Condado de Pernía

Aunque sea ingente la información generada sobre nuestra comarca en los últimos años, me refiero a la historia desde la fundación de sus pueblos, siempre hay lagunas e indeterminaciones, como las hubo para nuestros antecesores. Por ejemplo, se hace una referencia constante a los Condes de Pernía, a Munio Gómez, que dominaba la comarca desde Peña Tremaya, y a Rodrigo Bustios, que habitaba en Polentinos y que fue enterrado en la Abadía de Lebanza. Hay documentos donde, efectivamente, se los cita. Es cierto que vivieron y dominaron de algún modo estas tierras, pero no se les nombra como Condes, lo que hubiera corroborado la existencia del condado antes del nombramiento eclesiástico.



Uno de los criterios que se desechan, es que los Obispos no recibieron el condado de manos de los condes, que fallecieron sin hijos en el siglo XI, porque no está demostrada su titularidad. Estoy resumiendo el manuscrito de Barrio y Mier. Reinando Alfonso VIII y al hilo de varias donaciones, alguien puede entender que desde entonces obtuvieron los Prelados el título de Condes de Pernía, confundiendo según nuestro jurisconsulto dos cosas: por un lado la obtención del señorío jurisdiccional sobre un territorio más o menos extenso, que es cierto, y por otro la concesión de un título nobiliario, anejo al mismo señorío, que no se ajusta a la razón al carecer de datos. Finalmente, la que habla de Don Sancho de Rojas que en remuneración a sus servicios en el sitio de Antequera, obtiene el título de Conde de Pernía, siendo esta última versión la más fiable, aunque sin despejar totalmente las dudas.

Y las mismas dudas se suscitan a la hora de hablar de su extensión y límites: no formaba coto redondo, había distintos señores feudales y viene considerando que “el Condado lo forma exclusivamente la villa de San Salvador de Cantamuga y los pueblos colindantes y dependientes de su jurisdicción como propios del señorío del obispo, que últimamente fueron tan solo Areños y Casavegas.

LA MADEJA | DIARIO PALENTINO

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