«Para dejar los hábitos y salir del convento, se dan más facilidades que para entrar»
♰Delia Cajigal, Priora de San Andrés de Arroyo.
Cuando me dirijo a realizar esta entrevista, el sol cae a plomo sobre el viejo monasterio de San Andrés de Arroyo. San Benito dejó escrita la regla por la que se rigen sus moradoras, afanosas hormigas, obligadas un poco en exceso al cumplimiento de ese viejo adagio que lo encierra todo para ellas: ora et labora.
Recientemente, el coro fue pasto de las llamas y ello, sin duda, ha influido en el ánimo de estas religiosas que esperan la ayuda de las instituciones para restaurarlo y cuyo costo asciende a once millones de pesetas.
De todo ello habla María Delia Cajigal, natural de San Salvador, en un pequeño locutorio y durante largo rato, el tiempo que le permite la regla, se somete al interrogatorio que en esta ocasión no busca el arte, sino los sentimientos de quienes viven la soledad de este edificio fundado en 1187.
El turismo también ha influido en el desarrollo normal de su trabajo. Ello exige, de alguna forma, el abandono de las obligaciones principales. Quizá el enclave se sitúe la llanura, pero para muchas de sus religiosas el monasterio pertenece a la montaña, a la falda de la montaña palentina, y sería bueno que así lo entendiesen los organismos para que recibiese una serie de ayudas que la Unión Europea destina a estas latitudes. Ellas no olvidan tampoco la donación que recientemente hizo la Junta de Castilla y León, de 59 millones, y que servirá para llevar adelante el arreglo de toda la parte externa, bastante deteriorada.
Froilán de Lózar | SAN ANDRES DE ARROYO
Resumen de la entrevista publicada en el Norte de Castilla a finales del pasado siglo
Sección: "Protagonistas de la montaña palentina" |
1 Comentarios
Monasterio San Andrés de Arroyo.
ResponderEliminarwww.monjacisterciense.blogspot.com
La Madre Abadesa Emérita Delia Cajigal se encuentra descansando junto al Señor. Pero sus ideales, su trabajo y su vida profunda de oración a dejado huella en San Andrés de Arroyo.
Y como ella decía: "Si nosotros sentimos la soledad, es que no tenemos vocación, no hemos penetrado, no hemos encajado qué es lo que hemos venido a vivir aquí."
Nuestra vida pertenece al Señor y con nuestras hermanas en fraternidad vivimos en alabanza al Creador.
Amén
Si la entrada tiene más de 15 días, revisaremos tu opinión. Puedes comentar libremente. Agradezco tu participación. Sé prudente y respetuoso al exponer tus juicios.