Pernía: Señoríos jurisdicionales


Cuadro de los Señoríos

Por Valentín Ruesga Herreros

A partir del siglo XIV se asiste a un progresivo cambio en la estructura político-administrativa de Castilla, en virtud de las crecientes prerrogativas que los reyes, en particular los Trastámara, van concediendo a la nobleza en recompensa por sus servicios a la Corona y a sus intereses.
Los reyes otorgan a nobles y eclesiásticos señorío sobre lugares y comarcas, señorío no sólo territorial, sino también jurisdiccional, de modo que los titulares perciben tributos y rentas y también pueden nombrar autoridades locales, administrar justicia, etc. Las demarcaciones derivadas del establecimiento de las antiguas merindades experimentaron notables cambios y los cargos relativos a aquéllas, como el de Adelantado Mayor, pasaron a convertirse en títulos meramente honoríficos, apareciendo en cambio nuevas figuras administrativas como los corregidores, regidores y alcaldes, de nombramiento real o señorial. Muy pocos pueblos de la Montaña Palentina tuvieron entonces la condición de lugares de realengo, pues la mayoría quedaron integrados en los diversos señoríos, configurándose de esta forma una nueva ordenación territorial.
Puede decirse que los señoríos jurisdiccionales en la Montaña Palentina tienen su origen en las concesiones que hizo el rey Alfonso XI a los hijos habidos de Leonor de Guzmán y así, en 1332 hace al primero de aquéllos, Pedro de Castilla, cuando apenas tenía dos años de edad, señor de Aguilar, Liébana y Pernía. Pedro murió siendo niño, en 1338, y entonces los señoríos volvieron a la Corona, pero en 1369 el primer Trastámara, Enrique II el de las Mercedes, hermano de Pedro de Castilla, se los otorgó a su también hermano Tello, que acumularía en sí un buen número de títulos, entre ellos el de señor de Vizcaya.
A la muerte de Tello en 1370, los señoríos de Aguilar, Castañeda, Liébana, Pernía y Campoo de Suso pasaron a su hijo Juan Téllez, confirmando esto el rey Enrique II el 18 de febrero de 1371. Juan Téllez casó con Leonor de la Vega, heredera de extensas posesiones en las Asturias de Santillana y también del señorío de Guardo, con lo que el matrimonio tuvo el señorío de toda la Montaña Palentina y de la zona occidental de Cantabria.
El señorío sobre Liébana y Pernía se extendería sobre los lugares comprendidos en la antigua merindad, exceptuándose los que por privilegio real estuvieron bajo otra jurisdicción, tales como aquellos sobre los que tenían señorío los obispos de Palencia.
Al linaje de la Vega pertenecieron los tres Garcilaso; el primero, apodado “el Viejo” y su hijo, “el Joven”, fueron Adelantados Mayores, pero murieron violentamente; el hijo de este último, “el Niño”, casó con Mencía de Cisneros, de la familia señorial de Guardo, y de este matrimonio nació Leonor (Lasso) de la Vega, con quien la familia alcanzó su cenit de influencia y poderío.
Garcilaso III murió en la batalla de Nájera, en 1367, luchando en el bando del futuro rey Enrique II contra Pedro el Cruel.
Leonor de la Vega sería también señora de Guardo; este señorío había sido creado por Pedro I en 1354 a favor de Juan Rodríguez de Cisneros. Tras la muerte de sus hijos varones, pasa el señorío a su hija menor, Mencía de Cisneros, viuda ya de Garcilaso III de la Vega, y a la muerte de ésta, a su hija Leonor de la Vega.
Otro señorío creado en estos años fue el de Camporredondo, a favor de Pedro Téllez (Enríquez), otro de los hijos naturales del infante Tello de Castilla.
Juan Téllez murió en la batalla de Aljubarrota, en 1385, dejando un hijo, Juan el Mozo, que falleció prematuramente en 1392, y una hija, Aldonza de Castilla. Mientras tanto Leonor de la Vega había casado en segundas nupcias (1387) con Diego Hurtado de Mendoza, Almirante de Castilla. Con este matrimonio se unieron los destinos y las posesiones de las casas de la Vega y de Mendoza.
Los señoríos de Aguilar y Castañeda fueron heredados por Aldonza de Castilla, casada en 1396 con Garci Fernández Manrique, de influyente familia castellana, de la que varios miembros fueron Adelantados Mayores. Sin embargo, a la muerte de Juan el Mozo se habían separado del mayorazgo las posesiones de Liébana, Pernía y Campoo de Suso, que retornaron a la Corona, si bien en 1395 el rey Enrique III se las otorgó a los Vega-Mendoza. Los Manrique no renunciaron al mayorazgo, entablando largos enfrentamientos y pleitos con aquéllos, en tanto que en 1484 Garci Fernández Manrique, nieto de Aldonza y del anterior Garci Fernández Manrique, alcanzó de los Reyes Católicos el título de marqués de Aguilar de Campoo.
El heredero de las posesiones de los Vega-Mendoza fue Iñigo López de Mendoza, primer marqués de Santillana, y después las heredaron sus descendientes, los duques del Infantado, incluyendo también en ellas, después de varias alternativas, el señorío de Guardo. Sin embargo, Pernía había sido dada como dote por Leonor de la Vega a su hija Teresa Lasso de la Vega en su matrimonio con Álvaro Carrillo, señor de Cañamares y Ocentejo (Cuenca y Guadalajara), pero al morir aquélla parece que el señorío volvió a Leonor de la Vega, que finalmente se lo dio como dote a su nieta Leonor Carrillo en 1426, para su matrimonio con Fernando de Velasco; se afianza así en los señoríos del territorio perniano de la antigua merindad otra renombrada familia: la de los Velasco.
Éstos habían obtenido a principios del siglo XIV los señoríos de los Valles de Soba y de Ruesga en Cantabria y de la Puebla de Arganzón en Burgos; Pedro Fernández I de Velasco recibió además los señoríos de Medina de Pomar, Briviesca y Herrera de Pisuerga entre 1369 y 1379, extendiendo su influencia hacia Cervera de Pisuerga; su hijo Juan de Velasco casó con María Solier, señora de Siruela (Badajoz), siendo hijos del matrimonio Pedro Fernández II de Velasco y el mencionado Fernando de Velasco; el primero heredó los dominios de su padre, obteniendo más tarde esta rama los títulos de condes de Haro y duques de Frías; Fernando recibió el señorío de Siruela y por su matrimonio con Leonor Carrillo consolidó el señorío sobre la Pernía de la antigua merindad, que se separa así definitivamente de Liébana desde el punto de vista jurisdiccional y administrativo.

Fernando de Velasco otorgó testamento en Cervera en 1457; de los hijos de su matrimonio, Juan de Velasco recibió los señoríos de Siruela y Cervera de Pisuerga y su jurisdicción y su hermano Pedro, el de Salinas de Pisuerga. Juan de Velasco obtuvo en 1470 el título de conde de Siruela, otorgado por Enrique IV; el señorío de los condes de Siruela comprendía la jurisdicción de Cervera y después también la de Castrejón de la Peña, conservando estos dominios hasta la abolición de los derechos señoriales; el título nobliliario pasó a diversas ramas y familias y finalmente, ya en el siglo XX, a la casa de los duques de Alba.
De los sucesores de Pedro de Velasco en el señorío de Salinas de Pisuerga destacan Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón, que fue virrey de Nueva España entre 1550 y 1564, en tanto que su hijo, Luis de Velasco y Castilla fue virrey de Nueva España entre 1590 y 1595 y entre 1607 y 1611 y virrey de Perú entre 1596 y 1604, concediéndole Felipe III el título de marqués de Salinas de Río Pisuerga en 1609. Cuando en 1702 se extinguió la línea sucesoria principal, el título pasó a la línea secundaria de los condes de Santiago de Calimaya, residentes en México; así, en el Catastro de Ensenada figura como señor el marqués de Salinas de Río Pisuerga que vive en México, donde se titula conde de Santiago de Calimaya y que entonces sería Juan Javier Altamirano de Velasco. El título de marqués de Salinas se mantuvo después de la abolición de los señoríos, estando actualmente en vigor.
Además de estos señoríos, como se ha indicado, de antiguo venían los derechos jurisdiccionales, totales o compartidos, de los obispos de Palencia sobre varios lugares de Pernía, Liébana y Polaciones, derivados especialmente de la donación hecha en 1181 por Alfonso VIII a su tío, el obispo Raimundo, confirmada en varias ocasiones posteriores.
En 1410 Juan II concede al obispo Sancho de Rojas el título de conde de Pernía, como reconocimiento por los servicios prestados a la monarquía castellana y por su participación en la conquista de Antequera. El título quedará ligado a la dignidad eclesiástica de obispo de Palencia y como tales serán finalmente titulares del señorío sobre San Salvador de Cantamuda, Areños, Casavegas, La Lastra y varias localidades de Liébana y Polaciones. Después de la desaparición de los señoríos, los obispos pudieron conservar el título condal hasta que el Concilio Vaticano II dispuso la renuncia de los eclesiásticos a los títulos nobiliarios.
Los derechos jurisdiccionales de los señoríos fueron abolidos por decreto de las Cortes de Cádiz de 6 de agosto de 1811 y aunque fueron restaurados en los periodos absolutistas del reinado de Fernando VII, se abolieron definitivamente por decreto de 30 de enero de 1837
Entidades administrativas en Pernía en el Antiguo Régimen (Según el Catastro del Marqués de la Ensenada)


  • Cervera de Pisuerga: Señorío del conde de Siruela
Arbejal [Realengo]
Barcenilla de Pisuerga
Camasobres
Celada de Roblecedo
Cervera de Pisuerga
Colmenares
Dehesa de Montejo
El Campo [Realengo]
Estalaya
Gramedo
Herreruela de Castillería
Lebanza [Compartido S. María de Lebanza]
Ligüerzana
Lores
Los Llazos y Tremaya
Mudá
Piedraluengas
Polentinos [Abadengo S. María de Lebanza]
Quintanaluengos
Rabanal de los Caballeros
Rebanal de las Llantas
Redondo
Resoba
Rueda de Pisuerga
Ruesga
San Cebrián de Mudá
San Felices de Castillería
San Martín de los Herreros
Santibáñez de Resoba
Triollo
Vado de Cervera
Vallespinosillo (Vallespinoso de Cervera)
Valsadornín
Vañes [Realengo]
Ventanilla
Verdeña
Vergaño
Vidrieros
Villanueva de Vañes
Todas estas localidades se consideraban pertenecientes a la jurisdicción de Cervera, aunque no todas eran de señorío del conde de Siruela, pues Arbejal, El Campo y Vañes eran de realengo, Polentinos era abadengo de Santa María de Lebanza y Lebanza era de dominio compartido del conde de Siruela y de Santa María de Lebanza

  • SAN SALVADOR DE CANTAMUDA: 
  • Señorío del obispo de Palencia, conde de Pernía
Areños
Casavegas
San Salvador de Cantamuda
Estas localidades de la jurisdicción de San Salvador eran de señorío del obispo de Palencia
ABADÍA DE SANTA MARÍA DE LEBANZA: Realengo
LA LASTRA: Señorío del obispo de Palencia, conde de Pernía
SALINAS: Señorío del marqués de Salinas
Estas entidades experimentaron algunas variaciones posteriores, reflejándose estos cambios al restaurarse el Antiguo Régimen durante los periodos absolutistas del reinado de Fernando VII. De esta forma, en el Diccionario Geográfico-Estadístico de Miñano, de 1826-1829, los pueblos de la jurisdicción de Cervera figuran como lugares de señorío secular, es de suponer que del conde de Siruela, incluyéndose en esta condición El Campo, Lebanza, Polentinos y Vañes; es excepción Arbejal, del que se dice ser señorío de la Orden de San Juan; asimismo está incluida en la jurisdicción de Cervera la Abadía de Lebanza, como Real Colegiata de Santa María de Alabanza y todos estos lugares dependientes de Cervera tienen regidor pedáneo. San Salvador conserva la condición de cabeza de señorío eclesiástico, con jurisdicción sobre Casavegas y Areños, que tienen alcaldes pedáneos, aunque este último pueblo figura como realengo. La Lastra es también villa de señorío eclesiástico y Salinas es villa de señorío secular.


FUENTES
Alcalde Crespo, Gonzalo: La Montaña Palentina
Editorial Cantabria, S. A.: Cantabria 102 Municipios
Geneall: www.geneall.net/H/access.php
Grandes de España: Condes de Siruela - grandesp.org.uk/historia/gzas/siruela.htm
Duques de Frías - grandesp.org.uk/historia/gzas/frias.htm
Lafuente Ferrari, Enrique: El Libro de Santillana.
Pérez Mier, Laureano: El Condado de Pernía
Wikipedia: Marqueses Aguilar - es.wikipedia.org/wiki/Marquesado_de_Aguilar_de_Campoo
Duques del Infantado - es.wikipedia.org/wiki/Casa_del_Infantado

© Valentín Ruesga Herreros, Febrero de 2009

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