ORÍGENES

09 junio 2007

Los hilos de Piedad
junio 09, 2007 2 Comments

Nada que justifique tanto el título de este blog, como retraerse en el tiempo a la montaña que retrata y resume mi amiga Piedad Isla. La montaña que aquí voy mostrando es apetecida ya por miles de personas que buscan en el turismo rural una aventura mágica. Piedad tiene en Cervera de Pisuerga la llave que mostrará la historia de esta tierra. No sólo la ha retratado en sus concejos y en sus fiestas, sino que, fundamentalmente, la ha vivido, dos puntos clave para promocionarla y defenderla.



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26 mayo 2007

Un Okupa en su casa
mayo 26, 2007 5 Comments

No se preocupen. Soy consciente de que todo lo que escribimos aquí no sirve para nada. Bueno, casi para nada. Cada uno se desahoga de una forma y aprovechando este hueco que me brinda el diario, es natural que me desahogue en la medida que mejor entienda, con el planteamiento de historias cercanas, de manera que, aquellos que tienen la paciencia y el gusto de seguirme, recojan lo que puedan la lección, si la di; me perniquiebren si no la di como es debido o me dejen sin más en el olvido.


La madeja de hoy tiene hilo abundante, perdónenme si me lío un poco al descifrarla. En el diccionario de quienes se dedican a entrar a vivir en las casas ajenas, hay una normativa que parece indicarnos al resto de los mortales –la mayoría hipotecada de por vida para adquirir una vivienda–, que hemos perdido el tren de la realidad, que somos torpes esclavos de las estadísticas y que, apegados como estamos a las normas que rigen, nunca entenderemos su postura y su necesidad, a menos que recibamos un zarpazo de quienes operan bajo esa filosofía que el común de los mortales entendemos por allanamiento puro y duro.

Pero entrar en un local o en una casa es legal todavía para los okupas, argumentando que lo único que hacen es llenar espacios vacíos que adornan con su creatividad, argumentando que les asisten los derechos básicos a los que tiene derecho todo el mundo y que, una vez dentro, los propietarios no les podrán desalojar sin llevar a cabo algunos procedimiento legales. El Servicio de Asesoría Okupas (manda huevos) tiene un montón de listas de casas vacías y aconseja la prudencia a la hora de fijar los ojos en una determinada vivienda, tener abastecimiento de gas o luz para que no puedan tan fácilmente acusarles de robo y mandarse una carta a sí mismos a la nueva dirección, como prueba fehaciente de que el individuo reside allí mismo y, por extensión, por suposición, por raciocinio, la policía que es tonta deduzca que aquello es suyo. Sus abogados ya les han tranquilizado al respecto de que si están físicamente ocupando la vivienda cuando llegue la policía o traten de desalojarles por la fuerza, se les podrá llevar a juicio. Asímismo aconsejan que no abran la puerta a los agentes y, en todo caso, si insisten mucho, hablen con ellos a través del buzón o desde la ventana y les tranquilicen al respecto, explicándoles que no se trata de ningún ladrón, que están viviendo ahí porque no tienen ningún otro sitio. Y añaden: “Hay que ser educados, pero firmes con ellos”.

Yo comencé a darle vueltas a esta madeja, cuando en octubre del 2005 un grupo de okupas en la ciudad granadina de Fun expulsó a 20 familias de sus casas. Y he seguido tirando del hilo hasta que hace un mes, en Cataluña, un propietario esperó a que salieran los que se habían alojado en su piso y colocando cerradura nueva les fue a pagar con la misma moneda, recuperando así un piso que era suyo, que parecía suyo, que, probablemente, los jueces hubieran resuelto en un plazo de meses, después de gastarse un buen dinero en abogados, que era suyo; que tranquilo, paisano, que la ley es lenta pero segura, que no se puede hacer nada contra los que pacíficamente toman lo que es de uno, y no desean otra cosa que entrar a vivir en una casa que un día encontraron vacía y medio abierta.

Imagen: Taringa
© Froilán de Lózar para Diario Palentino


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19 mayo 2007

Un condado sin Condes
mayo 19, 2007 2 Comments


Si el título de Conde se concede a efectos meramente de abolengo...
Si el rey Felipe V al revestir de tal honor al pueblo de Polentinos, lo hizo por casualidad, echándolo a suertes...


Si los Condes que lo heredaron no se tomaron la molestia de venir a visitarlo, que ya les hubieran recibido en este pueblo de montaña que mira al Curavacas, con arcos de ramos y coplas auténticas y, sin derechos de autor que pagar a nadie, agradeciendo que lo que sucediera se contara y fuera revivido por las generaciones venideras...

Si ni siquiera la guerra o las posguerra fue bastante para empujar al séptimo Conde, Aurelio Colmenares y Orgaz, cronista Oficial de Madrid, a visitar el lugar para ver en qué condiciones de vida se encontraban sus súbditos...

Si todos los reyes y gobernantes que les sucedieron después, tomaron como hábito la renovación de dicho nombramiento y, previo pago del Impuesto correspondiente, los susodichos se alzaron con el título nobiliario, sin interesarse por el lugar y por sus gentes...

Pues si todo eso es así, que lo retiren, que lo suspendan, que a todos los efectos quede exento el lugar de guardar pleitesía a ningún señor en ningún momento.

A ver, dijo el pueblo aquel invierno que duró quince días, quién nos ayuda a llegar hasta la carretera general. ¡Apañaros vosotros, que nosotros andamos muy ocupados con los relatos de la corte! –les respondieron. A ver, volvió el pueblo a gritar, nos estamos quedando sin escuelas, sin centros médicos, están cerrando las minas, las cantinas, las carreteras están intransitables... A ver, dijeron y volvieron sus ojos hacia el lugar donde supuestamente estaba el conde, rubrique usted la situación que padecemos, firme usted esta carta de protesta, usted que maneja en condiciones tantos ruegos y preguntas a los que no someten quienes temporalmente nos gobiernan.

¡Por Dios, señor Conde, que sabemos que existe, que el rey le dio poder sobre estos lugares, como a los condes de los pagos cercanos que se sabe que lucharon por ellos!, interceda por nosotros para evitar hasta donde sea posible la muerte de esta tierra.

Coincidiendo con el Real Decreto de 27 de Mayo de 1912, por el que en nombre del Rey se expide la Real Carta de sucesión en el título de Conde de Polentinos a favor de Ignacio de Colmenares y Gómez Acebo, por cesión de su hermano don Ricardo, se sabe que, hace pocos años, unos señores llegaron a Polentinos y comenzó a despertarse cierta intriga en el entorno. Es apropiado este instante para decirle a mis paisanos que voten sin dejarse llevar por ningún tipo de espejismo. Conocéis a las personas que se presentan para regir el municipio, intuís lo que pueden dar de sí, lo que pueden aportar a los pueblos; reconocéis que dedicarán un tiempo impagable –que aquí no hay sueldos como los de Rajoy o Blanco– a resolver tantas cuestiones pendientes, que siempre las hay por pequeños que sean y alejados que se encuentren de los servicios.

Ahora que podéis, nunca os sintáis motivados a votar a nadie por la apariencia o por el título. Otorguemos el poder a alguien que viva cerca y a quien podamos decir basta, bájate, cuando llegue el momento.

Ver también: "Los Condes de Polentinos"
Imagen: Investigaciones Madrileñas, escrito por El Conde de Polentinos. Vista en Todo Colección


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12 mayo 2007

Anuncian caminos que no existen
mayo 12, 2007 4 Comments

Durante los últimos días he vivido obsesionado por llevar los artículos que se han venido publicando en esta sección a la página Web, cuya dirección insertaré periódicamente, por si alguno de ustedes está interesado en visitarla y repasar conmigo algunas de las historias que a mí me motivaron. Para incorporarme de nuevo, o regresar, aunque nunca me fui del todo, aprovecho la línea que me tiende mi director y amigo Mariano Valero. Pero antes de opinar al respecto sobre la constante amenaza de pasarse a otra provincia, o a otra Comunidad, al ver las pocas garantías y beneplácitos que ofrece la nuestra, quisiera hacer una observación sobre un fenómeno curioso aplazando para otro momento el debate al que aludo. 






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Los Condes de Polentinos
mayo 12, 2007 12 Comments

Don Sebastián de Colmenares y Vega recibió en 1716 el título de I Conde de Polentinos. Su padre, también llamado Sebastián, había nacido en Madrid el 5 de Enero de 1634. Fue Oficial 1º de la Secretaría del Despacho de Indias y viajó a Perú en 1667 como Secretario de Cámara del Virrey Conde de Lemos, grande de España, a propuesta del cual fue nombrado Secretario del Rey, después Veedor general y Pagador de la Plaza y Presidio del Callao durante 19 años con una renta de 3240 pesos. En 1668 contrajo matrimonio con la limeña Agustina de Vega que le dio una dote de 58.000 pesos. Su hijo, Sebastián de Colmenares y Vega nació en Lima el 19 de Noviembre de 1672 y el rey Felipe V le confirió el título de Conde de Polentinos, lugar de España donde vivieron sus ascendientes, el 20 de Julio de 1716.


La historia es caprichosa y rebuscando documentos y artículos donde se haga referencia a este lugar, me encuentro con un reportaje firmado por Julio César Iglesias sobre la Casa de la Siete Chimeneas, un distinguido palacete madrileño que perteneció a los Condes de Mejorada, quienes se la alquilaban a los personajes más distinguidos de la Corte. Y es curioso porque ya en 1671 adquieren la propiedad los Condes de Polentinos que la mantienen hasta finales del siglo XVIII.

Sebastián legó el título a su hijo Francisco José de Colmenares y Fernández de Córdoba, que fue II Conde, heredando el título su hijo Domingo María de Colmenares y Contreras (Valladolid, 1750-1811), siendo el III Conde. En Avila se encuentra el Palacio de Polentinos, que heredó Francisco de Colmenares en 1750, por lo que desde entonces esta casa se conoce con su nombre. Dos hijos de este recibieron sucesivamente el título: Don Felipe (1791-1869) y don Segundo de Colmenares y Caracciolo de Sole (fallecido en 1881) que fueron respectivamente IV y V condes de Polentinos.

Quienes hacen el seguimiento de esta rama familiar, intuyen que uno de estos dos últimos vino a emparentar con una Casa-Xara, vinculando así los condados de Las Posadas y Polentinos. Un hijo de Don Segundo, don Aureliano de Colmenares y Taraba, al morir en 1890 mandó el Condado de Polentinos a su hijo don Aurelio de Colmenares y Orgaz, que fue el VII conde. Aureliano fue nombrado cronista oficial de la villa de Madrid (1943) y, de alguna manera, el ayuntamiento quiso hacerle un homenaje con la publicación de la obra “Investigaciones madrileñas”, que vio la luz en 1948, un año después de su muerte.

A éste le sucedió en el título don Ricardo de Colmenares y Duque de Estrada, VIII Conde de Polentinos y X de Las Posadas. Se sabe que Ricardo fue dueño de 64 Hs entre Andoain y Vergara, en las que no hace constar su condición de Conde, si bien sus principales propiedades eran fincas urbanas en Valladolid y Madrid.

Según Real Decreto de 27 de Mayo de 1912, y previo pago del impuesto correspondiente, se expide la Real Carta de Sucesión en el título de Conde de Polentinos, a favor de don Ignacio Colmenares y Gomez-Acebo, por cesión de su hermano. Documento firmado en Madrid el 30 de Noviembre de 2004 por la subsecretaria de Justicia López Aguilar.

Pero tanto poderío y tantos olvidos bien merecen un comentario que les serviré en un próximo artículo.

Imagen: Palacio de los Condes de Polentinos en Avila, tomada de la Wikipedia

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05 mayo 2007

La Abadía de Camilo
mayo 05, 2007 3 Comments

“En la abadía de Lebanza se está bien y tranquilo. Queda lejos, en Cervera de Pisuerga, provincia de Palencia, pero se está muy bien. El viaje merece la pena”. La nota está extraída del libro “San Camilo”, de Camilo José Cela, prologado por Francisco Umbral y cuyo lanzamiento levantó mucha expectación en su momento. Cela llevaba algunos años sin publicar y afrontaba en la misma la guerra civil, en los tres días cruciales del levantamiento, y por lo tanto, en la festividad de San Camilo que es el 18 de Julio.


“En la Abadía de Lebanza –prosigue en su monólogo– por doce pesetas te dan pensión completa en habitación con agua fría y caliente y lavado de ropa incluido, cinco comidas diarias y toda la leche y todos los huevos que quieras y que seas capaz de comer”.

Cuando Camilo escribe de este lugar haciendo un canto incluso a la altitud, los 1500 metros sobre el nivel del mar, más que el doble de Madrid, y “el ambiente despejado y sin niebla en el que se respira un aire muy fino y desintoxicador”, es como si tratara de mitigar aquel levantamiento que se vive en las calles de Madrid y que los protagonistas movidos por su mano parecen ignorar, comiendo, festejando, viviendo a tope aquellos últimos y pacíficos días de lo que denominaron Belle Epóque. ¿Qué le impulsa al viajero de “La Alcarria” a fijar sus ojos en este santuario mariano? ¿Visitó él la Abadía y se siente impactado por el lugar o toma referencia por boca de algún escritor o político del momento?

No es la primera referencia a nuestra tierra. En “La Colmena”, su obra cumbre, cuya primera versión no pasará la censura española y se publica finalmente en 1951 en Buenos Aires, se nos habla de Dorita, expulsada de su casa por haber tenido un hijo de soltera: “La criatura fue a morir una noche, en unas cuevas que hay sobre el río Burejo, en la provincia de Palencia. La madre no dijo nada a nadie: le colgó unas piedras al cuello y lo tiró al río, a que se lo comieran las truchas”.

Al hilo de esta semblanza, abro el correo y me encuentro con la carta de una lectora natural de la tierra, que se muestra agradecida por tantas vivencias y costumbres como se van mostrando en estas páginas. La tierra envejece, en pocos años se han ido muchos seres queridos, pero es verdad que las montañas, los valles, siguen expuestos a la mirada del viajero, aunque ya no haya tanta leche en la Abadía y lo que se vea, con el mismo esplendor de aquellos años -porque nada ha cambiado en el horizonte-, no invite a una estancia muy larga y sosegada.

Una de las páginas consultadas hace referencia, precisamente, a los años de la posguerra, cuando la Abadía fue Seminario Menor, dedicación que obliga a realizar algunas reformas que, al decir de los críticos, no se muestran respetuosas con la traza original. Clausurado el seminario, las instalaciones se utilizan como Colonias veraniegas hasta caer en el olvido que hoy soportan.

Sí es verdad que en el artículo anterior me mostraba a favor de recuperar esos capiteles románicos que se encuentran en la Universidad de Harvard, pero al ritmo que van las cosas por estas tierras, tal vez no sea el momento de reclamar nada. Sería más sensato que las autoridades tomasen las medidas oportunas para recuperar turísticamente este rincón que hoy yace en el olvido.


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27 abril 2007

Patrimonio público, no político
abril 27, 2007 7 Comments

Saber es bueno. Todos queremos saber, pero hay todavía por esos mundos gente atrevida y malintencionada que lo confunden todo, que opinan sin saber, a ver qué pasa, por decir algo, y así uno se va encontrando con pueblos que no están donde dicen, con lugares a los que se les atribuye servicios que no dispensan y apelativos que rompen el concepto mágico que estos lugares atesoran para quienes tuvimos la suerte de corretear por ellos.




Una de estas perlas la encuentro cuando buscaba información en la web sobre San Salvador, “San Salvador tiene un apellido –Cantamuda– que ha dado pie a algunas de las leyendas más zarrapastrosas de nuestro acervo popular. Así que mejor no seguir por esa senda”. Seguramente no se lo contaron bien, o no puso el mínimo interés, o el tío confunde leyenda con historia, que la historia habla de “cantamuga”, como término, mojón, y eso es en definitiva lo que marca su verdadero origen. En Mayo de 2005, la Diputación provincial hace público un informe donde se menciona el expolio de diversos bienes patrimoniales de la provincia, invitando a los alcaldes de las localidades afectadas a reclamarlos.

Curiosamente, desde Aguilar, en anteriores legislaturas ya se pidió al Museo Arqueológico Nacional la devolución de los capiteles y sepulcros del Monasterio de Santa María la Real. Otras localidades como Santibáñez de Ecla y de la Peña no se pronunciaron en aquel momento sobre documentos y tallas de sus Monasterios de San Andrés de Arroyo y San Román de la Cuba. Allí se cita Lebanza, más en concreto La Abadía, lugar fundado por los condes Alfonso y Justa en el año 932. La primera lectura que extraigo habla de Don Raimundo, el primer conde episcopal de La Pernía, quien manda levantar un edificio románico en el siglo XII. Sabemos que en 1185 el conde Rodrigo de Gustios restauró el monasterio original que se utilizaría como residencia y seminario.

Pero es en el siglo XVIII, durante un viaje de control al Canal de Castilla, cuando Carlos III encomienda la construcción del cenobio al arquitecto Francisco Sabatini y en cuya iglesia interviene el turinés Francisco Valzania. Según los eruditos, se da en este escondido lugar una de las obras más notables de aquel siglo en nuestra comunidad. Quienes interpretan esta segunda lectura, mencionan un par de vistosos capiteles incorporados por Valzania al panteón de la Iglesia, uno representando al Salvador y el otro a las tres Marías, y añade que fueron vendidos por el dueño de la finca en 1927, exponiéndose luego en la universidad americana.

No sé por qué motivo los responsables del Organismo palentino lo publican y hacen la invitación correspondiente para recuperarlo. Tampoco tiene que haber motivo especial para reclamar uno aquello que nos perteneció y ahora se muestra en otros lugares. El alcalde de Aguilar lo interpreta en aquel momento como una iniciativa para desgastar al Gobierno. ¡Pobre pueblo¡ Los políticos, en general, no entienden esa parte de la Constitución donde se dice que el poder reside en el pueblo y que a ellos se les otorga el mando temporalmente para que, entre otras cosas, protejan, restauren y rescaten el patrimonio. ¿No reclamaron los demás los Archivos de Salamanca? ¿No se los hemos entregado?

Pues con la lección bien aprendida, que nos devuelvan lo que es nuestro y que paguen por venir a admirarlo.

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21 abril 2007

Salvemos San Jorde
abril 21, 2007 12 Comments

Carlos Morenés, vicepresidente de Hispania Nostra, asociación que nace en 1976 sin ánimo de lucro, y cuya finalidad es la defensa y salvaguarda del Patrimonio Español, le escribe una sentida carta a mi amigo Amando Vega, profesor de la Universidad del País Vasco en Donosti, en la que se compromete a difundir, concienciar y motivar a la opinión pública, especialmente a los vecinos y autoridades de los pueblos donde se encuentren, para que limpien, consoliden y cuiden ellos mismos ese patrimonio. En el caso que nos ocupa, en la comarca de La Ojeda, el edificio abandonado de San Jorde, que a partir de 1975 comienza a ser allanada por visitantes malintecionados, quedándose poco a poco sin tejas, haciéndose los boquetes más grandes, llevándose los canecillos, las piedras, la ventana románica.






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14 abril 2007

Las frutas a todos pertenecen...
abril 14, 20070 Comments

Mi primera reflexión, con la que comulgo plenamente es la cita de Jean-Jacques Rousseau, que en su discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres expone:



«El primer individuo al que, tras haber cercado un terreno, se le ocurrió decir "Esto es mío" y encontró a gente lo bastante simple como para hacerle caso, fue el verdadero fundador de la sociedad civil. Cuántos crímenes, guerras, asesinatos, cuántas miserias y horrores no le hubieran ahorrado al género humano el que, arrancando las estacas o cegando el foso, hubiera gritado a sus semejantes: "Guardaos de escuchar a este impostor; estáis perdidos si olvidáis que las frutas a todos pertenecen y que la tierra no es de nadie".»

Y la segunda reflexión es la que yo mismo me hago, exponiendo como expongo a diario en los diferentes medios donde colaboro mi pensamiento y mi obra:

"Reconocemos y admiramos al autor, pero nada le debemos. Debemos citar siempre su nombre, al extraer una partícula de su obra. La lectura de un libro, la visión de una película, es nuestro verdadero reconocimiento y apoyo. Nadie se aparta de pagar un canon justo que vaya destinado a sus verdaderos creadores, pero a los autores, a los productores, nunca a una sociedad que en ningún caso va a distribuirlo con justicia y que ya ha dado sobrada muestra de su voracidad recaudadora."

Como autor y, totalmente en contra de ese canon que denominan derechos de autor,- ¿qué tabla utilizan para medir a depende qué autores?-, me pregunto, ¿por qué las asociaciones de hostelería y las asociaciones de video, no luchan para que sean los autores y los actores los que paguen una cantidad a quienes se encargan de exponerlos en público, dependiendo de lo que se oigan y lo que se vean, y de las cotas de audiencia que alcance cada uno de ellos en los diferentes establecimientos?

Publicado en varios diarios y revistas

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10 abril 2007

Otro crímen de género
abril 10, 20070 Comments

No puedo evitar un estremecimiento cuando pienso en una muerte.
Todas las semanas, por lo general una mujer, acaba muerta a manos de su pareja. Lo leo y me resisto a creerlo, aunque no los conozca, aunque el hecho suceda a 500 kilómetros de distancia. Mi llanto no está marcado por la consanguinidad, pues ningún lazo me une a ellos. No derramo lágrimas, ni sale el asunto a colación en la conversación con los amigos.

Yo creo que nos estamos acostumbrando a verlo. Es como una liga en la que semanalmente toman partido cuatro asesinos imprevistos. Mi lamento viene de muy adentro y tampoco me sirven de desahogo estas cuatro letras que ahora les manifiesto.
Pregunto: ¿Nos sirve de algo tanta educación como recibimos?¿Nos vuelven locos los celos o la envidia?¿Puede llevarnos una pequeña discusión a una matanza?

A mi me pasa como a Solón que, cuando le dijeron: "llorar no te devolverá al muchacho", contestó el legislador griego:
"Por eso lloro, porque no tiene remedio".

©Froilán de Lózar, sección "La Colmena" en Diario Palentino

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07 abril 2007

Once que resultaron doce
abril 07, 20071 Comments

En este mundo redondín, viene el don con el din o, al revés. Con el artículo de este mes voy a contestar el correo de Alfonso Pascal, escritor de Barañaín y amigo con el que mantengo una amistad epistolar desde 1980, cuando ambos buscábamos un rincón para plasmar nuestros trabajos literarios. Él no duda en alabar mis pobres medios y dice encontrar el apoyo y la tranquilidad en mis respuestas. Debo parecer ya, si no lo soy, una especie de sociólogo de revistas, como el hijo de Tierno, que intenta poner luz a tantas mentes confundidas.




Pero vayamos derechos al apotema de hoy, que tiene miga. Eduardo Dolén, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Torrevieja, dio a conocer a finales del pasado año los once trabajos finalistas del XI Certamen Internacional de Poesía de aquella ciudad. Son estos, dijo, y los citó, y todos se enteraron de los once trabajos presentados bajo plica, entre los que se encontraba uno procedente de Navarra, “Posturas de entonces” de mi buen amigo Alfonso Pascal Ros. El edil destacó la gran calidad de los mismo, lo que había motivado la ampliación del número de finalistas, que pasaron de cinco a once.
Y dijo once, y lo escribió, y así se publicaba en los portales de Internet. Y todo el mundo pudo verlo y oírlo. El día uno de diciembre tiene lugar el fallo y resulta ganadora “Habitación de hotel” de la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, que no figuraba entre los once finalistas, o sea, digamos que era el número doce, todo un engaño, todo un apaño, todo un bonito sueño.

Rompiendo la tradición, tal vez removidas sus conciencias por algo que no era y se inventaron, tal vez para evitar el abucheo de quienes esperaban la ocasión para gritarles a los farsantes del jurado en su cara, el mangoneo y la manipulación de un premio, y cuya verdadera importancia residía en la publicación del libro por Plaza y Janés, los organizadores cambiaron de idea dejando a los finalistas fuera de la gala del fallo.

Uno de los participantes, enterado de su condición de finalista, les llamó para confirmar su presencia en el acto, pero le disuadieron comunicándole que habían cambiado de parecer y que sólo asistiría el ganador, que ya estaba invitado. La noticia fue corriendo de boca en boca y llegó hasta la redacción de varios diarios, entre ellos Información de Alicante y Diario de Navarra, que le pidieron a mi amigo que tirara de la madeja, disputa en la que no quiso ahondar.

Entre los miembros del jurado se encontraban Ana M.ª Moix y David Trías (Plaza y Janés), a quienes dirigió su acusación, sabiendo que ello le cerraría más puertas en el futuro, y el militante comunista Caballero Bonald que ya en 2005 protagonizó una agria polémica, cuando se alzó con el IV premio de novela de esa misma ciudad el ideólogo de la derecha César Vidal. Caballero echó entonces sapos y culebras por su boca, aludiendo a que “Los hijos de la luz”, la novela ganadora era ideológicamente detestable. Lo cierto es que la que hacía el número doce, la intrusa, reconoció que se presentaba a muy pocos concursos y que sí se presentó a éste fue por la confianza que le inspiró el jurado. Ya lo dice el refranero: “Quien te cubre, te descubre”. Mejor así, querido amigo, mejor finalista atribulado que ganador en un circo de fieras al que si le haces guiños, volverás otro día con la duda de no saber si eres el justo ganador o si se trata de una farsa.


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31 marzo 2007

Ver dos veces las cosas
marzo 31, 2007 2 Comments

En el correo de esta mañana, entre la publicidad y las portadas de los diarios digitales, se hallaba la cita emocionada de un lector que emigró hace unos años. El hombre, al teclear "Orígenes" en Google, debió toparse con el blog que el portal que dirige Alfonso Rojo, y en el que nos encontramos varios colaboradores de esta casa, expone y promociona en la red. Allí se encuentran muchos de los artículos que aquí voy publicando y la mirada cómplice de los lectores es una invitación a proseguir, a rectificar, a plantear asuntos que afectan a esta tierra nuestra, desconocida todavía por el gran mundo, llena de historia y tradición, donde las cuatro estaciones se marcan y te marcan a fuego.


“¡Qué bárbaro!-me dice. Dios te ha dado una facilidad para escribir, que además sabes explotar al máximo. ¡Te salen las cosas con la misma facilidad con que discurre el río Pisuerga por tierras de Pernía!”

Y esto no es así, seguro que él lo sabe como lo saben los redactores de esta casa, y como cualquiera de ustedes se imagina. Hay días que salen las palabras solas. Empiezas y no acabas. Te recreas imaginando valles y montañas. Te desarmas ante el desorden que parece imperar en tantas cosas primordiales. Y hay momentos en que piensas también que tu esfuerzo no sirve para nada. Y las historias no te salen. Y las palabras no te bastan. Vivimos en un mundo egoísta que no atiende la palabra de los demás, que siempre percibe una doble intención en tus comentarios, que casi siempre juzga sin conocer en profundidad a las personas, hechos y lugares. “Somos responsables de la Tierra entera –dice la hoja de calendario de Paulo Coelho–, porque no sabemos donde están las otras partes que fuimos desde el comienzo de los tiempos; si ellas estuvieron mal, sufriremos una parte de ese dolor”

Es posible que esa responsabilidad que uno se atribuye, con la sana intención de remover todas esas mejoras que se desean, de manera especial por quienes viven en ella, no la entiendan quienes viven fuera, lo que motiva el desencuentro y la apatía de las dos partes. Y lo peor de todo es que nos pasamos la vida debatiendo, sin pasar nunca de los buenos deseos, de loables proyectos, de la exaltación de ese conjunto de valores que nos identifican. Personalmente, procuro sacar fuerzas de todas esas notas y llamadas donde se me pide que resista en esta ventana abierta al mundo. Se nos pide a todos, a quienes esperan y a quienes sienten algo especial por esta tierra, vivan donde vivan, una mirada en la que podamos expresar lo que nos duele, lo que sentimos, lo que deseamos, y donde se respete, sin cortapisas, el voto unánime de los montañeses. Y a todos se nos premia cuando coincidimos en defender con las armas a nuestro alcance la continuidad de estos lugares.

Es difícil ser optimista ante el avance de las estadísticas, pero uno lucha por las cosas hasta donde las fuerzas le acompañan, hasta donde le permiten los medios, aferrándose a esa preciosa cita que cuelga del Roblón de Estalaya, uno de nuestros símbolos: "Por eso estamos de "cuentavidas" de esta geografía que no cabe en la mirada. ¿Por qué, si tenemos dos ojos, no vemos dos veces las cosas?"


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24 marzo 2007

Historia de Lobos
marzo 24, 2007 5 Comments

En 1973 tuvo lugar en Suecia la primera reunión Internacional para la conservación del lobo en Europa. Quienes apoyan los movimientos para la conservación del lobo, se muestran satisfechos por la evolución de la especie que en aquellos años atravesaba por su etapa más crítica. Se contabilizaban entonces unos 500 ejemplares, cuando milagrosamente apareció en la televisión el gran defensor de los animales Félix Rodríguez de la Fuente, que ahora el Fapas con su ambicioso y no sé hasta qué punto útil proyecto se propone promocionar, por lo que ha firmado acuerdos con varios ayuntamientos del norte, entre ellos el de San Salvador.




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17 marzo 2007

Un mundo de leyendas
marzo 17, 20070 Comments

En Asturias se hizo popular una leyenda que toma como protagonista a la hija del rey Astur-Leonés Bermudo II. La niña se pierde en un bosque del Concejo de Salas y es recogida y amamantada por una osa.

En otra leyenda se cuenta que Fávila, hijo y sucesor de Pelayo, casado con Froiliuva, muere atacado por un oso en el transcurso de una cacería.



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13 marzo 2007

La ley de la selva
marzo 13, 2007 7 Comments






Lo que Flaviano Casas cuenta en el periódico “Carrión”, en el mes de febrero, es un ejemplo de lo que se viene cocinando desde hace años en muchos de estos pequeños pueblos: El Ayuntamiento se tapa los oídos, la Confederación Hidrográfica del Duero no sabe no contesta, el Servicio Territorial de Sanidad de la Junta se lo traslada al de Medio Ambiente, que no responde. Se recurre entonces al Consejero, que tampoco. La Diputación vuelve a pasarle la pelota al Ayuntamiento y la Subdelegación de Gobierno alega que esta función le corresponde a la Junta de Castilla y León...

Quienes seguimos el pulso diario de nuestra tierra, nos encontramos en ocasiones con historias rocambolescas que nos llevan a la desesperanza. Porque no somos periodistas de ocasión que recorriendo estos bellos parajes se encontraron un día con la cloaca en la que se ha convertido San Juan de Redondo, a instancias de un ingeniero que se vació discurriendo para venir a situar la fosa séptica a la entrada del pueblo, a cuatro metros de la calle y al lado de las casas.

Si a esto añadimos que no se presentan cuentas de ningún tipo cuando las hay que administran por subastas o cotos de caza más de 50.000 euros al año de los que el ciudadano sólo tiene una remota idea, cuando es sabido que la transparencia ha de prevalecer y se ha de demostrar, ya tenemos una idea de la evolución de estas comarcas. Es curioso, pero sólo ha presentado cuentas la Junta Vecinal de Verdeña.

Es el pulso de unos pocos contra lo que dicta la razón. Es la desidia que unos pocos se arrogan, provocando sin aparente temor al sistema, a la autoridad, a las normas más básicas de convivencia. Y convivir en ese ambiente de suciedad y bravuconería va minando todo auspicio de ilusión, todo tipo de sentimiento; tanto que, pase lo que pase, el futuro aquí será imposible y todos tendremos poros que cerrar, bien por ceder a los chantajes, bien por justificar a los rebeldes. De poco sirve airear a los cuatro vientos la belleza patrimonial que atesoramos, cuando aquí lo que impera, lo que prevalece es la ley de la selva.

Obra en mi poder la sentencia que han perdido recientemente las Juntas Vecinales de San Juan y Santamaría de Redondo, por haberle quitado, sin motivo aparente, el coto de caza al empresario minero Victorino. No solo han dejado de ingresar 53000 euros cada año por el concepto de renta, sino que tendrán que indemnizar a la sociedad arrendataria del coto con una cantidad equivalente a las perdidas que se determinaran "mediante valoración económica en función de los resultados cinegéticos de las temporadas no empleadas", según se lee literalmente en la sentencia .

O sea no solo el pueblo deja de ingresar sino que además tendrá que pagar. Esta resolución unilateral del contrato del coto era desconocida por algunos habitantes de ambos pueblos y que puede ocasionar, si las Juntas carecen de liquidez, la subasta pública de algunos de sus bienes (antiguas escuelas o Casas Concejo). Y la mandanga puede salpicar a quienes presidían las mismas al tomar ese acuerdo sin haber convocado un Concejo y haber notificado al pueblo para dar cumplida información de todo aquello. Si a ese pase de bola, que es ya tonada habitual en los de fuera, le sumamos el despotismo y la indiferencia que se maneja dentro, ya tenemos una buena razón para que nadie venga, o para que terminen marchándose algunos de los pocos que quedan.

Ordenemos primero este desafuero interno. Que las Instituciones controlen y obliguen al cumplimiento de las normas más básicas y que los pueblos no permanezcan bajo el yugo de quienes creen que el pueblo es suyo.

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