Confieso que he renacido al adentrarme en el barrio judío de Aguilar, buscando el aliento del artista. Ursicino, que nació en Villabellaco, nos dejó el mejor legado que una ciudad puede soñar. Nuestro protagonista, gran defensor del patrimonio y de la naturaleza, aprovechaba los olmos enfermos de grafiosis para trasladarnos su mensaje.
En el Calero, dentro de la mina donde trabajaba hizo un Cristo crucificado en roble, lo que le permitió ganar una beca y cambiar de vida, estudiando en la escuela de Mariano Timón. Cuando termina los estudios se traslada a Brasil, donde vive 11 años y donde inventará una troqueladora cuya patente le reportará un importante beneficio. Si preguntásemos a quienes le conocieron, a quienes le vieron crecer artísticamente, nos dirían que la humildad fue su pasaporte y el empeño y el riesgo su bandera. Angelines, que fue a su lado siempre, lo siente latir entre aquellas paredes; cuatro pisos donde se plasma todo el sentimiento que el artista depositó en su obra.
Y el empuje para seguir avanzando, para crecer, se lo da Santiago Amón, entonces crítico de arte de El País, que le invita a crear figuras más grandes. Pero en el fondo, Ursi sabe lo que supone aquello, el esfuerzo que implica, el alcance de su obra aunque muchos la desconozcan: “Hacerlo parece fácil, pensarlo es lo difícil. También yo haría el Quijote ahora que lo conozco”.
6 Comentarios
Un hombre inolvidable y un artista admirable.Su obra merece el reconocimiento y aplauso de todos,incluidos sus convecinos,que tal vez desconozcan que su empeño impidió que se derribara parte del barrio judío de Aguilar con sus casas cargadas de historia.La Historia,la del Arte y la otra,pasa por alto a grandes hombres y artistas que tenemos justo en la puerta de al lado.
ResponderEliminarEs de justicia recordarle y homenajearle.
Gracias,Froi.
Sin duda, Margarita. Tenía en el fondo esa espinita, me faltaba dedicarle una entrada a este artista tan grande. No pude llevarle en vida a la sección de protagonistas que publiqué en el "Norte de Castilla" a finales de la última década del pasado siglo, pero nunca es tarde. Es una manera de tenerlo presente. Es más, he decidido llevarle a la sección dominical de los lugares en septiembre, donde ya veremos una buena muestra de su extensa obra. Gracias por tu comentario, Marga. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Froilán. Has sintetizado su vida en este post que denota admiración y cariño.
ResponderEliminarLos que le conocimos sabemos de esa humildad, sentido del humor y genialidad. Le echamos de menos.
Como he comentado antes, preparo una entrada para el primer domingo de septiembre, en la sección “La más bella canción de la naturaleza”. Allí resumiremos también su larga trayectoria y aportaremos alguna imágenes de sus obras. Gracias por tu comentario, Rita. Un abrazo.
ResponderEliminarNo por primera vez se borra mi comentario al momento de enviarll
ResponderEliminarSolo diré que admiro tus temas y tu modo de plasmar los
Dios te bendiga siempre, siento como si te conociera. Un abrazo
Gracias, Kamuga. La reciprocidad es mutua. Un fuerte abrazo.
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