ORÍGENES

12 noviembre 1994

El Parque Natural (I)
noviembre 12, 19940 Comments

Unos señores, cuyo nombre no se cita, escribieron dos gruesos tomos por mandato de otros dos señores que un día vinieron por aquí a tomar unas copas. Unos y otros, que son listos, que son muy listos, que con un mapa del ejército en la mano ya ¡ntuyeron qué lugares son de pasto, qué lugares son de caza, la hora en la que el oso pardo bajará a tomar el agua a tal camino ... digo que a esos señores que saben aprovechar su tiempo al máximo no les apetece discutirlo.




"Aquí les mando esto -han dicho-. Que se lo lean. Con un ejemplar para cada pueblo es suficiente. Nosotros, que somos los que tenemos la última palabra, estamos decididos a declarar la zona Parque Natural y lo haremos pese a cuanto de negativo pudieran encontrar ustedes. Hemos trazado una serie de normas, una serie de prohibiciones y una serie de multas para que las cosas marchen por su sitio y no haya nada que discutir del lema... ". "Esperando que sea de su agrado, se despiden atentamente".

Y a continuación un borragato. Esto es lo que pensaban, más o menos, los listos. El tiempo pasa y muchos de los habitantes sólo han oído rumores de ello. Se supone que los Ayuntamientos no sabrán como hacerlo, si leerlos ellos y pensar por todos o hacer cinco mil fotocopias para tener así ciento cincuenta libros como los que tienen y de este modo que vaya pasando de mano en mano, como la Virgen en los pueblos.

Hay dos versiones muy extendidas.
  • "El Parque es bueno y se va a hacer" -dicen sin haberlo leído personas que tienen intereses creados y están a favor de que se haga. 
  • "Si se hace, lo quemamos" -dicen quienes tienen intereses de caza o vehículos todo terreno para disfrutarlo. 
A sabiendas de la confusión reinante, los listos han abierto unas oficinas en puntos estratégicos, para que la gente que lo desee vayan uno por uno a confesarse con una señorita bien programada por ellos. Allí repetirán lo que dicen los libros para que no se cansen ni se irriten sus ojos como si hubieran tenido que leerlos. De esta manera se va encajando el puzle, a primera vista, sin mayores heridas. Aunque el pueblo dijera que no en la primera vuelta, que lo dijo y bien alto, lo mejor es declarar la zona "Parque Natural" y que luego presenten las alegaciones pertinentes, lo mismo que hace la Administración con tantos otros temas. ¿Qué ha ocurrido en los Picos de Europa? Lo mismo que ya pronosticábamos, lo que ocurre con tantísimas cosas -al margen de que pudiera ser interesantes- que de una forma dictatorial nos colocan sin darnos a cambio una oportunidad para decidir lo que queremos hacer de nuestra propia tierra.

12 Noviembre, 1994

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31 octubre 1994

Apolinar Fernández de Lózar
octubre 31, 19940 Comments

«El norte de la provincia es lo más bonito que hay en toda España»

+Apolinar Fernández de Lózar, Almacenista de patatas.


Apolinar Fernández nació en la casa rectoral de El Campo. Pasó sus primeros años en San Salvador. En Cardaño empezó a trabajar como autónomo, cambiando sus mercancías por patatas. Cuando reunió quince mil kilos y después de un largo caminar con la muestra en el bolsillo, coincidió en un fonda con un importante comprador de Madrid, Francisco Fernández Leal, al que vendió las patatas a 25 céntimos el kilo. Así fue como este pariente y paisano, que se confiesa amante de la montaña palentina, se inició en un negocio que dio trabajo a muchas mujeres de la comarca de Valderredible, otra vez instalado definitivamente en Quintanilla de las Torres. Nadie creería al ver a este hombre, que tiene 93 años. Sale todos los días por la mañana a recorrer el pueblo que le recogió en junio de 1936, un mes antes de estallar la Guerra Civil. Baja al mercado de abastos de Aguilar y la gente le saluda. Sus hijos, ya mayores, siguen tan sorprendidos como el primer día, porque durante la entrevista que duró algo más de tres horas, una hija exclamó: «Cada día cuente una historia nueva». "Sin armas ni nada, empezamos a hacer la carretera de Izara y Suano, hasta el 20 de agosto que nos trajeron al frente para hacer trincheras. Yo tenía cuatro hijos, la mujer, una criada, y el perro, y el día catorce de agosto regresé a Bárcena a buscarles. Estaban refugiados en una cueva y habían pasado mucho hambre. Recuerdo que había unas vacas pastando por allí. Cogí un caldero y me fui a ordeñar una. Luego se lo iba dando a los hijos y estos abrían la boca como pájaros en el nido." Me enseña el carné de almacenista. Me habla de Pernía, luego de Fuentes Carrionas y, al final, haciendo alusión al Valle de Valderredible, que es donde ha transcurrido la mayor parte de su vida, me señala: «Conozco todas las cuadras y todas las cocinas». 

Froilán de Lózar. QUINTANILLA DE LAS TORRES



¿Tiene buena memoria?
Muy buena. Me acuerdo de todas las cosas. Una vez mi abuelo me mandó a por tabaco. Até el caballo al puente y salté a un huerto que había allí a coger amiérganos. Me pillaron los dueños y me dieron unos buenos azotes. Yo hacía muchas diabluras.

¿Cuántos años lleva viviendo en Quintanilla de las Torres? ¿Cómo llegó a esta punta de la provincia?
Llevo aquí 58 años. Me dediqué al negocio de patatas. En 1928 me casé y me fui a vivir a Camporredondo. Como las cosas estaban mal y la gente no disponía de dinero, les cambiaba el género por patatas, hasta que reuní quince mil kilos y comencé a venderlas.

Fue teniente con los rojos, ¿Cómo fue esa experiencia?
Fuimos evacuados de aquí. Estaba aquí el frente de la guerra pero tuvimos que abandonar y yo me fui a Bárcena de Pie de Concha, un poco más allá de Reinosa. Allí alquilé un piso y estuve trece meses al mando de un batallón de zapadores...

¿Conoce Valderredible?
Lo conozco como Pernía. Te digo todos los pueblos ahora mismo. Conozco todas las cocinas y las cuadras, sobre lodo las cuadras, porque cuando iba a comprar las patatas el trato se hacía en las cuadras, que era donde estaban trabajando.

¿Recuerda anécdotas de los años que vivió en La Pernía?
Muchas, pero recuerdo una muy especial. Había un cura, don Mateo de Mier, que nos confesaba en la sacristía. Nos reunía a todos y nos hacía preguntas. Honorio me acusaba a mí de que yo había tirado la fruta de la huerta y yo acusaba a Honorio de que había enterrado una gallina viva por encima de donde vivía. A mí me llamaba Tarines.

¿Qué ha visto y qué le queda por ver?
He viajado mucho. Yo he tenido treinta vehículos a lo largo de mi vida. He tenido medios y he viajado por toda España: Huelva, Sevilla, Córdoba, Málaga, Barcelona, Madrid .... Al ser almacenista tenía representantes en muchas provincias. Habrá pocos carnés en España de almacenista de patatas como el mío.

¿Cómo se hacía el transporte cuando usted comenzaba?
En 1914, cuando empezaron las obras del pantano, sólo había caminos muertos y yo, como hijo mayor, iba con la caballería a buscar los géneros a Cervera. En 1918 compró mi padre una tartana, una «serré» que llamaban. En 1919 compró un coche con tres caballos y cuatro ruedas. En 1921 compramos el primer coche un Ford, modelo T, descapotable, sin cambios, ni delta, ni encendido. En el salpicadero llevaba cuatro bobinas, de ahí salían cuatro cables, cada uno de un color, que iban a las cuatro bujías. De las bujías salían los mismos cables al distribuidor. El arranque se hacía a manivela. Entonces en la provincia había cinco coches. El obispo y el gobernador tenían coches de caballos.

Me cuenta que ha pagado a Hacienda seis millones por transmisión de patrimonio. ¿Las patatas han dado mucho dinero?
Sí, pero el negocio ha ido en decadencia. Dieron dinero durante todo el mandato de Franco. Yo lo que tengo, allí lo gané, con las patatas.

La vida ha cambiarlo mucho. Usted ha sido testigo de cambios, ¿Cómo los ha vivido?
La vida ha cambiado, pero yo no he cambiado de vida. He criado a los hijos, les he educado como he podido. Nunca he hecho ostentación de dinero y sí que lo tuve, ya que iba comprando fincas... 

Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"
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29 octubre 1994

Villablino, por ejemplo
octubre 29, 19940 Comments

Cuando Felipe González justificaba los ocho mil millones de gastos en el Congreso de los Diputados, yo me acordaba de los pueblos de la montana palentina. Quizá sea una parábola lo que voy a exponer, pero confío que alguien me entienda. En el Congreso de los Diputados hay más o menos, -más menos que más-, la misma gente que en cualquiera de las cuatro comarcas del norte palentino, eso contando a ujieres, limpiadoras, taquígrafos, estenotipistas etc...






En las dos partes hemos de hablar de minorías.
Ahora bien -que me reprendan si me equivoco: representar al pueblo no implica una diferencia, ni una consideración especial, pues cobran religiosamente un buen sueldo que entre todos pagamos y a nadie le han pedido explicaciones para invertir tal suma de dinero en arreglar asientos y adecentar en general los salones del Palacio.

Nosotros, yo creo que con 4.000 millones, o sea, con la mitad, nos arreglábamos para poner en movimiento estas zonas deprimidas de la provincia. Pero como no puedo revelarme de otra forma y comprendo que todavía no hemos ganado crédito para influir sobre el estado de ánimo de nadie, me sumo a la rebelión de los de Villablino, donde un alcalde (no importan siglas) ha tomado la iniciativa y se ha levantado con toda la energía contra la Junta de Castilla-León, hasta que aquella se decida y resuelva el contencioso.

En este país ya de poco sirven las palabras, ni los arreglos amistosos y confieso que me desagrada reconocerlo cuando tanto dinero nos hacen gastar cada año en libros para nuestros hijos. Las mejoras que nos prometieron hace lustros han caducado y sólo se renuevan promesas, sólo se remiendan agujeros y sólo se respira intranquilidad porque vemos con pesar que las empresas siguen cerrando y no hay una alternativa seria que nos devuelva la esperanza, la poca esperanza que nos queda.

Ocho mil millones hubieran dado aquí para unas cuantas obras, para mucha gente, para un hospital, una carreteras, el arreglo de unas estructuras que nos capacitasen para el turismo que se apresuran a anunciarnos ... pero, no, es más fácil cerrar las minas, es mejor cerrar el Parador de Fuentes Carrionas en invierno, no interesa poner en marcha el parador del Golobar en Brañosera y así, mil cosas que están hechas se deshacen y los proyectos se alargan hasta una nueva convocatoria de elecciones... Eso sí, sabemos que la vida seguirá igual para las minorías privilegiadas que se saturan de champán celebrando los cómodos asientos.

Si alguien se apunta a la revolución que cuente conmigo, porque ya hemos visto el resultado que nos da la demagogia.

De la sección "Fuente Cobre", en "Diario Palentino.

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23 octubre 1994

Justo Franco
octubre 23, 19940 Comments

«Un minero nunca sabe cuándo ni cómo va a salir de la mina»

Justo Franco, minero.


Tiene los ojos negros como el carbón que amasaron sus manos. Tiene las manos recias. Siente desde la izquierda y entiende el quejido de la montaña desde que se instaló en Urbaneja. Debido a los escasos recursos de su familia no pudo acceder a los estudios, salvo a las primeras letras de la escuela. Justo Franco entró en la mina con tan sólo 17 años. Su visión sobre algunas cuestiones, a primera vista simples, se aleja significativamente de la que pueden tener todos aquellos que contemplan el norte de la provincia en calidad de «turistas accidentales ».Justo Franco reivindica su condición de perniano, «siempre me he sentido perniano, he nacido en Barruelo, estuve trabajando allí y allí voy cuando puedo, pero ahora mismo no cambio esto por nada».




Froilán de Lózar. LA PERNIA




Tú has sido picador en la mina Eugenia», ¿Cómo es un minero, cómo siente un minero?
Una vez que entras para adentro, ya no sientes nada. Cuando vas la primera vez, pánico. Ha habido mucha gente que no ha podido asimilarlo y sólo pasaron un relevo.

¿Cuántas veces has entrado en la galería pensando que podías quedarte dentro?
Muchas. Siempre. En la vida de un minero, siempre. Vas a salir pero no sabes cuándo ni cómo.

¿Se nace minero, como dicen que se nace poeta?
No. A muchos no les ha quedado más remedio que ir a la mina. Es un trabajo muy arriesgado, muy malo, pero hay gente con estudios, casados, que han tenido que agarrarse a lo que les quedaba, y al final se han quedado.

¿Cuántas veces has estado a punto de quedar atrapado por un derrumbamiento o una emanación de gas?
Tres veces. La muerte por emanación puede llegarte dulcemente. Hay un momento en el que el cuerpo no se mueve. Notas que la cabeza se te va, te mareas, sabes que algo pasa, pero nada más.

¿Qué opinas de la explotación de carbón a cielo abierto?
Ha destrozado muchos puestos de trabajo. Luego hay que ver los enormes destrozos que produce en el terreno.

¿Cuántos veces han cerrado una mina injustamente?
Se han cerrado varias. Algunas cuando estaban sacando carbón y eran productivas, se acabaron cerrando al marcharse el empresario.

Tú eres joven y conoces un poco las inquietudes de la gente de tu edad que vive en la comarca, ¿se puede abordar el pesimismo con algo diferente?
Aquí no puedes hacer nada. ¿Para quién se han creado las Escuelas Taller? Yo creo que para la gente joven, no para la gente que no lo necesita.
Nosotros ya hemos pensado en algo, pero cuando vas acercándote te encuentras con las trabas, con la dificultad para conseguir ayudas...

El proyecto del Parque Natural paro la Montaña Palentina contempla que no se podrá modificar el recorrido de la actual carretera ¿Qué opinas a este respecto?
Qué voy a decirte de esta carretera. Esto es un camino de vacas. Se pone el remedio después de muchos accidentes. Hace ya tiempo se cayó un coche al pantano. Yo sé que le han cobrado al seguro la valla y todavía no la han puesto. En agosto del pasado año se mataron dos chicas bajando de Priedasluengas, en una zona muy peligrosa donde no existía protección. Ahora han puesto una valla. Y así todo.

Últimamente están surgiendo oposiciones a varios de los proyectos que se piensan realizar en la zona, como el parque natural, la minicentral de Cardaño o la térmica de Salinas, ¿no crees que estamos despreciando lo que acaso nos puede ayudar a prosperar mañana?
Hay cosas que sí. Si en Cardaño se crean seis puestos de trabajo posiblemente sea interesante, lo mismo que la central que se habla de construir en Salinas. A lo que sí debemos oponernos es a cuestiones que no ofrecen garantías de futuro. Un parque, ¿qué futuro nos puede aportar?

Sección: "Protagonistas de la montaña palentina."
 Extracto de la entrevista
publicada en "El Norte de Castilla",
 el Domingo, 23 de Octubre de 1994.
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22 octubre 1994

¿Quién sabe cómo y cuándo?
octubre 22, 19940 Comments

La tensión que ha suscitado en la comarca el hallazgo de unos restos humanos bajo el puente de Polentinos no es un milagro para nadie, ni parece descabellado el hecho de una tumba que sirviera de seguro a unos asesinos meticulosos, sabedores del olvido en el que vive sumergida la zona durante muchos meses al año.




La casualidad quiso que alguien que pasaba por allí tropezara con ellos y volviera a barajarse la posibilidad de un encuentro con los restos de dos personas jóvenes, sin descartar, en los primeros momentos, a las dos muchachas de Aguilar, cuyas familias han vivido un infierno, con la angustia más desesperante atenazándoles el cuerpo, bajo el constante martilleo de la pregunta del locutor de moda que nunca halló respuesta ni señal para romper esas tenazas.

Yo, como los pueblos donde se comenta el hecho del hallazgo donde hace su primera balsa el Requejada, quisiera creer en la remota posibilidad de que se tratara de restos humanos del cementerio que quedó anegado por las aguas, 400 metros más abajo, pero divagar con eso me parece una equivocación, ganas de darle vueltas a un hecho que va a suponer todo tipo de versiones y preguntas y que conmoverá las entrañas de quienes piensan que aquí no pasa eso.

Para más inri, la pregunta seria se plantea después, cuando la duda del hallazgo se ha despejado en parte, aunque falte aclarar a quiénes pertenecieron dichos restos humanos. ¿Quién o quiénes pueden estar detrás de todo esto?

Desde luego, alguien que conoce la zona, aunque, si remoto parecía el hecho del hallazgo de los huesos, más remota aún se nos planteará la posibilidad de que un asesino ande muy cerca, acaso entre los nuestros, a quienes los enterramientos de Anglés les hubieran servido para buscar en este caso la protección de un pantano cuyas aguas heladas en invierno pueden llegar a alcanzar un grosor por igual de 30 cts.

No cabe duda que aquí, hoy, jugamos al juego de la hipótesis. Buscábamos, como si de una novela de intriga se tratara, una aclaración definitiva de los expertos que alejase la posibilidad que se manejaba: que se tratase de las dos jóvenes de Aguilar. Ahora sabemos que los cráneos pertenecían a dos mujeres, una de 45 y otra de 25 años aproximadamente y aún a sabiendas de eso se nos sigue haciendo la pregunta, las preguntas: ¿De dónde salieron?, ¿A quién correspondían?, ¿Quién los depositó allí? Y más que las preguntas -sean de quien sean o del año que fueren-, se nos tiende la mordaza. Tendremos que echarnos a temblar pensando en un crimen perfecto que no lo fue porque se descubrió: tendremos que barajar la hipótesis de que dormimos con nuestros enemigos; de que unos asesinos nos vigilan, andan cerca o, si andan lejos, saben que aquí pueden volver como hicieron ayer con otro recado parecido y darle tierra en cualquier lugar porque nadie sospecha de ellos, nadie les cree capaces de llegar a esos extremos.

Volvemos a ser noticia y en esta ocasión la noticia trae aparejado un claro sentimiento de miedo que tardará bastante tiempo en devolver las conversaciones a su sitio.
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Nota: De la sección "Fuente Cobre", en Diario Palentino (1994). Todos los artículos que se van publicando en este blog, toman en breve asiento definitivo en la fecha en la que fueron publicados

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