El domingo 15 de octubre, Jesús Calleja, ese leonés todo terreno, nos llevó volando por aquella parte de la montaña que mira al valle de Mudá. Porque todos volamos de algún modo con los protagonistas del encuentro. ¿Qué es el románico?, preguntó. Y ni hizo falta una respuesta expresa. El románico es un sentimiento, una manera de vivir; un arte que, ochocientos años después, sirve de acicate para mostrar esta pequeña suiza nuestra.
También ha suscitado controversias. Hoy todo el mundo se queja por todo y aunque no ha dejado indiferente a nadie, quienes se postulan por esa lectura que nos deja el arte, encuentran fuera de lugar los animales o el deporte, que no hay que olvidar que todos conviven en el mismo marco.
Cristina Párbole, una chiquita llena de sentimientos me apunta cuando le digo que voy a escribir en mi madeja de esto: "Quiero que resaltes que no nos hemos sentido utilizados, que nos hemos mostrado humanos, independientemente de nuestra formación, con el objetivo de que se vea el amor que sentimos por nuestra tierra".
Si algo tenemos que lamentar es que National Geographic no haya venido a vernos antes, que vendrá porque tenemos motivos para estar presentes en las mejores páginas. Y en cuanto al sentimiento, qué vamos a decir, basta visionar la presentación que se hizo en el Monasterio de Santa María la Real de Aguilar, para ver la emoción que a todos los asistentes les produjo el hecho de ver a su tierra desde el cielo. Y que, si es de justicia, y si es como yo creo, otros vendrán después de esto que lo enmienden, si es que hay algo que enmendar en un espacio de entretenimiento.
0 Comentarios
Si la entrada tiene más de 15 días, revisaremos tu opinión. Puedes comentar libremente. Agradezco tu participación. Sé prudente y respetuoso al exponer tus juicios.