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El bosque de Roberto

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Por aquellos días ya andaba Robert Wagner investigando por el contorno, hasta topar con el paleobosque de su vida. Emiliano Vega, el presidente de nuestra asociación, nos invitaba a tomar parte en el reportaje que se estaba preparando sobre el bosque de fósiles de Verdeña. Allí estaba Roberto, miembro honorífico de “fuente cobre”, disertando sobre un antiguo mar cuyo bosque revuelto salió a la luz en aquellas catas mineras que propiciaron el descubrimiento. Nuestra curiosidad no daba crédito. Aún hoy, cuando emprendo el camino que me lleva a este punto; cuando vuelvo a recorrer aquel sendero de Verdeña, uno de los pueblos más encantadores de nuestra montaña, el mar del que hablaba tan apasionadamente Roberto Wagner, todo me parece un trozo de aquel sueño; las marcas de la pared, restos de árboles retorcidos por un tremendo cataclismo que cambió todo, aquel camino como parte de un cuento; un lugar, en definitiva, al que nunca llegará ese soñado cambio que implica el movimiento de las p

Caso de Polentinos



A mediados de septiembre,
del año noventa y cuatro,
bajo el puente Polentinos
y acaso siguiendo un rastro...

Un fin de semana aciago
aparecieron los huesos
dicen que de dos mujeres
de veinte y cuarenta años.

Cuentan los que allí acudieron
a ver los restos humanos,
que no merece la pena
investigar más el caso.

Que ha prescrito toda culpa
de un asesino, ¡quién sabe,
de dos, de tres o de cuatro
que una tarde las mataron.

Se discute entre las gentes
humildes de la montaña,
que aquí no cabe tal hecho
que no es de aquí tal campaña.

Que en la montaña se esconden
osos, lobos y alimañas,
nunca, jamás, asesinos
ni pistoleros de España.

Después de toda la intriga
-Por razones que no entiendo-
se termina señalando
a un antiguo cementerio.

Antiguo pueblo de Vañes,
medio kilómetro río abajo
y extrañamente dos cuerpos
contracorriente peleando.

Prácticamente enterrándose,
a socayo del gran puente.
No entiendo que haya quién diga
que ha sido un hecho corriente.

Que han pasado muchos años,
que la causa es ya muy vieja,
que no tiene ya sentido
remover la historia en ella.

Los eruditos señalan
que no hay motivo de alarma
que este es un caso cualquiera
que predomine la calma.

¿Quién sabe lo que pasaron?
¿Por qué murieron y cuándo?
¿Se cayeron? ¿Las mataron?,
¿o eran muertas del cementerio cercano?

¿Y sí no, cómo subieron
río arriba y se quedaron
junto al puente Polentinos
en un pequeño remanso...?

La hipótesis está servida.
La intriga no ha terminado.
Aparecieron un día,
junto a ese puente tan largo.

Los cuerpos de dos mujeres
de veinte y cuarenta años,
un día del mes de septiembre
del año noventa y cuatro.

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