ORÍGENES

31 marzo 2007

Ver dos veces las cosas
marzo 31, 2007 2 Comments

En el correo de esta mañana, entre la publicidad y las portadas de los diarios digitales, se hallaba la cita emocionada de un lector que emigró hace unos años. El hombre, al teclear "Orígenes" en Google, debió toparse con el blog que el portal que dirige Alfonso Rojo, y en el que nos encontramos varios colaboradores de esta casa, expone y promociona en la red. Allí se encuentran muchos de los artículos que aquí voy publicando y la mirada cómplice de los lectores es una invitación a proseguir, a rectificar, a plantear asuntos que afectan a esta tierra nuestra, desconocida todavía por el gran mundo, llena de historia y tradición, donde las cuatro estaciones se marcan y te marcan a fuego.


“¡Qué bárbaro!-me dice. Dios te ha dado una facilidad para escribir, que además sabes explotar al máximo. ¡Te salen las cosas con la misma facilidad con que discurre el río Pisuerga por tierras de Pernía!”

Y esto no es así, seguro que él lo sabe como lo saben los redactores de esta casa, y como cualquiera de ustedes se imagina. Hay días que salen las palabras solas. Empiezas y no acabas. Te recreas imaginando valles y montañas. Te desarmas ante el desorden que parece imperar en tantas cosas primordiales. Y hay momentos en que piensas también que tu esfuerzo no sirve para nada. Y las historias no te salen. Y las palabras no te bastan. Vivimos en un mundo egoísta que no atiende la palabra de los demás, que siempre percibe una doble intención en tus comentarios, que casi siempre juzga sin conocer en profundidad a las personas, hechos y lugares. “Somos responsables de la Tierra entera –dice la hoja de calendario de Paulo Coelho–, porque no sabemos donde están las otras partes que fuimos desde el comienzo de los tiempos; si ellas estuvieron mal, sufriremos una parte de ese dolor”

Es posible que esa responsabilidad que uno se atribuye, con la sana intención de remover todas esas mejoras que se desean, de manera especial por quienes viven en ella, no la entiendan quienes viven fuera, lo que motiva el desencuentro y la apatía de las dos partes. Y lo peor de todo es que nos pasamos la vida debatiendo, sin pasar nunca de los buenos deseos, de loables proyectos, de la exaltación de ese conjunto de valores que nos identifican. Personalmente, procuro sacar fuerzas de todas esas notas y llamadas donde se me pide que resista en esta ventana abierta al mundo. Se nos pide a todos, a quienes esperan y a quienes sienten algo especial por esta tierra, vivan donde vivan, una mirada en la que podamos expresar lo que nos duele, lo que sentimos, lo que deseamos, y donde se respete, sin cortapisas, el voto unánime de los montañeses. Y a todos se nos premia cuando coincidimos en defender con las armas a nuestro alcance la continuidad de estos lugares.

Es difícil ser optimista ante el avance de las estadísticas, pero uno lucha por las cosas hasta donde las fuerzas le acompañan, hasta donde le permiten los medios, aferrándose a esa preciosa cita que cuelga del Roblón de Estalaya, uno de nuestros símbolos: "Por eso estamos de "cuentavidas" de esta geografía que no cabe en la mirada. ¿Por qué, si tenemos dos ojos, no vemos dos veces las cosas?"


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24 marzo 2007

Historia de Lobos
marzo 24, 2007 5 Comments

En 1973 tuvo lugar en Suecia la primera reunión Internacional para la conservación del lobo en Europa. Quienes apoyan los movimientos para la conservación del lobo, se muestran satisfechos por la evolución de la especie que en aquellos años atravesaba por su etapa más crítica. Se contabilizaban entonces unos 500 ejemplares, cuando milagrosamente apareció en la televisión el gran defensor de los animales Félix Rodríguez de la Fuente, que ahora el Fapas con su ambicioso y no sé hasta qué punto útil proyecto se propone promocionar, por lo que ha firmado acuerdos con varios ayuntamientos del norte, entre ellos el de San Salvador.




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17 marzo 2007

Un mundo de leyendas
marzo 17, 20070 Comments

En Asturias se hizo popular una leyenda que toma como protagonista a la hija del rey Astur-Leonés Bermudo II. La niña se pierde en un bosque del Concejo de Salas y es recogida y amamantada por una osa.

En otra leyenda se cuenta que Fávila, hijo y sucesor de Pelayo, casado con Froiliuva, muere atacado por un oso en el transcurso de una cacería.



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13 marzo 2007

La ley de la selva
marzo 13, 2007 7 Comments






Lo que Flaviano Casas cuenta en el periódico “Carrión”, en el mes de febrero, es un ejemplo de lo que se viene cocinando desde hace años en muchos de estos pequeños pueblos: El Ayuntamiento se tapa los oídos, la Confederación Hidrográfica del Duero no sabe no contesta, el Servicio Territorial de Sanidad de la Junta se lo traslada al de Medio Ambiente, que no responde. Se recurre entonces al Consejero, que tampoco. La Diputación vuelve a pasarle la pelota al Ayuntamiento y la Subdelegación de Gobierno alega que esta función le corresponde a la Junta de Castilla y León...

Quienes seguimos el pulso diario de nuestra tierra, nos encontramos en ocasiones con historias rocambolescas que nos llevan a la desesperanza. Porque no somos periodistas de ocasión que recorriendo estos bellos parajes se encontraron un día con la cloaca en la que se ha convertido San Juan de Redondo, a instancias de un ingeniero que se vació discurriendo para venir a situar la fosa séptica a la entrada del pueblo, a cuatro metros de la calle y al lado de las casas.

Si a esto añadimos que no se presentan cuentas de ningún tipo cuando las hay que administran por subastas o cotos de caza más de 50.000 euros al año de los que el ciudadano sólo tiene una remota idea, cuando es sabido que la transparencia ha de prevalecer y se ha de demostrar, ya tenemos una idea de la evolución de estas comarcas. Es curioso, pero sólo ha presentado cuentas la Junta Vecinal de Verdeña.

Es el pulso de unos pocos contra lo que dicta la razón. Es la desidia que unos pocos se arrogan, provocando sin aparente temor al sistema, a la autoridad, a las normas más básicas de convivencia. Y convivir en ese ambiente de suciedad y bravuconería va minando todo auspicio de ilusión, todo tipo de sentimiento; tanto que, pase lo que pase, el futuro aquí será imposible y todos tendremos poros que cerrar, bien por ceder a los chantajes, bien por justificar a los rebeldes. De poco sirve airear a los cuatro vientos la belleza patrimonial que atesoramos, cuando aquí lo que impera, lo que prevalece es la ley de la selva.

Obra en mi poder la sentencia que han perdido recientemente las Juntas Vecinales de San Juan y Santamaría de Redondo, por haberle quitado, sin motivo aparente, el coto de caza al empresario minero Victorino. No solo han dejado de ingresar 53000 euros cada año por el concepto de renta, sino que tendrán que indemnizar a la sociedad arrendataria del coto con una cantidad equivalente a las perdidas que se determinaran "mediante valoración económica en función de los resultados cinegéticos de las temporadas no empleadas", según se lee literalmente en la sentencia .

O sea no solo el pueblo deja de ingresar sino que además tendrá que pagar. Esta resolución unilateral del contrato del coto era desconocida por algunos habitantes de ambos pueblos y que puede ocasionar, si las Juntas carecen de liquidez, la subasta pública de algunos de sus bienes (antiguas escuelas o Casas Concejo). Y la mandanga puede salpicar a quienes presidían las mismas al tomar ese acuerdo sin haber convocado un Concejo y haber notificado al pueblo para dar cumplida información de todo aquello. Si a ese pase de bola, que es ya tonada habitual en los de fuera, le sumamos el despotismo y la indiferencia que se maneja dentro, ya tenemos una buena razón para que nadie venga, o para que terminen marchándose algunos de los pocos que quedan.

Ordenemos primero este desafuero interno. Que las Instituciones controlen y obliguen al cumplimiento de las normas más básicas y que los pueblos no permanezcan bajo el yugo de quienes creen que el pueblo es suyo.

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17 febrero 2007

Putísima mina
febrero 17, 20070 Comments

Las estadísticas te llevan a una valoración aproximada de los hechos y acontecimientos, pero, como en la vida, ni todos eran buenos empresarios, ni todos los buenos empresarios consiguieron salvar siempre los trastos; ni todos eran buenos picadores, ni todos los picadores buenos recibieron la compensación justa a su trabajo. La mina para el minero es una especie de lotería. Algunos echaron mano de sus amistades y se jubilaron temprano con un grado de silicosis que no padecían, dedicándose luego a otros menesteres mientras cobraban una buena paga.


Yo recuerdo a Vidal, el vecino, cada pocos días bajando en busca de oxígeno a Palencia, consumiéndose cada minuto que pasaba, sabiendo que su pulmón estaba muy tocado y consciente de su mala suerte esperando la muerte, la horrible muerte, rodeado por la impotencia y la desolación de su familia. Y qué vida más perra, expirando a unos meses de la jubilación y dejando a su mujer con una pensión de 12000 pts. Personalmente, desde pequeño, más que el lugar donde se enclavaban las explotaciones, algunas a dos pasos de casa, como Sanfesa, el Pijo, o la Aurora, donde mi abuelo Clementino trabajó como entibador en un tiempo en que los hombres se repartían entre la mina y las faenas del campo; más que el trasiego de camiones por una carretera siempre estrecha y peligrosa (ahora está casi peor, después de tantos y tantos proyectos y dineros como se citan para estas zonas), digo que más de lo que rodeaba a aquel negocio, que era también la causa de un ambiente alegre, pues significaba ingresos y estabilidad económica para el pueblo, pensaba en la berrona, en el pozo, en la jaula; pensaba en la humedad de aquellos lugares, pensaba en frenos y tijeras por las que te adentras en un coladero que puede echarte encima el carbón que te dejará seco para siempre.

Al minero se le ha retratado como a un hombre al que le gustaba en sus ratos de alterne vanagloriarse del rendimiento en su quehacer diario, pero de todo hay en la viña del señor y sería necesario dar sus mismos pasos para valorar con justicia el hecho de colocarse un casco y meterse en un agujero con la incertidumbre de no saber si saldrás vivo. Y a esa incertidumbre van aparejadas las enfermedades como la silicosis que llena de cavernas el pulmón y acaba destruyéndolo.

En un bestiario de internet, un internauta le aconseja a un conocido artista que se queja amargamente de su vida, que se vaya a picar a la “puta mina”. Los artistas Adriana Ozores, Antonio Resines y Emma Penella se fueron a Asturias para rodar una película que hablaba de esto mismo que a mí se me quedó grabado en la retina. Se abre la jaula, una jaula de madera reproducción de la real del pozo que servirá para rodar las escenas de interior, y aparecen un grupo de mineros portando en una camilla el cuerpo del compañero muerto. Sindicalistas, curas de sotana, guajes y un ambiente que la gente de nuestra montaña ya conoce por haberlo pasado en tantas ocasiones.

Los figurantes también lo han vivido de verdad muchas veces y se hace lema el grito de la actriz gijonesa Rosa Merás: “!Que sea l,últimu, por Dios, que sea l,últimu!.”

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10 febrero 2007

El descubrimiento del carbón
febrero 10, 20071 Comments

En alguna ocasión me he referido aquí al minero. Más que al empresario que, en circunstancias difíciles, registró la explotación a veces con nombres tan curiosos como Pedrito, Legalidad o San Patricio, esta última a nombre de Alejandro Gandarias, cuyo título de propiedad figura con el número de expediente 942, con fecha 23 de febrero de 1893.

El académico de la Tello Téllez, Faustino Narganes, natural de Traspeña de la Peña, llevó en su discurso de entrada en abril de 1997, el interesante estudio de los mineros y minas de antracita en la provincia de Palencia.





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03 febrero 2007

Esta casa es una ruina
febrero 03, 20071 Comments

Suele decirse que el pueblo es sabio, pero en esas alabanzas se detienen mucho los políticos cuando se acerca el tiempo de elecciones y esperan ser votados. Cuando gobiernan se les olvida la sabiduría de la que hablaron llenando a ese pueblo al que adulaban de normas y dictados que ellos mismos incumplen, como los ejemplos tan recientes en materia urbanística, que han puesto sobre aviso a otros muchos alcaldes de las zonas costeras. Yo hablo con la gente, hablamos de esto mismo y alucinamos con lo que la razón nos sugiere frente a lo que dictan finalmente las sentencias. 



En Escalante será demolida una urbanización que afecta a 34 propietarios. En poco tiempo dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia han paralizado dos promociones, concretamente en Sámano y Ostende. Durante algún tiempo lo de Marbella nos pareció espectacular y único, pero menudo baile se nos avecina en la costa cantábrica con esa fiebre que le ha entrado al personal por la segunda vivienda. Póngase usted en el caso. Usted tiene un dinero o tiene una ilusión que el banco se encarga de transformar en dinero hipotecándole de por vida, y se compra un chalecito en Argoños, con un poco de playa, un poco de montaña y un poco de aire fresco. Usted se lo compra a la inmobiliaria o al empresario que lo vende y que, se supone, lo han adquirido con todos los papeles y permisos reglamentarios. Pero viene un ecologista de paseo o se rebela un vecino que estaba allì porque le han quitado la visión que tenía y después de mucho trastear un juez ordena el derribo de esas edificaciones, con la orden de no pagar ni un chavo a los afectados hasta que se haya ejecutado la sentencia. Y tú que vas tan pichi, porque ya tienes un lugar para la paz de espíritu, te encuentras con una historia rocambolesca, por la que no sólo malvenderás tu propiedad, sino que, a saber cuándo recibirás los nueve mil euros con los que deciden aliviarte, para sonrojo de una sociedad que debe pagar también los errores de las correspondientes administraciones. 

La lección está bien clara. Visto el ejemplo, no podemos fiarnos ni de los Ayuntamientos ni de los gobiernos, aunque te escriban con detalle que todo es legal, que la finca se ha levantado con todos los permisos en regla y que si alguien viene a incordiar y te lo tiran, el Ayuntamiento tendrá que indemnizarte por todos los gastos que a tí te ha devengado la adquisición de aquella finca. No te lo creas. Ni aun con todos los papeles en orden, ni todas las autorizaciones en vigor, ni toda la ley que supuestamente te ampara y distribuye con equidad las cosas, lo mismo que a otros les toca la lotería, a tí puede tocarte en suerte un derribo de estas características, y esos papeles que tanto se manosean, por los que tanto cobran los notarios, esos papeles que se guardan como un pequeño tesoro, no valdrán para nada. Total, los de "El Encinar" llevan gastados en abogados 60.000 euros desde el año 2000 para defender algo que es suyo, y todo para nada. 

La indignación llega a lo más alto cuando empiezas a añadir los complementos: los folletos, las pegatinas, los globos, las pancartas, las marchas, las reuniones y los tranquilizantes, amén de algun que otro suicidio al que se han visto abocados los que pasaban por aquel lugar y dieron en pensar que allí podía estar el lugar tranquilo que soñaron para su jubilación.

© Froilán de Lózar para Diario Palentino

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27 enero 2007

Elogio del pasado
enero 27, 20070 Comments

La ciudad alemana de Weimar quedó sorprendida, como el mundo entero, cuando, en diciembre de 1999, a punto de culminar una época, ve cómo se alza con el galardón en el Concurso Internacional de Ensayo una rusa de 20 años, Iveta Gerasimchuk, después de desbancar a casi 2.500 prestigiosos ensayistas y filósofos de los cinco continentes. El título de la convocatoria era Liberar el futuro del pasado, liberar al pasado del futuro, y al mismo concurrieron 2.481 originales en las seis lenguas de la ONU (inglés, francés, chino, español, árabe y ruso). Durante un año los jurados eligen 43 finalistas, resultando ser la ganadora esta rusa, con un trabajo escrito en forma de diccionario donde describe el choque entre los anemófilos (adoradores del viento) y los cronistas (adoradores del pasado).




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20 enero 2007

El cuento de la lechera
enero 20, 20070 Comments

“Mira, oye, ve, escucha, habla, vive y convive”, fue una campaña para el fomento de la rica tradición oral de Andalucía. Como aquí lo puede ser “Vive tu pueblo”, la campaña orquestada por la Diputación, de la que seguiremos hablando, y en la que, como la propia expresión nos aconseja, es bueno detenernos, mirar a nuestro alrededor, valorar la cantidad de cosas que disfrutamos, compartirlas con los que viven a nuestro lado y pregonarlas a los cuatro vientos para que sirvan de llamada, de acto recopilatorio, de arcón donde se van apilando las historias que forman la tradición oral de un pueblo.



Aunque el avance tan apresurado que experimenta todo nos lleve a temer un poco por el futuro del libro, nuestra historia está a buen recaudo ya en todos los formatos, en Internet también, donde los foros se multiplican a diario y donde se dilucida, incluso, que el lago de Cantabria que cita Suetonio en “La vida de los Césares”, pudiera ser el Curavacas. O el debate que lidera Leire en torno a dos plantas medicinales que los lugareños vendían a profesionales: la Gentiana, o Junciana, que da nombre a un término de Polentinos (el Juncianal) y los Cornitos, que se recolectaban para fines medicinales. En Lores se hablaba mucho de la Genciana que, generalmente, como bien exponen los foreros, recogían los hombres, porque había que cavar mucho para sacar la raíz, lo que se vendía; y los cornitos, que recogían las mujeres, no sin provocar la ira de los propietarios de los centenos. A uno siempre le agrada que le recuerden estas cosas, y ya tampoco mucho, ciegos como andamos de tanto correr hacia el futuro, total para nada, porque al desaliento se suma la insatisfacción, pues no bien hemos llegado al conocimiento y al manejo de un aparatejo, cuando ya nos anuncian otro con prestaciones añadidas; no sé si para dejarnos con la cartera tiesa, o para que desistamos de seguir avanzando, pues para todo se requiere una preparación que no todos están dispuesto a emprender.

Y parece hasta lógico, tal y como lo refleja en su “Quinta Montaña” el escritor Paulo Coelho: “Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más tiempo del necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto”. Por diversas razones entiendo que estoy a punto de cumplir esa etapa, ese ciclo, y procuro llevar buena dosis de ilusión cuando hablo de nuestra tierra, por los proyectos que se están generando en torno a Guardo con “Pato Pekín”, el auge de las galleteras en Aguilar; el proyecto de San Glorio, que ha tomado como núcleo informativo a Velilla; y el turismo rural que se va consolidando no con todas las fuerzas que quisiéramos por muchos pueblos de nuestra montaña palentina.

Pero esto se está pareciendo cada vez más al cuento de la lechera. Hacemos cuentas respecto a los muchos beneficios que vamos a obtener con los patos, con San Glorio, con la embotelladora, con el turismo... y sucede lo inesperado, lo que le sucedió a la joven lechera que iba pensando en comprar huevos con el dinero que le diesen por la leche, y conejos con el dinero que obtuviese por los huevos y corderos con el dinero de los conejos. Tanta era la excitación que se rompió el cántaro y así concluye Samaniego: “!Pobre lechera! ¡Qué compasión! ¡Adiós leche, dinero, huevos, pollo, lechón, vaca y ternero! ¡Oh, loca fantasía, que palacios fabricas en el viento¡ Modera tu alegría, no sea que saltando de contento al contemplar dichosa tu mudanza, quiebre tu cantarillo la esperanza!.

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13 enero 2007

El persianazo de La Venta Campa
enero 13, 20070 Comments

Aquella semejanza con la que describía la situación real del turismo rural, uno de los agraciados con el primer premio por su labor en pro del desarrollo de este apartado en nuestra provincia y, más en concreto, en nuestra zona norte, viene bien para justificar el cierre de uno de los lugares más emblemáticos de nuestra tierra, como es la Venta Campa de San Salvador de Cantamuga.

Lo que probablemente ha sorprendido a todos es el persianazo a secas, cuando tantos novios y poderosos inversores porfiarían por este lugar, y no sólo por su situación estratégica, y no sólo por hallarse en el centro de la comarca, sino por la popularidad que alcanzó su cocina tradicional, donde un plato de legumbre, un cocido, un guisado o una chuleta de la mejor carne daban gusto al paladar más exquisito.



Vega Antuña, que vino desde Langreo (La Felguera) y se asentó en La Pernía, donde regentó el economato, acuñó una frase que, aunque tremenda, viene a reflejar la importancia que tuvo y de la que doy fe: “San Salvador y la Venta Campa van tan ligados que no se comprende a uno sin otro”.
Y lo dijo Vega, que escribió bellas páginas en este medio y que sintonizaba muy a menudo con Palencia en aquel popular “Cimbalillo”, cuando la nieve lo tapaba todo.
Todo se acaba o se transforma. No cabe más nostalgia en esta entrega de hoy. Es la muerte de algo que en esencia no debería morir nunca, sino empezar de nuevo con otros bríos, tomando el relevo de aquellas manos que hicieron de la cocina más sencilla un arte.

Muchos colaboradores de este medio han hecho referencia alguna vez a este lugar de La Pernía, que raro era el domingo que no colgara el cartel de completo. Pero ni con esas garantías puede hablarse de éxito. En todos los lugares cuecen habas, que es lo mismo que decir que en todas partes acechan los problemas y ni la presencia abundante de gente consigue mitigarlos.

En Cervera se rumorea que los herederos de la archiconocida “Cascarita” quieren hacer lo mismo; otro lugar de rancio abolengo, con su escabeche, sus avellanas y su queso. No sé por qué razón, algunos pensadores hablaron de la memoria como un arma de dos filos, donde son más las cosas que uno quisiera olvidar que las que quiere recordar, premisa que no suele cumplirse en estos casos donde, cumplida la faena, al final de una vida plagada siempre de recuerdos y anécdotas, uno decide colgar su mono de trabajo cerrando la puerta.

La Venta Campa siempre estará ligada a nuestra vida, no sólo por la gente de corbata y poderío que pasó por ella, sino, especialmente, por los parroquianos de los pueblos vecinos que llenaron cada tarde de partida. La Venta Campa era un punto de encuentro, una especie de casa grande en la que siempre encontrabas el alivio a tus penas, y no lo digo por el vino.

Ganaderos, tratantes, políticos, mineros, médicos, secretarios, jóvenes y menos jóvenes, todos los pueblos del contorno, por tradición, por transmisión, por situación, por lo que fuera, la primera parada la tenían en La Campa, donde la familia Pérez, que aguantaron serenos con todos los altibajos y los intríngulis que comprende un negocio, consiguieron llegar al final de una etapa.

@De la sección Vuelta a los Orígenes, en Diario Palentino.
13.01.07 @ 13:40:34. Archivado en Artículos, Los lugares.
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06 enero 2007

Año nuevo, todo igual
enero 06, 20070 Comments

Cuesta mucho volver a este rincón del diario después de vivir inmerso en otros quehaceres durante dos meses. Creo que este diario se merece con creces esa medalla que le han dado, porque muy escasos hombres han vivido tanto, porque pocos negocios han llegado tan lejos y, son contados los medios de comunicación que pueden apagar velas como este, llevando a Palencia desde la primera hasta la última página.



Porque no es lo que se dice, ni la forma en que se dice, sino la intención con la que se dice. Es curioso, pero en el blog donde vierto estos artículos semanales, hay visitantes que, amparándose en el anonimato, se dedican a regalarme puntos en negativo; es decir, no me quieren, les molesto, estoy suspendido por muchas de mis valoraciones en torno a los lugares por donde fui creciendo. Por lo que dije y por la forma en que lo dije, sin considerar que lo que cuenta de verdad es la intención, el deseo de que tu tierra mejore en todos los conceptos y la gente que vive en ella se involucre en todo lo que supone vida y crecimiento.

Y para nada van a cambiar mis pensamientos cuatro jueces con careta (señal de que no se sienten a gusto con lo que hacen), cuyo único afán es silenciar al mensajero, que la tierra descanse en paz asfixiada por esa muerte que nos anuncian los demógrafos, pero todos necesitamos el aliento y la esperanza de los otros para seguir luchando. Como decía Nina Yomerowska en un minúsculo libro de pensamientos, prologado por Fredo Arias de la Canal y publicado en México en 1995:

“Si te sientes incomprendido por una u otra persona no te preocupes; pero si te sientes incomprendido por toda la gente, busca la causa en ti”.

Y como este no es mi caso, y puedo dar fe de ello, aunque a veces te traicionen algunos de los que más te alaban, vamos a reiniciar la lucha por donde la dejamos, posicionándonos en contra del desmonte que empobrece y devasta las tierras de Guardo y cuyas demostraciones de reposición no convencen a nadie, porque nadie confía en que se cumplan, como ocurrió años atrás más arriba ante las fianzas ridículas de los ayuntamientos. Y entre otras muchas posturas vamos seguir apoyando la estación de San Glorio, pues si por deseos hablamos, los nuestros se han expresado ya con un margen fuera de toda duda. Es un privilegio acudir cada sábado a la cita del diario palentino, en el que he venido creciendo cada mes desde hace treinta años. A mí me condujo mi padre hacia este vehículo, al que ha estado ligado hasta que la vista ha comenzado a jugarle malas pasadas, aunque todavía su afición a la lectura del periódico y su deseo de saber cosas de Palencia, le lleven a adquirirlo en los quioscos de Aguilar de Campoo.

Me gusta escribir sobre mi tierra, volver al surco, a los orígenes, enmendar los errores que pude cometer. Por esa incomprensión de la que hablaba al comienzo, me comentaba un seguir desde Barcelona: “¿nos has tenido a veces deseos de mandar a paseo a nuestra tierra...?” Y para que lo entienda me cita a continuación el poema de Salvador Espriu:

“Cuánto me agradaría
marchar hacia el norte
dicen que es una bella tierra
donde los hombres son más cultos,
pero mis hermanos en el templo me dirían
mira, éste nos ha abandonado
nos ha dejado solos.”

Por eso seguiré adelante en esta difícil, dura y desolada tierra amada tierra, hasta el fin de mis días...”

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04 noviembre 2006

Costumbres, rituales, brujería... (III)
noviembre 04, 2006 3 Comments

Una lectora asidua y fiel de mi columna, tan fiel como José, el peluquero de Cervera, me pide que hable de Herreruela de Castillería. Me pide que hable de una época en que reinaron las “meigas”, que así de pronto, camino hacia Galicia, parece una prolongación de esas historias que han ido apareciendo a lo largo del tiempo.

En Herreruela todos han oído hablar alguna vez de los malos espíritus, vecinos que tenían el don de adivinar o provocar hechos que a todos les llenaban de inquietud y recelo.

“Tú marido, que está en aquella tierra, tiene en estos momentos un tremendo dolor de muelas” –le predijo el brujo a una mujer. Y así fue, efectivamente.
Claro, esto te lo cuentan ahora y no das crédito. No hay brujos vivos que hayan seguido la estela de sus progenitores, ni casas encantadas que sepamos, cuyos golpes en las paredes o el movimiento de enseres, inviten a la intriga.

Cuentan que cierto día, una señora de esta familia se llenó de piojos. Llamaron al brujo del lugar. Este elaboró una pócima y después de oraciones, ungüentos y un baño en un bidón lleno de poderes, la desaparecieron. Añaden que el brujo dijo estas palabras: “El mal que os acecha acaba de salir por esa puerta” Y lo dijo haciendo mención a una persona que salía.

Por las mañanas y durante algún tiempo, las mujeres de una familia presentaban moratones o mordeduras en brazos y piernas. Efecto causado, según cuentan quienes me lo describen, por el poderío o la brujería de aquel personaje. Durante varios días los hombres del pueblo permanecieron de guardia por la noche pues las vacas, misteriosamente, aparecían sueltas a la mañana siguiente. Se puede argumentar que alguno tuvo la tentación de meter miedo y dejó a los animales sin prender al pesebre, pero quienes formaban parte de aquellas guardias lo habían verificado en ese punto y pudieron oír cómo todos los collares se desprendían del pescuezo de los animales y caían al suelo.

Yo hice mención a este curioso fenómeno a primeros de la década de los ochenta en otro medio de comunicación. Era más joven, me sorprendía más fácilmente, me atrapaban historias que no me atreví a desgranar y que después vi desgranadas por otros. Y vuelvo a recordarlo hoy porque me lo han vuelto a narrar de nuevo personas diferentes, enganchadas de algún modo al misterio que existió, que no provocó muertes, pero fue la comidilla de los vecinos durante mucho tiempo, con el consiguiente calvario de las familias perseguidas por los poderes de aquel mago. Nadie sabe hasta dónde puede llegar el poder de un brujo, por dónde atacará de nuevo o qué hacer para prevenirlo.

Los estudiosos tienen una explicación para aquellos que todo lo que ven o lo que tocan les parece un misterio. Así por ejemplo, al abedul se le atribuye el poder de ahuyentar calamidades; al abeto, la capacidad para atraer los rayos. El acebo fue una planta sagrada que protegía la casa de acechanzas brujeriles. La historia recuerda cuando se plantaban ajos a las puertas de casa porque se creía que retenían la suerte. Lo del antojo de las mujeres embarazadas alcanzó un significado especial en nuestra montaña, y así lo recogen los etnólogos que nos han estudiado. La vida está llena de curiosidades. Unos creerán más que otros. Yo me he limitado a recogerlas y no sin cierta incredulidad en ocasiones, y no sin cierta intriga, a transmitirlas. Basta mirar al mundo cualquier día para darse cuenta de tantas curiosidades como encierra.

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28 octubre 2006

Costumbres, rituales, brujería... (II)
octubre 28, 20060 Comments

Quienes no han vivido en esta tierra, los que la conocen por las referencias de visitantes y cronistas, se sorprenderían de tantas historia como se fueron desentrañando en ella. Yo que vengo dedicado en cuerpo y alma a remover sus fueros y costumbres, todavía me sorprendo con esos relatos de poderes ocultos que fueron transmitiéndose oralmente y en los que con todo lujo de detalles se nos va describiendo el misterio que rodeó cada escenario, las pócimas utilizadas para aventar el mal y los diferentes personajes que se vieron envueltos o rodeados por ellas.


Muchos pueblos de nuestra montaña, cada vez con menos fuerza y entusiasmo, han venido reviviendo costumbres en los últimos años que arrastran ese halo de misterio, siempre que quienes lo cuenten –como en casos que expondré más adelante– lo hayan vivido de algún modo en el pasado más reciente, o sean fieles transmisores de quienes los protagonizaron.

Es conocido el juicio que se le hacía a San Damián, en Lastrilla, enfrente de la casa del cura, representado por un muñeco que colgaba de la pared. Mascarada que no siempre era del agrado de la gente mayor.

En los albores de su obra sobre la montaña palentina, Gonzalo Alcalde, recoge las costumbres de Villarén, Porquera de los Infantes y Cabria donde se pedían las marzas con una cochinilla de madera pintada de negro.

Unos días antes de la festividad de Todos los Santos, los jóvenes de muchos pueblos de la montaña compraban la oveja más grande para cenarla al atardecer del día uno. En algunos pueblos, como Valdegama y Villacibio, se sustituía por un burro, que recibía el nombre de “machorra” o “borra”. Y la costumbre ha ido tímidamente despertando en otros puntos de la alta montaña, sin fecha concreta, armonizando con la llegada de los emigrantes.

En Villanueva de la Peña tenían autorización para matar una borrega todos los domingos hasta el día de los Santos. Los mozos vendían la carne a las mujeres del pueblo y con lo que obtenían les quedaba para comprar una borrega para ellos y cenarla mientras se iban relevando para tocar las campanas a difunto.

El tío “Rus”, un famoso paisano de Rebanal de Las Llantas, que se hizo famoso en la comarca por el dicho: “Yo tengo una hija y al que se case con ella le mando ciento sillas y cincuenta mil duros de empeño”, cuentan que un año les comió buena parte de una y no volvieron a tener noticias suyas.

En Villabellaco, el día de los difuntos se encendía una gran hoguera de la que el sacerdote recogía las cenizas para el incienso. Para que los mozos tocaran las campanas el sacerdote les pagaba el vino de la cena. En Villanueva o Bustillo el sacerdote les daba a los niños un panecillo y una perra chica. Yo mismo recuerdo, siendo niño, que el de San Salvador nos daba también algo simbólico a los monaguillos.

Costumbres y misterios que se han ido heredando, a veces, sin saber muy bien el significado de los mismos, como el caso que el investigador cita de Matabuena, y en fechas carnavalescas, donde se cuenta que los mozos daban vueltas por el pueblo durante todo el día con esquilas y cencerros atados a la cintura, dicen que para “escurrir antroído”.

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21 octubre 2006

Costumbres, rituales, brujería... (I)
octubre 21, 2006 2 Comments

Viejos autores hablan de los dos soles que se vieron en Formia durante el día. De Concio, el hombre que murió quemado a consecuencia del reflejo de un espejo, o de cómo en Gabies llovió leche y en Cefalonia tierra o del sol que brillo en Pisauro por la noche.

En todas las épocas de la historia se han conocido casos curiosos de monstruos y fenómenos. Julio Obsecunte escribe en su “libro Prodigiorum” de cómo en Piperna nació una niña sin una mano, en Cervéteri nació un cerdo con manos y pies de persona o en otros lugares nacieron niños con cuatro piernas y cuatro manos...


Religiosidad y creencia popular siempre anduvieron de la mano y no es necesario acudir a la Grecia antigua, cuyas calles estaban llenas de adivinos e intérpretes de sueños, para encontrarlo.

Nuestra tierra está llena de señales que se van sucediendo desde el nacimiento hasta la muerte. Quienes por inquietud o vocación nos adentramos en la historia de estos pequeños pueblos, todavía nos vemos sorprendidos por creencias y vaticinios que fueron el hilo conductor de la mayor parte de su vida. En algunos lugares la fecundidad de la mujer iba precedida de un rito y de esa manera, colgaban de su cuello medallas de diferentes santos a los que se atribuía el don. Y así también, el sometimiento de la gestante a una serie de prácticas, los pronósticos que aventuraban el sexo del nuevo ser, los males que podían deparar el incumplimiento de los antojos y una serie de requisitos y conocimientos que de algún modo siguen frescos y activos en la memoria de la gente. Se creía que cuando un niño estaba inquieto o lloraba sin parar era porque estaba poseído por los malos espíritus o había sido objeto del llamado mal de ojo. Para remediar esto, en algunos pueblos las madres colocaban bajo la almohada de la cuna unos pequeños Evangelios bendecidos por el sacerdote.

Gonzalo Alcalde nos traslada un caso ocurrido en Villanueva de la Torre. El protagonista es un niño que no deja de llorar. La madre, preocupada porque pudiera estar hechizado, mandó llamar al sacerdote para que lo exorcizara. El sacerdote en un primer momento se niega pero, finalmente, ante la insistencia de la madre, leyó unos párrafos de los evangelios y el niño al momento dejó de llorar.

La necesidad de torcer el rumbo de los acontecimientos o paliar de algún modo lo que a todas luces parece irremediable, hace que se profundice más en el misterio, en la utilización de métodos que hoy nos parecen increíbles y mucho más en zonas de montaña que viven aisladas e inexistentes para el resto del mundo.

Es evidente todavía hoy las prácticas de los que conocemos por curanderos y a los que acudimos en busca de remedios que no acaba de darnos la medicina tradicional. ¿En cuántas ocasiones los médicos han tenido que vérselas con creencias peregrinas, ungüentos y prácticas que hicieron maravillas en los familiares y amigos de sus pacientes?

Cicerón ya escribía sobre la superstición que nos persigue por doquier, sobre adivinos y presagios. Sócrates temía al mal de ojo, Aristóteles creía en la quiromancia, Julio César temblaba al oir el canto del gallo... y no faltan autores que todo se lo tomaron a guasa, como nuestro Quevedo, que escribió: “Cuando el cuervo siniestro te graznare, la sal se derramare, el espejo se rompiere o temeroso sueño te afligiere, armáraste severo contra la amenaza del agüero...”

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14 octubre 2006

Caravanas de mujeres
octubre 14, 2006 8 Comments

Miguel Ángel Suárez, alcalde del pueblo vallisoletano de Villafrechós, fue el promotor de una caravana de mujeres celebrada en Mayo de este año en aquel pueblo de 540 habitantes de la Tierra de Campos. También en Julio, cerca de 35 mujeres visitan el pueblo segoviano de Cobos de Fuentidueña, localidad de unos 70 habitantes, la mayoría solteros, y de donde surgieron dos parejas en la primera convocatoria promovida por Asocamu. En nuestro país se inicia la imitación del movimiento en el pueblo aragonés de Pla en 1985 y se va haciendo hábito unos años más tarde en cantidad de pequeños pueblos, como Encinasola (Huelva) o la comarca asturiana del Tineo.




Agencias de viajes, Asociaciones e incluso bajo el patrocinio de los Ayuntamientos, como es el ejemplo de la localidad turolense de Fonfría o el municipio de Cárcheles (Jaén), una localidad de la Sierra Mágina con poco más de 1500 habitantes.

La idea está basada en la película del mismo nombre (1951), cuando el ganadero Roy Whitman, protagonizado por el actor John McIntire, demanda los servicios de un famoso conductor de caravanas, papel que encarna en la pantalla Robert Taylor, para que conduzca a un grupo de mujeres desde la ciudad de Chicago hasta su pequeña localidad de California con el fin de conseguir esposas para los hombres del pueblo.

En “Flores de otro mundo”, con guion de Julio Llamazares, Iciar Bollaín aborda los entresijos de las historias que llegan después; el tema candente de la inmigración, las ventajas y los inconvenientes de la vida rural, los condicionantes que aíslan a la mujer rural de los conflictos y formas de la vida urbana... etc.

En San Salvador lo anunció el alcalde Mariano San Abelardo en un pleno donde se aborda también el apoyo a la estación de San Glorio en abril del pasado año.

Los pueblos han ido mejorando su imagen, pero faltan servicios, faltan actividades, es difícil dotarlos de muchas cosas necesarias que cambiarían notablemente la visión de quienes por diversas razones han pensado alguna vez en regresar a ellos.

Todas las encuestas de los últimos años destacan que la insatisfacción de la mujer es mayor en los pueblos, y no por el hecho de ser mujer, sino por todas las circunstancias que marcan la vida de un pueblo pequeño.

A la mujer que ha desempeñado aquí los trabajos más duros, que se ha ocupado en solitario de las tareas domésticas, que ha suplido al Estado al ocuparse de viejos y enfermos, nunca se le ha reconocido con justicia, ha sido como un apaño, y como un apaño siguen promoviéndose estas caravanas de mujeres por la España rural, basándose sus organizadores en la tranquilidad, en lo bucólico, olvidando que pesa mucho en el ánimo de los de fuera la siempre incordiante servidumbre.

A finales de la Edad Media se hizo popular una célebre expresión: “El aire de la ciudad nos hace libres”, frase que ahora, ante el acoso tremendo del consumismo que padecemos y la saturación de los servicios en las grandes ciudades, pretendemos cambiar por el aire del pueblo.

La vida siempre te está poniendo a prueba, en todas partes. La vida rural, no cabe duda, tiene sus cosas buenas, de las que ya hemos hablado en muchas ocasiones, pero aquí, la mujer que venga –al margen de que halle a su media naranja- seguirá sin encontrar el reconocimiento que merece.

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