La romanización (V)

  • "Favorezca suerte más ventajosa -señalan- a los investigadores que nos sucedan, y tropiecen con datos o hallazgos aclaratorios."

DETALLE EN EL PÓRTICO DE LA IGLESIA DE REVILLA DE SANTULLÁN. IMAGEN: WIKIPEDIA

En este pequeño ensayo en el que gustoso me sumerjo, desconociendo muchas de las obras que se citan en aquel Pleno de la Institución Tello Téllez de Meneses a mediados del pasado siglo, hay una alabanza constante a las obras expuestas, tal es su fijación, por ejemplo, en los pórticos de Carrión, una de las mejores a su juicio, con una larga y detallada referencia  a las urnas sepulcrales y al variado capítulo de capiteles y pilas bautismales.

Sorprendidos así mismo ante los pórticos de la iglesia de San Cornelio en Revilla de Santullán y los de San Andrés de Arroyo en el valle de la Ojeda, haciendo mención del pésimo estado de conservación de las archivoltas de la de Villasirga. Hay una referencia también a las pinturas murales de cuatro templos: Santullán, Pisuerga, la Ojeda y Ordejón. Ordejón es el nombre del valle que comprende las localidades de Barrio de foldada, San Pedro, Barrio de Santa María y el despoblado barrio de Santa Olalla. En 1894 se cambia el nombre de Ordejón por Salinas de Pisuerga.
Se cita también la iglesia de Villanueva de Pisuerga, y como, al construirse el pantano y quedar sumergido el pueblo, se numeran sus piedras, se desmontan y se reconstruye en el parque de Palencia conocido como "La Huerta del Guadián".

En una referencia anterior, hacía alusión a los maestros canteros y avanzando en el estudio compruebo que no sólo se les recuerda como experimentados labradores de la piedra, sino que se les cita , encontrando referencias a nombres concretos, como un tal Petrus que se citaba en la desaparecida iglesia de San Justo, en Quintanaluengos; Ximeno, en el año 1063 en lo que fuera la abadía benedictina de San Salvador de Nucares; Joannes que en 1114 trabaja en la de Frontada, localidad que desaparece bajo las aguas del pantano de Aguilar en 1963, unos años después de aparecer la cita de los académicos; Pelagius en Perazancas; Gustius en 1185, en Lebanza; Fray Sebastián en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campóo. Y, desde 1090 hasta 1126, discípulos e imitadores de aquellos maestros que se citan como continuadores de su obra en la de San Isidoro (León), Santiago de Compostela y San Vicente de Ávila.

Rendimos gratitud, como sugieren en su escrito, y homenaje obligado a tantos maestros y aquitectos desconocidos que tan fructuosa labor ejecutaron en remotos tiempos, con escasos y sencillos instrumentos.

"Favorezca suerte más ventajosa -señalan- a los investigadores que nos sucedan, y tropiecen con datos o hallazgos aclaratorios."

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