De la mujer siempre han dicho cosas bellas los hombres, aunque parece que siempre se le negaron las historias y nunca se le reconoce el verdadero papel que desempeña. Nuestras mujeres han sufrido doblemente esa marginación, siempre que han tenido que soportar trabajos más duros en condiciones más adversas. Suele decirse que cada persona tiene que hacer frente a los problemas de los que la vida parece saturada y es verdad que todos, hombres y mujeres, pueblos y ciudades, deben sortearlos como mejor entiendan, a veces sin todas la armas y las argucias suficientes, Pero sí es cierto también que la mujer es otra historia. "Nuestro homenaje -según Francisco Martín Abril- podrá consistir en que nosotros, los hombres, los maridos, los padres, firmásemos un documento de oro en el aire azul, para ponernos de acuerdo en no permanecer callados ante vuestra labor humilde y al mismo tiempo suprema, de mantener los sagrados valores de ese huerto adorable e inmortal que es la familia".
Con esta cita del maestro, podríamos muy bien zanjar este capitulo, pero tampoco tienen desperdicio -opino-, la de nuestro poeta Carlos Urueña y la de dos excelentes periodistas palentinos, Javier y Gonzalo.
"La mujer es un mal de amor, de belleza y de sueños, que con el agua incopiable de los mismos llena el río de la vida del hombre".
- Carlos URUEÑA, poeta
"Las mujeres que habitan en el medio rural también merecen una discriminación positiva, ayudas especiales para poder hacer compatible la libre elección de vivir en un pueblo y a la vez disponer de los mismos servicios que tienen aquellas mujeres que residen en la ciudad."
- Javier GARCIA ESCUDERO, periodista
- Gonzalo ORTEGA ARAGON, periodista y Académico Tello Téllez
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