Hay preguntas que cuesta mucho trabajo hacerlas. Preguntas que uno lanza a los demás. Preguntas que uno se hace a sí mismo. Preguntas como se hacen los personajes que toman vida en “El viaje vertical”, la novela de Enrique Vila-Matas. Y aparecen las interrogaciones como una demanda, para que preparemos un camino que a todos nos conduce hacia un final imprevisto, también obligatorio; de cualquier modo, impresionable.
Extracto del artículo que forma parte del libro Ver dos veces las cosas
