ORÍGENES: LaMadeja
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15 diciembre 2023

Cantamuda/Cantamuga
diciembre 15, 20230 Comments

Estaba yo ilusionado porque presentaba en mi blog curiosón la colegiata de mi pueblo, que ya habíamos publicado con anterioridad en este diario y que volveremos a publicar, si no hay impedimento, a primeros de año en la nueva serie que estamos preparando y en la que hacemos un recorrido por iglesias y eremitorios del norte palentino.




Tuvo una excelente acogida, añadiendo imágenes nuevas de su interior servidas por mi compañero de partida y amigo José Luis Estalayo. Pero el resultado se empañó un poco porque en varios grupos de facebook se rebelaron contra el nombre del pueblo con el que yo lo nombro: San Salvador de Cantamuga. Ya he explicado muchas veces que el oficial desde hace muchos años es Cantamuda, pero que es legítimo también, que no es capricho personal, el de Cantamuga al que nos referimos muchos lugareños. Basta con que tecleen Cantamuga en el buscador para que encuentren libros, escritos y referencias de Instituciones y estudiosos al topónimo. El poeta Manolo Bores, nació en San Salvador de Cantamuga, así lo cita él mismo en la solapa de uno de sus libros. Para Victor de la Serna, en su “Ruta de los Foramontanos” es San Salvador de Cantamuga” (canto o mojón de la muga o límite). Para el toponimista Roberto Gordaliza, en su obra “Toponimia Palentina”, es legítimo el nombre de Cantamuga, pues su verdadero origen está en la palabra muga. Magdalena Castrillo Herrero titula: “Desde Bahillo a San Salvador de Cantamuga en el estudio del léxico del norte de Palencia”. Jesús Castañón, en el cincuentenario de la Revista Literaria Jorge Manrique, habla de la Colegiata de San Salvador de Cantamuga.

Y uno de nuestros autores locales, Laurentino Ruesga aborda la evolución del nombre, el puente medieval y la iglesia de San Salvador de Cantamuda en uno de sus últimos libros, y demuestra la convivencia que a lo largo de los siglos han tenido las fórmulas Cantamuga y Cantamuda. Como para nada es un procedimiento complicado y en base a las razones históricas que nos avalan, San Salvador sería de Cantamuga y no de Cantamuda, aunque el apelativo sirva para recrear la leyenda de la sirvienta que cantó su inocencia al llegar al pueblo sana y salva después de salvar el precipicio de la Peña Tremaya. Hasta Unamuno, en “La eterna reconquista”, habla de la “iglesiuca románica de San Salvador de Cantamuga”

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 11Dic2020

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08 diciembre 2023

Los oficios: herrando
diciembre 08, 20230 Comments

Aunque muchas de las escenas que aquí vamos recogiendo vienen de otros momentos de la historia, cada pueblo lo vivía de una forma. Lo digo porque hubo un tiempo en que yo recorría los pueblos todas las semanas y aprovechaba para extraer las historias que me han traído hasta este momento, lleno de nostalgia y sentimiento hacia aquellos lugares a los que regreso cuando puedo y donde imagino una vejez sin sobresaltos, entre naturaleza y libros. Repasando las fuentes, es admirable lo que cuenta mi amigo José Luis de Mier, que sigue vivo en mi memoria y en mi vida, en un libro donde también aporta su arte Damián Simal, el pintor de Quintanaluengos con el que ahora me “wasapeo” a diario. Hace dos años el pueblo de San Salvador rindió homenaje a la familia Cajigal, que heredaron el fuelle y el humor de su padre. Y cuando íbamos a Valladolid nos decía Pepe: "Guajes, a que no sabéis un pueblo que no es pueblo: La Puebla".





Pues resulta que, en un pequeño libro, edición no venal, es decir, un libro para obsequiar a los amigos, José Luis se refiere a los utensilios de herrar como una parte de los bienes comunitarios del pueblo. Igual que el tronzador o la romana. Cuando alguien necesitaba pesar un cordero o cortar un roble en el monte, pedía estos instrumentos que devolvía al acabar el trabajo. Las economías no permitían que hubiera uno en cada casa. Los utensilios de herrar también eran las cinchas o correas con las que se colgaba al animal para que este no pudiera moverse. Con unos palos de unos cincuenta centímetros de largo, girando un travesaño que se hallaba en la mano derecha del potro, se elevaba el animal. El del lado contrario era fijo. Todos estos enseres se guardaban en la Casa Concejo. El animal quedaba suspendido y la pata que se le iba a herrar se le ataba a los poyos o zapatas que estaban ubicados a cada lado del potro. En el Parque Natural de Valderejo, donde se localiza el municipio de Valdegovía, un viaje que les contaré en la próxima entrada, tuvimos ocasión de observar estos elementos que José Luis detallaba en su libro. 

Imágenes de José Luis Estalayo
Entrada relacionada de José Luis de Mier: El herrero

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA, 20Nov2011

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01 diciembre 2023

No dejes de escribirnos
diciembre 01, 20230 Comments

No conviene abusar de nada y menos en estos tiempos convulsos que vivimos. Se nos va la vida al menor descuido. Se nos va la vida de personas a las que queremos, de gentes que marcaron un hito importante en la vida de su comunidad o de su provincia. Apenas había puesto un pie en San Salvador a primeros de agosto, cuando una amiga me comunicaba el fallecimiento de Gonzalo Alcalde, el espeleólogo que llevó la montaña a los diarios, a las revistas, a los libros. 



Es tontería detenerse ahora en panegíricos. Le conocí en la casa de la abuela Lorenza. Él venía a menudo, cuando podía, para ir recogiendo y grabando coplas y romances que le servían de borrador para el apartado de etnografía de los cuatro libros que publicó sobre la montaña palentina: La Lora, La Braña, La Pernía, Fuentes Carrionas y la Peña.

No llevo cuenta de las fechas, pero creo que fue hace cuatro años, cuando volvimos a encontrarnos en Santamaría de Redondo, en casa de José Luis de Mier, nuestro abogado en Cataluña, un encuentro en el que participaron algunos vecinos de este precioso valle, amigos de nuestro anfitrión. Siete meses más tarde, de improviso, José Luis que había venido a menear pendones en la feria de Ramos a Cervera, se quedó dormido y ya no despertó. Fue Gonzalo el que me comunicaba desde Palencia el triste desenlace. Y ahora se nos ha ido él, cumplida con creces una labor que abrió las puertas de nuestra montaña al mundo. 

Es bobada pero, ni es rentable económicamente, ni se entiende y agradece esta labor de promoción que nos va llevando por veredas y montes, tirando de hilos muy viejos, en ocasiones rotos; buscando la complicidad de las gentes que siguen asomados a esta naturaleza que no ha dejado de sorprendernos nunca. Yo creo que Gonzalo se quedó absorto de tanta candela como vio encendida y ahora estará tomando notas en otra dimensión, buscando el camino de regreso a estos maravillosos valles de Palencia.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA, 06Nov2020
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24 noviembre 2023

Ver dos veces las cosas
noviembre 24, 20230 Comments

Nace esta selección de artículos, publicados en el Diario Palentino, bajo la prescripción de diez mujeres estupendas. Es cierto que yo las he tentado al invitarlas, pero han abierto el borrador y enseguida se han sentido cómplices de la historia. Para algunas era una historia desconocida; para la mayoría, era volver a leer de nuevo, quince o veinte años más tarde, encontrando mil razones para gritar conmigo, las vicisitudes por las que pasaron sus habitantes, las relaciones con otros pueblos, el esplendor de su naturaleza que lo trastoca todo.



El prólogo es miel para mis sentidos porque, sin marcar pauta alguna, han entendido lo que he repetido en tantas ocasiones, a veces, consciente de que no servirían para nada mis gritos. Sólo quien me conoce de verdad, sabe mi entrega en cuerpo y alma a remover la historia de esta tierra. Y es verdad, debo decirlo, que no estoy satisfecho, que no estoy relajado, que falta mucho por hacer, que es probable que nunca llegue lo que necesitan estos pueblos para seguir, que tal vez no cuidamos la tierra que nos legaron como era menester, que para qué remover esta pátina de recuerdos si el mundo está perdido, devorado por su propia ambición. En cualquier caso, la tierra no tiene culpa de nuestra mala interpretación.

Todos me han advertido que no es el momento para publicar un libro. Todo está condicionado por esa pandemia, que sigue viva contra todos los pronósticos y que ha puesto coto, entre otras muchas cosas, a las ferias del libro, a las presentaciones, a las firmas. Como en tantos otros apartados de la vida, uno sigue su instinto, que no va ciego al descalabro, porque se trata de una edición especial, muy limitada, que no encontrarán en las librerías de momento. 100 artículos sobre la historia, el folklore y la vida de estos pueblos del norte. Releer de nuevo. Volver a repetir paseos por tantos recónditos parajes. Ver lo mismo tantos años después. Seguro que no encontrará montones de este libro en ningún sitio, pero si encuentra uno, lléveselo, que tiene el sello de mi alma.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA, 30oct2020
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17 noviembre 2023

Tarde filológica
noviembre 17, 20230 Comments

Como no podía ser de otra manera, siempre me han gustado las palabras. No me refiero a las que utilizamos en una conversación normal, sino a esas palabras raras, las que no vienen en el diccionario o, que si vienen, no significan lo mismo; las nuestras, de nuestra zona de montaña.


Abasnar, Abulto, Albarca, Achorizar, Ajuares. Al orinal, en Ventanilla, se le conocía como Albañal. Alipende, que era un chico travieso. El allagón, que recuerdan los vecinos de Menaza y Pomar de Valdivia como un tablón de madera del que tiraban las vacas para apilar la mies trillada en la era. El escritor barruelano Francisco Merino Bravo, al que tuve la suerte de entrevistar para mi sección protagonistas de la montaña, que publicaba en El Norte de Castilla, en su libro “Sobre fondo blanco y verde”, habla sobre Aligotar, que viene a traducirse como embarrar y pone un claro ejemplo para que lo comprendamos: “El chicle, exento ya de sabor, conservaba el aliciente de su elasticidad: estirarlo lo más posible, ver cómo iba perdiendo su primitiva blancura por otra más agrisada, producto del manoseo incesante, y en último término, aligotarlo en el pelo de algún guaje".

Estoy haciendo un recorrido breve por la A. Quién no ha oído hablar del Almidrez, el mortero de cobre que servía para moler y machacar los alimentos; el Aluche, término que sí contempla el Diccionario de la Real Academia, pero con otras acepciones. Muy de León, pero también de nuestra montaña, el aluche era una pelea entre dos, cada uno agarrando el cinturón del contrario, procurando tumbarle.

Apurando ya los últimos días de vacaciones en San Salvador, me visita el filólogo Carlos Vielba, que veranea en el Parador Fuentes Carrionas, estudioso por el que nos llega cada lunes a curiosón su larga lista de palabras inusuales, que raramente aparecen en el Diccionario de la Lengua y que servían para el entendimiento diario entre nuestros paisanos. Carlos me ha dejado ya como regalo para la futura biblioteca el impresionante tomo que lo explica, con más de 700 páginas, lo que sin duda es para mí una joya y creo que para el mundo.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 23oct2020

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10 noviembre 2023

Estar en el cielo
noviembre 10, 20230 Comments

Es una expresión que solemos utilizar cuando estamos en la gloria, cuando no duele nada, cuando el sueño es hermoso. En todo momento he procurado huir del pesimismo y más en una columna del diario, donde se necesita ahora más que nunca ilusión y gente que te anime, que la vida son dos días y no vamos a estar de plañideras de continuo.




Pero no sé por qué razón, tal vez porque la peste también afecta a la razón, estos días yo no veo caridad, ni bondad, ni hermosura por ningún lado. Ahora todo el mundo busca su momento. Es probable que yo esté equivocado, y esa desconsideración que observo a manos llenas en todas partes sea puntual, no sea una apuesta general del mundo. Es posible que sea la edad, que uno con el tiempo se va volviendo raro y ve ampollas donde apenas salen unos incipientes callos.

Lo cierto es que, cuando regresamos a esa normalidad tan anunciada, volví a San Salvador y me centré en la ilusión que ahora ocupa mis días, una biblioteca-museo donde hablen los libros, que siempre vienen a contarnos cómo salir de la oscuridad, cómo vencer a la opresión, cómo encontrar la paz. En ellos se reflejan las luchas, las inquinas familiares por una herencia, las guerras vecinales por un terreno... Batallas viejas que siguen vigentes, amores condenados por el mundo a añorarse desde la distancia. Se querían mucho pero medió el entendimiento de los más allegados, para decir que era una pena, pero que debían seguir por caminos distintos. Miro los libros que hay sobre mi mesita y pienso que no hemos madurado nada, que tanta libertad ganada en tantos caminos, solo sirve para pisotear los sueños de quienes llegan detrás, a quienes cada día se les pone la vida más y más difícil.

Es otoño otra vez. Toca reflexionar. Toca agradecer que estamos vivos, aunque no estemos juntos; que nos queremos, aunque estemos con otros; que en medio de este infierno de pandemias y miedos, estamos sentados a la lumbre, con un libro entre las manos, mientras ahí afuera late la paz de un pueblo entero. Que no necesitamos más. Que estamos en el cielo.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 16oct2020

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03 noviembre 2023

Ya vamos viendo
noviembre 03, 20230 Comments

 “Los italianos sueñan con volver a los pueblos”.



Leo entre sorprendido e incrédulo la primera ley que arranca en Galicia para frenar la despoblación. Y no es porque reniegue de los experimentos, es porque da la impresión de que todas las comunidades andan en competición para encontrar la fórmula que frene al menos esta desescalada que no tiene fin. Pues resulta que, para que vuelvan los 20.000 emigrantes gallegos a sus pueblos, el pasado año, Feijoo ya se sumó al carro de los alcaldes de tantos lugares españoles que ofrecen casa o incentivos a quienes vengan a poblarlos.


Cervera de Pisuerga | @Orígenes


Es curioso que todos piensen en mejorar los servicios para que venga gente, porque saben que están mal, y deban recurrir a una ley o a una nueva entidad que lo regule. Quiero decir que, confunde que no se haga esto por norma, porque hay que mejorar los pueblos, sobre todo, para quienes viven en ellos. Es evidente que nadie se va por fastidiar a nadie, ni al censo, ni a los amigos y familiares que se quedan aquí. Y lo que nadie ha conseguido sin acudir a recetas y bonificaciones a quienes se atrevieran a volver a los pueblos, lo va a traer la pandemia. “El éxodo inmobiliario que viene tras el virus: de la ciudad al campo”, titula El País. Y no solo en España. Leo en un diario esta mañana: “Los italianos sueñan con volver a los pueblos”. Ciertamente, esto no evitará la muerte de muchos pueblos, pero sería un respiro para los más preparados, las cabeceras de comarca, o aquellos lugares con algunos servicios indispensables. Sean conjeturas o verdades, lo cierto es que lo vemos escrito por primera vez, porque creo que desde que tuve uso de razón hasta estos días, siempre fue al contrario.

Este mes de agosto he visto un movimiento inusitado en Cervera, la gente preguntando por terrenos más arriba, comprando incluso su parcela para instalar en ella una casa prefabricada. En fin, ya veremos si pasado el mal trago, una vez descontaminados si llega la vacuna, ya veremos a ver si donde dije digo se mantiene y hay un cambio que genere expectativas nuevas a un mundo que estaba agonizando.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 09oct2020


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27 octubre 2023

El corazón con que vivo
octubre 27, 20230 Comments

Un pueblo palentino dividido por la Guerra Civil, donde todos son familia y amigos. "Es la crónica de mi novela soñada". Vivimos “encorazonados” por todo. La tragedia y el amor mueven esa máquina de sentir que llevamos como una insignia y que se encoge o acelera conforme a las señales que le llegan de nuestro cerebro.




Peridis se puso a escribir como loco cuando murió su hijo. Eso es lo que le confiesa a Rosana Lakunza que le entrevista para un diario vasco a propósito de su novela “El corazón con que vivo”, premio Primavera de Novela 2020.

Algunos no creen que Peridis escriba. “A lo mejor pone la idea, me dice un amigo, pero ese tiene un negro”. No importa que sea famoso por sus viñetas, ni por la promoción y rescate de nuestro románico. A veces no es necesario hacer nada, para ponerte en contra de aquellos que le mandan decir a su corazón que no te reconozcan, que no te crean. Además, pasa el tiempo y aquello en lo que te implicaste tanto pierde fuelle y sentido para los demás. Seguramente todos conocen a Peridis, unos de verle por la televisión, otros de oírle por la radio o de haberle escuchado dando el pregón en algún sitio. El artista que lleva dentro, ajeno a quienes dudan; después de salir airoso del Coronavirus, donde llegó a ver en ráfagas el final de su vida; después de haber sufrido la muerte de sus hijos, se levanta y escribe como un loco, para recuperar el corazón de la memoria que late en tantos sitios. El escenario es nuestra tierra: Paredes Rubias, Peñas Negras, un rincón y unas vidas desgranadas con maestría, donde los protagonistas pasan de la amistad al odio de un día para otro en cuanto prende la mecha de la guerra. A mí, mucho más que sus viñetas, me asombra la templanza con la que expone su trayectoria, el amor que pone en el románico, lo que ilumina, como bien sabe, nuestra historia, lo que refleja la sencillez de quienes se sientan a la puerta de este paisaje nuestro tan espectacular como desconocido. Frente a los que no creen, aunque ya lo haya demostrado tantas veces con su entrega, no dejen de leer "Este corazón con que vivo."

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 25sep2020

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20 octubre 2023

Olleros al principio
octubre 20, 20230 Comments

Reconozco que ese viaje intenso que mantenemos en este diario desde hace ya cuatro años, se ve reforzado cuando vuelves a los lugares de los que hablaste, sin otro planteamiento que recordar lo que te contaron los custodios, que son entes cercanos que saben divulgar en sencillas palabras tanto valor atesorado. “Y miro al agua, su inmensidad, su olor a heno, su sabor a enebro y sal”, palabras del poeta que explican todo lo que se mueve en el entorno, todo lo que conlleva la vida en el lugar: el olor, el sabor, la inmensidad. El literato de los carteles que anunciaron las edades del hombre en Aguilar, sabe bien la importancia que aquello tuvo y la pregunta que hoy cuelga de los muros: “Piedras que se miran en las aguas, como si el tiempo se hubiera olvidado de esta tierra”.




Mira que he venido ya diez veces, pero me cuesta llegar, me pierdo hacia Alar, al no encontrar en esta infernal autovía indicación que me señale el camino hacia Olleros de Pisuerga. Luego se me quita el enojo, cuando veo ya la roca donde se conserva el tesoro de esta iglesia rupestre. Fue la primera iglesia intervenida en el Plan Románico Norte y teniendo en cuenta sus especiales características, los trabajos de albañilería y carpintería se volcaron en los bienes muebles, localizando varias pinturas murales góticas y de siglos posteriores. La miro desde fuera, desde arriba, desde abajo. Desde el coro, me imagino las veces que chocó su cabeza contra la roca del techo, cuando existía, por las ranuras que se aprecian a ambos lados de cada nave, una segunda planta destinada al descanso de los anacoretas, allá en el siglo VII, que mira que ha llovido. En Palencia tenemos el mejor ejemplo de aquellos comienzos y el mejor conservado de la Península Ibérica. 

No sé si fueron alfareros, como su nombre sugiere, pero fueron privilegiados, fueron repobladores de los que ahora escaseamos, fueron supervivientes bajo el Cildá de visigodos y romanos, haciendo camino hacia el Cañón de la Horadada, rincones de nuestra provincia donde la historia siempre nos lleva al principio.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 29Ago2020

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13 octubre 2023

Nos han abandonado
octubre 13, 20230 Comments

A finales de junio de 2019, me llamó la atención el grito desesperado de David Segovia, el alcalde de Pedro Bernardo (Ávila). "No nos dejan vivir dignamente en el mundo rural". "Nos quieren echar". "Somos ciudadanos de cuarta división pese a pagar nuestros impuestos". Frases que bien podrían haber salido de nuestros pueblos, que viven en sintonías similares.



La gota que colmaba el vaso fue el incendio en el lugar conocido como Gavilanes, como consecuencia de una negligencia relacionada con la línea eléctrica, que arrasó 1400 hectáreas. A las palabras de su alcalde, se une la denuncia de los 900 habitantes que guardan un minuto de silencio tras asistir a la lectura de un manifiesto que denuncia el abandono institucional. "Les suplicamos que pararan el frente, que se encontraba en lo alto de la montaña y amenazaba al pueblo, pero les entró por un oído y les salió por el otro. Tenemos experiencia, sabemos cuándo cambia el aire, cuándo ataca el fuego... pero no nos hicieron caso y el fuego bajó hasta la carretera". Solo dos días después del siniestro, el Gobierno de Castilla y León se hace con los medios para extinguirlo. "Aún estamos esperando al plan de reforestación que se propuso tras el incendio del 2.000".

Desgraciadamente, eso ya lo hemos visto antes. Crece la indiferencia hacia todo aquello que desconocemos, hacia aquello que no nos afecta en propia carne. La misma indiferencia que muestran los políticos inmersos en campañas donde ahora se cuestiona la preparación que siempre lucieron en el exterior de nuestra Sanidad, o cualquier cosa que tenga que ver con el prestigio. Sí, tenemos un mundo rural, lo reconocemos, pero es una visión fugaz, no es lo que importa de verdad a nadie. David Segovia, el alcalde de un pueblo, denunció la dejadez del gobierno regional en materia forestal.

Y la situación se repite en otras áreas, como la sanitaria y en otros muchos puntos de la región, como el nuestro de la montaña palentina. Hay que seguir rezando para que no pase nada, porque es público y notorio que no van al mismo ritmo las promesas que las obras.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 22may2020

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06 octubre 2023

Desde Calahorra a Támara
octubre 06, 20230 Comments

Hace unos meses, aprovechando la visita al Monasterio de Santa Cruz de la Zarza en Ribas de Campos y, como nos pillaba de camino, decidimos visitar la triple esclusa de Calahorra de Ribas (22, 23 y 24), muy cerca de allí, bella panorámica de esta singular obra hidráulica que es el Canal de Castilla.

Última actualización, 09 septiembre de 2023 | +823👀



Froilán De Lózar
Castilla y León es vida
A modo de pinceladas, como de puntillas, el libro está lleno de interesantes curiosidades desconocidas y de referencias -algunas también desconocidas-: Toponímicas, históricas, monumentales, paisajísticas, culturales y gastronómicas.
€15,00 TAPA BLANDA

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Todos coinciden en señalar aquel punto como el más significativo, donde se inician las obras en julio de 1753, un proyecto de siglos donde se perseguía, como ahora mismo en tantos otros lugares, la comunicación. Para ello es preciso hacerlo navegable, para que la mala condición de los caminos no lleve el aislamiento a aquella tierra, canción muy repetida en el norte que hasta la fecha solo se ha quedado en promesas.

Pero no vengo a hablarles de su historia, que para eso hay gente muy preparada y mucha información por todas partes. La estampa es lo que queda y el sonido del agua cayendo sobre aquellas compuertas que encontramos abiertas. Para mí, no sé si es que estoy chapado en el romanticismo y no me entero, aquella imagen es justamente lo que necesitaba para superar tantas noticias trágicas como se cuelan a diario en todas partes, vapuleando un poco nuestro ideario de mundo.

Margarita, que es muy previsora, ya se había puesto en contacto con Paz, la dueña del hotel rural de San Hipólito, en Támara, que se localiza junto a la iglesia, “catedral” del mismo nombre, para comer allí lo que nos dieran, pues estaban ya cerrando puertas hasta la primavera. El trato exquisito. La comida excelente. Como si se tratara de uno de esos famosos influencer que ahora tanto se prodigan por las redes. A mí que la montaña me devora, me cuesta alejarme de aquel pueblo, me cuesta despedirme de esta Tierra de Campos. Todavía me detengo a la salida, y por la orilla de la tierra voy buscando el lugar para la foto: aquellos palomares son la excusa perfecta para una despedida, un símbolo de nuestro paisaje, un grito a quien corresponda para que no los abandone, un deseo mutuo de protección y de llamada.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 22may2020

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29 septiembre 2023

El otro Revilla
septiembre 29, 20230 Comments

El 28 de julio de 2013 se cumplió un gran sueño para Herminio Revilla al abrir en Villabellaco, pedanía de Barruelo de Santullán, un museo donde se contempla la historia de estos lugares que el autor ha ido forjando en su taller. No se trata de una historia cualquiera. Hay alma en cada estancia, hay luz en cada hueco. Allí se pone corazón a cada una de las maquetas.





En diciembre tuve la ocasión de saludarlo. Fue uno de esos encuentros entrañables, diferentes a cuantos has vivido antes, no solo por todo lo que viste, sino también, porque la vida pasa y estás en ese momento de sorprenderte ante lo que no viste antes; ante la gente, que invirtió casi toda su vida en darle vida a todo lo que se iba apagando. Herminio es un privilegiado que tuvo la suerte de vivir para contarlo. No sé cuánto tiempo estuve absorto, pensando en encontrar las palabras idóneas para describir la magia de aquel lugar de Santullán, la habilidad de aquellas manos para ponerle corazón a los recuerdos. A mi último personaje le brillaban los ojos de emoción al contarme su vida, como técnico de radio y televisión primero y, finalmente, en el mantenimiento eléctrico de galletas Fontaneda. Más de 600 piezas y maquetas realizadas con maderas autóctonas, instrumentos y personas que adquieren vida propia, que nos muestran cómo fue la vida de los nuestros, sobre todo, recalca él, la vida de aquel valle. “Aquí, donde huele a madera, a tierra, a hierba, a pasado y a tradición, donde cada rincón es un recuerdo, y cada recuerdo un homenaje, aquí… es donde he encontrado mi lugar de creación. 

Aquí he gestado toda mi obra y aquí han retornado todas mis creaciones.” Cuando tienes la suerte de encontrar a una persona así, que ha vivido tanto, que se ha dedicado por entero a darle vida a lo que fue la razón de la vida de los nuestros, entonces recuperan el sentido para ti muchas cosas que ya dabas por muertas.
Si hay una pregunta, si hay un pero es hacia las instituciones, a quienes dicen luchar contra la despoblación de estos lugares, que no suman sus fuerzas al empeño de quienes lo interpretan con su obra.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
HEMEROTECA: 08may2020

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22 septiembre 2023

Astudillo en la agenda
septiembre 22, 20230 Comments

No siempre se consigue en la primera visita la imagen ideal de un pueblo. Ya dije en un post anterior que la borrasca Gloria nos pilló de camino y nos consideramos ya premiados con una guía como Avelina que, a socayo del viento, nos condujo de manera impecable por la historia del monasterio. Ya que estamos, vamos a dar un paseo por el pueblo, que quiero dedicarle unas palabras.


Última actualización, 9 de septiembre de 2023 | 1663👀





Antes de ponerme en camino, me gusta adentrarme en la ficha de los lugares que quiero visitar y, como sucede en muchos pueblos, son varias las hipótesis que vienen a explicar el origen de su nombre; aquí, una hace referencia al general romano Estatilio; otra teoría apunta a los repobladores que llegaron de más arriba, mientras que otros estudiosos lo asocian con las raíces vasconas y celtas (atd = peña, tud = cueva, refugio), que junto al diminutivo latino ellum formarían el significado de «pequeño refugio en las alturas».

Froilán De Lózar
Castilla y León es vida
A modo de pinceladas, como de puntillas, el libro está lleno de interesantes curiosidades desconocidas y de referencias -algunas también desconocidas-: Toponímicas, históricas, monumentales, paisajísticas, culturales y gastronómicas.
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Lo cierto es que este lugar tiene una densa historia en el que se fija Alfonso VII de León en 1147, concediéndole los fueros de Castrojeriz, el primero de los fueros otorgados en el reino de Castilla. Y es sabido también la importancia que alcanzó Astudillo en otros tiempos por la producción textil. Los cronistas aluden a un gran volumen de paños, que no eran de la calidad de los de Béjar, pero que gozaron de una gran demanda entre los jornaleros.

Lo que busco en este viaje por Palencia, además de una mirada al Patrimonio, es tocar literalmente cada pueblo con su trazado urbano, con sus miradores, los restos de sus murallas y castillos, sus casas solariegas, la Plaza Mayor de este Astudillo, una de las más pintorescas de la provincia. Pero el intenso frío no deja ver este lugar con esa tranquilidad que se requiere para lanzar un juicio y desde aquí me hago la promesa de volver a visitarlo pasados unos meses, que quiero ver la Puerta de San Martín, sus casas blasonadas, las ermitas, fotografiarlo desde el castillo de la Mota y, sobre todo, lo que quiero es escribir sobre el curioso entramado de pasadizos medievales que minan una buena parte de las casas.

LA MADEJA

Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
Hemeroteca: 17abr2020


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