Un día en Fuentes de Nava

Por lo que he leído estos días sobre el patrimonio mudéjar, más extendido en Palencia de lo que nunca imaginamos, han desaparecido muchos edificios. Sabemos que lo que hay es insignificante, si se compara con Sahagún o Toledo, pero nunca es tarde para recuperarlo y promoverlo.
Uno habla, regularmente, de lo que conoce, de aquello que le mueve por cercanía, por necesidad, por costumbre. Hablar del románico era una necesidad vital habiendo nacido en San Salvador de Cantamuga, donde presumimos de una de las mejores espadañas que este arte nos deja en Palencia. Era casi una obligación promocionarlo con todos los medios al alcance, pero sin olvidar otros rincones de esta tierra que atraparán al caminante.




A primeros de mayo de este año, viajé a Tierra de Campos. Quise entender entonces el Universo al que hacen referencia muchos paisanos. A 25 km de la capital se encuentra Fuentes de Nava “lugar de fuentes”, antes de Don Bermudo, al que se le añade en 1872 el anexo de “Nava”, pues se localiza aquí, uno de los espacios naturales más bellos, el humedal recuperado de la Laguna de Nava, o “Mar de Campos”, donde turistas hambrientos como yo podrán deleitarse en los miradores y observatorios de la zona.

Froilán De Lózar
Castilla y León es vida
A modo de pinceladas, como de puntillas, el libro está lleno de interesantes curiosidades desconocidas y de referencias -algunas también desconocidas-: Toponímicas, históricas, monumentales, paisajísticas, culturales y gastronómicas.
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Paseando por sus calles uno descubre otra arquitectura, casas porticadas construidas con adobe: barro, agua y paja, material propio de toda la comarca, con el máximo exponente en los palomares.
Después de este paseo por su casco urbano, con casonas palaciales y nobles edificios, tomada la foto del “Corro del postigo”, en cuyo altillo se conserva un humilladero, vamos a lo que vinimos, que yo vine a este pueblo, que tuvo cinco iglesias, para llenarme de mudéjar en la de Santa María, monumento nacional desde 1978 y restaurada en 2015. Los maestros de cantería que trabajaron en Palencia a principios del XVI mantienen las corrientes estilísticas tradicionales (gótico), a las que incorporan elementos y técnicas inspirados en el mudéjar toledano. Aunque mis conocimientos sobre este arte son escasos, iniciar la ruta en Fuentes de Nava fue la mejor idea, pues no vi a lo largo del recorrido nada tan brillante en su conjunto como el mudéjar de esta iglesia.

De la sección "La Madeja", para Diario Palentino, 2018.

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