Aunque hacía mucho viento a mediados de enero, y anunciaban un fuerte temporal hacia Levante, nada detuvo nuestro viaje programado hacia Astudillo. Que luego, si te detienes a pensarlo, te da risa, porque Astudillo está ahí, no se va a ningún sitio y puedes visitarlo cuando quieras. Queríamos ver el Palacio Museo de Pedro I y María de Padilla que con tanto esmero custodian las clarisas, mostrando a los visitantes cuadros y reliquias mandados a aquel lugar por generosos y afamados donantes, como Pilar Rizo de Bedoya y Don Gregorio Sánchez Doncel.
Última actualización, 30 de abril de 2024 | +1035👀
Artículo incluido dentro del libro Castilla y León es vida_____
La riojana Sor Mª. Avelina Pascual nos hace partícipes de lo acaecido, señalando que la historia de Mª. Padilla y de Pedro I difiere bastante de unos cronistas a otros, advirtiéndonos, para que quede claro, que las clarisas, que lo fueron desde la fundación en el siglo XIV, se dedican, además del rezo, preferentemente, a la elaboración de pastas, muy ricas por cierto, superando la recetas del mejor repostero. También insiste Avelina en la entrega total de la Comunidad al trabajo de la restauración del edificio, recordando su faceta de albañiles. Lo cierto es que este Monasterio, fundado a mediados del siglo XIV por la amante del rey, María de Padilla, es un magnífico exponente del arte morisco y gótico. El viento en el exterior arrea tan fuerte que se va la iluminación, pero nuestra guía nos pone en antecedentes del magnífico artesonado mudéjar que entre muros se guarda. Recorriendo el Museo nos encontramos con la que se describe como una de las mejores exposiciones de belenes de todo el mundo en distintos materiales. En la última sala del tercer piso nos detenemos ante una manta palentina, de la fábrica de Jerónimo Arroyo, datada en 1861 y restaurada recientemente, que la madre nos anima a tocar, tal vez para que no se nos olvide mencionar en esta madeja de viajes por Palencia, el hecho de habernos encontrado con un extraordinario ejemplar, realizado en tafetán de lana natural batanado, perchado y tundido, que habla de nuestra historia.
La historia nos va llevando y quienes cedieron estos tesoros al Palacio, encontraron en esta monja riojana a uno de los mejores mentores para que se cumpliera lo pactado: que no se venda nada y que el pueblo lo admire.
LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
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