ORÍGENES

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El bosque de Roberto

Por aquellos días ya andaba Robert Wagner investigando por el contorno, hasta topar con el paleobosque de su vida. Emiliano Vega, el presid...

17 agosto 2012

Una revolución
agosto 17, 20120 Comments

En un artículo anterior reflejaba aquí la importancia de no perder las Juntas Vecinales. En Palencia, según informa Oscar Herrero para este diario, hay 226 núcleos de población con posibilidad de elegir al alcalde pedaneo. El equipo que ahora gobierna la nación, y que lo está racionalizando todo a la medida de su bolso roto, haciendo al pueblo responsable de la herencia que tanto ambicionó, ha decidido que todas esas pedanías sean absorbidas política, administrativa y económicamente por los municipios de los que ya dependen.



Se ha demostrado la buena administración que hacían de sus recursos muchos de estos pueblos, (que también hay que citar el abandono y la desidia en otros que llevan décadas sin presentar cuentas) es decir, el arrendamiento de sus puertos para pastos, el arrendamiento de sus cotos, las subastas de madera.... Y recurre el redactor para ambientarlo al ejemplo de la Junta Vecinal de Tarilonte de la Peña que en 2010 decidió conceder 12000 euros en ayudas económicas a sus vecinos para hacer frente a los gastos corrientes, dinero obtenido de los intereses recibidos por la expropiación de las presas del Valdavia. La ley le permitía hacer esto sin necesidad de consultarle al municipio del que dependía.

Resulta que con esta premisa, el Gobierno de la Nación, ese que jamás se ocupó de vosotros, ni ahora ni con todas las mareas de mandatarios que pasaron antes, habla de racionalizar, suprimiendo 312 concejales que no cobran ni un duro por hacer su trabajo y que mantienen y organizan en muchos casos las fiestas de los pueblos, o dejan la casa Concejo para que los pocos jóvenes que quedan se reúnan y ensayen sus obras de teatro. Esa es la solución que aporta un gobierno que viene para solucionar las cosas y que nos va llevando a una depresión y sometimiento propio de otros tiempos. Una revolución es lo que se necesita para que esta casta política deje de dictar normas para su beneplácito hundiendo siempre a la parte más débil del pueblo. Y eso es lo que llegará si siguen tirando de la cuerda.

En la imagen de Estalayo, una panorámica de Celada de Roblecedo

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10 agosto 2012

Otra memoria gráfica
agosto 10, 20120 Comments

Son más de cuatrocientas imágenes las que ha recuperado Victor Manuel Fernández en un libro terminado en 2011 que presentaba este año como plato fuerte en la feria de Cervera la editorial Aruz.




Parpadeo rápido, al que alude su autor en la presentación, que nos lleva a otros momentos de la historia en los doce lugares de Fuentes Carrionas, de los que voy a recoger aquí una breve pincelada. Curiosa la imagen y la semblanza de Hermenegildo Lobato, el rabadán de la cabaña de "Perales", que aparece cuidando un rebaño de ovejas en el valle de Valcabe, en Cardaño de Arriba. Singular el chozo de pastores de Cabriles, en Vidrieros; cómo los vecinos de Valcobero sembraban una finca de centeno que, una vez recogido y majado servía para la conservación del tejado de la "Benina", ejemplo de cubierta tradicional hasta que fue sustituída por la teja en el siglo XVII y que ha sido restaurada recientemente con la ayuda de La Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León y la Obra Social de Caja Burgos; estampas típicas de cazadores y pescadores luciendo sus presas a las puertas de Velilla; las vacas que arrastraban los vagones en las minas de Besande...

Aunque el tiempo sea inmisericorde, nos queda la memoria gráfica a la que el autor ha querido dar vida citando con precisión hechos y rostros dentro y fuera del trabajo: las siete ferias ganaderas de Guardo, colocación de la primera piedra del pantano de Camporredondo, la Central Térmica de Velilla... así, hasta llegar a la segunda parte del libro donde se describe la situación y la historia de cada pueblo. Me complace que todas aquellas imágenes que se daban por perdidas se hayan recuperado con la participación de todos los protagonistas, pues como bien expresó el cantautor Facundo Cabral: "Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son y cuando las canta el pueblo, ya nadie sabe el autor. Procura tú que tus coplas vayan al pueblo a parar, que al volcar el corazón en el alma popular, lo que se pierde de gloria se gana de eternidad."

LA MADEJA | PUBLICACIONES | DIARIO PALENTINO
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27 julio 2012

Pastillas para la depresión
julio 27, 20121 Comments

A todo se le suele dar la vuelta cuando no encaja en nuestro pensamiento. Buscamos culpables al precio que sea, considerando que con un voto que metimos en la urna ya hemos participado y que todo lo demás es responsabilidad de quien se puso al frente. En la ciudad por lo que cobran. En el pueblo por lo que representan. En todos los casos, porque para eso les votamos...



A la par, quienes ostentan el poder, lo llevan todo escrito e ignoran muchas veces el alcance de sus decisiones: hasta dónde les obliga un determinado asunto, por qué se posicionaron en contra de algo, cuando habían prometido lo contrario... Poco o nada que ver los fangos de los municipios grandes como Madrid con cualquiera de los pequeños municipios de nuestra provincia, que cuando se enfangaban en una obra millonaria, era por necesidad, por buscarle una salida turística y alargar como fuera la vida del municipio en las mejores condiciones. Si hay un ejemplo que poner, ahí está bien claro el de Jesús González, alcalde de San Cebrián de Mudá, que apostó desde el principio por una serie de inversiones que encajaban en aquel lugar, como el observatorio astronómico "Mirador de las Estrellas", la senda ecológica del Acebal de las Comuñas y, desde junio de 2010, la Reserva y Centro de Interpretación del Bisonte Europeo, lo que genera de algún modo aliento y expectativas para un futuro próximo.

Nadie se va a librar de la crítica, haga lo que haga, viva donde viva; nadie va a entender que todo eso ha supuesto muchas horas de inquietud y desvelos. Quienes han llegado tan lejos en su planteamiento, también pueden verse ahora en el punto de mira de aquellos otros que les apoyaron, pero creo que la iniciativa merece la pena y que no deben detenerse los proyectos por mucho que amenace la recesión. Personalmente, aunque entienda la delicada situación por la que atravesamos, creo que el Gobierno en pleno nos están metiendo en una depresión, dando a entender que la única salida que queda es la de cerrarse en casa y esperar unos años hasta que pase el temporal. De las grandes recesiones del pasado se ha salido sin meter la tijera por todos los sitios, animando a la gente a que salga a la calle y, de una forma más racional y moderada siga consumiendo.

Imagen: Pumar59

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20 julio 2012

Vamos p'al pueblo
julio 20, 20120 Comments

Un empeño que parece tranquilizar un poco a la comarca de Omaña, por ejemplo, es el de Israel Martínez, que con sus iniciativas ha logrado atraer a cuatro parejas jóvenes al municipio de Urz, perteneciente al ayuntamiento de Riello.



Sólo que, en éste caso, se entiende el ánimo de los nuevos pobladores por su cercanía a León. Hace unos días, nuestro diario nos hacía un guiño con el anuncio de que 170 familias estaban interesadas en instalarse en la Montaña Palentina, movimiento vinculado al proyecto "Abraza la Tierra" al que se sumaba un grupo de acción local de nuestra montaña. No quiero poner en entredicho nada, ni valorarlo hasta que no se conozca el verdadero alcance de la misma, porque todos sabemos las dificultades por las que ahora pasan las personas que viven en tantos pequeños pueblos de nuestra provincia. Y todas las carestías que no se solventaron en tiempos de bonanza, tampoco ahora se repararán, dado el tiempo de recortes que nos está tocando. La apisonadora del Gobierno no hace distingos entre quienes tienen mayores medios para la subsistencia y entre los que tienen el cinturón apretado desde que nacieron, donde se engloban estos pequeños ayuntamientos, al no disponer de recursos para obras y servicios.

Entre los puntos favorables con los que cuentan quienes han puesto su vista en estos pueblos para vivirlos, está el alquiler asequible de la vivienda y, principalmente, la tranquilidad que aporta el medio. Esto ya es obvio y está claro. No se necesita la publicidad para esto, porque al pueblo se le quiere o no se le quiere. Venir para experimentar en ese aspecto, cuando hay gente que le del pueblo no le va ni en pintura, y es respetable, pues son ganas de perder el tiempo, por más programas educativos que se hagan al efecto. Y abro este comentario con el ejemplo de La Omaña, porque es conveniente saber que estamos a muchos kilómetros de la capital, a unos cuantos de una asistencia sanitaria que nos de confianza, a otros tantos de un centro educativo... Y así el resto. Que nadie nos mienta sobre esa realidad, porque nos ahogaremos a la primera de cambio, por más tranquilidad y ensueño que nos ofrezca el pueblo al que lleguemos.

Imagen: Estación de Vado, por José Luis Estalayo

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13 julio 2012

Detener el tiempo
julio 13, 20120 Comments

Uno quisiera detener el tiempo. Detener, por un momento, esta estación del año que nos devuelve, si acaso, una imagen más humana del pueblo que dejamos; quiero decir, una imagen más serena, cuando pasada ya la barrera de los cincuenta años, volvemos por una "demanda del cerebro" muy usual y generalizada, a nuestros orígenes .



Es una mirada diferente, exenta por lo común de grandes intereses, donde prima el encuentro con los caminos que tantas veces recorrimos, buscando los frutos, sobre el pescante de aquellos carros que, llegado este tiempo, se engalanaban de armaduras nuevas. De este modo lo resumía yo hace pocos años para el libro "Cervera, Polentinos, Pernía y Castillería":

"Se procuraba terminar la faena para el día de Santiago, aprovechando todas las manos que estuvieran disponibles en casa. Para echar la hierba al carro se utilizaba el horcón. Para echar la paja, el gario. Para transportar grandes cantidades de hierba del prado a los pajares, al carro tradicional se le colocaba una armadura. Los primeros carros estaban construidos totalmente de madera. De los carros tiraban primeramente bueyes y andando el tiempo se utilizaron vacas, por lo general de raza tudanca, las cuales se uncían a un yugo..."

No cabe duda de que este ejercicio es un paso importante para que no se pierdan algunas de aquellas costumbres, aunque ya no se practiquen. Hace unos días rememoraba en mi rincón de facebook las tardes de bolos en Ventanilla y en Lebanza. Recuerdo la bolera de San Salvador, junto al bar Pisuerga, donde se concentraba gente de toda la Pernía. En Polentinos también gustaba y, en Herreruela, el juego era como una norma, a cuya cita acudían hasta los mozos de Cervera. Uno quisiera congelar ese instante donde se encontraban los pueblos al caer de la tarde, con la disculpa de jugarse los cafés a una partida de bolos. Esta mirada retrospectiva, después de tanto tiempo, hace que entendamos mucho mejor los hábitos de quienes juegan y sonríen en las viejas fotografías, porque sin tener nada de lo que ahora nos facilita y mejora la vida, sabían disfrutar como nadie de lo poco que tenían a su alcance.

Imagen: Pumar59

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