Custodios de nuestra historia

El pasado mes de junio, mi amiga Margarita Marcos que, a la mínima ocasión se escapa a la montaña desde la capital, consiguió emocionarme con un texto que dio la vuelta a Irlanda. Allí se preguntaba ¿qué será de los custodios de nuestro románico rural cuando pase el tiempo? ¿Quién ocupará su lugar, meramente testimonial, en los meses de verano?


Por esas cosas de lo mágico, aquella dedicatoria suya ha cruzado fronteras, ha llegado hasta Irlanda, donde un profesor que accede al artículo por indicación de una compañera, entraba en contacto hace unos meses con mi colaboradora y amiga para incluirlo en un temario sobre el Románico que estaban elaborando. Y la propuesta es venir en febrero para hacer un recorrido por el rico y abundante románico de nuestra montaña palentina.

Margarita no se refiere a las fundaciones, monasterios y conventos. Margarita habla de nuestras raíces, de nuestros orígenes, de la pequeña historia de cada uno, de ese dios de las pequeñas cosas que se refleja en esos hombres y mujeres de estos mermados pueblos que, por una cantidad simbólica o por nada, te abren las puertas de sus templos.

Así nos lo recuerda también Eduardo Gutiérrez, que habla del "Custodio del Románico" como una figura nueva para él, "ni sabía que existía", hasta que su amiga, la custodio e historiadora Cristina Párbole, le confiesa que su abuela Mercedes era la "custodio" de la ermita de Vallespinoso de Aguilar, de quien aprende y quien le contagia después el entusiasmo por lo nuestro.  "Os puedo asegurar -escribe- que lo que nos lleva a pasar horas y horas con las puertas abiertas no es el dinero sino la emoción por enseñar una pequeña parte de nuestra historia, de nuestro pueblo y de nosotros..."
Y nos trae algunos ejemplos: Paco, con 90 años, era el encargado de abrir la iglesia de Pozancos o, Ascen, que era la encargada de mostrar la ermita de Santa Eulalia...

Es otro debate que no se tendrá en cuenta en nuestro país, en nuestra provincia, en nuestra propia comarca, lugares que corren desbocados, sin frenos ni respuestas comprometidas de la administración, hacia el vacío y la despoblación.

De la sección "La Madeja" en "Diario Palentino", @2016

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