Turismo rural en la Montaña Palentina

Al norte de la provincia, Palencia tiene uno de los territorios más sorprendentes del interior peninsular: las comarcas de la montaña palentina. Aquí se encuentran algunas de las más elevadas cumbres de la cordillera cantábrica (Peña Prieta, Curavacas, Espigüete... ) y abundan los valles con frondosos bosques de haya y roble, últimos reductos del oso pardo.





Agua

El agua se muestra brava en las cuencas altas de los ríos Carrión y Pisuerga y mansas en sus cinco embalses: Aguilar de Campoo, Ruesga, Requejada, Compuerto y Camporredondo.

Románico

El arte Románico aparece vitalmente instalado en el paisaje. junto a pequeños pueblos de arquitectura tradicional bien conservada. A los atractivos naturales de los paisajes de alta montaña y del arte Románico, se suman los propios de sus villas más pobladas e históricas, como son Aguilar de Campoo. Cervera de Pi suerga y Guardo, cabeceras de comarca y, que se disputan la capitalidad de la montaña palentina.

Para contribuir al desarrollo integral de estas comarcas, se han impulsado las iniciativas de turismo rural como el Consorcio Turístico de la Montaña Palentina que contempla un plan de recuperación adaptado a la realidad cultural v económica, sin olvidar la conservación de los recursos naturales, al objeto de lograr una red de instalaciones y servicios de gran calidad medioambiental. Turismo ecuestre, senderismo, piragüismo, montañismo, bicicleta de montaña, escalada,~esquí de travesía y rutas 4x4 son algunas de las opciones de turismo activo que ofrecen agencias de viajes especializadas como : "Aventuras en Barruelo de Santullán, Palencia (TFN.. 979.106125)

Actividades

La Escuela Medioambiental y Albergue de Quintanilla de Corvio(Telf. 979- 18.12.24) también ofrece rutas guiadas de naturaleza, campamentos, senderismo, descensos en balsa y raquetas de nieve.

Todos los caminos que conducen al norte de la provincia de Palencia tienen dos virtudes: atravesar la ruta del Románico y acercar al viajero a cualquiera de los cinco pantanos ubicados en la zona montañosa entre las localidades Guardo y Aguilar de Campoo. Así pues, cualquier ruta que sale de Palencia hacia el Norte es buena, lo mismo la que atraviesa Camión de los Condes y Saldaña hasta Guardo por la comarcal 615, como la que va por Frómista y Herrera hasta Cervera de Pisuerga.

La montaña palentina, junto con el paisaje leonés de Picos de Europa y el Norte de Burgos, rompen el tópico de la Castilla de paisaje seco y mesetario. Muchos son los montañeros que se animan en cualquier época del año a subir a la cumbre de los Picos Espigüete (2450 mtr.) Peñaprita (2.536 metros) y Curavacas (2.520 metros).


Multitud de recursos

A los pies del Espigüete, el embalse de Camporredondo y el pueblo de Cardaño de Abajo son buenos puntos de referencia para experimentar la grandeza de la naturaleza. Pistas forestales, pequeños arroyos y padrerías nos van acercando al pie del vertical roquedo calizo de la cara sur, considerada por los montañeros la más factible para acome ter la ascensión. La montaña palentina agrupa una multitud de recursos naturales de gran belleza. Su proximidad con los renombrados Picos de Europa, ha provocado, quizás que la montaña palentina sea "la gran desconocida". Así debió ser en los remotos tiempos de la Alta Edad Media, cuando fue un refugio perfecto para los monjes que huían de la dominación mu­sulmana. Estas tierras fueron elegidas también por el hombre prehistórico para dar forma a sus inquietudes artísticas.

El norte de Palencia presenta un buen muestrario de arte rupestre, como la ermita de Olleros de Pisuerga que en principio pudo ser una cueva natural, refugio prehistórico o templo que más tarde alguien decidió convertir en lugar de culto cristiano alrededor del siglo VIII.

Por último, la montaña palentina puede presumir de uno de los yacimientos de románicos más sugerentes de Europa. Ermitas perdidas en los campos y edificios en los núcleos urbanos más importantes dan fe de ello. Es propia de esta comarca la iglesia llamada de concejo, de una sola nave, rematada con un ábside y con la puerta orientada normalmente al sur.

Las nieves acumuladas durante el invierno en el circo glaciar de Covarrés, en los cofines de la montaña Cántabro- Palentina, serán la simiente de la que nacerá el Pisuerga que, tras desaparecer por el sumidero de Sel de la Fuente, volverá a ver la luz después de 2,5 kilómetros de recorrido subterráneo, en el umbral de la cueva del Cobre.




El Pisuerga

En su primer tramo discurre por el valle de los Redondos, un apartado rincón habitado por poco más de cien personas, repartidas en tres pequeñas aldeas: Tremaya, San Juan y Santa María. El topónimo del valle parece provenir de los antiguos cotos redondos, áreas que fueron deforestadas con fines agrícolas por los colonos enviados para repoblar estas tierras durante los primeros periodos de la Edad Media.
Para alcanzar la Cueva Cobre (lo que hasta hace pocos años se consideraba el nacimiento del Pisuerga, hay que llegar hasta Santa María de Redondo, el último pueblo del valle, desde donde habrá que continuar a pie por la pista que remonta el curso del río. Tradicionalmente se han situado las nacientes del Pisuerga en la cueva del cobre, que también se conoce por este motivo como “Fuente Cobre”. A la salida del pueblo habrá que cruzar un puente y continuar por la pista que asciende junto a unas minas abandonadas. Tras atravesar dos puentes más, la senda cambia de margen para discurrir frente a una ladera tapizada de un espeso monte de roble albar, rebollo, haya y mostajo. La presencia de un nuevo puente de madera servirá de referencia para elegir el camino en la única bifurcación de la ruta. Nos encontramos en la confluencia del valle del arroyo de Tejedo, que se abre paso a la derecha, y del valle principal del Pisuerga, por el que debemos continuar siguiendo las sendas que corren paralelas al cauce del río por su orilla izquierda.

Y al final, nuestro destino, la enorme gruta por la que se pierde el Pisuerga en las entrañas de la tierra. Estamos ante la Cueva del Cobre llamada así, posiblemente, por la existencia en sus cercanías de algunas antiguas calicatas de blenda cuprífera. El paraje se encuentra en las estribaciones del amplio cordal de Peñalabra, que marca la divisoria con la comarca cántabra del Alto Campoo, y que está perfectamente delimitada por tres cumbres señeras:

Tres Mares (2.175 mtr.), Cueto Mañín (2.100 mtr.) y Valdecebollas (2.136 mtr.)




Artesanía y Cerámica

GUARDO

La Artesanía de la Montaña Palentina experimenta en los últimos años un alentador renacimiento. El principal foco reside en Guardo. Allí resiste una tradición alfarera de peso. Del conjunto de usos y objetos emerge una pieza extraordinariamente representativa:
“La Jarra de Trampa”
Como surgiendo de aquella corriente, se afirma una nueva producción ceramista, con más variedad y arte, con mejores técnicas. Algunos de sus pioneros son: Teo Calvo, Aquilino Fernández y el Grupo Alforja (forja y cerámica)

AGUILAR DE CAMPOO

La corriente artesanal en Aguilar, abarca curtidos, piedra, madera y forja. Juan Fuentes ha dado un nuevo impulso a la cerámica introduciendo técnicas y formas nuevas. Hay un escultor de altura: Ursicinio Martínez, “Ursi”, con obras sobre mineros y otras tallas de dispar temática.
Ornamentos Arquitectónicos, S.L. ha lanzado una serie de modelos, a escala, de monumentos reproducidos con fidelidad que ha merecido una buena acogida.

CERVERA DE PISUERGA

En Cervera, Manuel Martínez ha iniciado una línea que conlleva profesionalidad y arte en ebanistería y Juan Antonio Ramos destaca en escultura y muebles.

Gastronomía

Es difícil encontrar en la Montaña Palentina platos exclusivos a fuer de locales. Pero la dureza del clima, ciertos estilos de vida, propios del lugar, y la herencia de las buenas recetas ha dado personalidad a esta faceta.

En torno al ferrocarril de Guardo surgió el cocido ferroviario, contundente y sabroso, llamado así porque en su orígen se hacía en la locomotora, utilizando las brasas del carbón que la movía. La Cañada Real dejó en esta zona como herencia, la “Caldereta de Cordero” que los pastores preparaban en los chozos de Fuentes Carrionas y Valdecebollas.

El frío ha obligado a plantear con mucha solvencia los primeros platos: patatas con costilla adobada, sopas de ajo con adornos de huevo y torrezno, legumbres de caldo espeso con ciertos tropezones.

Una vieja afición a exquisiteces, vinculadas a las estaciones del año, hacen maravillas con las setas blancas o los caracoles, acompañados en el guiso con jamón, huevo cocido y otros alicientes.

En segundos platos abunda la cocina tradicional: carnes guisadas, asadas —carne entreasada— destacando dos propuestas estrella: la trucha y la carne de vacuno con la reconocida excelencia del orígen “Carne de Cervera Calidad”.

Buen repertorio para los postres: natillas, arroz con leche y flanes de verdad. También dulces artesanos, pastas de te de sAnta Clara, Socorritos de Hojaldre de Cervera...etc

  • Fiestas y Romerías
DÍA DE FUENTES CARRIONAS
Y DÍA DE LA MONTAÑA PALENTINA
Lugar: Puente Agudín (cerca de Cardaño de Abajo)
Fecha: tercer domingo de Julio
Actos: Pregón
Comida: Caldereta o guiso del pastor, el popular
torrezno, las rosquillas del país y el vino de porrón.
Romería con orquesta.
PINAR EL MAYO
Lugar: Velilla del Río Carrión
Fecha: Primer sábado de mayo.
Actos: Los jóvenes del lugar cortan un pino, que
puede tener hasta 20 metros de altura. Un mozo
audaz consigue trepar hasta el extremo y cortar las sogas utilizadas para ponerlo en pie. Su habilidad y valentía merece el aplauso de todos.
ROMERÍA DEL LLANO
Lugar: Aguilar de Campoo
Fecha: Domingo siguiente a la Ascensión.
Actos: La imagen que es motivo de la devoción de los aguilarenses, es trasladada en procesión desde su ermita, (construída en 1961) del embalse hasta la parroquia de la plaza. Su regreso tendrá lugar al domingo siguiente de la fiesta de la Ascensión, el domingo de Pentecostés.
ROMERÍA DEL CARMEN
Lugar: Valle de Santullán
Fecha: Mediados de Julio.
Actos: La talla que preside el templo fue bendecida por San pio V. Tiene su orígen en un siniestro minero ocurrido a principios de siglo en el que perdió la vida un relevo de trabajadores de Barruelo. En motivo de este hecho, una procesión iba cada año de Barruelo al Santuario, y el Carmen se convierte ese día en meta de todos los fieles del valle.
PAELLADA OLLERENSE
Lugar: Olleros de Pisuerga
Fecha: Primer fin de semana de agosto.
Actos: Un conjunto de grandes recipientes instalados en los alrededores de la iglesia rupestre, donde se celebra la romería, convocan a una multitud de fieles, mediante un pago casi simbólico de suculentos raciones de paella.
ASCENSO AL TORREÓN
Lugar: Brañosera
Fecha: Primer domingo de agosto.
Actos: Esta arraiga tradición –tiene fama de ser la más antigua– hace surgir un grupo de montañeros que marchan a la cresta del Valdecebollas, asisten a una misa y comparten la comida.
ROMERÍA DEL BREZO
Lugar: Sierra del Brezo
Fecha: 21 de Septiembre
Actos: a 1.360 metros de altura, en el corazón de la "Sierra del Brezo", es meta de peregrinos del territorio de Fuentes Carrionas. El santuario consta de tres edificios: el templo propiamente dicho, neoclásico del siglo XVIII, la capilla de confesiones y la hospedería. Sobre el conjunto manda una entrañable talla románica de La Virgen del Brezo, venerada por generaciones. El segundo domingo de mayo es trasladada al templo desde el pueblo de Villafría. La Romería mayor se celebra con toda pompa el 21 de septiembre.

  • Nacimiento de ríos, recorrido de valles
La montaña palentina es uno de los sectores menos conocidos de la Cordillera Cantábrica, pero posee los mismos atractivos naturales que el resto de las montañas cantábricas: frondosos bosques de robles y hayas, lagunas glaciares y cumbres emblemáticas como los Picos Espigüete y Curavacas. En su corazón nacen dos de los más importantes ríos castellanos, el Carrión y el Pisuerga. Si se toma como eje la denominada carretera de los pantanos, que discurre entre Cervera de Pisuerga y Guardo, se pueden recorrer remotos valles de montaña...
  • Cómo llegar
A Cervera de Pisuerga desde Palencia por la N-611 a Santander, hasta Herrera de Pisuerga, donde se sigue por la C-627.
  • Itinerario
Cervera de Pisuerga puede servir de centro de operaciones para las diferentes rutas que se proponen por esta zona. Para alcanzar el nacimiento del Pisuerga hay que llegar al final del valle de los Redondos, un escondido valle perpendicular a la carretera que asciende a Piedrasluengas desde Cervera, ocupado por tres pequeñas aldeas: Tremaya, San Juan y Santa María de Redondo.
  • Otras excursiones
Las otras excursiones parten del eje principal de la denominada ruta de los pantanos, situada sobre la carretera que une Cervera de Pisuerga con Guardo. En Triollo podemos desviarnos a Vidrieros y, desde aquí, iniciar una de las rutas más sugerentes que se pueden realizar por estas montañas, la que conduce por el alto valle de Pineda hasta el Pozo Curavacas y las lagunas de Fuentes Carrionas. Aunque apurando se puede concluir la ida y vuelta en un día, es mejor emplear dos y hacer noche en las cercanías del Pozo Curavacas.

—Más accesible, pero igual de atractiva, es la ascensión al Pozo de las Lomas, pequeña laguna glaciar enclavada a los pies de los pitones cuarcíticos de las Agujas de Cardaño, donde tiene sus nacientes el arroyo del mismo nombre. La ruta parte de Cardaño de Arriba, uno de los pueblos más altos de España (1.420 mtr), situado en la base de la imponente mole caliza del pico Espigüete, una de las cumbres emblemáticas de la montaña palentina. La ruta, que discurre por zonas muy desarboladas, cubiertas por matorral de montaña con brezos y escobas, no tiene pérdida si se sigue el curso del arroyo de las Lomas hasta la cubeta glaciar donde tiene su orígen. En su seno se almacenan las gálidas aguas del deshielo, dando lugar a un pequeño lago de oscuras aguas. En estas soledades, la fauna es muy pobre, aunque no dejaremos de ver algunas aves, como el bisbita alpino, la collalba gris y, si hay suerte, la perdiz pardilla y el pechiazul.
  • Distancias
La excursión desde Vidrieros al Curavacas es larga, unos 30 kilómetros ida y vuelta. La ascensión al Pozo de las Lomas desde Cardaño de arriba no sobrepasa los 10 kilóme3tros (ida y vuelta).
  • Valores naturales
Goemorfología de orígen glaciar, con presencia de cubetas que albergan pequeñas lagunas en el sector de Fuentes Carrionas.
En Fuente Cobre, en cambio, predomina el modelo kárstico (que se manifiesta en el Sumidero de Sel de la Fuente y en las galerías subterráneas por donde circula el Pisuerga en sus primros kilómetros). En el sector de Fuentes Carrionas y Pozo de las Lomas, la fauna es la típica de la alta montaña cantábrica, con presencia de tritón alpino, perdiz pardilla, trparriscos y rebeco. La zona del valle de Redondos, más forestada, cuenta con la presencia del corzo y el tránsito ocasional de alguno de los últimos osos del núcleo oriental cantábrico. Aves forestales (halcón abejero, gavilán, pico mediano) y rupiolas (chova piquirroja, avión roquero, roquero rojo).
  • Parajes sobresalientes
Fuente Cobre y Sumidero de Sel de la Fuente. Rebollares en torno al embalse de Ruesga. Carretera de los pantanos.Valle de Pineda y Pozo Curavacas.Lagua de Fuentes Carrionas. Pozo de las Lomas. Pico Espigüete.
  • Protecciones existentes
El territorio está incluído en el Espacio Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre. También forma parte de la Reserva Nacional de caza de Fuentes Carrionas.
  • Monumentos del hombre
Pueblos de montaña (San Juan y Santa María de Redondo, Cardaño de Arriba): Abadía de Lebanza.
  • Comer y dormir
La zona cuenta con una variadísima oferta de turismo rural.
  • Mapas
Hojas número 81, 106 y 107 (escala 1:50.000) del Servicio Geográfico del Ejército.
  • Más sobre el paisaje norte de Palencia
Ese gran Norte

A caballo entre los grandes cíclopes de Picos de Europa y la horizontalidad de Tierra de Campos, acurrucada entre sierras, bosques de roble y de haya, en ese gran "norte" de nuestra provincia, se encuentra esa esmeralda que es la Montaña Palentina. Para conocerla seguiremos el paso natural de la ruta de los pantanos que atraviesa transversalmente el norte de nuestra provincia.

Estos embalses artificiales, retén obligado de nuestras dos corrientes hidrológicas más importantes, son el aljibe natural, desde los cuáles se calma la sed de nuestras tierras, cuarteadas y resecas de Campos. Generadores de energía para industrias lejanas, son el espejo donde se asoman la cumbres níveas de nuestras sierras, ya que en sus valles,antiguos cursos fluviales, se asientan.

Recorrer esta región natural será para cualquier viajero un deleite para sus sentidos y un visitar hombres y tierras sanas no maleadas, donde la armonía del paisaje interrelacionado con sus núcleos de población forman un todo unísono, conjugándose arte, cultura y tradición con una vida integrada en la naturaleza.

Ascendiendo por el Carrión

Ascendiendo por el Carrión - romano Nubis - hacia sus altas tierras de Fuentes Carrionas es ir de antemano a una ruta de paisaje y belleza natural. Partiendo de Guardo - antiguo Buardoboca de penetración hacia las altas márgenes del río Carrión, donde abandonamos las parameras tierras de rañas para de golpe y sopetón entrar en la abrupta montaña, donde la roca madre - calizas azules de montaña - enmarcan todo el paisaje ya campeado durante la dominación romana, siendo testigo de ello los vestigios dejados en la fuente intermitente o vauclusiana de la Reana, mentada por el historiador y geógrafo romano Plinio como Fortes Tamarici y que se pueden ver en la cercana villa de Velilla del Río Carrión. 

Valle Estrecho

Siguiendo adelante podemos desviarnos de la ruta hacia Valcobero, pequeño pueblo, cuyas numerosas cuevas le dieron origen y en el cual pueden verse todavía y por desgracia en muy mal estado la única casa con tejado de "colmos" (paja), vestigio histórico de nuestra arquitectura popular de montaña. Volviendo a la ruta hacía lo que fue en otro tiempo paso forzado de Compuerto, hoy nos encontramos con el embalse del mismo nombre, terminado en el año 1960, con una capacidad de 95 millones de metros cúbicos de agua y con su presa a la altura de Otero de Guardo - el siempre verde -, en otra época famoso por su casa de baños.

Siguiendo la cola de este mismo embalse nos aproximaremos al pueblo de Camporredondo, señorío según la leyenda del Duque de Frías y del que según la misma no se tiene buen recuerdo en esta tierra y que da nombre al segundo pantano, el cual es uno de los más antiguos de la provincia, construido con la misma piedra de las montañas que le rodean e inaugurado por Alfonso XIII en el año 1930 y que tiene 75 millones de metros cúbicos de capacidad. Entre estos dos embalses someten al río Carrión a un retén escalonado de sus aguas, con una alta producción hidrológica. Al sudeste de Camporredondo se encuentra Valsurbio - ya despoblado - y que fue el pueblo situado a mayor altitud de la provincia, 1.520 m.

Camino de Cervera de Pisuerga

Remontada la presa de Camporredondo, entramos en las tierras de Alba, topando de frente con el gran macizo de la Peña Espigüete, 2.450 m., impresionante mole caliza que se refleja en las aguas del embalse, en cuyas faldas se asienta Cardaño de Abajo, diminuto y maravilloso rincón rural, como enclave humano en medio dSe un paisaje natural. Más arriba y desviándonos del curso del río Carrión, siguiendo las aguas de su afluente el Cardaño, penetrando por el valle del mismo nombre llegaremos al ya despoblado Cardaño de Arriba, invernal perdido en las últimas estribaciones de nuestra montaña. Regresando por el mismo camino al Puente Agudín, seguimos ruta hacia Alba de los Cardaños, la blanca de estos montes, la de los tres barrios, hoy Venecia montañesa por la rada que forma una lengua del embalse. La carretera zigzaguea, se retuerce y nos acerca a Triollo, valle abierto que se cierra hacia ese muro natural que es el Curavacas, gigante negro de nuestra montaña, a cuya falda encontraremos el núcleo urbano que primero conoce y atraviesa el río Carrión, al bajar por las tierras de Pineda, Vidrieros.

Poco después de su nacimiento en las lagunas de Fuentes Carrionas, éste le regala aguas de su negro lago, con idéntico nombre, descendiendo pequeño y torrentera queriendo escapar de las dos torres pétreas que le circundan: Peña Prieta (2.536 m.) y Curavacas (2.520 m.). Volviendo por el mismo camino hasta Triollo y siguiendo la ruta dejaremos el pueblo de La Lastra a nuestra derecha y remontaremos las portillas que nos dan vista al Valle Estrecho, divisando casi encima de nuestra vista, Santibáñez de Resoba y, más abajo, en el fondo del valle, Rebanal de las Llantas y más allá, San Martín de los Herreros, todos ellos a la sombra de la Peña Redonda, sobre la que se asientan sus buenos bosques de hayas y robles. Siguiendo la ruta llegamos a Ventanilla.

Ya en lo profundo del valle el tercer embalse, que es el único que no forma parte de las dos corrientes hidrológicas por excelencia de nuestra provincia, ya que retiene las aguas del río Rivera, afluente del Pisuerga, que nace en el Valle Estrecho, en la Fuente Desondonada o Caldereta. Este se terminó de construir en el año 1923, con el único fin de que sirviese de reserva hidrológica para el entonces importante Canal de Castilla, por lo que su capacidad es muy reducida, tan sólo de 10 millones de metros cúbicos de capacidad. Su represa se encuentra ubicada haciendo pared con el pueblo de Ruesga, el cual le presta su nombre, formando sus aguas un lago artificial de gran belleza.

A pocos kilómetros Cervera de Pisuerga, punto de partida de nuestra segunda ruta, nos abre las puertas del Valle de Pernía y remontando el paso de las Matas veremos nítidamente los paisajes que vamos a recorrer.

La Pernía, Valle de los Redondos

Más hacia el norte del embalse de Ruesga, y por encima del pueblo de Arbejal, se encuentra el cuarto retén artificial, el primero que va a encontrar el río Pisuerga en su largo discurrir desde el Valle de Redondos. Nos referimos al embalse de Requejada, que anega la vega de Vañes, pueblo que quedó atrapado por sus aguas, aunque algunas de sus viviendas quedaron en su margen izquierdo ya reedificadas. Sus contornos son una de las mejores reservas ecológicas de nuestra provincia, albergando gran riqueza de avifauna acuática. Siguiendo el Valle de Pernía, pasillo por donde da sus primeros pasos el joven Pisuerga llegamos a la muy noble villa de San Salvador de Cantamuda (cabeza de Pernía), discurriendo a muy pocos metros de su Colegiata, sobria y austera muestra de nuestro románico montañés, cuya espadaña quiere competir con la gran atalaya de la Peña Tremaya, de cuyo baluarte natural - según cuenta la leyenda - bajó su nombre en boca de una muda que luego cantara. Dejando muy cerca la Abadía y Lebanza y siguiendo sus aguas que zigzaguean entre prados verdes, llegaremos a la Venta Urbaneja y al molino de Sopeña al remanso del Tremaya, y veremos un río, montaraz, que en este punto nos hará subir hacia el Valle de Redondos, saliéndonos al paso el diminuto acogedor pueblo de Tremaya y, más arriba, San Juan y Santa María de Redondo (los dos Redondos), antiguos enclaves que deben su origen a las repoblaciones del siglo IX, después de haber dejado en su margen izquierda las ruinas del antiguo monasterio del Viarce, a socallo de las Peñas del Moro que le fundare. En este punto entramos en el mundo de lo natural, todo va a ser un discurrir lento - porque hay que hacerlo a pie - por un majestuoso paisaje de laderas de verde alfombra, remontando la cuesta que nos acerca entre hayedos, robledales y acebos a la negra boca de la surgencia de la Cueva del Cobre aunque la ciencia espeleológica ha demostrado que su nacimiento hidrológico se produce el circo de Covarrés (cara norte del Pico Valdecebollas), a casi 2.000 m. de altitud.

Dejando atrás los pueblos de Areños, Casavegas y Camasobres, de pronto nos encontramos encajonados en el Paso de las Hoces, desde el cual escalaremos los pocos metros hacia el pueblo de Piedrasluengas, invernal que a socayo del Peñalabra, nos da la vista al Valle de Liébana, tierra hermana, continuación de las bellezas paisajísticas que desde ese punto se dominan.

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