ORÍGENES

22 octubre 1994

¿Quién sabe cómo y cuándo?
octubre 22, 19940 Comments

La tensión que ha suscitado en la comarca el hallazgo de unos restos humanos bajo el puente de Polentinos no es un milagro para nadie, ni parece descabellado el hecho de una tumba que sirviera de seguro a unos asesinos meticulosos, sabedores del olvido en el que vive sumergida la zona durante muchos meses al año.




La casualidad quiso que alguien que pasaba por allí tropezara con ellos y volviera a barajarse la posibilidad de un encuentro con los restos de dos personas jóvenes, sin descartar, en los primeros momentos, a las dos muchachas de Aguilar, cuyas familias han vivido un infierno, con la angustia más desesperante atenazándoles el cuerpo, bajo el constante martilleo de la pregunta del locutor de moda que nunca halló respuesta ni señal para romper esas tenazas.

Yo, como los pueblos donde se comenta el hecho del hallazgo donde hace su primera balsa el Requejada, quisiera creer en la remota posibilidad de que se tratara de restos humanos del cementerio que quedó anegado por las aguas, 400 metros más abajo, pero divagar con eso me parece una equivocación, ganas de darle vueltas a un hecho que va a suponer todo tipo de versiones y preguntas y que conmoverá las entrañas de quienes piensan que aquí no pasa eso.

Para más inri, la pregunta seria se plantea después, cuando la duda del hallazgo se ha despejado en parte, aunque falte aclarar a quiénes pertenecieron dichos restos humanos. ¿Quién o quiénes pueden estar detrás de todo esto?

Desde luego, alguien que conoce la zona, aunque, si remoto parecía el hecho del hallazgo de los huesos, más remota aún se nos planteará la posibilidad de que un asesino ande muy cerca, acaso entre los nuestros, a quienes los enterramientos de Anglés les hubieran servido para buscar en este caso la protección de un pantano cuyas aguas heladas en invierno pueden llegar a alcanzar un grosor por igual de 30 cts.

No cabe duda que aquí, hoy, jugamos al juego de la hipótesis. Buscábamos, como si de una novela de intriga se tratara, una aclaración definitiva de los expertos que alejase la posibilidad que se manejaba: que se tratase de las dos jóvenes de Aguilar. Ahora sabemos que los cráneos pertenecían a dos mujeres, una de 45 y otra de 25 años aproximadamente y aún a sabiendas de eso se nos sigue haciendo la pregunta, las preguntas: ¿De dónde salieron?, ¿A quién correspondían?, ¿Quién los depositó allí? Y más que las preguntas -sean de quien sean o del año que fueren-, se nos tiende la mordaza. Tendremos que echarnos a temblar pensando en un crimen perfecto que no lo fue porque se descubrió: tendremos que barajar la hipótesis de que dormimos con nuestros enemigos; de que unos asesinos nos vigilan, andan cerca o, si andan lejos, saben que aquí pueden volver como hicieron ayer con otro recado parecido y darle tierra en cualquier lugar porque nadie sospecha de ellos, nadie les cree capaces de llegar a esos extremos.

Volvemos a ser noticia y en esta ocasión la noticia trae aparejado un claro sentimiento de miedo que tardará bastante tiempo en devolver las conversaciones a su sitio.
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Nota: De la sección "Fuente Cobre", en Diario Palentino (1994). Todos los artículos que se van publicando en este blog, toman en breve asiento definitivo en la fecha en la que fueron publicados

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11 septiembre 1994

Asunción García Antón
septiembre 11, 19940 Comments

«Hemos ido perdiendo tradiciones que nunca podrán recuperarse»

Asunción García Antón [Panderetera]


Asunción García Antón nació en Arbejal, pero como dice su copla, reside en la calle del Castillo, en la localidad palentina de Cervera de Pisuerga. Cuando le pregunto de dónde le viene el arte de tocar la pandereta, no sabe definirlo, pero sí, que surgió cuando era una niña y sus padres no ganaban ni siquiera para una pandereta, ella ya iba ensayando sobre su pecho con los dedos. El grupo de Arbejal, que inició su andadura hace 20 años, se ha extinguido dejando tras de sí una bella página de folclore montañés auténtico. El grupo de Arbejal empezó hace veinte años de la mano de Enrique Delgado. Cansado de zapatear los escenarios y con muy pocos auspicios de relevo en las nuevas generaciones, se ha disuelto. Asunción está muy enojada por la mala utilización que están haciendo de su imagen y de sus trabajos. Nadie le ha consultado para sacarle en algunos libros y revistas y para colmo, este año, el grupo de danzas de la Diputación viene a cantar «en mis narices y a mi tierra, coplas que ella cantaba como nadie «porque eran mías y nadie más debe adjudicárselas«. Recordando una a una las jotas de la montaña palentina, esta mujer que se ha dejado parte su vida en las notas musicales de su pandereta quiere que no copien lo suyo, porque lo considera lo más auténtico, lo que no se ha recopilado de ningún sitio.

 
Froilán de Lózar. ARBEJAL

¿Quién le enseñó a usted a tocar la pandereta?
Eso tiene que salir de uno. El meneo de los dedos, el redoble... todo eso debe salir de uno mismo. Yo aprendí a tocar la pandereta en la cama -de esto se ha reído mucha gente- con los dedos en el pechó. Así aprendí a tocar a los diez u once años.

Usted ha recorrido muchos pueblos con el grupo de Arbejal, ¿Cómo entiende el actual folclore palentino?
Va todo a menos. Lo entiendo bien, pero nos dan muy poca ayuda y esto se acaba. Cuando lo fuimos dejando -porque de mayores exige más sacrificio y fuerza- cogimos tres grupos de niños: uno de tres a cuatro años, otro mediano de ocho a doce y otro hasta los dieciséis. Los mayores nos fueron dejando poco a poco. Total que se quedaron muy pocos. No sé si volveremos, pero de momento, no. Las jotas nuestras de la montaña palentina, cada baile era de una manera. El día de la fiesta vino el grupo «Jorge Manrique.. y no vi nada bien que me copiaran mis canciones, como esa que dice; «Si quieren saber señores, en qué residencia vivo, en la villa de Cervera, en la calle del Castillo..» Esas son mías y a mi eso me da mucha rabia...

¿Por qué toca usted la pandereta? ¿Por dinero...? ¿Por afición...?
Porque me gusta. Lo llevo en la sangre y no he cobrado un céntimo.

¿Usted cree que podrán recuperarse algunas tradiciones?¿Cree que volverán algunas de las viejas costumbres?
No creo que se recuperen. Esas cosas tan bonitas no vuelven, porque nosotros mismos hemos estado buscando jóvenes para el grupo y les daba vergüenza. Yo recuerdo que en casa de mi madre se hacían cosas. El día nueve de septiembre se casó la hija de Hermógenes y le fuimos a cantar la enhorabuena, que difiere en algunos aspectos a la que se cantaba en otros puntos de esta zona...

¿Qué opina de la fiesta del turista que se celebra en Arbejal?
Está muy bien. Arbejal es un pueblo que desarrolla bastantes actividades y acude mucha gente. Este año han dado bocadillos y luego hacían una buena verbena. Todo el pueblo colabora para que salga bien.

¿Cómo es el comienzo del grupo de Arbejal? ¿Quién ha sido la máquina?
Enrique Delgado fue el que empezó a promocionarlo. Los primeros que se iniciaron en él fueron Andrés y Balbina, que eran de Redondo. También empezaron a bailar los de Areños y algunas personas de Arbejal. Cuando inauguraron el parador bailaron ellos, con los trajes regionales y aquello a mi me impactó. Entonces me ofrecí para bailar y tocar la pandereta y ya llevo 20 años.

¿Qué quiere decir el baile "A lo ligero"?
Es un baile popular de aquí que no lo sabe tocar ni bailar nadie. En Arbejal está Tasia que tocaba muy bien... y yo también, aunque a mí no me pongas porque yo no quiero alabarme. Los demás quieren imitarlo pero no pueden. Bailar como se baila en Arbejal no se baila en ningún sitio, porque hay que bailar para atrás y cruzar mucho los pies...

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El 13 de Enero de 2011 se presentaba en Cervera de Pisuerga un disco del folclore palentino, dedicado a la cantaora y panderetera Asunción García Antón. El cedé hace el número 17 del Archivo de la Tradición Oral de Palencia, serie que dirige Carlos Porro.


Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"
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27 agosto 1994

El valle de sus amores
agosto 27, 19940 Comments

Todos los año, cuando agosto deja sentir los últimos latidos, me dirijo a La Laguna, un pueblo del Valle de Polaciones. Allí coincidí un día con el alcalde de Quintana, amante del rabel, que gusta de evocar por estas fechas los temas tradicionales cántabros, en compañía de amigos campurrianos que van de fiesta en fiesta por cuatro perras, como hacíamos nosotros por estos pagos. Uno de sus amigos, después de evocar la fiesta de Carmona, o la de "los Campanos", típica de la "Viaña", antes d comenzar a cantar realiza su propia presentación ante vecinos del lugar y personas que acuden de los pueblos cercanos.

 

Cuenta que, cuando los de Polaciones venían de servirse de Cervera con el vino y el pan, estaban celebrando una boda en La Pernía y dice que, cuando se asomó uno de los invitados a la ventana y vio pasar los carros de los de Polaciones, dijo de esta manera:

Abrir puertas y ventanas
y también los corredores,
veréis pasar en hilera
los "tochos" de Polaciones.


Pero entre los de "Polaciones" -hizo un alto el cantor para buscar la explicación a la siguiente copla- iba uno que tuvo la ocurrencia y contestó de esta manera:

Del Valle de Polaciones
sacó el Rey sus consejeros
y del Valle de Pernía
pastores y borregueros...


Y es que, anécdota sobre anécdota, aquí los valles se estiran a antojo del caminante. Nunca se les llega a conocer del todo. Ni quienes hemos nacido aquí y aquí regresamos siempre que las circunstancias lo permiten, podemos traducirlo. Sensación placentera que nos invade a medida que nos vamos adentrando en el paisaje.

"Uno no es de donde nace, sino de donde pace" -se dice-. Uno no es de donde vive, sino de donde piensa, de donde siente, y yo siento montaña, esto es irremediable.

Lejos de allí estoy más dentro de ella que nunca, emitiendo juicios, buscando razones, rompiendo lanas en pro de asuntos que a mi, de otra manera, jamás me hubieran afectado.

Dicen nuestros vecinos que Peñasagra es lo más cerca del cielo...

Dame la mano morena
para subir a la cima,
en la falda de aquel monte
la Virgen tiene su Ermita.

En los montes de Carmona
se oyen sonar los campanos
señal que la nieve asoma
y descienden los ganados.

Bajan rozando las lomas
desde los pueblos más altos
abandonando las brañas
donde arrancaron los pastos.


Todos los años, agosto en ciernes, busco con un preconcebido anhelo los parajes secretos, los atajos que nos llevaban de pueblo en pueblo, la buena gente a la que tanto debo; la gente menos dispuesta a la que recordé su indiferencia; la gente más necesitada a la que siempre, mientras viva, seguiré como pueda defendiendo.

Los que pasaron antes dejaron el camino preparado. Los valles se mantienen unidos, esperando el futuro.

Por eso, cuando agosto concluye, visito el escenario al que un cantor sin nombre sube y abrazándose a su interlocutor inicia un canto, saca de su chistera un chascarrillo y, finalmente, con voz fuerte entona un estribillo que unánimemente comienzan a tararear los asistentes.

Polaciones, a las faldas de nuestro Peñalabra, tiene también motivos suficientes para erigirse en Parque, para entrar en el catálogo de los rincones bellos.

Allí se entiende que fuera el Valle de sus amores.


Imagen: "La Pasaa" , o paso de la cabaña de Liébana y Polaciones por Camasobres

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Manuel Llano
agosto 27, 19940 Comments

Hace cincuenta y seis años, el día 1 de 1938, murió Manuel Llano, folklorista montañés, colaborador de diversos diarios, a la edad de 38 años, después de haber conseguido la admiración de Miguel de Unamuno, quien dijo de él: "Llano tiene más y mejor que el conocimiento de la lengua castellano-montañesa, tiene el sentimiento de ella". Este cántabro, de Cabuérniga, valle de artesanos y pastores, amigo de Gerardo Diego, guiado por José María de Cossío y matado por la guerra, escribe en la dedicación de "Mitos y leyendas":


"Han tocado el rabel polvoriento de sus leyendas, y he escuchado sus sones fuertes, débiles, suaves, temblorosos, de viejo, de niño, de doncella, para dárselos al mundo como un regalo del espíritu antigüo de la raza".

Cossío escribiría después sobre la obra del amigo:

"Su comprensión de lo más elemental y permanente de la Montaña, le alejó de ser escritor costumbrista, ya que la costumbre es lo más sujeto a mudanza; de ser historiador, ya que la historia tiene como materia lo que pasa y fluye; de ser un poeta, ya que el lirismo es lo más íntimo del hombre y el espectáculo que ofrece es el de un espíritu y no el del espíritu y el ser de la tierra".

Manuel Llano miró la montaña con vista tan penetrante, que supo llegar a lo más elemental de su ser, a la visión que sólo se tiene al principio de la vida". Y sigue diciendo de él su vecino y amigo de Tudanca, "que murió de la guerra como se muere de aneurisma o de cáncer..."

La historia también dice que murió muy pobre, ¡qué lástima que vengan a despertarle a uno los periódicos con la muerte de gentes de valía y de bien a quienes nunca se les reconoció en vida! Aunque bien se consolaba aquel amante de su montaña: "Pero si no he podido ahorrar, he pagado lo que debía". Sirva pues este artículo de homenaje a cuantos se prodigaron en la defensa de su tierra, que su esfuerzo nos sirva a nosotros de alimento, que su historia nos aliente a conservar y defender lo que tenemos.

Escribo deprisa, como con miedo a perder la cadencia, como con miedo a tapar los aciertos. Y las citas que me entusiasman se arrebujan hoy en torno a un valle hermoso, un valle inmenso, cubierto por la brillante estela de un escritor que casi con mis años se murió por la guerra, buscando la paz "como busca el niño la peonza extraviada entre los helechos". Como él allá, nosotros estamos llamados a ser continuadores de su obra acá, porque no puede acallarse la voz que busca la justicia.

Parece que es la tierra la que te envuelve con sus alas, cuando te marchas lejos y te llena de savia, y te sumerge en una fuente de algas, obligándote a salir en su defensa, ante la misma incomprensión y desconfianza de quienes viven en ella. Decía Quevedo: "donde hay poca justicia, es un peligro tener razón". Y acaso aquí nos falten ambas, pero si he acudido al recuerdo del costumbrista cántabro lo he hecho con la intención de darme ánimos, para seguir marcando el eco de aquellos días felices, de aquellos verdes campos, de aquella primavera...

Porque, sin quererlo, sin pretenderlo, el anuncio del maná en la ciudad iba cerrando puertas en el pueblo y paulatinamente fueron cayendo historias que ayudaron aquellos días a formarnos.

Vuelvo con este asunto de la vecindad porque la historia nos obliga a entendernos, hoy, medio siglo más tarde; nos obliga a juntarnos, a valorar lo que tenemos, a poner más intención y empeño en recuperar ciertos momentos que sobrevienen cuando volvemos a encontrarnos.

Imagen: "Galeón"
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25 junio 1994

Domingo Romero
junio 25, 19940 Comments

Una patente para los productos caseros

Domingo Romero, Artesano


Domingo Romero, natural de la pequeña localidad de Casavegas, sueña con promocionar los productos típicos del norte de Palencia. Ese es su gran sueño, pero nadie parece querer ayudarle, nadie quiere ceder un trozo de terreno, nadie apoya este proyecto que ha nacido y se mantiene alerta en su cabeza y por el que lucha. Su padre. Eliseo, concejal del Ayuntamiento de La Pernía, calla y asiente mientras su hijo pequeño desgrana la historia. El padre sabe bien lo que pasa y lo cuenta con total libertad, con una rápida mirada a los acontecimientos que los mantienen atados al sistema. Domingo es joven y tiene dos inmensas perolas donde cuece morcillas. Le pregunto -porque conozco al pueblo montañés y sé hasta dónde puedo investigar:
-¿Cómo te sientes? Y me contesta con una clara contundencia: "¡Me siento cántabro!».
Y se siente además, indignado, porque sabiéndose palentino, no entiende por qué debe de estar condenado a la indiferencia de su gente, con ese ataque indiscriminado e incomprensible a quienes velan por los pueblos.
"Ya no queda esperanza -me dice-. Ya no quedan caminos para asirse. Los que estamos, no podemos más, seguimos por inercia, por rutina, no sé por qué seguimos...."


Froilán de Lózar  |  CASAVEGAS


¿Tú crees que los pueblos de la montaña palentina tienen los días contados?
-R Yo creo que todo va hacia atrás. Desaparecer... no, pero cada vez hay menos gente y más problemas, esa es la verdad.

¿Cómo es la vida diaria en Casavegas?
Te levantas, atiendes los animales, comes, bajas a San Salvador y a la cama. Más o menos, todos los días del año lo mismo.

Tú has llegado a conocer el invierno?
Las he pasado «canutas. Lo conozco bien. El invierno aquí es una vergüenza. El año pasado estuvimos nueve días sin saber de nadie. Sin televisión, sin luz, ni teléfono... Nadie vino, nadie preguntó por nosotros. Al final, gracias al tractor del Ayuntamiento. Esto es así...

Ahora que queda tanto pasto libre, ¿por qué no es rentable la ganadería?
Yo pienso que la ganadería es rentable, aunque en Pernía siempre ha existido la explotación pequeña. Ahora mismo, un inconveniente es que estamos pagando la renta de las fincas y nadie nos da papeles donde se demuestre que existe un arrendamiento. ¿Qué haces si tienes invertido un dinero en maquinaria y le quitan las fincas de la noche a la mañana? Yo creo que hay mucha envidia. Si aquel tiene un tractor, el vecino procura que el suyo sea más grande, en lugar de unirse todos y hacer juntos el verano con menos inversión y más ayuda. En Casavegas somos ocho vecinos, si ahora mismo hubiera un vecino más no podríamos vivir.

¿Quién manda en un pueblo tan pequeño?
Mandamos todos los que estamos, me parece a mí. Ahora bien, es diferente estar viviendo en el pueblo que venir dos meses en verano. Al pueblo eso no le da vida, lo único que hacen es aportar problemas.

¿Te sientes más cántabro que palentino, o es al revés?
Sé que soy palentino, pero me siento cántabro. Me siento cántabro porque aquí somos más lebaniegos que palentinos. Salimos mucho para Potes y los de Potes vienen aquí a alimentar a los animales en verano. Andamos muchos entre ellos y el contacto nos hace sentirnos cántabros. Yo salgo de fiesta y me gusta más ir para arriba que bajar a Cervera o a Guardo.

Yo sé que has tratado de patentar una pequeña empresa. He querido llevarte a esta sección del periódico por eso precisamente, ¿quieres decirme algo?
Lo que no sé es si se puede patentar la fórmula. Me gustaría patentarla y que no la copiase nadie. No me explico por qué hay tantas ayudas para montar una fábrica y para esto no existen. El dinero sigue siendo caro y te exigen muchos requisitos donde al final vas a recibir muy pocas compensaciones. 

¿Dónde compraste las perolas?
Me dejó dos perolas de acero inoxidable, Pili, la de Areños.

¿Cómo surgió la idea?
Aquí la ganadería no da, porque siempre hemos vivido a expensas de otras cosas: «de mi padre, que me ayuda»; «de la ganadería y de la mina»; «de la ganadería y de trabajar como albañil»... Yo hice varias pruebas y se nota que a la gente le gusta. Yo no quiero que desaparezca todo esto: chorizos caseros, morcillas. He querido montarlo en plan fábrica en San Salvador pero he encontrado muchas pegas y al final tendré que bajar a Cervera con el proyecto.

¿Y de los furtivos quién os guarda?
Yo a los furtivos de la zona todavía los tolero, pero hay un furtivismo exacerbado de gente de fuera. Si te pillan a ti matando un pájaro se te cae el pelo. El único guarda que hay en Pernía es Evelio; los demás, nada. Evelio es el único que ha defendido la caza, los venados, los corzos. Él es quien ha protegido a los animales y lo curioso es que siempre ha habido críticas contra él. El resto nada, nos denuncian por nada. Ballesteros  me denunció por cortar un acebo de 13 centímetros que me impedía el paso hacia unas tierras. Sólo se preocupan de joder a los que estamos viviendo en los pueblos. 

Finalmente, Domingo, danos una receta para vivir aquí sin perder el entusiasmo.
Yo creo que no existen las recetas. Resulta muy difícil darlas. Todos son problemas; aquí, ahora mismo, nos están echando de casa las escobas. Luego, si te casas, mal; si no te casas, mucho peor. ¿Dónde van a estudiar los hijos? Tenemos el hospital a 150 kilómetros de nuestras casas, la nieve..., todos son inconvenientes. Todos estamos luchando para que haya una pala más, cada día hay una pala menos; porque haya una asistencia sanitaria en Cervera, cada día peor... ¿Cómo vas a tener ilusión en un pueblo de estos?

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Nota a fecha de hoy, 16 de Octubre de 2010

Embutidos Artesanos de Cervera
Pequeña empresa familiar cuyo titular, Domingo Romero Morante, elabora morcillas y "boronos" artesanos desde el año 1995, con la receta tradicional de la Montaña Palentina y mediante un proceso de elaboración fundamentalmente manual y materias primas de la máxima calidad.

Tel.: 979870923
Movil: 696183710
email: embutidosartesanoscervera@gmail.com



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