José María de Cossío (I)

No es sencillo acertar en los juicios sobre personas que vivieron en otro siglo. Uno se acerca ellos, en principio, desorientado por tan distintos pareceres. Se escriben muchas biografías y se presume de saberlo todo, intuyendo lo que se esconde detrás de cada personaje, sabiendo como sabemos que no dejan de experimentar muchas sensaciones que nadie recogió con la presumible fidelidad con la que luego se transmiten.




Uno se imagina lo que no es y conviene empaparse en las lecturas de la época para no argumentar hechos que se vivieron en otros momentos de la historia. Y en modo alguno le hacen justicia a Cossío estas cuatro líneas que ahora le dedico, después de la visita en primavera a aquella casona de Polaciones donde vivió los últimos años de su vida y en la que deja impreso algunos de los escenarios que sirvieron de inspiración a notables escritores de su tiempo. He contado en esta misma madeja la historia de Matilde Camús, que compartió comidas y largas sobremesas con José María en aquella casa de Tudanca.

Lo que las biografías nos repiten únanimemente, y en lo que coinciden los críticos, es el gran conocimiento de la tauromaquia, quedando para consulta su obra monumental sobre “Los toros”, en cuatro volúmenes, publicados entre 1943 y 1961. No olvidemos que, el torero, en aquel tiempo, era un influencer, un comunicador. Tal es la descripción que se hace de Antonio Reverte, el matador de toros nacido en Alcalá del Río en 1870 y al que describen como primer torero mediático: “No fue el mejor matador de su época, pero sí pudo ser el más querido, el que más cobraba, adelantando incluso al califa Guerrita, dictador absoluto de aquel tramo de la historia del toreo".

Y fuera parte de que en la actualidad este arte haya venido a menos, en aquel momento era una referencia entre diestros, entre épocas, permitiendo que obras como la de José María, nos aproximen a las figuras y la historia de aquel tiempo. De su vinculación con Cantabria hablamos en el próximo artículo.

LA MADEJA  |  DIARIO PALENTINO

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