No crean ustedes que volverán la vista, que pondrán el remedio, que adecentarán esta carretera que comunica con Cantabria. No crean ustedes que pasarán vergüenza de mantenerla así otros cien años. No crean ustedes nada. A quienes nos gobiernan en esta comunidad, en esta provincia, en esta comarca, no les importa que sus homónimos en la comunidad vecina hagan los deberes en el tramo de carretera que comunica con la nuestra.
Por norma general, es la inercia equivocada que nos lleva, nos fijamos siempre en los alcaldes que no intervienen para que se arregle, en lo que no hacen los demás. ¿Y por qué lo tengo que hacer yo, cuando tanta gente pasa a diario por esa carretera?
En Anievas se esperaba el arreglo de la carretera desde hace quince años, como nosotros lo esperamos desde hace cuarenta, porque hace cuarenta años que lo estamos esperando nosotros, que ya llovió y escampó un montón de veces, pero como si nada, que los nuestros se colocan buenas orejeras y que chirríen las ruedas lo que quieran, y que se quejen los amantes y los sufrientes montañeros.
Pero hay un detalle que no se escapa a los ojos de quien quiera verlo, preocupado por esta espera que casi nos consume. En aquella presentación, junto a Revilla, estuvieron los alcaldes de Corvera de Toranzos, el de Arenas y el de Anievas, que casualmente lleva el apellido Pernía. (De aquella tierra, según la versión de algún toponimista, podría venir el nombre de Pernía). Pues aquel alcalde pronunció una frase histórica que parece que los nuestros no pronunciaran nunca: «Hoy se cumple mi sueño desde que llegué al Ayuntamiento, el mío y el de todos los vecinos del valle».
0 Comentarios
Si la entrada tiene más de 15 días, revisaremos tu opinión. Puedes comentar libremente. Agradezco tu participación. Sé prudente y respetuoso al exponer tus juicios.