Uno siempre lo espera todo al llegar a un lugar como este, en Pedrosa de la Vega, a pocos kilómetros de Saldaña. Para la prestigiosa revista National Geographic, se trata de uno de los doce mayores descubrimientos de la arqueología moderna. En abril de 2009 se abre al público, y quienes participaron de aquella empresa, se sienten reconfortados con el premio Europa Nostra un año más tarde.
El descubrimiento se fue haciendo tan grande y, probablemente, tan costoso, que Javier, que hoy tiene un asiento ya en la historia y el reconocimiento de su pueblo, luchó como nadie para que todo aquello se quedara en su tierra. Uno espera más, lo espera todo; no medita sobre el universo que ha encontrado, sino sobre la vida allí vivida. Se imagina cómo pudo ser la vida en aquel punto, como se vieron afectados también por la crisis económica y social de aquel momento, y como se destruye y finalmente se abandona.
¿Y si hubiera un tesoro? Y lo había. Y se atrevió Javier a separar la tierra de la tierra y a elegir durante mucho tiempo la excavación privada hasta que comprendió que aquel tesoro estaba desbordando todo lo deseado, todo lo imaginado, todo lo posible.
Desde aquel día, mucha gente ha participado en su expansión y mejora, mucha gente ha llegado hasta este punto de la Vega, para levantar con la imaginación una villa romana que ha enamorado al mundo, que ha impresionado al mundo, que ha dado vida nueva a la comarca. Pero uno espera más. No cerremos la puerta a la investigación, que nos devuelva toda la historia que forjó esta tierra.
De la sección del autor "La Madeja", en Diario Palentino.
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