ORÍGENES

26 diciembre 1997

Viaje al otoño, punto final
diciembre 26, 19970 Comments

Decir adiós y no marcharse nunca


Decía mi abuela que, para algunos seguirás siendo enemigo aunque mees agua bendita. Y las abuelas llevan mucha razón, porque ya están curtidas y a la vuelta de tantas cornadas como les dio la vida. 
Con este recorrido personal hacia el Otoño he querido revivir viejas historias sin ánimo de encontrar nada especial, con la vista puesta en estas largas vegas ahora rociadas con el anuncio del invierno. He vuelto al Norte que me dio la vida, San Salvador de la leyenda, a los pueblos que sentimentalmente recorrimos hace años: 


Herreruela, pueblo pequeño, el último de la Castillería, en cuya vieja Casona un vecino de Cervera quiere abrir un Museo; Celada de Roblecedo, el más grande de la comarca en otro tiempo, antes de la explosión de futuro que promovió la industria; San Felices, Estalaya y Verdeña, patria de Matías, en la misma boca de los lobos. Tremaya, donde casó Luis Guzmán después de ejercer como maestro en una escuela derrumbada: Los Redondos, camino de Cueva Cobre; Los Llazos, donde alientan dos almas; el Molino de Guzmán, que es como una barrera imaginable que da acceso a estos últimos pueblos que atrás he mencionado y la Venta Urbaneja, con tantas historias ya plasmadas en vinateros y pasiegos que dedicaron su vida al comercio y donde todavía alienta una esperanza de futuro. 

Hacia el puerto, Areños, recogido en una ladera; Casavegas, donde Eliseo representa la mayor historia de humor y de "casos verídicos" que recordarse puedan, y en lo más alto, frente a Picos de Europa, Piedrasluengas. Atrás quedaron otros pueblos, como Lores, que me recuerda el encuentro reciente con Agustín Fernández Merino, al que conocía por la televisión y por un libro "Quintaesencias"; o el arte de conocer cada pequeña historia de este rincón: los frutos, las flores, los elementos y la manera de crear algo nuevo, aflorando así la esencia derramada en sus entrañas, Juan José de Cossio lo resume muy bien en el prólogo: "porque se trata de una obrita donde conviven, en perfecta armonía, el dato científico, la cita histórica y la fantasía de su autor". 

Cierran la tabla por el norte los pueblos de Lebanza, el Campo y la Abadía, cuya sombra es alargada, como el monasterio que se levanta a unos pasos de la Peña Carazo. A la otra vera, Polentinos, que se alarga hasta formar el cuerpo de una gigantesca sirena, mirando desde su atalaya al Parador Nacional Fuentes Carrionas. 

He reunido en estos capitulas, a propósito, los últimos comentarios, los últimos escrítos, el último eco de la memoria. 

Alguna vez he dicho adiós y he vuelto porque el silenci0 es malo para todos. En esta casa hasta esta fecha de hoy me han hecho un hueco y he compartido con ustedes momentos deliciosos. También momentos tristes, Pero me falta tiempo. Debo concluir un ensayo que comencé hace años: "La biografla de un niño sin mañana", donde un pequeño se pregunta: ¿para qué estudio?, ¿para qué trabajo?, ¿para qué amo? No soy de los que se agarran a una "Solana Palentina" y cantan con la gracia y el don que lleva dentro Gonzalo Ortega Aragón, sin perder la compostura nunca, así hasta el fin de un milenio si fuera necesario. 

De pronto me apetece despedirme, porque ya está bien de hacer caminos sobre caminos hechos. Aunque, si he de serles sincero, que uno, aunque debiera, no siempre puede serlo, este silencio implica el comienzo de otras historias más ambiciosas de cara a los próximos meses. Mariano Valero me ha tendido la mano sobre un asunto que llevo meses madurando, relacionado con la zona norte y mientras eso llega y para no perder contacto con mis amigos y lectores, les convoco semanalmente en una columna que he títulado "Crónicas fin de siglo". 

Cerremos el cuaderno. Recojamos las historias pendientes. Que no se apague este viejó periódico. Que no haya envidias entre ustedes, los Medios. Que el Otoño no signifique a la fuerza un adiós para siempre. 

Les dejo con Pedro de Hoyos, con Nuria Donat, con Gonzalo Ortega, con Mariano Valero y tanta buena gente que me hicieron un hueco, una prueba -digamos- que ya he pasado y que prometo superar en los próximos meses. 

Porque en este periódico pequeño, de provincia pequeña, se han puesto de manifiesto hermosas historias y he disfrutado, eso tengo que decirlo bien alto, de las más altas cotas de libertad que imaginar se puedan. Un diario que ha seguido vivo a pesar de la dura batalla de la competencia, a pesar de improperios, a pesar de esa porción de declardos enemigos que, hagas lo que hagas, aunque lo hicieras de la mejor manera, nunca sabrán reconocerlo. Yo pienso que ahí reside una de las muchas grandezas del periodismo: No perder la compostura nunca, no dejarse amedrentar por malos vientos, no sucumbir a ningún manifiesto. Y cuando digo esto pienso en unas palabras que Abilio Burgos de Pablo escribió en este mismo diario en septiembre de 1987: "Para conseguir un lanzamiento en el desarrollo de Castilla y León es necesario un pragmatismo de acción común por parte de todas las clases políticas con representación parlamentaria en el Congreso, en el Senado, en Las Cortes, en las Diputaciones, en los Ayuntamientos. Nuestros gobernantes deben pensar más por Castilla y León que en su disciplina de Partido". 

A todos los que me habéis seguido durante tantos años, dentro y fuera de esta casa, aquellos que me alentáis para que siga escribiendo de la Montaña Palentina, a todos mis paisanos, a todos mis amigos, confiarles mi último pensamiento y convocarles en esta misma dirección para la primera semana de Año Nuevo: "Estamos en el buen camino, Sigamos adelante. El futuro es una tentación que no podrá resistirse a todos esos proyectos que esperan a la puerta". 


Reading Time:

15 diciembre 1997

El desmonte está de moda
diciembre 15, 19970 Comments

La calle es puro hielo. Los carámbanos cuelgan de los tejados como golosos caramelos. La nieve se acumula a las orillas de los patios. Eso y un espeso silencio que parece romperse a medida que el sol sube a lo alto. Dejo Pernía a las doce en punto para dirigirme a Villanueva de la Peña, cuyas autoridades me han llamado para que , diga algo en esta columna. ¿Toda la verdad? Es fácil describir al difunto. Alguien está destrozando el paisaje, cargando de escombreras los prados, aupando escombro sobre escombro hasta rebasar los límites de las tierras compradas. Alguien está rompiendo fuentes, inutilizando los caminos y cunetas, hasta adentrarse en un pinar cercano.


Hace dos años, cuando la empresa minera dio cuatro o cinco calicatas sin consultar a nadie, los vecinos de Villanueva se pusieron en guardia. Cuando el pueblo fue a pedir explicaciones, la empresa que llevaba la subcontrata dijo que se trataba de una investigación. Para aplacar un poco el ánimo pagaron muy bien una o dos fincas y fueron comprando otras muy por debajo de su precio, al objeto de utilizarlas como paso. A medida que avanzaban los pozos y crecían las escombreras, creía también la incertidumbre. Algo en su interior les decía que aquello pasaba ya de investigación en terrenos privados y decidieron poner los hechos en conocimiento del capataz de Velilla. Dos veces bajó el presidente al Ayuntamiento de Castrejón. Pero nadie les tomó en cuenta. Entonces, Justo Díez decide viajar a Palencia y al día siguiente los responsables de Medio Ambiente llegan al lugar y paralizan lo que a todos los efectos, según el informe del ingeniero, es un desmonte. Después -me cuentan- aquellos vinieron a pedir permiso con piel de cordero.

En el Sel dieron un pozo plano. Ahora tiene filtraciones de agua. En Nomanillas dieron otro pozo, inutilizando el camino Real que conducía hasta la Penilla. En Valurcia, otro pozo. Abren dos bocas de mina. Fracasan en las dos. Abren una tercera. Revientan una fuente. El acceso a Valurcia atraviesa por un pinar cuyo camino han reforzado con escombro negro ..

Ese es, a grosso modo, el asunto que nos ocupa. El pueblo está asustado ante una historia que empezó hace dos años. Cuando lo vi por primera vez, aquello era un botón que ya había presenciado en otros lugares de nuestra montaña, como Casavegas, Villanueva de Arriba, El Campo, Redondo...

Era un proceso, donde había un depósito en algunos casos, o una promesa en otros de restauración de los terrenos, que sistemáticamente se incumplía.

A Barruelo le dejaron sin sangre, herido de muerte, bombardeado, negro... De aquellos vientos, sumando otros matices, vienen estas tempestades actuales. Y en Villanueva de la Peña el miedo es más pequeño, pero hay detonaciones, un pinar afectado, fuentes heridas, caminos cortados.

Había claros precedentes en otros lugares de la provincia, pero vendieron sus fincas y cercados y ahora el lamento es unánime. Cierto es que no se puede camelar a un pueblo con un chupete o una plazoleta, pero, yo me pregunto: ¿hay verdadera voluntad en poner fin a esto? ¿No es más bien un deseo de recibir mayores cantidades de dinero y dejar que sigan horadando?

No obstante, fiel a su petición se la traslado a quien proceda, para que aquello se restaure o se detenga antes de que al pueblo se lo trague un pozo negro.

Reading Time:

14 diciembre 1997

Nieve, hiele y duele [II]
diciembre 14, 19970 Comments

Pilar Cernuda: "España no funciona" 




"La nieve es buena". Siempre lo dijo mi gente, quienes más perjudicados se vieron por ella. Parece que fue ayer cuando se tocaba a Concejo y cada vecino, con su pala untada de brea y sebo, salían a los caminos e iban mordiendo los neveros, que en muchos lugares pasaban de tres metros, hasta dar vista a la carretera general.

Que se lo pregunten a José Luis Pérez, de "Venta Campa", conocedor y amante de la nieve, que formó parte de la expedición de César Pérez de Tudela para localizar a varios montañeros extraviados en el Naranjo de Bulnes.



ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL LIBRO
VER DOS VECES LAS COSAS
FROILÁN DE LÓZAR, SEPTIEMBRE DE 2020
LECTURAS EN EL BLOG +DE 200

Reading Time:

13 diciembre 1997

Nieva, hiele y duele [I]
diciembre 13, 19970 Comments

Iñaki Gabilondo: Gabinete de crisis 





He regresado a casa. La nieve esta vez ha cubierto los campos y ha dejado un aviso previo a estos paisanos míos, que siguen en la brecha con lo puesto. Varias veces estuve a punto de suspender el viaje, desde que a las siete de la mañana, Iñaki Gabilondo sugirió en su programa de la "Cadena Ser" un gabinete de crisis.

No sé cómo explicarlo, Mariano. De pronto me veo incompleto. Sé que este diario llega a muchos puntos de España, tiene grandes colaboradores, facilita una completa y exhaustiva información de la provincia y su dirección está abierta a todas las cartas, a todas las tendencias...



ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL LIBRO
VER DOS VECES LAS COSAS
FROILÁN DE LÓZAR, SEPTIEMBRE DE 2020
LECTURAS EN EL BLOG +DE 200

Reading Time:

11 diciembre 1997

La calidad no empieza por la publicidad, pero ayuda mucho
diciembre 11, 19970 Comments


Partiendo de la vieja premisa, amigo Pedro, por la que ambos intuimos que muchos de los nuestros no nos tendrán en consideración, de poco servirá elevar un día más una señal para proponer una fuerte y continuada promoción de nuestros productos.

Hace unos días, en ese largo viaje con parada en Cervera, Raquel Cabeza y su hermano Uko, el que da nombre al producto, me enseñaron las nuevas dependencias de la fábrica situada a las afueras, en el lugar de Valdesgares, a la sombra del emblemático Pico Almonga.

Aquello ya no es la vieja sierra de madera donde empezaron. Es el futuro de un proyecto que se inició en el centro de la villa, con la incertidumbre de no 

saber a dónde llevaría. Esta pequeña empresa, que trabajó a destajo para darle producto a la multinacional Nabisco (cuentan los dueños que era hermoso ver danzar casi cincuenta cuerpos al unísono); que además de su producto estrella elabora integrales para Granada y Bilbao y en estos días ha iniciado la producción de unos tortos blancos de canela para una marca blanca de Palencia, es digna del mayor elogio, por su continuidad, por su puesta en escena, porque ha paseado a Cervera por el mundo, casi de puntillas, con una promoción que boca a boca se ha ido expandiendo por la tierra de la mano de tanto palentino ausente.

Es verdad que, cuando lo que haces te gusta y sigues escalando peldaños como las hormigas, pese a tantas dificultades como salen al paso, siempre queda un resquicio de luz al que te aferras, al que, pese a las diferencias ideológicas y de todo tipo, uno se aferra, todos nos aferramos.

Porque pienso que -llevando en consideración esos matices- no hay cerverano que no vea con buenos ojos la expansión definitiva de esta historia que se inició como una prueba, a modo de capricho e ilusión de sus dueños. 

Cuando estas líneas vean la luz, ya en el ocaso del Otoño, el Corte Inglés, posiblemente, en buena parte de sus centros, haya publicado en la revista "la tienda en casa" unos lotes de este producto nuestro: "Pisuerguinas, Lazos de chocolate, Socorritos y Pastas finas de té". 

El producto ha viajado a Bruselas, como los parlamentarios, y también a Los Ángeles, llevando como guía y promotor a un hijo de José Vega Antuña, asturiano de pura cepa, viejo corresponsal de este diario, alcalde que fue de la Pernía, a quien recuerdo poniéndole música a las nevadas de la montaña en aquel viejo "cimbalillo". 

Otro producto de la tierra es el orujo de Lantadilla. El año pasado, por estas fechas, Charly -como cariñosamente le conocemos al propietario de esta empresa- viajó a Bilbao. Como seguidor del Real Madrid quería asistir al duelo entre los dos equipos. Nos reunimos unas veinte personas, entre los promotores de su producto aquí en la zona norte y los cazadores que por mediación suya tienen alquilado el coto en Lantadilla, y cenamos en un txoko de la calle Mazarredo. Al final de la cena, Charly, una vez más (recuerdo que la anterior fue en un restaurante de Frómista), abrió una caja donde venían mezclados sus productos, convirtiéndose nuevamente en un vehículo anunciador único, convencido hasta los tuétanos del dulce elixir que allí portaba, después de haber pasado por un complejo entramado de calderines y columnas. 

La ilusión de nuestros artesanos es inmensa. Ya no se trata de montar una empresa y dejarla que gire en manos de gerentes y promotores. Ellos son el alma y el corazón de las historias que emprendieron yeso precisamente es lo que más fuertes les mantiene en los momentos delicados. 

Sin embargo, creo que a pesar de tantos colaboradores como brotan espontáneos, no hay un seguimiento adecuado del producto. La publicidad, que es fundamental para que crezca cualquier cosa, requiere de un fuerte desembolso, lo que dejada al descubierto una empresa que en situación normal trabaja con una plantilla reducida. Todo se andará. En ello están. En ello estamos. 


PD
El médico Astruga, casado con una hija de Don Evaristo y residente en Aguilar, me deja en San Salvador un periódico de "El Diario Palentino" del día 5 de noviembre. José Vega Antuña me llama desde Valladolid y me pide fotocopias de todos mis artículos. "Sigue adelante. Haz lo que quieras, pero no dejes de escribir". 
Son notas da apoyo que se unen a la carta de Jaime García Reyero, el promotor del Concurso Internacional de Cuentos de Guardo y de la desaparecida revista "El Roble", otros productos de la tierra que tantos y tan buenos amigos hicieron dentro y fuera de ella. Siempre es necesario su comprensión y apoyo, porque él conoce las dificultades y el olvido de los que hablo y a su vez se ha enfrentado a ellos muchas veces. 

Gracias de corazón a todos. 

Reading Time:

07 diciembre 1997

Cabras, Osos y Ecologistas
diciembre 07, 1997 2 Comments








El Boletín Oficial de Cantabria publicó con fecha 16 de junio de este año [1997] un edicto de la Consejería de Agricultura y Pesca, por el que se obligaba a los propietarios de ganado caprino incontrolado -que pastan en el desfiladero de la Hermida- a retirarlo de estos lugares en el plazo improrrogable de 10 días. La razón que aludían allí y que reunió a importantes personalidades de la región cántabra, es que las cabras podían provocar desprendimientos con el consiguiente peligro para quienes utilizan esta vía de comunicación con Liébana. Diga lo que se diga, los animales acaban molestando casi siempre, casi a todos lo que no los tienen, e incluso entre quienes los tienen hay frecuentes polémicas por asunto de pastos, ahora que está demostrado que sobran terrenos y se piden manos jóvenes que vuelvan a cuidarlos. En la montaña sucedió hace años algo muy parecido. Las cabras eran buenas para limpiar los terrenos, según la parte ganadera, pero la Administración dedujo que eran malas porque perjudicaban a los árboles y transmitían la fiebre de malta. En los páramos, con la proliferación de tractores que facilitaban la labor, los labradores se encontraron también con la prohibición de roturar grandes extensiones de terreno. Y de este modo comenzaron a cerrarse las puertas de muchas casas, movidos también por el despunte económico de los años 60. Lo sorprendente es que, unos años después, cuando ya era inevitable la marcha atrás, a la Administración se le ocurrió subvencionara con 1.300 pesetas cada chiva viva. Como si se tratara de un proceso regulador: hoy te lo quito, mañana te lo doy, a ver qué pasa, a ver por dónde tira el pueblo, que los políticos no tienen mucho que perder si se equivocan.

Por otra punta asoma el asunto del oso, cuya verdadera promoción comienza de verdad cuando en 1988 se inicia el proceso Judicial contra el cazador que mató al Rubio, -en Brañosera .. El protagonista, acusado por la prensa, vilipendiado muchas veces, porque ha pasado de cazador a presa, rehuye la entrevista que pretendo, cualquier cosa que tenga que ver con los periódicos, y con mayor razón los nacionales, mientras que en una casa cercana me hacen entrega de un ejemplar del FAPAS, donde se habla del abogado que conduce la causa, José Manuel Marraco, y el costo del proceso, que asciende a dos millones de pesetas, que deberán pagar ellos al quedar absuelto el cazador de todos sus cargos.

Pero después de todo, no es el oso, ni el lobo, ni las tierras, los que ofrecen más dudas, sino la actuación imperialista y arbitraria de esa nueva especie que responde al nombre de "ecologista". Javier Cuesta, otra vez este sacerdote que me parece valiente y comprometido hasta las últimas consecuencias con la gente a la que guarda, se pregunta en la sección "Cortar el traje", de la revista "Sementera":

"Señores ecologistas, si tanto aman la naturaleza, ¿por qué no se vienen a sufrir y gozar con ella como un vecino más?". Y concluye: "Nuestros pueblos se están quedando sin gente".

Y es curioso observar cómo esta Asociación nos está venciendo poco a poco, bien haciendo oídos sordos a nuestra crítica, bien elevando su voz en los periódicos. Nadie sabe cómo, se filtran en los puestos de mando, reciben el premio por la defensa del Medio Ambiente y disparan su escopeta de verde ecológico contra todas aquellas obras y proyectos que impliquen arreglos, concentración parcelaria y hasta un hotel en el Collado de Piedrasluengas. Cualquier réplica es repetición de viejas crónicas y nada se consigue con este último viaje al otoño de la tierra. Y nada se consigue predicando que hay que mover el culo 100 kilómetros para estampar una dichosa firma, que la nieve es muy mala para hacer valentías, que hay que pisar el barro y las boñigas a diario. Eso ya lo hemos dicho, y que el oso no ha molestado nunca, que un error de un vecino no es óbice para condenarnos de por vida a seguir con las mismas carreteras, a vivir como vieron nuestros antepasados. Estamos aquí para dar pequeños pero seguros pasos que permitan la vida. No sólo una vida sana por el alimento, por el aire, por la tranquilidad, sino también por los accesos y por los adelantos. Para ello la Administración debe abrir más la mano, los ecologistas deben cerrar la boca y el pueblo tiene que decir algo. Porque nada se conseguirá con el silencio, escondiendo las alas, esperando que otros vengan algún día a solucionar nuestros problemas. Demos un cariñoso "sornabirón" a todos esos rezagados, que ni se pronuncian ni dejan que nos pronunciemos por ellos, haciéndole vivir al resto en un estado permanente de zozobra. Somos, pues pensemos; vivimos, pues hagamos algo, lo que sea. Y hagámoslo mejor hoy que mañana.
Reading Time:

28 noviembre 1997

Un mes de cuatro días
noviembre 28, 19970 Comments



Otra vez la memoria. Otra vez la sintonía del último estertor de Miguel Ángel Blanco. Llevamos camino de resumir todas las muertes en una, de publicar la memoria absoluta de un hombre, es verdad, inocente, indefenso, mártir, víctima como tantos otros de la casualidad, de la fatalidad, acaso del destino ...
Otra vez la recompensa del recuerdo. Siempre a titulo póstumo, y con ello, de alguna manera, la injusticia que se le hace al resto.

Todos los muertos son iguales.


Todos los muertos nos merecen idéntico respeto, la misma publicación que insista en el vil acto y en el inútil ejercicio de quebrar una vida...
Todos los muertos son iguales, hasta los muertos de nuestros enemigos, de quienes nos consideran enemigos y objetivo, porque fueron empujados a matar por el miedo, por la disciplina, por la amenaza de un poder oculto. 

Y porque todos son iguales, no podemos limitar el homenaje a un libro, a un hombre, a un partido político. Es cierto que el pueblo estalló en aquel mes de cuatro días por las especiales circunstancias de un secuestro que a todo el mundo puso a prueba de bomba. 

Y murió un inocente, el que menos lo esperaba pero, sin restarle ningún valor ni mérito (que ya lo tiene sobradamente ejercer la política en cualquier rincón del País Vasco) no es de un grado superior al policía que sube al coche, da la vuelta a la llave del contacto y salta herido por los aires; pero no es menos muerto que el policía que llega a casa del trabajo y a la entrada del portal recibe un tiro por la espalda; pero no es menos muerto que las seis personas que a las tres menos cuarto de la tarde, el 11 de diciembre de 1985, murieron al estallar cincuenta kilos de amonal, a la altura del número 18 de la calle Peña Prieta, del barrio madrileño de Vallecas; pero no es menos muerto que las veintiún personas que murieron en Barcelona, mientras realizaban sus compras en el supermercado de Hipercor en 1987, ni menos que Gregorio Ordóñez, ni menos que Francisco Tomás y Valiente, ni menos que tantos y tantos otros que murieron por esa misma e incomprendida causa. 

"Cuatro días de Julio" es un libro incompleto, donde la memoria no hace justicia a la razón. He de confesar que aquel sábado de Julio también me sentí impotente ante las preguntas de mis hijas, en la última planta de unos grandes almacenes. "Aita. ¿por qué quieren matarle?" "Aita, no le van a matar, ¿verdad?" .Demasiadas evidencias anteriores nos llevaban a creer que aquella pena de muerte no la detendría nadie y que si es horroroso morir a manos de otros hombres por la guerra, o por la lucha para obtener la Independencia, o por la exclamación de cualquier clase, horroroso elevado a la máxima potencia es que te lo anuncien a bombo y platillo sólo unas horas antes, poniendo romo fiador a un pueblo entero. Pero aún intuyendo todo esto y condenándolo, no hay motivo para separarlo del resto de las personas que desde que comenzó este incesante río de sangre han muerto por lo mismo. Por eso pienso que hemos de hacer un libro, un festival, un homenaje por los muertos, por todos, y una inscripción que indague: "¿Cuántas vidas más son necesarias para pagar un trocito de tierra?".

Imagen: dpualba
De la sección "La Colmena", publicada en "Diario Palentino"


Reading Time:

18 noviembre 1997

Los niños en el punto de mira
noviembre 18, 1997 2 Comments



NADIE sabe con certeza lo qúe pasó en el caso de Louise Woodward, la muchacha de 19 años acusada de matar al bebé que cuidaba. Ni quienes la juzgaron, ni quienes la defendieron, ni los medios de comunicación que contaron el veredicto: culpable de asesinato en segundo grado. Sólo lo sabía ella y ella dijo que era inocente. En España la justicia no anda bien que digamos, pero los ejemplos que nos llegan de fuera tampoco tienen nada que envidiar. Ahí está el caso del joven español acusado de asesinato por su antigua mujer, el famoso caso del no menos famoso

O. J. Simpson, y - el de esta joven inglesa a quien la experiencia americana le habría supuesto la cárcel de por vida. Tampoco parece cierta la afirmación de una corresponsal británica, concretamente del diario "The Guardian", que al ser preguntada por qué razón los padres no habían reaccionado al saber el destino de su hija, declaró: "Los británicos no solemos inmutarnos ni por lo bueno, ni por l0 malo". Y no parece cierta, porque en Elton, el pueblo de Louise, sus vecinos y amigos lloraron al conocer el veredicto y hasta un diputado que representaba a la localidad en el Parlamento, calificó de obsceno el comportamiento de la acusación. 

A las pocas horas de conocerse la decisión del tribunal, la prensa se colocaba al lado de Louise y así, el New Post y el Express, este último de Londres, informaban que la madre del pequeño había forzado a su otro hijo a que dijera que la niñera era culpable y que estaba recogido en un vídeo. Además de eso, se registraron ocho mil llamadas telefónicas, centenares de personas se manifestaron a la puerta del tribunal, se creó una página en internet y hay un lazo representativo de color amarillo que se hacía eco continuado de lo que muchos han considerado un Juicio injusto. Y la joven ha sido excarcelada. El viernes, el juez Hiller aparecía en una foto distribuída por "Associated Press", con semblante sombrío, meditando, los codos sobre la mesa, las manos cruzadas en lo alto y apoyando su cara sobre ellas. Se dice que hasta el jurado ha dado marcha atrás ante la presión que se le viene encima. ¿Quién juzgará a los que nos juzgan? Parece evidente que un juez es un señor muy respetable, con una responsabilidad muy grande y debemos entender que en ocasiones puede equivocarse, por las declaraciones confusas de los testigos, por las voces contrarias, por esos mil puentes que se tienden paralelos. Lo terrible es que al fondo de la noticia, un niño es la razón de este alboroto. Los niños son el punto de mira en una sociedad cada día más ególatra y distante.

Primero, las tremendas imágenes de las niñas en China, muy cerca y otra vez en candelero estos días lo del Arny en Sevilla y a finales de octubre las torturas que se grabaron en hospitales ingleses de 33 padres a sus hijos. Son miles ya, millones en el mundo las voces de los niños maltratados por sus padres, vendidos por ellos, violados, cedidos a pederastas sin escrúpulos.

Hace algún tiempo leí en un periódico los castigos tan horrendos a los que fue sometido un niño de corta edad por su padre, aborrecido por él desde su nacimiento, hasta que le causó la muerte. Y muchas veces me he puesto mentalmente en el lugar de aquel pequeño. ¿Se Imaginan ustedes el Infierno? Pero un infierno con fuego auténtico, sin salida posible, sin posibilidad de rebelarse. ¿Qué puede hacer un niño de cinco años?

Los niños, en el punto de mira.
Imagen: Emagister


Reading Time:

07 noviembre 1997

A cada uno lo suyo
noviembre 07, 19971 Comments

Hay quien asegura que cada uno tiene lo que se merece. Sabemos que a cada persona le toca representar un papel en la vida, a veces, muchas, bien lejos del que hubiera soñado. Unos, que todo lo hacen medianamente, triunfan en todo: les aclama la gente como cantantes, como escritores, como personas de confianza. En cambio, otros, que desempeñan a la perfección un oficio, viven a golpes, sin permitirse una jornada de descanso para dar de comer a los suyos. Unos, véase algunos presentadores de TV, algunos locutores de radio o jugadores de fútbol, cobran millones por unos minutos de programa o de partido; otros léase la mayoría trabajadora, incluso los mismos compañeros de aquéllos que tienen una cláusula de rescisión de 15.000 millones, llegan a la jubilación haciéndose la dichosa pregunta: ¿cada uno tiene lo que se merece? Yo creo, sinceramente, que no nos merecemos la historia que vivimos. Y no se está pidiendo un imposible. Ya sabemos que hay clases, rangos, reyes, pero las diferencias son tan abismales y tan desorbitados unos sueldos y pensiones y tan miserables otros, que así jamás le daremos a nadie lo que le corresponde por derecho. Es el consabido cuento de la igualdad que nunca llega por más argumentos esclarecedores que tengamos.



Reading Time:

05 noviembre 1997

Cinco monjas, un destino y el sermón de Ferreras
noviembre 05, 19970 Comments
Ya me ha dado usted un buen sermón, señor Ferreras. Eso sin conocerme. Y usted que pertenece a la Iglesia me ha llamado ignorante y mentiroso, después de veinte años predicando a la provincia y de la provincia, por amor; sólo y exclusivamente por amor. Eso ha despertado a los cobardes enemigos que me leen y que, de tarde en tarde, sin dar su nombre, me llaman y dejan mensajes de euforia a los más allegados: "Lee, lee, verás cómo te ponen hoy".




Pero usted no se ha quedado corto ni manco y ha metido en el saco, guiado por una obsesión enfermiza, a mis amigos, a todos los que me leen, a quienes le han publicado a usted el artículo en primera página, sin censurarle ni siquiera un insulto, porque no he llegado a las primeras páginas del periódico por mentiroso ni agorero. Está bien, a mí me agrada que le publiquen todo, porque para eso he defendido en otras circunstancias la libertad de expresión. Y una de las consecuencias con las que ya cuento de antemano es la discrepancia en muchos asuntos. Pero no a la torera, como usted ha hecho. Me parece bien que usted defienda a capa y espada a la Iglesia y al obispo que en nombre de la Iglesia ha clausurado el convento. ¿O ha sido todo una mentira? ¿No es verdad que si se descuida su Excelencia le linchan los vecinos? ¿No es cierto que tenían ahorrados noventa millones en el banco? ¿No es verdad que -conforme declaró su representante- querían quitarles hasta el hábito? Pues si no se trata de un capricho, señor García Ferreras, dígame usted de qué se trata. ¿Le gustaría que a usted le quitaran el hábito o la condición de sacerdote por viejo, o porque se ha equivocado en algo? ¿Aceptaría que le dijeran que debe abandonar la Casa Parroquial porque ha dado un mensaje que no ha encontrado satisfacción en sus más inmediatos superiores? Pero sucede muy a menudo, usted debe saberlo, que lo del hambre en el mundo, lo de la pobreza, lo del terrorismo, lo pagan y lo padecen otros y nosotros sólo podemos rezar un padrenuestro. Y es posible que estemos dando la vuelta a un sermón equivocado, porque en nada se parece el pensamiento al sentimiento. Muchos lo pensamos, pero no lo padecemos en carne y hueso.

Hoy mismo, otro sacerdote que me sigue, y al que usted ha llamado asimismo ignorante, me ha dado el visto bueno del referido artículo, porque seguramente sabrá por los periódicos que la historia, tal y como la cuento, se ha dado en aquel pueblo de Guadalajara. Otra cosa es la opinión personal que yo tenga y que usted no va a cambiar con ese sermón donde aflora el desprecio.

Yo le ruego que, si puede, si no lo ha tirado a la papelera, como dice que debió hacer, dejando a un lado el menosprecio que le mueve hacia mi persona, sin conocerme, que eso sí que es desacreditarse a todos los efectos, métase un momento en la piel de esas monjas que se quedaron sin el hogar donde crecieron.

Y mire usted que le estoy tratando con demasiada delicadeza, con todo el cuidado y mimo con el que afronto todas las historias que aquí cuento, porque los años y la experiencia en esta y otras casas me han ido enseñando a manejar las historias con mucho tacto.

¿Qué le voy a decir? A mi me siguen repicando los versos del poeta, que usted, con mucho aplomo, ha soslayado, para evitar acaso dejar por sentado lo de la ignorancia, que es un insulto grave y gratuito, dado todo el material de información que llega cada mañana hasta mi mesa de trabajo.

"No quiero que me ofrezcas paraísos de luz en lejanía y vayas devorando, implacable, mi vida".

© Froilán de Lózar para Diario Palentino
Contestando al artículo del sacerdote Germán García Ferreras


Reading Time:

04 noviembre 1997

El destino
noviembre 04, 1997 10 Comments

¿Está escrito el destino?

Esa es la gran pregunta. Probablemente, sí. Nacemos predestinados a... y no hay regla que valga. Que por una casualidad pueda evitarse una catástrofe, no impide que el ser humano, haga lo que haga, sea de la condición que fuere, tenga ya asignado su sino. A veces, ese final más o menos trágico, lo vamos presintiendo rodeados como estamos de depresiones y de amagos de infarto. Un día, de improviso, junto a la trayectoria rutinaria de nuestra ajetreada vida pasa una ráfaga de viento y nos arrastra, dejando acá entre los allegados la sorpresa y la típica frase: ¡qué bueno era¡ Mira, lector, la rueda del destino es imparable y no valen seguros de ningún tipo. Hoy estamos aquí, rodeados de planes de futuro y de jubilación cuando está escrito ya nuestro final. Que tenga o no sentido la vida es discutible, pero no hay plazos para la muerte. Lo verdaderamente penoso es que seamos felices haciéndonos rabiar, sabiendo como sabemos lo contado que lo tenemos todo.
Reading Time:

03 noviembre 1997

El capador Oliva
noviembre 03, 19970 Comments


OLIVA descendía de Villaprovedo. Tenía una moto. Era mujeriego y, según cuentan los vecinos de la montaña "debió hacerse millonario capando cerdos en aquellos tiempos". Pero, quizá, lo que más despunte de esta historia es su enorme sentido del humor, razón por la cual se le recuerda y le traigo a estas páginas. Por ejemplo, sabía diferenciar a sus clientes.




ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL LIBRO
VER DOS VECES LAS COSAS
FROILÁN DE LÓZAR, SEPTIEMBRE DE 2020
LECTURAS EN EL BLOG +DE 440

Reading Time:

31 octubre 1997

Viaje al otoño (III)
octubre 31, 19971 Comments

De aquellos políticos, este Golobar





Hace unos días, el compositor Luis Guzmán Rubio, a caballo entre Tarragona y Palencia, amigo entrañable a pesar de la edad y la distancia, estuvo en San Salvador y me dejó un mensaje, porque sabe que en estas latitudes es muy difícil encontrarme en casa. Y lo recalcó bien -según testigos- que por nada del mundo me metiera en política. Aunque con menos bagaje y experiencias, vengo movido por eso que ahora llaman cultura. Me apasiona escribir y en otro tiempo también viví la música en solitario y con otras personas. Fue allí cuando ya me di cuenta que la política estaba en todas partes, se filtraba como el agua o el aire por todos los resquicios. Era como un fantasma inoportuno que siempre paseaba sus demonios, llegando a provocar la guerra una frase que algún sector del público rechazaba por cuestiones de equivocado patriotismo. Uno de los últimos años, ofrecí en León, durante una semana, una serie de recitales. La mayor parte de los temas eran canciones de amor de mi propia cosecha y se incluían asimismo temas tradicionales; romances recogidos en los pueblos de la montaña, una versión de la despedida de la novia a la puerta de la casa, y coplas adaptadas a la guitarra, además de algún tema obligado de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Hilario Gamacho, Pablo Guerrero y otros autores a los que de alguna manera seguía y admiraba. Fue el último día, al interpretar una canción que hablaba de Castilla y con la que yo me inicié hace muchos años en un festival de la canción que se hacia en Alar del Rey, cuando recibí una tremenda reprobación del público asistente. La letra decía así:

Amigo Andrés: de un pueblo quiero hablarte
que late bajo el cielo de Castilla,
pueblo que guarda intacta la semilla
como el de tu Rogelio he de aclararte.
Mantienen estas gentes su estandarte
de raza colonial, noble y sencilla,
conservando la imagen amarilla
que suelen conservar las obras de arte.


La letra que había publicado Timoteo Herrero en una revista de Laguna de Duero, me llenó tanto que decidí ponerle música y añadirle a mi equipaje. Y yo que traté toda mi vida -creo que todavía trato- de pasar de largo de la política, me encontré con aquella brusca reacción del respetable, interpretando, precisamente, una de mis canciones preferidas. Fue el encargado del local quien me advirtió que la sacara del programa porque allí lo de Castilla no estaba muy bien visto. Con tantos amigos como yo tenía en aquella tierra, que colaboraron conmigo como poetas o escritores... recuerdo a María Azucena Modino Robles; el poeta de Villablino, Víctor Corcoba, que los últimos años me enviaba sus trabajos desde Granada; gentes de Veguellina de Orbigo, de Prioro, de Riaño, que además consideraba paisanos míos, me estaban diciendo de alguna manera que me encontraba en otro país y no debían mezclarse los dos vientos.

Tú sabes bien, amigo Luis que no me gusta la política. Mis impresiones o mis críticas en ese campo han tratado de ser siempre objetivas; perdona, Nuria, ya sé que no compartes lo de la objetividad conmigo. Ni entiendo la obsesión de quienes se esfuerzan en demostrar que están en la política para defender los intereses de los ciudadanos que le votan. Allí se supera con creces el 2,5 por 100 de subida que asignan con mucho morro para el resto de los funcionarios, los que se hallan en los círculos de abajo y que son por añadidura los que reciben siempre las pedradas. Conforme las señales que nos llegan, allí deben superarse todas las incomodidades y de cuando en cuando se les exige a los compañeros del Parlamento una atendón a modo de codazo hacía un determinado asunto, que en nuestro caso puede ser el Parque, el mirador de Piedrasluengas, la minería...

Da la Impresión, yo así lo entiendo por los comunicados de prensa, que en muchos pueblos hay una contienda brutal entre la oposición y el partido en el poder. "Que no me toques los bemoles, que esto lo hice yo, que lo de más allá fue gracias a nosotros que nos movimos ... " y así una serie larga de meneos que no vienen a cuento, porque las cosas se hacen y se mejoran entre todos y a todos les toca un poco de gloria cuando se consiguen y un poco de penar cuando se malogran. Sí quienes están metidos dentro no se ponen de acuerdo, poco podemos esperar quienes lo vemos desde lejos, y para muestra unos botones:

"Nuestro objetivo -declaraba hace unos años Alberto Fernández, el portavoz del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Cervera- es luchar por la comarca de la montaña palentina, donde la dejadez de la Junta y la dejadez de la derecha, han creado clarísimas deficiencias de infraestructura".

El Partido Socialista de Palencia habló así a propósito del Golobar: "Estamos cansados de oír que el norte de la provincia de Palencia necesita desarrollar iniciativas que generen riqueza y puestos de trabajo, y que la vocación principal es la del desarrollo turístico. Ahí tenemos una iniciativa importante y fácilmente desarrollable, pues a pesar del aspecto catastrófico del edificio, su estructura está bien, el tendido eléctrico está bien, la carretera es aceptable y pueden crearse de quince a veinte puestos de trabajo estable".

Fue en Otoño también. Hace unos años. El gerente del Hotel Valentín me había localizado y quería que me hiciera cargo de la discoteca los fines de semana. Era joven, inquieto y me rendí a dicha propuesta porque las horas del día podía aprovecharlas para recorrer lugares y contar luego historias en un diario nuevo que fracasó en Palencia. El día que visité la estación del Golobar por primera vez, aquello me pareció la prolongación de un sueño. Fue como el descubrimiento de un secreto a pocos kilómetros de casa. Fue un espejismo que duró lo que dicen que dura un caramelo a la puerta de un colegio. Todo pasó como una ráfaga. En cuestión de segundos. Bajar y despertarme ante un montón de ladrillos rotos, griferías arrancadas y, en fin, establo de caballos y de vacas. Ver para creer, como vio y contó años más tarde en este mismo diario el senador Felipe Calvo.

Una carretera en toda regla, un mirador hacia Campoo en la explanada. Un lugar con su tendido eléctrico, y un Parador colgando estratégicamente, a socayo del viento, a doscientos metros de la Sierra. El espectáculo estaba asegurado. La idea no pudo ser más acertada, ni mejor el comienzo (tanto como costoso debió de ser guardar el secreto de más de mil millones de gasto generosos). Y nunca he podido superar lo que para mí significó el silencio más absoluto sobre aquello por parte de nuestros mandatarios. Los políticos dejaron enterrada una fortuna en aquella parte de la Sierra y me consta que nunca darán explicaciones, que aquello, no sé por qué oscuro motivo, está condenado a la desidia.

_______________

NOTA.-En el Parador Nacional, un lector me increpó duramente, porque había leído un artículo mío donde se decía lo siguiente: "Según Julio Caro Baraja, antes de la romanización, en todo el sector Cantábrico, desde Galicia hasta los Pirineos, se habló una lengua o dialecto de una sola lengua que sería el euskera".

Como es lógico citaba al prestigioso investigador a raíz de la crítica que le hacía al escritor leonés José María Villanueva Lázaro. Personalmente nunca me he pronunciado al respecto, ni lo deseo para el presente, tal y como están las cosas de los nacionalismos, pero no podemos negar nuestro pasado, ni podemos borrarlo, ni echar más carbón por tanto incomprendido.

Más bien me inclino a pensar que fue un poco la venganza hacia el artículo que sobre aquel centro escribió Nuria Donat.

Ella sus motivos y razones tendrá. A mí, que me registren.


Reading Time:

30 octubre 1997

Viaje al Otoño (II)
octubre 30, 19971 Comments
Mío, Tuyo, Nuestro, Suyo




Todo el mundo parecía relajado hasta que a mediados de octubre se filtró la noticia. El presidente de la Diputación, Jesús Mañueco, había establecido ya contactos con el consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León y con el ministro del ramo, señor Romay Beccaría. El asunto a abordar era la posible construcción de un hospital en el norte de la provincia, cuyo coste rondaría los 500 millones de pesetas. (Después de los 24.000 millones del Guggenheim, esto parece agua de borrajas).

Pero lo que parecía más difícil, que era llevar ante alguien el propio plan, ha resultado ser lo más sencillo y es a la hora de buscarle un enclave idóneo cuando nadie parece querer ceder un ápice; cada cual quiere mover ficha a su antojo y todo el mundo encuentra causas más que justificables y defendibles para hacerlo. Ahora bien, en otras circunstancias y proyectos puede ganar cualquiera, para un hospital sólo hay un punto idóneo por una razón básica.

Cervera de Pisuerga es el centro neurálgico, si tenemos en consideración a los pueblos más alejados de la provincia, los que forman las comarcas de Pernía; Polentinos, con Ayuntamiento propio y La Castillería, esta última anexionada al Ayuntamiento de Cervera de Pisuerga, donde viven, sobreviven más bien, a un olvido de siglos veinticuatro aldeas.

No se puede zanjar un olvido con otro. No cabe la presunción de inocencia para quien se atreva a relegar por más tiempo un acercamiento a la provincia de la que se sienten deudores e hijos, en un asunto que es -junto al de las comunicaciones- clave, yo añadiría que absolutamente necesario para revitalizar todas aquellas facetas que ahora mismo están consiguiendo despertarnos.

Guardo sufriría doblemente si resultara Aguilar el agraciado y lo mismo le sucedería a Aguilar de ser Guardo el elegido. En cualquier caso no sería Cervera el más perjudicado, sino todos los pueblos que viven en el entorno y sobre todo aquellos que están más alejados, como Camasobres, Casavegas o Piedrasluengas, casi tocando ya frontera cántabra; Brañosera, Barruelo de Santullán y todos los pueblos de la zona de Mudá; asimismo los pueblos que desde Velilla a Ventanilla padecen ahora mismo unas carreteras estrechas, llenas de maleza, cuando no de baches, donde el único médico que se conoce llega cuatro o cinco días a la semana, pasa visita de ministro y se vuelve a esperar novedades a Cervera. No me parece de recibo que ahora los alcaldes se peleen por un caramelo como los chiquillos. El portavoz del partido Socialista en Cervera de Pisuerga le reprochaba hace unos días al alcalde Luis Cabeza que se apuntara un tanto en el asunto del Instituto de Secundaria. Se suponía que él jugaba también en aquella baza, que él también formuló el deseo, que también se debe a su gestión el próximo levantamiento de este nuevo edificio y queda ridículo venir acusando a otros con el dedo de antropofagia.

Espero que ahora luchen los dos a brazo partido para que Cervera de Pisuerga tenga un hospital en toda regla, con todas las prestaciones necesarias, cueste lo que cueste. Porque si resulta ser cierto, si el ministro lo entiende (hasta que no meta la mano como el Apóstol ya no me creo nada) estaremos hablando entonces de un futuro cargado de esperanza, pues no olvidemos que dos de las causas principales por las que la gente emigra son: la educación de los hijos y la cercanía de un centro hospitalario, que redima o compense de algún modo la distancia que nos separa de Palencia. Las otras dos son el trabajo y el invierno. El turismo es una puerta abierta a la primera y se luchará siempre mejor contra la segunda cuando haya gente suficiente para solicitar máquinas y medios que impidan la incomunicación durante tantos días.

Si las autoridades reinantes, incluida la oposición, han hecho como me dicen en Cervera un esfuerzo para que llegue un hospital, y la Diputación ha destinado ya un dinero importante para comenzar el estudio de situación, no es de recibo que ahora nos echemos a la calle para decir que "allá, no; que aquí, que mio, que Guardo es más grande, que está desamparado; que Aguilar está mejor comunicado, es más turístico; que Cervera ya tiene un Juzgado de Instrucción y un Parador Nacional...". No le llenemos al pueblo de mensajes equivocados. Mucho me tira mi tierra de nacimiento, pero por lo mismo que no puedo pedir que se ubique un centro de esas características en San Salvador de Cantamuga, tampoco deseo, ni me imagino, que lo lleven más lejos de Cervera, porque cojan un mapa, extiéndanlo sobre la mesa y que alguien con un poco de cabeza, que no tenga parte en el poder o en los ayuntamiento sopesando todas las causas; con el corazón frío, porque en este caso el pueblo es la montaña, señale el lugar más adecuado para todos.

Si resulta Aguilar, pues bien; si es Guardo, adelante, pero no me vengan con patriotismos ni dardos envenenados que lo único que pedimos es la mejora para los 40.000 habitantes que viven en estas latitudes, no la comodidad para unos pocos.

Estoy convencido de que si lo entienden así, los proyectos no sólo hallarán el visto bueno del Ministro y de la Junta de Castilla y León. También los ciudadanos llegarán a entender que no se ubica en una localidad por expreso deseo de sus autoridades -porque en ese sentido habrán luchado todos y cada uno de los alcaldes de todos y cada uno de los pueblos-, sino para dar vida al pueblo que, se entiende y responde al nombre de la Montaña Palentina, a todos por igual, porque este debate es ya muy viejo y nadie medianamente cuerdo debe echarse a la calle para discutir su ubicación.

Otro caso es que un alcalde o un concejal quiera lucir mañana unas medallas en el pecho.

La Colmena, 30 Oct 1997
Imagen de Amando Vega


Reading Time:

29 octubre 1997

Viaje al Otoño (I)
octubre 29, 19970 Comments
Bilbao-Guardo-La Lastra




"El Otoño ha dejado ya sin hojas los álamos del río" -escribió en 1920 García Lorca. Me duelen las entrañas de esta tierra tan nuestra que ahora en Otoño queda sola, Como si una mano misteriosa corriera un velo sobre ella. Me afectan las palabras del poeta granadino y si las cito aquí es porque, comprendo cuando dice:

"Sobre el paisaje viejo y el
togar humeante
quiero lanzar mi grito,
sollozando de mi
como el gusano desplaza su destino".

Bilbao, la segunda ciudad desde la que a menudo les escribo, me ha dado una familia, unos amigos, personajes que se han ido añadiendo mi equipaje. Ramón Bustamante, locutor de Radio Popular, con uno de los programas matinales de mayor audiencia: "Quédate con Ramón", en el que colaboré el pasado año empujado por su deseo de verme florecer en esta tierra. No tengo ganas por despuntar en nada, ni prisa. Con ese mismo planteamiento he venido trabajando durante todo lo que va del presente año con un autor vasco de mucha solera. Me refiero al escritor y académico Xabier Gereño. De sus trabajos destacan 8 diccionarios creados para la Academia Vasca, de Euskara/lnglés, Euskara/Castellano y Euskara/Euskara, que ahora mismo utilizan los estudiantes. Autor, además, de numerosas obras de teatro y novelas como "Carta fatal", historia de espionaje situada en la Guerra Civil española; "Residencia Rochester", novela de intriga ambientada en el poco conocido mundo de una residencia de lujo para personas mayores, que está a punto de salir en cine, y "Huyendo del pasado", la odisea de una joven que decide abandonar la organización terrorista para vivir en libertad.

La historia que hemos concluído se desarrolla entre Madrid y La Coruña. Un periodista que investiga la misteriosa muerte de un camello y una larga trama donde aparecen camuflados -con la tapadera de negocios legales-, personajes que viven por y para la droga. Poco a poco se va descubriendo la ambición de cada uno, la venganza, los mundos tan distantes que afloran en esa especie de laberinto donde ronda de continuo el dinero y la muerte. Y ahora mismo, se lo digo a Mariano, reposa ya como el buen vino junto a otras historias...

En todo esto medito, mientras dejo atrás un río de gente que ha llegado a Bilbao para asistir a la inauguración del Guggenheim. Algún día, próximamente, les contaré cómo es por dentro, como lo veo yo, porque actores y directores de reconocido prestigio han venido a declarar que: "lo que no se hace en Bilbao, no se hace en ningún sitio". Y acaso debamos rectificar y rendimos a la evidencia, pues algo parecido ocurrió cuando se nombró por primera vez el "metro". Aquello se tomó como una especie de locura, un imposible, una obra esperpéntica, algo que no tenía sentido, algo que sigue sin tener sentido todavia para muchos.

Después de todo, hemos de reconocer, eso si, que las obras de infraestructura que se han realizado nos meten de lleno entre los primeros. Ya no se trata de dorar los compromisos o de buscar el voto prometiendo pequeñas conversaciones. Aquí en el asunto de la comunicación, autovías, carreteras, puentes ... etc... no se ha escatimado nada y cuando pergueño estas líneas a finales de octubre, ya se ha aprobado un nuevo y costoso proyecto que comunicará la zona del recién inaugurado museo.

Llego a Guardo a las 11 de la mañana. Quiero saludar a Jaime Garía Reyero, al que no veo desde la última entrevista que le hice para otro medio de comunicación.

"A propósito -me dice su señora- vienes en el diario", pero ya no quedan "Palentinos". Hablamos del nuevo hospital que han prometido para Cervera de Pisuerga. A medida que corre el tiempo las autoridades de Guardo se van mostrando reacias a permitir semejante enclave. Ahora también las de Aguilar. No me extrañaría nada que tuviésemos que acudir al juicio de Salomón, poniendo otra vez como premisa el asunto de la distancia. Porque, tengamos en cuenta también a Barruelo, a Brañosera, a Aguilar de Campoo y, en suma, a todos los pueblos que se encuentran dentro de esos y otros ayuntamientos. Miremos asimismo las dificultades añadidas de los crudos inviernos. Suponemos también que, detrás del edificio, llegarán los especialistas, por lo mismo que no hay escuela sin maestro, ni minas sin mineros. Pero mañana les resumiré en un extenso artículo lo que pienso al respecto.

Hablamos de las vías de comunicación, tan necesarias para que todas las premisas anteriores se cumplan. Las carreteras son la base principal de todos los tratados. El turismo, las empresas, las personas viven mejor o peor dependiendo en gran parte de las vías de comunicación que tengan. Ponerse de parto en Cervera, suele concluir con el alumbramiento en el coche que te lleva a Palencia. Hablamos de las Guías turísticas que han proliferado como las rosquillas. "Unas a 700 -dice Jaime. Y añade: Otras, que tratan de lo mismo, porque camino sólo hay uno, 1.500". Hay gente que viene, anda el camino y a veces se inspira tanto en los textos de otros, que escribe las bucólicas, olvidando que todo está ya escrito y el milagro que aguardan no llegará en Otoño.

Hablamos de Nuria Donat, compañera del alma, que vino a beber el agua cristalina de Cervera, inspirando al camino con su pluma, dardo que hiere por amor, sin rencor, con la esperanza puesta en estas tierras de agua. Además de "El Resbalón", "El Peñalabra", "El Gure Etxea", o también el Parador Nacional, donde Carlos Cuevas adereza el condumio, cuando vuelvas, Nuria, pasas por Aguilar y haces una comida en el Hotel Valentín. No quiero que te vayas sin probar las fantasías de ahumados, lubinas, solomillos, la carne de las mejores carnes y el queso de la Tierra de Campos.

Y más que todo eso, el trato que bien persigues y mereces; no sé si la elegancia o la profesionalidad; en todo caso, insisto, el detalle y la sonrisa siempre, porque como bien dice un proverbio escocés: "la sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz". Te digo esto porque son viejos compañeros de otras épocas, cuando José Luis Moreno se sentaba en aquellos salones antes de salir al escenario con Macario.

De esta montaña nuestra, escribió Juan Carlos Mancebo hace unos años:
"Quienes hemos saboreado del refugio de esta rinconada palentina, sabemos de caminos, que nos brindan veredas que se quedan atrás vestidas de crepúsculo vespertino, de alba, de lluvia, de lo que mande el cielo ... ".

Y Carlos Urueña:
"Estoy en Aguilar, entre el ensueño del Pisuerga que en rocas campea ... ".

"¡Tocar!, tocar! Poner profundos silencios!"-escribió mi amigo, el poeta y profesor Manolo Bores.
Cuando llego a Velilla y entro en la carretera de montaña, el Otoño penetra por la ventanilla, salpicando de sensaciones nuevas a Carlos del Río, otro buen amigo que ha querido acompañarme y que va situándose en el lugar y en la estación a medida que avanzamos. En la casa rural de "Peñasalbas", en lo alto del pueblo de La Lastra, decidimos tomarnos un respiro.

Reading Time:

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *