La Tierra de sus ancestros

Uno de mis próximos proyectos, en el que he comenzado estos días a documentarme, habla de las gentes que emigraron, cuyos descendientes buscan hoy con ímpetu la tierra de sus ancestros. Leo el mensaje que deja en la página de la Diputación, Mirta Llorente, la Socia número 13 de la Comunidad Castellana de Santa Fe: "Pude conocer la tierra palentina. Fue una alegría y una emoción incalculables". "Al llegar a Villalba de Guardo, el lugar de nacimiento de mis abuelos, mi padre y mis tíos, mi ser se transformó y es imposible describir con palabras lo que se siente y se vive. Fue muy emotivo pisar las calles por donde mi padre caminó, jugó y vivió en aquel lugar, cerca del río Carrión..."


Mariano Llorente de Pablos nació en Villalba de Guardo en agosto de 1917 y la reseña de su vida aparece en el libro de Juan Andrés Blanco y José María Bragado, "Memoria de la emigración castellana y leonesa". A finales del pasado año se presentaban en la casa de Zamora en Madrid tres nuevos volúmenes donde el profesor hizo hincapié en la necesidad de visibilizar el fenómeno migratorio, un fenómeno que ha sido extraordinariamente importante para las tierras de Castilla y León.

No todos sienten igual la llamada de la Tierra. No es que la tierra en la que nacieron y vivieron los nuestros, vaya a librarnos de tantas batallas como debemos traducir, para mantener esa veleta que es la vida de cada uno.

Y si acertamos en ese intempestivo acto de decir adiós a todo lo que somos, porque al marchar se queda allí todo lo que fuimos, todo lo que nos fue forjando; las gentes a las que amamos, los caminos, los ríos, los montes; la casa, con tantas historias y recuerdos... 

Es como cerrar de sopetón el libro que sabemos, en el que nos hemos fijado para andar un camino; es como nacer otra vez en un país lejano, donde se vive de otro modo; es como llevarse el libro dentro de uno, y abrirlo allí, frente a otro cielo, y mostrarlo con encendido orgullo a los hijos para que prenda en ellos esa llama de la curiosidad, que a veces prende tanto que los lleva a volar desde lejanos sitios para impregnarse de esas raíces a las que tanto y de tal forma nos debemos.

Imagen: Villalba de Guardo | José Luis Estalayo

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5 Comentarios

  1. Juan Manuel Macho25 febrero, 2011

    Te felicito por el artículo, Froilán. Y me siento "aludido" por lo que dices, claro. Soy uno de tantos palentinos que en un momento dado decidieron abandonar su tierra para buscar una vida "mejor"; en mi caso, en tierras catalanas. Pero eso sí; conservo -y me siento "orgulloso" por ello- el amor a mis "raíces" y a esas tierras. Estoy encantado de saber que existe esa gente de la que hablas, que muestran interés en conocer la tierra de sus ancestros, claro. Y, por supuesto, me encanta también encontrarme a gente -como yo- que tuvieron que marchar de allí, pero que conservan el amor a sus orígenes.
    Dicho -o escrito- queda.

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  2. santa maria de redondo26 febrero, 2011

    Este Froilán es un tio estupendo . Me gustaria decir cojonudo pero tal vez el ordenador me dice que no soy respetuoso . El gran mérito de Froilán de Lozar es haber mantenido como nadie el amor y el interés por la Montaña Palentina y sus escritos permanecerán siempre como una fuente (estoy hoy poetico) inagotable de la historia de esta Montaña Palentina. Creo que seria conveneiente promover un estudio exahustivo de la historia de los habitantes de la Montaña ¿ No encontrariamos una Institución o empresa que lo financiara ? ¿O varias que unidas puedan aportar fondos para el estudio?

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  3. @Juan Manuel, Nos vamos encontrando en este viaje por la vida, en este viaje por otros puertos. Yo no me creo eso de que soy de donde "pazco" -como dice el refrán-. Siento, eso sí, agradecimiento y respeto hacia todo el mundo, hacia todos los pueblos y culturas, pero uno no puede, no debe, negar su tierra en ningún caso.
    Muy agradecido por tu visita y comentario.

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  4. @santa maría de redondo, Si no me resultara tu firma conocida, me hubiera parecido irónico tu escrito. Pero creo que te conozco y gozo de tu amistad y tu generosidad, bien expuesta en este comentario.
    No es habitual encontrarse con gente de la tierra que te alabe y te anime en esta solitaria labor de prodigar bendiciones sobre la tierra de ambos.
    Yo no quiero nada para mi, y lo sabes. Me conformo con que quede constancia de nuestra pequeña-gran historia.
    Un cordial saludo

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  5. Juan Manuel Macho28 febrero, 2011

    Gracias por tu comentario, Froilán. Me "apunto" a ese agradecimieto y a ese respeto que mencionas, claro; ¡cómo no!. Y naturalmente a esa oposición a negar de la tierra que nos vio nacer. Te felicito de nuevo, porque creo que tu labor en pro de ese reconocimiento es muy positiva. Ojalá se apuntasen muchos más. Un abrazo desde Barcelona.

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