¿Qué es la Montaña palentina?


Carta de Jaime García Reyero


En esta ocasión tengo que dar un toque de atención y a la vez de admiración a mi buen amigo y siempre defensor de nuestra tierra norteña palentina, Froilán de Lózar, siempre empeñado en poner de relieve todo lo bueno qu estas tierras dan, de denunciar a grito corito todos sus males, así como el olvido y las muchas espaldas que dan a la montaña palentina.
         Froilán es como el moro que, subido a lo más alto del minarete de nuestras montañas, grita una y otra vez a los cuatro vientos con su pluma.
         Nuestra tierra necesita más oídos, más atenciones, más realidades y menos proyectos y rpomesas hueros.
         Bien por Froilán de Lózar, por sus artículos en este Diario Palentino y por sus libros que, entre sus páginas, destila el mejor zumo de palentinismo. Sin embargo, hay algo que quiero exponer aquí y que Froilán no ha tratado en profundidad, quizá porque siempre se ha volcado en su parcela natal, la Pernía. Me estoy refiriendo a la desunión, al individualismo latente y palpable que hay entre los pueblos de la Montaña.
La pelusa entre localidades se da en todos los pueblos, comarcas, provincias y regiones. Pero aquí se paladea más que en otros lugares.
La rivalidad no es buena compañera para nadie, porque no se trata de competir, sino de progresar juntos.
         Aquí no se protesta porque no se hace tal o cual calle o carretera, sino porque se la hacen al vecino. Aquí, se calla demasiado y sólo se habla en las reuniones de amiguetes. Así, nos da la sensación de que la Montaña Palentina está fragmentada en reinos taifas tontos.
¿Qué es la Montaña Palentina? ¿Dónde empieza? ¿Dónde acaba? ¿Qué pueblos en realidad la forman? Cada vez resulta más difícil definirla.
Se habla de la Montaña Palentina cuando en realidad sólo se está refiriendo a una zona de ella. Se escribe de la Montaña Palentina cuando sólo se cita a una parte, olvidándose (no sé si con intención o ignorancia) del resto. Vemos cómo surgen asociaciones bajo el techo y la denominación de la montaña, cuando en realidad sólo aglutina a unos pocos, dejando de lado a los demás. O unas asociaciones hacen la competencia boba a otras de la misma comarca. Surgen y se apoyan iniciativas, pero siempre procurando que no te las pise el vecino.
         Se da el nombre genérico de Montaña Palentina a lugares que no lo son. Unos usan y deletrean el Carrión, cuando en realidad son Pisuerga y viceversa. Unos se escudan en el Oso o en el urogallo para frenar la marcha de otros; pero, cuando hay que acelerar el paso, ni osos, ni urogallos, ni pajaritos belloteros que valga. De carcajadas y me quedo corto. Y claro, siempre aderezado todo con el perejil de la política, que acude a todas las salsas para marcar aún más las discrepancias. ¿Por qué no se hizo en su día el pantano de Vidrieros? Este año de sequía todos nos hemos acordado de él. Y si mal no recuerdo, las protestas mayores venían de los lugares que no tienen que ver con el Carrión. Cuando se protesta sin cimientos, tarde o temprano, el culo suele quedarse al aire.
         Sí, amigo Froilán, en nuestra montaña, como en otras tierras, se dan nacionalismos de a peseta, o localismos retrógrados, como en todos los sitios, pero aquí son más acentuados o demasiados.
         Esto hace que los inconvenientes a la hora de crecer o de enterrar los olvidos, que nos ahogan, sean pedruscos en nuestro camino.
         Así evitan que esta parte tan hermosa de Palencia llegue puntual a la estación por donde pasa el tren del desarrollo que todos deseamos.
         Hay que acabar de una vez por todas con esas gilipolleces de celos geográficos.
         Hay que aunar sudores y colocar todas nuestras fuerzas sobre la misma palanca. Hay que, desde la primera localidad hasta la última, remar a un solo grito, porque remando cada uno a su aire, la piragüa se nos irá al fondo.
         Es necesario más hermanamiento entre nuestros pueblos, hacer una sola Mancomunidad de localidades de la montaña y así, cuando surja un problema gordo, se pongan todos de la mano a solucionarlo con prontitud.
         Todos esos nubarrones que he expuesto y que cubren la Montaña Palentina, dan la sensación de que van a dispersarse pronto y se abrirán claros deseados.
         La noticia, aparecida días atrás de la posible fusión de las dos asociaciones más potentes de la Montaña Palentina, con presidencia en Barruelo de Santullán y Acade, ubicada en Velilla del Río Carrión, que abrirán sus puertas y unirán sus manos para caminar juntos.
         A ellos también se les fusionará Proder Vega – Valdavia, con sede en Saldaña.
Esta unión supondrá un paso de gigante para el hermanamiento de fuerzas y lugares en la Montaña Palentina.
         Esperemos que esto sea pronto realidad y el ejemplo cunda para poder llevar esta tierra al puerto que todos deseamos.
         Dios lo quiera.

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