Criterios y prioridades



Un servidor, que vive lejos de su tierra, mira la noticia del diario y se frota los ojos. Esto es una inocentada del redactor de turno, piensa él, que ha visto con sus ojos la colegiata de su pueblo.Palabra que lo cierro y vuelvo a las cartas de los lectores que, un día tras otro, se quejan por los olores de los cerdos, sin que nadie, a excepción de quienes seguimos la noticia, vuelva sus ojos hacia ellos.Palabra que me rebelo contra estos políticos que todo lo convierten en material de cambio. El señor Armisén ha dicho en el Parlamento regional que «existen unos criterios de prioridad». Allí están a la espera de que se caigan las campanas que faltan, o la espadaña, y que el agua se meta por los muros. Este tío, y todos los que están "cuidando la región", tiene una lista de preferencias en la que no estamos apuntados. Hemos hecho un cultivo de su "criterio" y vemos una enfermedad vieja y terrible: el olvido. Cuídense mucho. Se contagia.

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