otros como él (tiene hijos jóvenes) que algún día no muy lejano puede verse en la misma tesitura y sólo entonces llegará a comprender la herida que se infiere cuando se habla tan a la ligera de los palentinos de la diáspora. No es la primera vez que él mismo hace alusión a marcharse de esa localidad donde vive y trabaja, sin entrar en asuntos de profesionalidad, porque no está en condiciones de jalear la autenticidad del trabajo de nadie.

La diferencia de esa “mi tierra”, a la que yo añoro, por la que yo desde mi humilde posición trabajo cada día en la web, en el diario, en los libros que preparo sobre sus personajes y su historia y, “su tierra”, es un abismo en el que no llegamos a encontrarnos.

“Su tierra” es la de aquellos que piensan que vivir en ella ya da derecho a todo, cuando, si acaso, como mucho, pueden ser dueños de las cuatro paredes de su vivienda y tener ciertos derechos sobre el patio. “Su tierra” es un lugar donde no caben ni siquiera aquellos que con tanto tesón nos la legaron.

No es la primera vez que alguien cita con alevosía tu lugar de residencia (que por otro lado no he negado jamás), como queriendo hacerte ver que no tiene sentido que manifiestes tu opinión o que ayudes a poner en marcha una Asociación que se implique en su crecimiento y su defensa.

Reconozco que soy muy sensible a todo lo que concierne a mi lugar de nacimiento. Un romántico de los que ya no venden, pero es verdad que, este paulatino crecimiento, esta fe que dos centenares de personas han depositado en tu proyecto, te da alas, te da un poco de orgullo, porque es bueno que el hombre no esté solo y yo he vivido en soledad durante veinticinco años, los mismos que he venido ejerciendo mi colaboración desinteresada y altruista con todos los medios palentinos.

No he sido yo el que negara el esfuerzo de Mariano San Abelardo, actual alcalde de La Pernía (dónde lo ha visto usted escrito?), y él será dueño de su mérito. A usted también le alcanzará la gloria, en el caso de que eche andar esa embotelladora y usted estará eufórico perdido porque sin duda le gusta destacar en las celebraciones y codearse con los altos cargos de la provincia.

Leyendo estos días un diario de Asturias, se cita al alcalde de una localidad de aquellos pagos como el verdadero impulsor del túnel de Piedrasluengas. Otro diario, cercano al nuestro, ha procurado relegar y casi hacer desaparecer el nombre de “Fuente Cobre” como impulsora y a mí, sinceramente, lo único que me molesta es la intencionalidad, que las cosas se hagan con ese tonillo de sarcasmo, removiendo la herida, tratando de buscar al precio que sea malentendidos y culpables.

Bien lejos de nuestra intención desmotivarles. Me sobra generosidad, porque eso precisamente es lo que me llena de alegría, ¿sabe por qué?

Porque al final lo que importa es el hecho, no el personaje que lo hizo. Importa que se hagan las cosas, y aunque se agradece y se valora la mención, no tiene sentido un pataleo para demostrar quién fue el primero, quién da más, porque todos tenemos el deber de intentarlo estemos donde estemos.

Por las citas finales parece que a usted le gusta la política y dice percibir bastante bien las cosas. Anote esta frase de un tocayo suyo, Louis Pasteur: “Desgraciados los hombres que tienen todas las ideas claras”.


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09 octubre 2004

El Ribero pintado
octubre 09, 20040 Comments

No he sido capaz de escribir ni una línea. Eran tantos los frentes abiertos, tal era la obsesión por renombrar hechos y sucedidos, que apenas cuatro pasos de bolígrafo se me hacían cuesta arriba. Y hete aquí que, aunque todo parece conocido, aunque todos los rincones te parecen trotados, sabes que siempre hay un sendero que no anduviste, donde al decir de las gentes se halla un tesoro, vestigios de nuestros antepasados que tanto atractivo despiertan en las nuevas generaciones de turistas.



Tan extenso y variado es nuestro Parque Natural que incluso quienes viven en él parecen sorprendidos y asustados cuando los que llegan de fuera, les alertan de las riquezas que se esconden “tras os montes y valles”.

Y uno todavía se sorprende a los 46 años cuando llega a su tierra, descuelga el jamón y la bota, prepara la tortilla, mete en la mochila unas botellas de agua y se va monte arriba a descubrir un rincón nuevo. Ya lo ven, ventitantos años hablando de la montaña, llamando a su conquista, pidiendo a las autoridades que se muevan para promocionarla, y vamos a toparnos con un rincón de ensueño en el profundo valle de los Redondos, por encima de “Montebismo”, la última empresa minera de esas latitudes, el último vestigio de una historia que llenó de luces y de sombras esta tierra.

Jesús González, que habita en la casa que fue de los “Grimaldi”, me reprocha cariñosamente este hueco en mi memoria. “Hombre, Lózar, sigo desde hace tiempo tus artículos y me ha extrañado que nunca hicieras referencia al Ribero Pintado”.

Adentrarse en el Valle de los Redondos es una gozada para la vista. Después de atravesar pueblos donde abundan escudos y blasones del siglo XVII, dejando a nuestras espaldas las emblemáticas Peñas del Moro, que dan pie a la leyenda de Viarce, uno se adentra en una tierra virgen, valle agreste donde tanto tiene que decir la botánica, uno de los reductos de mayor valor ecológico de la cornisa cantábrica, al decir de los investigadores y amantes de la naturaleza.

Avanzamos por el camino que enseguida nos muestra la verdadera imagen de Tres Mares. A los pies de la sierra se abre un extenso valle, donde las piedras parecen incrustadas en el césped, en una especie de pequeña maqueta de “Las Tuerces”.

Zurrón al suelo, trago de agua, el olor del chorizo que te anima el estómago, la tortilla que aquí en los campos sabe a gloria bendita, allí nos aposentamos frente a una manada de caballos. De pronto, ante nuestros ojos asombrados, se abre una imagen nueva, en la falda de un monte, como construida a propósito por los antiguos moradores de esta zona, pero capricho al fin de la Naturaleza, impresionantes vetas coloreadas, como si se tratara de mosaicos adheridos con ventosas a la tierra.

A medida que van ganando altura, los colores se mezclan, cuándo anaranjados, cuándo verdosos, de mil colores diferentes. El Ribero Pintado es la parte mágica del valle, a un paso de la sierra. El camino es una constante cascada de sonidos hasta salvar los tres kilómetros que separan ese lugar encantado del pueblo de Santamaría.

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