ORÍGENES

27 marzo 2012

La montaña palentina y España
marzo 27, 20120 Comments

Hay un libro que merece la pena ser tenido en cuenta por todos aquellos que arriban por primera vez a nuestros lares. "Palencia Stop, de Antonio Álamo Salazar, cronista oficial que fuera de Palencia. A la entrada de ese mismo libro se cita una frase de Alcediano de Alcor: "Palencia, entre historiadores y cosmógrafos es tenida por muy noble y antigua, de quien muchos autores hacen memoria".



He tenido la suerte de visitar Barcelona. Iba de camino hacia Italia y andaba con el tiempo contado para ver y admirar tanto contraste y tanta maravilla como ofrece esta ciudad mediterránea. Vi la Sagrada Familia, de "Gaudi", y quedé impresionado. Me gusta Santander. He llegado a Cantabria por todos los caminos; no en vano, Piedrasluengas -como atrás queda dicho- es una via importante de paso que nos mete de lleno por Polaciones hacia "La Laguna" (buena matanza en las Ventas del camino, bonita la yegüada de Pisueña...); y de otro lado, Liébana, bella tierra que conozco y que amo porque la he vivido en sus paisajes y en sus fiestas.

Qué voy a decir de A Coruña; España, querido lector, tú ya lo sabes, es una fuente inagotable de belleza. Muchas veces, en dos años, "troté por la calle de los vinos. Muchas anduve por la Plaza de María Pita; otros días los pasábamos en una tasca pequeña, camino del Faro, donde un hombre provisto de mandiles preparaba "queimada" y, después, hecho el silencio, apoyado en un bastón extraño, recitaba unos versos que, en alguna parte, no sé por qué motivo, nombraban a Palencia.

Estuve en Don Benito (Badajoz) una semana. Tocando casi Andalucía (un viaje que tengo prometido y que hasta la fecha, por unas u otras razones, no he podido cumplir). En Don Benito tuve la suerte de asistir a una boda, acompañado por dos buenos amigos: Esteban y Francisco de Celis, el cura que les casó. De todas formas, ¡pobres novios!; creo que aquella noche no encontraron acomodo ni descanso. Curiosos y solteros merodeaban por el lugar tratando de impedir que avanzara la noche, cuando menos, que se detuviera en algún punto, con ese encanto que requieren las emociones fuertes del primer día de casados.

La última vez que vi algo parecido en nuestra montaña, fue en Polentinos. En este pueblo, hace ya algunos años, los mozos eran muy rigurosos con todos los forasteros que venían a pretender. Las mozas, primero, para las del pueblo. Sin duda, parecía buena fórmula para que los pueblos no se desperdigaran por España, bien digo, porque España está llena de palentinos, a veces tan ilustres como Virgilio Zapatero, Guzmán Rubio o Claudio Prieto.

Pero dejemos eso para otro día y prosigamos viaje.

En la montaña palentina se habla del condado de Fernán González. Ramiro II, un guerrero muy avispado del reino astur-leonés, sofocó una rebelión de nuestro conde y le mandó encarcelar. Dicen que unos años después le dejó en libertad y se lo devolvió todo: iglesias, catedrales, sepulcros, conventos...

En León tuve tiempo para admirarlo todo. Desde la catedral a la Virgen del Camino, sin olvidar el convento de San Marcos. Otro tanto diré de Ávila; nevaba en aquel patio donde jugó Santa Teresa de Jesús. Buenas palabras que dedicó a Palencia: "... mas toda la gente de Palencia es de la mejor masa y nobleza que yo he visto". De todo esto sabía mucho nuestro gran poeta Antonio Álamo. En fin, sería muy largo de detallar aquí las impresiones recibidas en cada una de las ciudades por las que he pasado: Salamanca, Segovia, Zaragoza, Pontevedra, Cáceres, Valladolid y Madrid, estas dos últimas donde pasé seis largos años de mi vida; primero, entre las nieblas de Laguna de Duero y Portillo; el último en Madrid, con la muerte de Franco.

De mi paso por ellas tengo recuerdos gratos. Del primer agobio en tierra extraña, lejos del cariño de tus padres; de la primera morriña de una cárcel de pueblo -pongamos por caso- en Valladolid, a una libertad sin límites en la Capital de España. Sí, porque, cuando se ha vivido en un régimen severo como el que a nosotros nos tocó en Valladolid, sujetos a castigos que, al recordarlos hoy me da dolor; metidos de lleno en una vida sin buscarle sentido a nuestra vocación...; cuando, de la noche a la mañana, en otro lugar con el mismo vínculo, encuentras un camino de rosas o, por lo menos, un camino sin vigilantes obsesivos, entonces sientes eso que llaman libertad. No obstante, incluso en las pautas educativas más estrictas, en los regímenes más autoritarios, hay cosas agradables que recuerdas con gozo. Y, al final, cuando miras atrás, no te detienes en aquellas disciplinas tan dispares, vas más lejos, te encuentras con un nuevo paisaje, con los viejos camaradas , con aquel padre cojo que nos buscaba con panfletos. Son capítulos amargos, donde buscas lo mejor para llevarlo a este libro y meterlo en la casa de ustedes, que tantas y tan bellas experiencias podrían contarme.

Soy un viajero sin escrúpulos que va donde le mandan, que no exige cuidados especiales, que se conforma con un poco de cada cosa, que no tiene pasiones desmedidas, que casi todo le agrada y le conmueve. Bilbao es otra historia. Del País Vasco sólo me ha mermado en otro tiempo tanta muerte, me he sentido mal por tanto grito como brotó infecundo; menos mal que el Arte, -como dijera en Pernía el poeta leonés Isidoro Álvarez- une los pensamientos más dispares, los radicalismos más absurdos.

Por encima de todos esos artistas que las viven y las describen a diario, por encima de todas esas técnicas que nos deslumbran, luce la belleza de la montaña palentina; con sus errores, con sus enigmas, a un paso de la muerte, desnutridos, con un grito de paz almibarado en las grutas de sus montes, entre el hielo y la sequía, abiertas de par en par las puertas de cristianos reñidos con la tierra, perdidas las voces juveniles, cansados los ancianos de ser viejos; a veces, metidas entre el bosque sus casitas, como nota de cuentos.

Confieso que he nacido como soy por la montaña y a ella le debo todo lo que tengo.

He visitado muchos lugares de España, la venero, guardo sus cosas en mi armario interior, pero mi razón, las experiencias que me han endurecido, están en la montaña palentina.

La llevo dentro a todas partes, la reproduzco y la comparo. "No hay nada igual, me digo, y ya lo siento por Madrid, que es la capital de España, y por Barcelona, tan saturada de lo que aquí nos falta. Y ya lo siento por el mar, por las llanuras que nos tocan, por esos lugares tan hermosos a los que no he llegado; ya lo siento por todo y por todos, pero ella siempre viajará en esa cajón de la memoria, vaya donde vaya, viva donde quiera que viva.

Ella primero, y luego, sin más orden que aquél que establezca el tiempo, el dinero y el momento, cualquier punto de España.


VIAJE A TRAVÉS DE LA MONTAÑA
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23 marzo 2012

Algo te grita dentro
marzo 23, 2012 5 Comments

Una de las conclusiones a la que llegas después de meterte en canción con Luis Guzmán, es el amor y la admiración que profesa a su padre. Te das cuenta, asimismo, que no es necesario tener cien años ni ser un ídolo de masas, para ganarte la admiración y el cariño de tu gente. Que no necesitas nacer ni vivir necesariamente en los lugares que te cautivaron y a los que de algún modo has dedicado una buena parte de tu vida.



Que no lo haces por recibir plácemes del mundo, que lo haces por amor, por devoción folklórica, poque algo te grita dentro. Su padre, Antonio Guzmán Ricis, autor del Himno de Palencia, excelente compositor y director, nacido en Barcarrota (Badajoz) murió a los 48 años, como muchos insignes artistas de la Edad Media, cuando la esperanza de vida no iba más allá de los 50 años, pero dejando tras ellos una estela imborrable; en este caso concreto, 240 obras compuestas. Y un trabajo de recopilación que vale un mundo, tan preciado ahora, cuando todo aquello desaparece o queda relegado por otras historias.

Entre nosotros, en muchas ocasiones, ha salido a relucir esta adversidad y distanciamiento con el que te deleitan algunos paisanos, pensando, tal vez, en los dineros que ganas por hacer lo que haces, como haciéndote ver que aquella dedicación tuya no tiene mérito ni tendrá recompensa. En algo tienen razón: No sólo no cobras ni un céntimo sino que, además, no te llueve un premio por ningún sitio en reconocimiento, que sirva también de incentivo para seguir cuando flaquean las fuerzas. Pero son aficiones éstas a las que te entregas afanoso, porque algo te lo marca, sin que sepas explicarlo bien ni acierten a entenderlo los demás. Y tienes que proseguir aunque tiemblen las manos y el corazón de quienes lo atesoran, aunque como humano te lamentes de tanto olvido o veas inane acaso tanto esfuerzo.

Y sí, estamos de acuerdo, no tendrá la rentabilidad visual de esos programas televisivos que se dedican a tender su ropa, y se "arrojan cuchillos", y se hacen daño por la audiencia, ni el suculento dinero que los hace transformarse en guiñapos. Tú intuyes que, además de las buenas sensaciones que te aporta, dejas un legado impagable a las generaciones venideras.

Ver también: Algo te grita dentro (II)

"Luis Guzmán emula la labor de su padre dirigiendo la de Guardo desde 1952 a 1958, con la presencia en la misma del compositor Claudio Prieto, formado después en la escuela de San Lorenzo de El Escorial y perfeccionándose durante varios años en la Academia Nacional Santa Cecilia de Roma".

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16 marzo 2012

El pulso de la subvención
marzo 16, 20120 Comments

A últimos del pasado año, nuestros parlamentarios viajaron a Bruselas para defender ante la presidencia polaca las ayudas al sector de la minería en España.
¿Es rentable el carbón?¿Por qué necesita ayudas si es rentable?




Esas son las dos preguntas que todo el mundo se hace.
El sector de la minería da trabajo a cien mil personas en Europa y ha recibido más de 9000 millones de euros de subvención. Esto me recuerda, aunque sea un símil distante del asunto, a esos miles de autónomos y empresarios que siguen endeudándose año tras año, sin ayudas de nadie, para mantener a flote un "negocio" familiar que hace aguas por todas partes. Ahora se tiende a globalizarlo todo, pero ante la grave situación que se nos ha planteado, más grave cada día que pasa, y donde las medidas para atajarlo discriminan claramente a los más débiles (echar a unos para contratar a otros a precios de saldo), habrá que sentar las bases de lo que merece o no ser subvencionado. Porque la situación planteada no la cambiará de la noche a la mañana ningún gobierno nuevo. Es difícil que las ayudas a este sector se posterguen durante mucho tiempo más. Las minas, que en otro tiempo dieron vida a estos pueblos, que fueron el sustento de muchas familias y comercios, viven estos días sus horas más críticas. Nada que ver todas las crisis que se sortearon antes. Esta es, con diferencia, la peor. Ni todas las reservas, ni las marchas reivindicativas, ni las medidas medioambientales que se tomen para hacerlo viable, ni todas las promesas y propuestas de los políticos que tratan de alargar su agonía, lograrán detener el final de su historia. Es conveniente, por lo tanto, buscar alternativas.

Y si la política de las subvenciones ha de postergarse, que los beneficios alcancen a todas las personas, bien en el arreglo de las carreteras que los comunican, bien en los servicios que se demandan para hacerlos viables, con alguna posibilidad de vivirlos, que es, en definitiva, el eco de los gritos que más resuenan en los últimos años.

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09 marzo 2012

La matraca de San Glorio
marzo 09, 20120 Comments

Para quienes se han posicionado siempre en contra de una estación de esquí en San Glorio voy a enviarles una señal de esperanza, pues si el tiempo acaba poniendo las cosas en un determinado sitio, que no quiere decir que sea el sitio mejor, parece que esta famosa estación en el ánimo de tanta gente que ve morir sus pueblos sin que nadie haga nada relevante, lo que sea, al precio que sea, incluida una urbanización en algún lugar de nuestras sierras, nunca se llevará a efecto.



Es posible también que me equivoque, porque estoy oficiando de agorero, pero las últimas crónicas sobre este proyecto me suenan igual que las primeras. ¿Cuántos años llevan dale que dale a esta matraca? ¿quince? ¿Cuántos años más tenemos que esperar para verlo en marcha?  A ver, no se puede tampoco supeditar el futuro de estas provincias a la puesta en marcha de una estación de esquí, cuya primera fase, otro anuncio incierto de futuro, echaría a andar en 2015 con 23 kilómetros de pistas.

La prensa cita con frecuencia los afanes de "Tres Provincias" por dar luz a este evento, que por otra parte no es nuevo ni seguro, dado que está supeditado a una estación del año y a los vaivenes del cambio climático. Las últimas declaraciones del portavoz son para enmarcar: "Se trata de un proyecto regional inmenso". Inmenso tiene que ser para que, después de tanto años de machacarnos con su puesta en marcha, venga envuelto en tanto misterio y se siga hablando de una cantidad importante de dinero en una época de dura recesión...  Señores, seamos claros, que ya el pueblo está escamado de enredos y mentiras. ¿Es para beneficiar al pueblo o es para beneficiar a una pequeña empresa que se monta con tal fin para crear cien puestos de trabajo, empujando al Gobierno a cambiar la Ley de Ordenación del Territorio? Lo más sospechoso es el aplazamiento continuo del proyecto. ¿Hacen falta más leyes?¿Tienen dinero de verdad?¿Quieren dinero público? ¿Van a levantar un mausoleo para que se refieran al proyecto como algo "inmenso"? 

Las cosas claras. Y se hace o no se hace, pero que no nos den la murga mil años más con eso.

Imagen vista en:  billetes

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06 marzo 2012

La montaña palentina y su entorno
marzo 06, 20121 Comments

Si escribiera cien veces, cien contornos plasmaría en el papel. Y los cien diferentes unos de otros. Y los cien nuestros. Y no porque me canse de nombrar la belleza y la importancia del paso de "Piedrasluengas", sino, porque no tengo la capacidad de retención que tienen otros; puedo inventar cien nombres, pero si me mandaran repetir inventaría otros cien. Habré subido cincuenta veces a la sierra. Siendo un muchacho todavía, he arreado ovejas desde el pueblo de Várago, por encima de Potes, tierras holladas por los "maquis", por los "Juanines" y "Bedoyas" en una guerra civil a la que siempre quitan años.

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Aquellas cuestas eran tan empinadas que, cuando enfilabas las cañadas de Dobres, tenías la impresión de estar jugando a los barcos con las nubes. Después, en "Cortes", los vaqueros de mi pueblo con el chorizo al fuego y la tortilla de patatas entre el pan, se te quitaban los deseos de proseguir el viaje; te relamías de gusto, como un niño viendo comer el caramelo a otro; querías tener edad para ser como ellos y dormir al aire de la sierra, cerca de aquellos hondos valles, donde el eco repetía las canciones montañesas de los mozones que cantaban para aplacar el frío y los recuerdos. ¡Cómo sabía allí el pan y el vino y la sinceridad a expensas del puchero a la lumbre!

Pero tenias que andar. Eras un muchacho, un "mandado", y cumplías, ¡vaya que si cumplías!, por vocación, porque naciste sima como el mismo Pisuerga, y te amarraste al polvo del camino sin buscarle ceremonias de lujo a la libertad.

En el confín, siempre las atalayas. Ya fueras camino de la Abadía de Lebanza, ya subieras al Cueto de Herreruela, ya te montaras a horcajadas por las altas cimas de Brañosera, siempre el mismos espectáculo a la vista: "El Peñalabra" -dicen, la mesa de los cántabros, -digo, el corredor de los palentinos; como un pinacho sin final para los habitantes de "Polaciones", igual que un faro para Liébana, pero, insisto, un celoso guardián para Palencia. ¿De quién es la montaña? Del mundo; a lo sumo, de los de Piedrasluengas, un pueblo que duerme por debajo del collado que da vista a los Picos de Europa.

Por encima de "Los Redondos", a un lado de esta colosal obra, se divisa "Tres Mares", más alto que "La Horca", de Lores, por donde ahora pasa mi caballo y más que Peñalabra y el Carazo, éste último, allá por donde alumbra ya Fuentes Carrionas, otro universo frente al nuestro, lleno por igual de asombrosos rincones, donde se alzan como ceremoniosos visitantes el "Espigüete" y el "Curavacas"; tierra de todos, tierra de nadie, cortoneada a gusto de cada visitante.

Unos dicen que Cervera de Pisuerga, el otro enlace poderoso, es la capital de Pernía; que Herreruela, Celada de Roblecedo, Estalaya y Verdeña son hermanas carnales; que Ruesga, Gramedo y Rebanal respiran nuestro aire...; otros, incluso, van más lejos, dicen que somos cántabros de origen, por aquello del uso frecuente de la "u" al final de las palabras. (1) Nos disputan, nos celebran, van y vienen con indudable gozo, se entretienen buscando hermosos peces a la orilla de nuestros arroyuelos, tropiezan con los corzos y un año tras otro nos enseñan y aprenden.

Describir el contorno de Pernía nos llevaría cuatro líneas, pero la montaña no se detiene aquí.

Para el viajero que llega de La Ojeda, cansado de ver centeno, buena gente también aquella gente, el alto del Ballegón es un océano: allá al fondo, entre pequeñas brumas, el confín de Palencia; por la collada San Salvador asoma la cabeza, y por debajo, a unos metros del mirador natural, el Vañes nuevo. (Dejad, que ya hablaremos largo y tendido de los pantanos más adelante). Siempre le sorprenden a uno las grandezas de estos pequeños pueblos. Vañes tuvo una época de esplendor para Cuberos y Toneleros que servían contenedores váquicos a muchas regiones españolas. (2)

No hay manera de buscarle un asiento definitivo a la comarca. Sabemos donde está enclavado cada pueblo, los riachuelos que atraviesan por ellos, las chimeneas que humean cuando amanece, las leyendas, los picos o las peñas desafiantes que te observan, pero no podemos ponerle un mojón y cantar victorias al final de la guerra, porque, ni hay guerra, ni la tierra se divide, ni el agua puede retenerse, ni los montes se meten por capricho en la esplanada.

Todo tiene su explicación: la tierra está ahí, se la ama, la defendemos con vehemencia, aportamos un conjunto de frutos que la embellecen, que posibilitan su vida en ella. Verdeña, inspira, tiene un contorno mágico; Tremaya, enerva, donde parece terminar el viaje, empieza; Estalaya te eleva a las alturas, Lebanza te enamora, Camasobres te encanta, te atrae Triollo y Vidrieros te reserva una sorpresa. En este oficio todo está permitido y voy a dar un salto triple. De Cervera a Aguilar de Campoo todo está escrito: en prosa, en verso, en antiguo, en moderno, de mil maneras que cumplen bien el objetivo. Puertas grandes, sin olvidar a Guardo y a Velilla, que misteriosas se abren; remozadas colegiatas y Casas Culturales; Columnatas por paseos, pequeñas tascas a la vera del río, complejos hoteleros y aroma de galletas; en fin, vamos del blanco al negro, de la harina al carbón. Y es curioso, en Aguilar de Campoo las galletas; en Guardo, la térmica, y en Cervera y Pernía, las dos al mismo tiempo: "Los socorritos" y la mina. Todo lo iremos desentrañando en los próximos capítulos. Y quedará mucho por decir. Y habrá cosas que no se digan como el mundo las ve, sino como las ve el alma del poeta. Yo tengo una sospecha: nuestra tierra tiene un don poderoso. Decía Francisco Bacon: "Las sospechas son, entre los pensamientos, lo que los murciélagos entre los pájaros: sólo vuelan al crepúsculo". Dejadme que lleve una sospecha y que vuele día y noche.

Alguna vez los pensamientos toman tierra y escriben los contornos que de verdad quisiéramos para esta bella tierra.
_________

(1).- Jatu, sal de esi matorru que te avientu un cantu...
(2).-Vañes, del libro III de "La Montaña Palentina", de Gonzalo Alcalde Crespo

Artículo extraído de su primer libro: Viaje a Través de la Montaña, 1989

VIAJE A TRAVÉS DE LA MONTAÑA | FROILÁN DE LÓZAR | PUBLIACIONES
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24 febrero 2012

Valorar lo que tenemos
febrero 24, 20121 Comments

Creemos que con un día de marcha ya hemos reivindicado suficientemente nuestro estado. Y que la prensa y el resto de medios de comunicación serán los vehículos idóneos para extender la llama. Y los poderes públicos se verán obligados a resarcirnos por tantos años de silencio.




Ahora más que nunca, con los ejemplos que nos llegan de otros sitios, creemos que no sólo nos adeudan los años aquellos de penurias, cuando hasta el rey venía pidiendo, y pedían los curas, y los Señores, y los Condes... aún en tiempos de malas cosechas, en una tierra siempre expuesta a los largos inviernos. Creemos que del pasado les deben a los nuestros un reconocimiento, que tampoco se ha visto compensado con los importantes pasos que en materia turística han dado las Instituciones palentinas en los últimos años. Creemos que nos deben el progreso, con unas vías de comunicación que hubieran generado el tránsito debido para una repoblación que hubiera asentado la confianza, siempre que el mal de la despoblación parecía solo cosa nuestra. Y es posible que nos lo deban todo y que seamos deudores suyos por los siglos, en base a que cuidamos con esmero de una tierra en la que se conjuga tanta historia. No dudo que lo que unos hombres sueñan, otros consiguen hacerlo realidad, fijados en las mismas premisas que quienes les precedieron y con la fuerza que da la savia nueva. Pero también soy pesimista y entiendo que hay sueños que seguirán soñando otros, que hay voces auténticas que no lograrán pasar estas montañas, que hay respuestas que nunca nos dejarán satisfechos...

En base a un pensamiento que circula por ahí estos días, me propongo luchar por lo que quiero, no olvidar los que nos sigue doliendo, y valorar y conservar lo que tenemos, que eso también es garantía de que seguimos vivos.

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO 
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17 febrero 2012

Si me lees dentro de 100 años
febrero 17, 2012 6 Comments

Llega un momento en cualquier actividad, en cualquier vida, donde se hace un balance, para seguir en la misma línea, si lo que se hizo estuvo bien, o para buscar una alternativa si el resultado no nos satisface. En mi caso, las nuevas tecnologías sirven de referencia para recuperar allí viejos escritos, encontrar motivaciones parecidas en otras latitudes castellanas que sufren los mismos o parecidos males y globalizar de alguna manera nuestros enclaves a punto de ser devorados por ese cáncer de la despoblación al que no se le ha encontrado medicina eficaz en ningún lado.



No sé por qué, siempre se valoran las propuestas de los demás cuando quienes las hicieron están requetemuertos y sólo quedan las hemerotecas para darles el cumplido reconocimiento. Como eso no va a cambiar en el tiempo, aprovecho para agradecer por anticipado, ahora que puedo, a quienes tengan la ocasión de leerme dentro de cien años, y acaso me citen con el mismo deleite que yo cito a quienes describieron antes la desolación, el paisaje, la historia y el devenir de estos lugares. Lógicamente, estamos transmitiendo el sentimiento de muchas personas que sintieron el mismo frío y abandono que nosotros, que sintieron las mismas emociones. Es conveniente que nunca se pierda la esperanza.

Pero prevalece el sentimiento de amargura cuando compruebas que la tierra se va agotando sin remedio, y no llegan los repobladores que se esperan para darle nueva vida, como los repobladores que llegaron un día a estos lugares y construyeron sus casas, y levantaron las iglesias y los puentes y se guiaron en los viejos Concejos... Porque todo llega en su momento, no cuando lo deseamos nosotros, y en la historia de cada pueblo, como en la historia de cada persona, intervienen una serie de factores que generan todo lo necesario para que el hecho se produzca. Y si no hemos sido capaces de contagiar a nadie; si no hemos podido venir a vivirlo como gritábamos a los demás que hicieran; si no hemos sido capaces de ponernos en pie para defender tantas historias como aquí se fueron generando, es que, a lo mejor, no nos lo merecemos, ni somos las personas indicadas para continuarlo.

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO 
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10 febrero 2012

El invierno es cosa seria
febrero 10, 2012 2 Comments

Leo en un diario nacional que los inviernos no fueron siempre tan aburridos como ahora. Los actuales hombres del tiempo han encontrado muchos años después la causa de aquellos inviernos tan largos. Se trata de una línea imaginaria que comunica estas tierras con el Mar Cantábrico, el vacío formado por el curso del río Deva y los vientos norteños que chocan en el "boquete" que forma el Peñalabra y la Peña Bistruey. Resulta interesante y divertido verse uno reflejado en tan importantes medios de comunicación y con explicaciones que desbordan nuestro limitado entendimiento. El periodista lo resume así: "Las masas de aire forzadas a elevarse por primera vez en estos puntos, descargan cantidades ingentes de nieve..."



Parece que lo que le mueve a esa rigurosa investigación, es la cita que aparece grabada en el atrio de su iglesia: "Año 1713. A 26 de febrero comenzó a nevar y no cesó hasta el 29 de abril. Ese día había 12 varas". Hace unos días, en conversación telefónica con el folklorista Luis Guzmán Rubio, recordábamos la copla cantada por Sarai Plaza, recogida en los años 40 por su padre, Guzmán Ricis, lo que viene a justificar con pocas palabras la intensidad de los inviernos en esta zona:

En Camasobres la nieve
borra todos los caminos,
pero jamás borrará
tu cariñito y el mío...


A pesar de todo, sin quitarle la razón a nadie, en los inviernos que llevamos descritos no se habla de una gran cantidad de nieve caída, sino de una gran cantidad de nieve acumulada por el viento, lo que forma neveros espectaculares en algunos lugares como el Vallegón, la Venta Urbaneja, el collado de Areños... El año que alguien se molestó en grabar, sería, sin duda, uno de aquellos en que para atravesar las calles era necesario hacer auténticos túneles, cuando las plantas bajas de las viviendas estaban tapadas por la nieve, como bien recuerdan los más viejos del pueblo de Lores en la gran nevada del 54.

Loable es que nos hayan encontrado y nos sitúen en el mapa correctamente, aunque desde que padecí el invierno en propia carne, yo nunca me lo he tomado a broma.

Imagen: Máquina quitanieves abriendo las calles de Cervera en 1954
Más sobre este tema en nuestro blog "Curiosón"
"Grabado en piedra en 1713"


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27 enero 2012

Un luthier en Ruesga
enero 27, 20120 Comments

Parece que el inventor del violín fue Andrea Amati, de Cremona, allá por el siglo XVI. Le siguió la familia Bergonzi. Luego se fueron sucediendo Luthiers de Milán, de Venecia, de Nápoles. A principios del XIX se hizo muy famosa la escuela de luthería francesa de Mirecourt, donde sobresalió la familia Vuillaume.



En mi peregrinar por la red he visitado a Ricardo Alessia, un luthier argentino que inauguró su taller en 1989 y cada día se enfrenta a desafíos importantes e impensables. También he sabido de Carlos Arcieri, colombiano que vive y trabaja en Nueva York y que es considerado uno de los más destacados luthier de la actualidad y de Antonio Manjón, un luthier de Badalona que se define como artesano de la música y que expone en Alemania, Belgica, República Checa...

¡Cuánta gente se mueve por el mundo! Gente que vale, gente que, como los canteros levantaban las catedrales en la Edad Media, seleccionan con mimo su barniz, lucen y reparan los instrumentos para que vuelvan a sonar en otras manos, con otras melodías.

Ilusiona encontrar en muchas partes del mundo a estos tañedores y organólogos que, como sus antecesores del Medioevo, procuran ir avanzando peldaño a peldaño para lograr esa excelencia musical que todo el mundo ansía. Obedece esta pequeña incursión en el curioso universo de los luthiers, al impulso que recibo de Marta Redondo, desde Aguilar, que a finales de noviembre visita a uno de los pocos artesanos que elaboran violas y violines en España y que ha venido a instalar su taller en el bello rincón palentino de Ruesga. Iñaki Pérez, le cuenta a Marta que para elaborar un violín, se suele emplear 200 horas y que una de las cosas más importantes a tener en cuenta es el arco con el que se tocan, a veces más costoso que un violín, realizado con madera de "Pernambuco" y con pelo de caballo, preferiblemente de Mongolia. Como la música es esencial para las gentes, los artesanos se hacen imprescindibles. Aprovecho para felicitarle por su proyecto y por elegir este lugar para llevarlo a término.

Imagen: Marta Redondo
Para saber más: visite esta misma entrada en nuestro blog "Curiosón"

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20 enero 2012

¿El hospital?¿Otro Golobar?
enero 20, 2012 2 Comments

A veces uno se tira casi una vida entera escribiendo de aquello que preocupa a la gente de la España rural, a la gente de nuestros pequeños pueblos de la montaña palentina. Y cuando uno echa una mirada al pasado, buscando balances positivos, la desolación es la palabra más suave que se me ocurre en estos momentos para definirlo. Uno se siente defraudado, desmotivado, sin el apoyo de quienes la gestionan y sin la implicación, salvo pequeñas excepciones, de quienes lo padecen. Pero uno sigue aquí a pesar de todo, que eso sí que son ganas de revolver en lo imposible.



Por si esto no fuera suficiente para desengañarnos, parece que hasta la culpa la va a tener el mensajero por recordar aquí una vez tras otra que estamos ya a muchos años de aquellas promesas que se hicieron, y que sin la intención de llevarlas a cabo se siguen haciendo, para ponerle freno a esa tenaza de la despoblación y acercar lo más posible un hospital en condiciones a estos aislados pueblos. Mi amiga Marta Redondo, corresponsal de este diario en Aguilar, volvía a recordar este capítulo hace unos días, donde los responsables de aquella comunidad prometían ampliar los servicios del hospital "Tres Mares" de Reinosa, si se firmaba el convenio entre las dos comunidades. Uno se va haciendo mayor y se va repitiendo con un soniquete que no me extrañaría que molestase a quienes no se sienten afectados. Van pasando los días y van pasando los gobiernos, que arrastran los mismos vicios y composturas que los que nos dejaron. Y la pelota viene y va de un tejado a otro, de una comunidad a otra, mientras la gente se va muriendo, cuando no de enfermedad, de angustia, de soledad, de pena. Ahora los asuntos se han globalizado y, esa lenta y progresiva desmembración de los núcleos rurales que parecía únicamente nuestra, está devorando a otras comunidades, sin que sirvan los lemas ni las campañas que invitan a vivirlos. ¿Recuerdan la estación invernal de "El Golobar"?¿Recuerdan las promesas que se hicieron de retomar aquello y darlo vida? Pues parece que todo se ha quedado en agua de borrajas. ¿Será el hospital de Reinosa para nosotros otro Golobar más?

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO
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13 enero 2012

El lado oscuro de las redes sociales
enero 13, 2012 2 Comments

No se puede, ni se debe bajar la guardia. Uno airea su vida. La mueve a modo de bandera en las redes sociales. Los más curtidos; a primera vista, los más preparados, el último grito humano, te dicen con un desparpajo que te deja perplejo, que no eres nadie si no estás en ellas. Si al teclear tu nombre en Google, te dice el servidor que no se encuentran resultados, malo. Ya puedes tener todos los títulos que quieras, que si no estás allí, no existes. Pero tampoco te deprimas por eso. Puedes tomarte una licencia poética, como que "vives sin vivir en ti", como el que vive pero no lo siente, como el que malvive esperando un final que no entiende.


Además el tiempo va limando asperezas y a tenor de lo que se va viendo, tampoco es mala la clausura, pues parece que no figurar en esos campos "internetinos", te ayuda a valorarte más, te devuelve al diálogo, uno puedo moverse sin espías de la ciudad al campo; en definitiva, uno puede sentirse tan útil en su pequeño barrio como el bloguero más famoso en su comuna. Yo que me muevo mucho por esos lares, cada día me lo pienso más. Es una idea que me ronda desde hace tiempo, y más ahora, que las redes parecen invadidas por tipos anónimos que dejan recados y amenazas.

Qué sencillo resulta desde la oscuridad y la distancia exponencial a ese pequeño terrorista que todos llevamos dentro. Tanto vaivén futurista, tanta prisa por llegar a ningún lado, nos ha deparado un cúmulo de actuaciones y sucesos que antes no se concebían.

Sí, no cabe duda, como dijo Hobbes, en el estado de la Naturaleza, el hombre vive una guerra de todos contra todos. "El hombre es un lobo para el hombre."

Imagen vista en blogs bazaar

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30 diciembre 2011

Pasión por el Románico
diciembre 30, 2011 4 Comments

Hace unos días he aprovechado mi semana libre para repostar en aquellos lugares que tanta nostalgia me provocan. Para degustar un cocido lebaniego en Potes, una lubina en la Posada de Camasobres, el menú degustación en "La Taba" de San Salvador y alubias con conejo en el restaurante "Pacho" de Cervera, amigos que me siguen por las redes sociales.


En San Salvador me impresionaban gratamente las láminas que adornaban el pasillo del establecimiento, donde se muestra a plumilla una veintena de iglesias románicas del norte de la provincia. Un acierto que se suma a la mano exquisita en la cocina y que se traducirá próximamente en las jornadas gastronómicas que alcanza ya la dieciseisava edición.

Al placer que se mete por el gusto en tantos rincones de nuestra montaña, hay que sumarle el que entra por los ojos al llegar a los sitios, esas ermitas en mitad de la nada, que estimulan los sentidos, alabando el quehacer anónimo de tantos artesanos como las dieron vida.

Siento que a lo largo de los años, tal vez motivado por la maravillosa colegiata de mi pequeño pueblo, el románico ha hecho llaga en mi vida; llaga o nido, de manera que, siempre que surge la ocasión, vuelvo a mis orígenes; cuando alguien trabaja sobre una nueva Enciclopedia, cuando alguien lo menciona en un blog personal, en un artículo para la prensa, me invita a reflexionar sobre el particular, colocándome en la piel de esos viajeros que esperan encontrar por estos lugares algo de las maravillas que otros cuentan que vieron.

En esta ocasión, el comentario obedece a la nueva incursión en el románico de la Fundación Santa María la Real dedicando tres tomos de su Enciclopedia al Románico en el País Vasco, uno de los más desconocidos hasta la fecha y que hace un recorrido exhaustivo por 255 localidades vascas.

Mi amigo Luis Guzmán Rubio es de nuevo protagonista en un Cancionero que hace un exhaustivo recorrido por nuestro folklore. 

Pero es otro cantar que les cuento otro día. 

Feliz Año

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Reflexiones Románicas
El hogar del Románico

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23 diciembre 2011

¿Existe la felicidad?
diciembre 23, 20111 Comments

Todos hemos oído hablar de ella. Debe existir en una porción que no notamos; debe ser como la lotería, si es que existe. Notas que te ha tocado porque alguien te quiere mucho, porque la vida te sonríe en cualquiera de los campos donde juegas... pero no deja de ser como el jabón del que te impregnas durante unos instantes y que en seguida se va cañería adentro.


Vengo con esta pregunta, al filo de otra Navidad y al filo de un informe que firma desde Nueva York un periodista para el Grupo Vocento y que ha hecho público recientemente la Universidad de Chicago.

Aseguran allí que tener conciencia de ayudar a la gente es la razón por la que muestran tanta satisfacción los curas y los bomberos. También los fisioterapeutas, que alivian el dolor ajeno.

En cuarta posición, los autores del estudio han situado a los escritores, cuya remuneración suele ser muy baja, en muchas ocasiones inexistente, verdad de la buena, pero que abre grandes claros de "felicidad" o lo que ellos vienen definiendo como "periodos".

Otra definición, a mi modesto entender, muy acertada, me la proporcionó Lola Villar, que al filo de los 33 años publicaba un libro de poesía y me dejaba entrevistarla para un medio regional.

Muchas veces esta compañera de los jueves en otro diario provincial que naufragó, se había preguntado si por algún extraño efluvio se le había negado el derecho a ser feliz. Un día, recorriendo las calles de Bilbao, encontró en una tiendecita un cartel que rezaba: "¡Atención, la felicidad existe!. Se lo compró encantadísima, como su fuera un seguro a todo riesgo y con esa misma ilusión nuestra abogada lo colocó una mañana en su despacho. "Ese mismo día, no creo que lo olvide, recibí la primera cuenta de un rosario de desgracias que me abatieron y llegué a la armónica conclusión de añadir a mi cartel reivindicativo que sí, que la felicidad existe, pero que la venden muy cara".

En estos momentos, cuando muchas personas lo están pasando mal, cuando tanto se manosea y se desvirtúa esa palabra, desde este rincón privilegiado del "Diario" me sumo a lo que dejó escrito Thomas Chalmer, ministro presbiteriano escocés:
"La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar".

Hagan algo, amen a alguien y nunca pierdan la esperanza.

Para saber más, en Orígenes:
Entrevista a Lola Villar 

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16 diciembre 2011

El ecoturismo como recurso
diciembre 16, 20110 Comments

A lo largo de los últimos años, plasmado de un modo u otro en centenares de artículos remitidos a la prensa, he venido alertando como tantos otros cronistas, del declive, la despoblación y la muerte de muchos pueblos castellanos. Estadísticas recientes sitúan a Soria como la ciudad más castigada de esta comunidad con una previsión sombría para los próximos lustros donde la población total rondaría los 85000 habitantes.


Pero como ya hemos comentado en otras entradas, el problema se extiende por Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y La Rioja y parece que el arma de combate que se esgrime, el único que en realidad nos queda para fijar población, es el turismo.

Si la población baja, las prestaciones bajan y el miedo psicológico prende la llama en los pocos habitantes que quedan.

Pero este debate es viejo y la preocupación de los gobiernos europeos se ha hecho de rogar demasiado.

La conclusión que se adelanta del encuentro celebrado hace poco en Sicilia es que se debe vender el medio rural como terapia de salud. Es decir, alimentarse con cierto orden y de manera temporal de todos los recursos que ofrece la naturaleza, que esto también es motivo de análisis y de contradicciones, toda vez que esa carga de energía y vitalidad que se pone a la venta en el medio rural, no ha de implicar una masificación que los descomponga. 

Es la eterna lucha porque venga la gente a conocer y disfrutar de nuestros rincones, pero sin que ello suponga un peligro para el mantenimiento de los recursos. Una especie de "cita previa" que no parece agradar ni a quienes explotan las casas rurales o disponen de negocios que dependen del turismo, ni a quienes se proponen visitarnos.

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09 diciembre 2011

Los últimos Saparas
diciembre 09, 20110 Comments

En esta entrada de hoy para "Diario Palentino", que comparto también en el portal "Globedia" y en mi blog "Curiosón", al que llegan a diario trescientos lectores de latinoamérica, quiero repetirme una vez más sobre la suerte que corren las últimas tribus de la Amazonia, más concretamente, la tribu ecuatoriana de los "Sapara".


Entre ellos se suscita una leyenda en la que basan su existencia. Sus abuelos les contaron que en una era anterior fueron monos. Un dia el mono coto fue a beber agua al rio Conambo y se convirtió en hombre. Otro mono hizo lo mismo y se convirtió en mujer. De la unión de ambos nace el primer hombre sapara. Para los cronistas y colonizadores europeos, que durante mucho tiempo ignoran la existencia de este pueblo, el nombre hace referencia a un cesto que les servía para mantener los alimentos frescos y portar materiales.

Nunca dejo de sorprenderme con los relatos que llegan desde lejanas tierras, hablándonos de una tribu lejana, que acaso la televisión también, haya contribuído a mostrarnos estos últimos años con todo lo que aquí hemos ido perdiendo. Una tribu que se aferra a lo más elemental para seguir viviendo, cuyo poder oral ha conservado viva su memoria, en un escenario cada vez más amenazado por la ambición y la invasión de lo que se distingue como el mundo civilizado.

Dos frentes para combatir donde la palabra extinción se hace patente. De un lado, su lenguaje, en boca de unos pocos ancianos del pueblo, y de otro, la colonización y destrucción del ecosistema que le servía de acomodo.

Y dos puertas abiertas para la esperanza: para que su lengua no desaparezca por completo, llevarla como asignatura a las escuelas y por otro lado, la entrega este año por parte del Gobierno de Títulos de Propiedad donde puedan serguir desarrollándose. "Para los Saparas el territorio se define como la vida, porque en él hemos habitado por miles de años, por no decir que siempre estuvimos allí, es nuestro hogar, donde encontramos alimento, medicina, educación, recreación, paz, espíritus y ancestros, aquí nacimos, crecimos y tal vez moriremos”.

Fuentes consultadas:
 Agencia EFE
"El Nuevo Heraldo"
"La historia de los Saparas"
Imagen: "Rastreador de Noticias"

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