ORÍGENES

23 diciembre 1996

Francisco Llorente
diciembre 23, 19960 Comments

"Emigré para hacer fortuna"

+Francisco Llorente [ Empresario]

Francisco Llorente emigró a México a la edad de 31 años y hace casi medio siglo que se estableció en el valle descubierto por Cortés, antes conocido como «el lugar del aire más transparente del mundo». «Ahora es el peor», dice este perniano que ama México, pero añora tanto la montaña palentina . Para Francisco empezó la guerra civil a los 18 años y duró una década. Combatió en el bando de los perdedores -aunque reconoce que todos perdieron-. Sufrió el desprecio político y social de un entorno que le obligó a emigrar a los 31 años. Dos tíos que residían en México le buscan un trabajo y forman allá su hogar manteniendo siempre vivo su profundo palentinismo. Quizá uno de sus secretos mejor guardados era la idea de levantar un Parador en el Camino Real. Se elabora un proyecto, depositan un fondo y de regreso a Méjico se corre la voz en el pueblo de que alguien pretende hacer allí un palacio, los dueños de las fincas empiezan a soñar con cantidades astronómicas y así la historia, donde se asoma de costado la ilusión por el futuro de esta tierra, se viene abajo y se disuelve. Ahora, a 3.000 kilómetros de Chiapas, en una ciudad donde no hay invierno, donde a cualquier lugar que te dirijas rozas los 3.000 metros, a las faldas del humeante y travieso Popocatépetl, cuyas gentes se ven evacuadas de cuando en cuando para aplacar las iras del volcán, vuelve Francisco cuando aquí ya comienza el otoño y se palpa el invierno. Francisco lo pasó mal, lo reconoce, confiesa haber tenido miedo a volver pobre, pero regresa porque la vida pasa y la gente pasa con ella, y sobre el horizonte queda un pueblo, y una lumbre que arde, y un fuego incandescente que habla del amor hacia una tierra.



Froilán De Lózar | SAN SALVADOR DE CANTAMUGA

¿Quién le señaló a usted México como destino?
Tenía allí dos tíos y como aquí me hacían la vida imposible, tuve muchos problemas familiares y políticos, me fui a México. Fui con la idea de hacer fortuna, porque me daba vergüenza regresar a mi pueblo, pero la primera impresión fue tan tremenda, que si hubiera tenido un pasaje para volver, hubiera vuelto.

México impresiona, ¿no?
Mira, 28 Estados, tres territorios y un distrito federal... ¡Fíjate la cantidad de Españas que caben! Yo lo que sé de México es por que lo he vivido. Los mejores estados agrarios son Sonora y Sinaloa, y otros, como Hidalgo, son célebres por su plata, alguna mina de oro y cobre. El sistema de trabajo es similar al nuestro, con las mismas incertidumbres y peligros, pero casi todas las minas las abandonaron porque se consideran agotadas...

¿Se siente muy vinculado a España?
No sólo vinculados, que lo estamos, sino también cooperadores con España, defendiendo su historia. La mayoría de los españoles que nos quedamos en el país, hemos hecho familia y estamos allí viviendo. Sólamente regresó un 5% cuando Franco botó un barco para que regresaran.

¿Tiene contactos con palentinos que emigraron?
Acaba de morir hace unos meres Jesús Duque, primo de Duque, el de Areños, que tiene una hermana en Aguilar de Campóo. Era un elemento' muy español. Lo conocí en un hotel, porque un día me dijeron: 'Hay aquí uno de tu pueblo¡ '¿Por qué saben que es de mi pueblo', -les pregunté. Porque nos ha dicho que era de un pueblo próximo a Cervera'. Residía en Acapulco y tenía una cadena de zapaterías. Nada más le vi bajar por las escaleras ya sabía que era él. Ha muerto a los noventa años, estando yo aquí ya, y ha dejado mucha familia, hijos todos de carrera: ingenieros, médicos... También he tenido contacto con personas de Casavegas, hijos de Pedro García, los 'Labrador', de Lores y Nicolás, del Campo.

¿Existen muchos centros para contactar?
Todos los españoles que llegan, van al Centro Asturiano. Este centro y el Gallego son los que mejor funcionan. El día de Covadonga se cierra todo el comercio español, hacen desfiles y programas donde se ponen de manifiesto bailes y tradiciones de estos pueblos. Luego está el Círculo Montañés y el Casino Español. De Castilla y León.

¿Qué recuerda de su juventud?
-Estuve poco tiempo aquí, en el pueblo. Estudié en los Maristas de Carrión y me pilló la guerra en Madrid Me acuerdo mucho de las fiestas que se organizaban, cuando se pedían los derechos a los que se casaban...

¿Necesita respirar todos los años el aire de la montaña?
-Me siento muy ligado. Tengo un negocio de madera en México, que ahora atiende un sobrino, lo que me permite trabajar y vivir un poquito...


Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"

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16 diciembre 1996

Agustín Fernández Merino
diciembre 16, 19960 Comments

«El turismo es una buena opción siempre que no se masifique»

+Agustín Fernández Merino [investigador]


Este perniano vive en Zarzalejos, cerca de El Escorial lo que le permite ahondar en la investigación. Agustín Fernández ha pasado recientemente por siete programas de televisión, uno de ellos "Fuerzas ocultas" con temas de Alquimia, sobre licores y todo lo relacionado con la Biblioteca de El Escorial.
Agustín nació en el pueblín de Lores, el mismo que reza la canción. Estudió el bachiller en Salamanca y Leganés y realizó las carrera de Filosofía y Teología en Salamanca y El Escorial. Es también licenciado en Ciencias por la Universidad Complutense. Ha publicado Un Catálogo de Impresos Gráficos de la Biblioteca del Escorial, una de las bibliotecas más viejas del mundo y casi desconocida. Cuando se celebró el centenario del francés Prust, estuvo en Segovia con su buen amigo Felipe Calvo, a quien admiraba. En una edición del programa 1, 2, 3 sacó a relucir el asunto de la Milenrama (Archillea millefolium), conocida planta medicinal que tanto embellece el jardín farmacológico perniano, de la que afirma: «Es uno de los ingredientes de uno de mis licores preferidos, conocido como delicuescencias de San Posidio». Ahora trabaja en una ambiciosa obra, «El Tesoro de los remedios secretos» de Conrad Gesner. Se trata de la biografía y el estudio de la obra de Gesner, uno de los grandes genios del Renacimiento, casi desconocido en el mundo de habla hispana; padre de la farmacología, autor de la primera enciclopedia del mundo, que tenía por todo arma un huerto de plantas medicinales y un libro de fósiles...



Froilán De Lózar | LORES


-¿ Es cierto que nuestra tierra es abundante en muchas de las cosas que usted investiga?
-La tierra se formó hace 4500 millones de años. La vida apareció en torno a los 3000. A partir de los 600 millones de años, son muy conocidos los fósiles... Esta tierra es muy abundante en fósiles del carbonífero.

-Su vínculo con la montaña le ayuda a escribir después un libro de licores, o eso tiene otra lectura diferente?
-La montaña me ayuda mucho porque aquì está la materia prima. Aquí encuentras los fósiles silvestres, las raíces, las plantas que van a dar color, olor y sabor a los licores. Aquì abunda la frambuesa, el tè, la manzanilla; plantas y frutos que son bien conocidos como las moras, el endrino, la amaílla, los arráspanos, las grosellas, fresa del bosque, escaramujos, mora de la reina...

-Dejemos por un momento los asuntos relacionados con la investigación y dígame, ¿cree que el futuro de este pueblo ha de pasar por el turismo?
-Puede ser una buena opción, siempre que no se masifique.

-¿No le parece un contrasentido?
-Bueno, tiene que venir una cantidad significativa para que la gente pueda vivir. Esta zona, para la tercera edad, ofrece rutas y caminos ideales, con muy poca pendiente. Y hay una cosa muy clara: ¿para qué queremos este paisaje espléndido sí no lo ve nadie. Por otra lado, la gente se está sensibilizando con el respeto al medio ambiente.

-¿Tiene sentido aferrarse tanto a las raíces?
-Es un sentido relativo. Es uno de los puntos de mira del hombre: Hay que mirar al futuro, pero también hay que mirar al pasado.

-A usted le apasionan las cuevas, ¿hay muchas por aquí?
-Si, la cueva del Neredo tiene huesos incrustados en la roca... Otra cueva singular es la de Los Ratones, que tiene una hstoria muy curiosa. Aquí se decía que, uno dejaba de ser niño cuando ya no podía pasar por ella.

Las leyendas de las cuevas del entorno constituyen una de las principales inquietudes y aficiones de Agustín, "Cuando nosotros descubrirnos la Cueva del Neredo, se contaba que un sacerdote habìa entrado con un brazo de velas y como se le agotaron no pudo llegar hasta el final», recuerda.

Este profesor del norte de Palencia rememora también otra leyenda que, según asegura, no ha sido publicada en ningún sitio y que puede resultar curiosa para la gente. Agustín relata que existía la creencia de que en esa cueva estaba enterrada una caldera de cobre llena de oro. Tomaron la leyenda al pie de la letra y decidieron buscarla. La bóveda de la cueva es de caliza y la parte baja es de tierra. Varios vecinos del pueblo estuvieron cavando y sacando tierra durante bastante tiempo. Hicieron un pozo y una galería, colocaron mamposterìa -como se hace en las minas-, hasta que, cansados de cavar, sin rastro de la caldera, buscaron los servicios de una adivinadora de Santander. Para acceder a la Cueva hay que subir una pendiente muy empinada, que resultó demasiado fuerte para las piernas de la adivina, por lo que tuvieron que subirla en brazos desde la orilla del río. Cuando se acercaron con la adivina a lo alto de la cueva y la preguntaron por el lugar donde debían cavar para encontrar la caldera, la adivina, tras una inspección, dijo que en aquella cueva no había nada de oro. Enojados, los que la llevaban, estuvieron a punto de tirarla por el pozo. Tras esta decisión, un mito más quedaba roto», afirma.

Resumen de la entrevista publicada en el Norte de Castilla a finales del pasado siglo
Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"

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09 diciembre 1996

Froilán Barahona
diciembre 09, 19960 Comments

Hacia 1956 comenzó a pasar por aquí la máquina quitanieves de Santander.

Froilán Barahona [Amo de casa]

  Froilán Barahona ha vivido siempre en Piedrasluengas, desde que nació el 17 de julio de 1941, entre la niebla del puerto que da vista a los Picos de Europa y el deje lebaniego, que le imprime el contacto con las gentes de Cantabria. Desciende de los Barahona, familias de Pesaguero y Liébana, pero se siente palentino. Nuestro protagonista no tiene más oficio que el de la cocina y las labores de la casa. La sala del comedor es baja, iluminada gracias a una claraboya que sale del tejado.
Las paredes están repletas de cuadros y fotos, como la realizada desde el Cueto por Ignacio Reyero, el cartero de Cervera. La última adquisición es una postal que firma un estudio de Cervera, tomada desde Camasobres, donde se observa a seis yeguas paciendo plácidamente y, al fondo, las Peñas de la Hoz y el Peñalabra. En esta casa heredada de su abuelo Raimundo, nació y vive Froilán Barahona, con su madre y tres tíos carnales. La niebla, la lumbre encendida y el puchero de legumbres es su pan de cada día, la norma que rige cada casa del último pueblo de Palencia. El panadero sube dos veces por semana y el pescadero, una. Lo que falte, deben comprarlo en Cervera de Pisuerga, cogiendo los jueves el autobús de Duque. Frente al silencio de los administradores, tres ganaderos luchan en aquellos terrenos tan irregulares al comienzo del verano, cuando casi han enmudecido los dalles y los carros. Saben que al invierno no se lo come el lobo y muy cerca queda la experiencia y la huella de un tal Valentía Trueba, que fue como el mentor de una comarca tan desamparada durante siglos, con un pleito de tantos años atrás perdido y unos hombres que se niegan a abandonar este terruño. La esperanza es lo último que se pierde y el tiempo puede hacerles testigos de un esplendor que ahora parece un sueño. Si la suerte acompaña y el gobierno de la Región lo quiere, rincones como Piedrasluengas servirán de despegue a un turismo todavía bajo mínimos y hombres como Froilán Barahona serán fieles testigos.


Froilán de Lózar | PIEDRASLUENGAS

-Hacía tiempo que no visitaba Piedrasluengas. ¿Ha cambiado algo en este pueblo?
-Algo sí. Hay luz, se han asfaltado las calles, tenemos teléfono individual desde hace año v medio y en muchas casas como ésta tenemos calefacción, bien de gas-oíl, bien de leña.

-Hoy en la calle luce un día espléndido, y, sin embargo, veo que tiene encendida la lumbre...
-La lumbre, a diario. El clima es duro, la mayor parte del año amanece nublado, lo que impide una buena vista de los Picos de Europa...

-¿Todavía siembra la huerta?
-Con un poco de todo: patatas, berzas, lechugas, cebollas...

-Piedrasluengas es el último pueblo de Palencia, camino de Potes. ¿Cuántos vecinos viven aquí durante todo el año?
-Lo he conocido con 75 habitantes, catorce vecinos. Ahora quedamos cuatro. Es verdad que en verano se abren nueve casas.

-¿La cercanía con Cantabria es peligrosa o es un as en la manga?
-De allá no esperamos nada, lo digo como lo siento. Ventajas no tenemos, porque Cantabria tiene clima, pero no tiene suelo...

-Entonces, Palencia está siempre en sus oraciones...
-Desde luego, yo me siento palentino. El Último pueblo, pero de Palencia... No sé los otros...

-¿Pero no puede negar influencias de los Cántabros...
-Hombre, no. Mucha gente dice que tiramos hacia ellos en el habla. Hemos mantenido muchos contactos. Mi familia, por ejemplo, descendía de Pesaguero y Liébana y, debido a ello y al roce habitual con nuestros vecinos, siempre influyó ese deje.

-El verano es alegría, siempre acompañados...
-Aquí se detiene mucha gente para ver el paisaje. Ahora mismo, si nos asomamos al collado, seguramente que hay diez coches y un autocar parados...

-Pero el invierno es muy duro, ¿qué recuerdos le depara a usted esta estación del año?
-Este año estuvo cerrada la carretera cuatro dìas. Recuerdo que, cuando tenía diez años y nevaba mucho, abríamos la carretera a pala.
Hacia 1956 comenzó a pasar por aquí la máquina quitanieves de Santander. Dos años más tarde, Palencia adquiría una máquina y desde entonces el invierno parece menos crudo, porque yo recuerdo, cuando tenía diez años, que los ayuntamientos de Polaciones, Liébana y La Pernía llamaban a huebra paro abrir la carretera a pala...


Sección: "Protagonistas de la montaña palentina, 09 Dic 1996"

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18 noviembre 1996

José Damián Simal
noviembre 18, 1996 2 Comments

«Lo haces porque te gusta y, si luego le gusta a la gente, miel sobre ojuelas».

José Damian Simal [Pintor]

José Damián Simal nació en Quintanaluengos, y recibe los primeros estímulos observando las pinturas del director del Colegio de Astudillo. Cursa el bachillerato en Palencia y su ilusión por la pintura se ve colmada con el apoyo de su profesor Mariano Timón, entonces director de la Escuela de Artes y Oficios.José Damián Simal, un pintor a quien su fiel amor a la tierra palentina le ha sorprendido este año con un premio gordo de la la Lotería Nacional en Aguilar, vuelve cuando puede desde su estudio en Barcelona al norte, a reparar fuerzas, a sugerirse historias que de alguna forma siempre llevan el sonido y la esencia de la montaña palentina, que se refleja en su obra. Simal, demuestra una sensibilidad que va mucho más allá de los pinceles. Tres años como transportista en las minas de carbón de San Cebrián le sirvieron para entrar en contacto con la gente que trabajaba allí y, salvo excepciones que en todos los oficios y lugares se dan.-, observó que había mineros entregados en cuerpo y alma a su trabajo, con una vocación que rompe un poco esa imagen, a veces frívola, donde siempre al minero se le considera castigado, sumergido, lapidado. Y, desde esa perspectiva se lanza a descubrirlo en su obra. De la mina al mar hay sólo un paso. Sus conversaciones y paseos con varios pescadores de Llanes, le introducen en el mundo del agua. Mundo que él domina de tal forma y refleja tan fielmente que la contemplación de un cuadro con motivos aguilarenses, lleva a la sorpresa a los observadores, quienes, incrédulos, trataron de buscar el lugar para cerciorarse de que el agua cristalina que baña la Cascajera es el mismo que Simal había dejado impreso sobre tela.



Froilán de Lózar | AGUILAR DE CAMPOO

¿Un pintor, como un escritor, nace o se hace?
Un pintor, creo que se hace. Cierto que hay personas que tienen una mayor predisposición a una determinada cosa. En la pintura, hoy más que nunca, se aprenden cosas nuevas cada día y todo sirve para perfeccionarla, incluso un buen programa de ordenador. Los materiales han evolucionado mucho. Un cuadro tiene un punto de inspiración donde interviene la idea y la imaginación de cada uno. Y un trabajo mecánico que hay que hacerlo bien. Yo ahora tengo un estudio en Barcelona y allí los laboratorios te suministran un material excepcional, pero hay que saber trabajarlo. Imagínate que tú tienes ahora unos frescos en una iglesia y quieres repararlos. Debes volver un poco a la técnica que se aplicó en su momento...

Usted ha pintado de todo. ¿Pintar un coche no implica, un poco, alejarse del arte? ¿O todo es arte?
Esto es la serpiente que se muere de la cola. No puedo comparar mi situación actual con la de antes. Hubo tiempos difíciles en los que no me quedaba más remedio. Ahora mismo estoy pintando un camión enorme, aunque no me dedique a ello. Por diversos motivos el interesado me convence y le pregunto, ¿qué tema quieres? Me pide que le dibuje un tema de la Montaña Palentina, ¿Para qué necesito más si la montaña es mi fuente de inspiración?

¿Cuál fue su primer trabajo?¿Lo recuerda?
Ahora mismo, no podría hablar de mi primer trabajo. Lo que si recuerdo es que, cuando empecé, iba en bicicleta a la iglesia de Vallespinoso. Enrollaba unas láminas, las ataba a la bici, metía unas acuarelas en el bolsillo, y así la he pintado montones de veces, de muchas formas. Quizás no sea el primer trabajo, pero sí ha sido con el que más veces me he ejercitado.

¿Algo que le haya llamado la atención últimamente...?
Por ejemplo, ahora se han puesto de moda los tejos. Yo empecé a fijarme mucho en los topónimos, así llegué un día a Dehesa de Montejo. Un día vino Felipe González y como en Madrid siguen muy de cerca a los políticos, a raíz de aquella visita se pusieron de moda los tejos en Palencia. Los hay hasta de 1000 años. Es un material muy flexible, utilizado seguramente durante las guerras para elaborar material de defensa como el arco y las flechas...

¿Qué firma admira de la pintura actual?
Para mí Antonio López es un fenómeno.

¿Usted se siente reconocido en Palencia?
No me preocupa lo más mínimo. Lo digo con el corazón en la mano. En toda profesión hay algo que te induce a seguir y no es precisamente la adulación que nace en muchas esferas. Lo haces porque te gusta y, si luego le gusta a la gente, miel sobre ojuelas.

¿Cómo es la montaña palentina?
La montaña palentina me encanta. Hace poco me encargaron un cuadro que tuviera motivos locales. Aquí mismo, en Aguilar, me fui a la Cascajera, me situé sobre una piedra, casi metido en el río, con objeto de coger la línea arquitectónica... Ya lo tenía casi acabado, listo para entregar, y un día, alguien que me conoce bien, sube por allí. ¿Qué estás haciendo?-me pregunta. ¿Pero eso no es Palencia? Pues sí que lo es. Ese agua pasa por Aguilar...

Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"
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04 noviembre 1996

Modesto Fuente
noviembre 04, 19960 Comments

«Con el progreso, ya nadie escribe cartas»

+Modesto Fuente [Cartero]


Como hijo único que fue, rompe el tabú que arrastran los de su misma condición: Modesto fue jefe de cuadrilla de muchachos y alcalde de Vado durante veinte años. Modesto nace en Vado en 1924. Vado tiene dos barrios: el propio Vado, muy cerca de Cervera de Pisuerga, y la estación de Vado, mal llamada de Vado«Cervera..

Nuestro protagonista es conciso en ese aspecto y pone el ejemplo, para aclararlo, de lo que se ha dado en llamar pantano de Cervera, que no es tal, sino de Ruesga. Cuando llego por tercer día consecutivo a las portones de su casa, Modesto duda de la capacidad de su memoria. Son tantos los recuerdos que vienen a su mente, que, a medida que avanzamos en la conversación, las palabras se le agolpan en la boca y las historias que involuntariamente van brotando le devuelven un poco la imagen de aquella vida suya abonada en silencio, y milagrosamente puesta a salvo en los albores de su vida. Cuando tenía nueve años, fue al aserradero con un amigo para que le hicieran una matraca. Tuvo mala suerte, le pilló la correa y su amigo, asustado, huyó, dejándole casi a las puertas de la muerte. Gracias a la intervención de un joven que pasaba cerca de allí a beber agua, puede hoy contarlo: Aquel día su padre estaba arando y su madre, como siempre, iba delante de las vacas y el disgusto que les dieron cuando se lo contaron fue tremendo. Quizás aquello influyó después para que nadie pudiera separarlos.


 
Froilán de Lózar | VADO


¿Ya no se escriben cartas como antes?
No, ahora, con casi todas esas historias del progreso, la gente ya no escribe cartas.

¿Usted ha sido cartero por vocación o se ha visto obligado?
Mi padre fue cartero toda la vida Mi padre hacía el servicio con una burra y cobraba 75 céntimos, más cinco céntimos que le daban todos aquellos que recibían una carta. En la estación había tejeras y recuerdo que los tejeros le daban diez céntimos. Se retiró él y lo cogí yo, un poco por herencia. Yo compré una bicicleta y ganaba doscientas cuarenta pesetas al mes.

¿Cuándo comenzó a repartir las valijas por los pueblos, cuánto tiempo tardaba en llegar una carta al destinatario?
Normalmente, se entregaban en el día.. Yo las recogía en la estación y hacía el reparto enseguida, si exceptuamos algunos días de invierno.

Recientemente hemos conocido por la prensa, que un cartero ha sido condenado por apoderarse de bastante dinero remitido por giro. Otra funcionario se apoderó de varias tarjetas remitidas por los bancos, después del número secreto, y de ese modo cuentan que extrajo un buen pellizco; ¿usted jamás ha sentido la tentación de abrir un sobre?
No, nunca. Lo que sí es cierto es que cobrábamos los reembolso y teníamos un plazo de quince días para entregarlos.

Me gustaría que me hablase de Vado, ¿cómo es? ¿cuánta gente vive aquí?
Este pueblo es pequeño. Antes había veinticinco casas abiertas. Hoy sólo quedan cuatro pensionistas y cinco ganaderos. Antes, todo se limitaba al trillo, al arado romano... Llegaba el invierno y todo el pueblo a hacer arreglos de caminos, a enderezar portillos... Cuando daban leña, metíamos la hoja para las ovejas y las cabras... Antes teníamos cien ovejas cada uno..

¿Cómo era un concejo?
Entonces se tocaba a obra. Acudía el pueblo y se discutían los asuntos. Antes de entrar en el verano se arreglaban los caminos, unos iban con los carros, otros a unas canteras de piedra. Los últimos años la Junta Vecinal pagaba el vino y como anécdota te contaré que en una de las últimas huebras, le mandé al "criao" que nos subiera unos cafés, unos puros y unas copas de orujo. En veinte años de alcalde, nunca entregué las cuentas... Hace cinco o seis que lo he dejado... Ahora bien, tampoco se movía dinero como para eso.

A usted le tentaron para emigrar, ¿no se arrepiente de quedarse?
Es verdad, yo me pude haber ido, pero aquí esta todo !o que amó. Tenía yo dieciocho años y vino un tìo que había estado en Guinea y me llevó con él a Madrid. Entonces, escribió a mi padre y le dijo: "Si queréis, Modesto se queda aquí». Pero enseguida mandó mi padre para allá otra misiva pidiéndole que me mandaran para el pueblo.

¿Y vivieron felices?
Mira, mis padres han sido generosos conmigo. Nunca me metieron el dinero en el banco. Lo tenía en una mesilla y decían: Si necesitas ya sabes dónde está.

¿La caza es muy importante en su vida?
Recuerdo que compré una escopeta y la pagué á plazos. Cuándo yo cazaba no había cotos. Íbamos a Casavegas; matábamos una liebre o un raposo y lo traíamos a la costilla. Antes se cazaba con nieve. En Vallespinoso, en cierta ocasión, teníamos cercados a cinco jabalíes, echamos disparos a diestro y siniestro y se nos escaparon todos. Otra vez fuimos a Vergaño, y lo primero de todo, eso sí, a beber orujo. Vinimos andando hasta Valsadornil y maté un reposo. Le degollamos y le comimos aquella misma noche...


Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"
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